lunes, 14 de diciembre de 2009

Maese Pedro y Ginés de Pasamonte, un retrato joya cervantino-picassiana de Hernando y noticias de nuestra lectura.

Como dijimos en su día, el personaje de Ginés de Pasamonte que nos ha aparecido disfrazado ahora como maese Pedro, el titiretero, no es un secundario más de la obra. Los investigadores han visto en él alusiones a un autor de la época, Jerónimo de Pasamonte, cuya vida presenta algunas similitudes interesantes con la del propio Cervantes y varias diferencias.

Aparte de que sus apariciones en la novela cervantina escondan puyas personales y alusiones literarias, su trasformación en personaje y las acciones que lleva a cabo, tanto en la primera como en la segunda parte, lo convirtien en un recurso narrativo de alto calado. Recordemos que en la primera le servía a Cervantes como procedimiento de actualización de la picaresca pero también como lección sobre la caída brutal en la realidad del impulso caballeresco que lleva a don Quijote a liberar a los galeotes: Ginés, que es el más peligroso de ellos, encabeza el apedreamiento y después roba el burro a Sancho -intención un tanto trastornada por los errores de imprenta-: criminal, desagradecido y ladrón.

Su aparición en la Segunda parte también ha suscitado varios análisis por diferentes motivos.

En primer lugar, el hecho de que maese Pedro sea un titiritero y monte un espectáculo cuya exhibición sirva para aludir de forma irónica a determinadas características de la comedia nueva construida por Lope de Vega. En segundo lugar, porque llega en un momento en el que ya queda claro que Cervantes ha vuelto sobre sus pasos tras tener conocimiento de la publicación de la Segunda parte del Quijote por un tal Avellaneda. En esta continuación se cumple el anunciado viaje de don Quijote a Zaragoza; en cambio, como veremos, en la de Cervantes intencionadamente se aparta a los personajes de Zaragoza para llevarlos a Barcelona.

En contra de lo que la crítica tradicional había dicho, Cervantes no se conforma con variar el proyecto a partir del momento en el que recibe el volumen de Avellaneda: debió volver sobre sus pasos y cambiar algunos pasajes anteriores tanto para preparar el giro argumental como para aludir, de forma indirecta, a la obra y la identidad de Avellaneda. De ahí que se haya sospechado de que la reaparición de Ginés de Pasamonte contiene algunas de las claves de estos cambios.

Martín de Riquer fue el primero que lanzó la idea de que tras Avellaneda estaba Jerónimo de Pasamonte, es decir, Ginés de Pasamonte, cuestión ampliada recientemete por Alfonso Martín Jiménez. Aunque no sabemos con certeza si esto es cierto, es razonable pensar que Cervantes lo creyera o tuviera alguna noticia de que fuera así ciertamente (Jan Puerta buscó y me envió el enlace a un trabajo de Martín Jiménez que os recomiendo).

Por lo tanto, la reaparición de Ginés tendría, como motivo, volver a degradar al aludido en primer lugar y sacarlo a la escena cuando ya ha decidido variar el argumento para diferenciarse de él: de hecho, siempre se han visto en la aparición del titiritero y su espectáculo una ingeniosa parodia de la aventura de don Quijote con unos comediantes en la obra de Avellaneda. Además, si en éste hay un cierto elogio de Lope, en Cervantes no se esconden las críticas, que ya estaban en la Primera parte. Algunos han visto en Avellaneda un defensor de Lope frente a lo dicho sobre él y su obra por Cervantes.

Por lo tanto, la motivación de Jerónimo de Pasamonte sería clara, según esta teoría (hay otras que veremos sobre la identidad de Avellaneda): castigar tanto la vanidad como escritor como sus aspiraciones económicas (cuestiones claramente aludidas por Cervantes en su prólogo a la segunda parte) continuando su obra, en castigo a su literaturización tan poco positiva como galeote. De paso, desde el mismo corazón de la creación cervantina, destruir la construcción estética que se hallaba en la primera parte y rectificar las alusiones a escritores y géneros del momento. Una especie de voladura de las propuestas de Cervantes desde dentro: sin duda, un plan muy ingenioso que hubo de dolerle a don Miguel, no sólo porque le robaran a los personajes. o el posible beneficio económico Muchas de las cosas que pasan en estos capítulos y en el resto de la obra se debe a una rectificación en toda regla que consigue desmontar la propuesta de Avellaneda. Asistimos, por lo tanto, a un juego de destrucción y reconstrucción del que aun no poseemos todas las claves para interpretarlo. Pero sí para disfrutarlo como lectores.

Un retrato joya cervantino-picassiana de Hernando

Hernando nos regala una joya con esta fotografía en la que lo vemos contemplar un grabado de Picasso con motivo quijotesco. La imagen es muy sugerente: nos hace observarlo a él, que contempla la obra de Picasso que reflexiona sobre el Quijote. Un excelente juego de perspectivas, sin duda que, además, contiene un valor añadido: este grabado sólo se ha visto con motivo de una exposición en Sevilla que conmemoraba el cuarto centenario de la obra cervantina. Qué gran regalo nos has hecho, querido amigo.

Os animo a mandarme imágenes que reflejen la iconografía cervantino-quijotesca o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la información posible sobre Cervantes y el Quijote. Sobre todo me gustaría publicar imágenes no usuales, aquellas de pequeños lugares.

También os pido que me remitáis autorretratos quijotescos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.

Noticias de nuestra lectura

Manuel Tuccitano se fija en las dos partes del capítulo, pero comenta en especial la segunda, con los golpes a Sancho que, en efecto, nos devuelven a situaciones de la Primera parte. Nos documenta también la historia del rebuzno con un enlace que os recomiendo, así como las imágenes con las que lo ilustra todo.

Cornelivs vuelve a proponernos los enigmas que están detrás de maese Pedro como centro de su apasionada entrada. Muy sugerentes sus propuestas, que os recomiendo.

Jan Puerta analiza las dos partes del capítulo y resalta, con gran acierto, la importancia del motivo religioso para iniciar y cerrar el texto. Nos regala también un magnífico autorretrato quijotesco que no podéis dejar de admirar y un texto publicado en el Diario Clarín. Excelente entrada la suya.

Abejita comenta el capítulo en varias partes. La primera viene bien ilustrada de acuerdo a las fechas en las que estamos, con ironía cervantina. La gran novedad es que, especilizada en dar vida de forma tan atinada a los personajes secundarios de la novela, esta vez Mª Ángeles Merino nos habla con su propia voz, pero pronto se encuentra con Ginés de Pasamonte, quien le cuenta su versión de los hechos. Después vuelve a su propia voz para terminar el comentario. Termina su comentario con las claves del enfrentamiento del rebuzno y una imagen bien pillada.

Pancho analiza de forma brillante el capítulo y, a su paso, aporta sobre el tema de los conflictos armados como forma de enfrentarse a los problemas una perspectiva tan correcta que debéis leerla.

Paco Cuesta lee de forma muy inteligente alguna de las claves del capítulo. Me gusta, en especial, cómo señala las contradicciones del protagonista.

Antonio Aguilera escribe un divertido y acertado análisis del capítulo, pero no os perdáis, de ninguna manera, la foto que encabeza su entrada, bien traída, sin duda.

Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl Urbina : Primera parte y Segunda parte.
Enlace con el blog construido por Manuel Tuccitano expresamente para esta lectura y que puede considerarse un agregador con los enlaces de todos los blogs participantes de forma regular, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.

21 comentarios:

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Asi es.

Lei hace años a Martín de Riquer.

Esa misma noche, y apenas publicada mi entrada, Jan Puerta me envia el ensayo de Martín Jimenez, que yo no conocia, pero que deberé de estudiar en profundidad, aunque compruebo que ya se refiere a Martin de Riquer.

Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Interesantísima entrada, Pedro. Vaya con el Maese Galeote.
La imagen del Quijote sirve para una obra de arte de Picasso y para unos humildes objetos de una tienda de “souvenirs”. Acabo de colocar una entrada con otra imagen del escaparate quijotesco que te ha llamado la atención.
Un abrazo

Anónimo dijo...

hola pedro...como estas?

bueno paso a dejarte unos besines de vacaciones.....ya sabes estoy de licencia y no queria irme sin saludarte....este saludo es algo asi como pasar cerca de tu casa y tocarte la puerta para saludar y saber como estabas.....

muchos besines!

:) sau

Alimontero dijo...

Hola Maestro... perdona mi ausencia, pero me fracturé mi muñeca...;-( y me dificulta escribir...y vine a decírtelo...
Un gran abrazo, conmucho cariño,

Ali

Merche Pallarés dijo...

Tambien recibí el ensayo enviado por JAN PUERTA y lo encontré muy interesante. Parece ser que Ginés de Pasamonte era Avellaneda pero como dices que hay otras hipótesis, habrá que leerlas... Esto me recuerda el comentario del SEÑOR DE LA VEGA sobre los cervantistas...
Genial la foto de HERNANDO. Besotes, M.

Hernando dijo...

Esta semana he chupado mucho blog, y lo mío es pasar por la vida en silencio y sin ruido.
Le enseñé la fotografía a una persona muy especial y me dijo que la enviara a esa locura en la que estoy inmerso junto a todos vosotros, como es la lectura del Quijote, tenía mis dudas, pues este verano ya había pasado por ventanilla y no quería abusar, pero ante la insistencia de ella, ha hecho posible que disfrutéis de este gravado, que por su temática sólo encaja con centenarios y ya se sabe que le tocará ser expuesto dentro de 96 años, y creo que para entonces, estaremos ya todos calvos. La exposición se llamaba "Visiones del Quijote" y no solamente se expuso en Sevilla sino también en Barcelona, el error fué mío no de Pedro que le dije que solamente había sido expuesto en Sevilla. Existe el catálogo con obras de Dalí, Doré, Picasso, Saura...etc.
Agradecer a todos sus comentarios,sobre la obra del Quijote, pues no hacen más que crecer en cantidad y calidad.
Gracias Pedro.

Antonio Aguilera dijo...

Interesante exposiciòn, que no he podido ver: el tìtulo coincide con un libro que comprè hace unos meses "Visiones del Quijote". Que os recomiendo, pues es una recopilaciòn de ensayos, artìculos etc, escritos por grandes "lumbreras" de àmbito mundial relacionados con El Quijote.
Viene a ser al Quijote lo que esta exposiciòn de pintura, pero en literatura.

Ya hice una pequeña entrada en mi revulsivo con un fragmento escrito por Antonio Muñoz Molina.
Por si alguien lo busca està editado por "Renacimiento".

Buen dìa a todos

Paco Cuesta dijo...

Gracias Pedro, tus opiniones y conclusiones hacen que cada semana camine con menos tropiezos por la locura de ésta senda.
Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Querido Superprofesor. Ya sé que el jueves pasado no hice los deberes, pero superprofe, era puente y yo estuve muy entretenido, entre otras cosas, jugando con la play. Este jueves, o viernes o lunes, sí los he hecho, pero usted, no lo ha visto. Ha pasado muy deprisa por la arañita y no se ha dado cuenta de que sí he hecho los deberes. ¡Jo superprofe no dice nada de mi y no es justo.

Choque de manos

El Sanchico.

Myriam dijo...

¡Gracias HERNANDO!

Saludos

Myriam dijo...

Estoy en eso, leyendo el Ensayo que también recibí de JAN.

Besos

Señor De la Vega dijo...

Algún envidioso dijo una vez que Picasso solo aprendió a dibujar palomas, yo pienso que no fue mala idea unir ese símbolo pacifista a las caricaturas de Don Quijote y Sancho.
Y mejor a ellos el premio que a Obama, pues entrambos ordenaron ninguna muerte y poco daño, lanzaron mejores soflamas por la Paz y en resistencia pacífica recibieron infinidad de palos, valga este último capítulo donde los violentos donkey-head con Sanchico se ensañaron; pero si no fuese la paloma símbolo tan picassiano me temo que rápidamente darían cuenta del pichón tras unos duelos y quebrantos, pues pacíficos cuele, pero vegetarianos no lo eran tanto.

Ja,ja,ja ¡Con los Cervantistas nuevamente hemos topado!
Esperemos salir indemnes y no acabar leyendo sus textos en lugar del nuestro, no porque sean malditos, sino porque son infinitos.

Yo como buen alumno de la Acequia (cuando no hago novillos) ya terminé mis deberes (:-$ gracias señor Don Pedro y Señor Jan Puerta).
Como la mayoría de los Cervantistas, el Señor Alfonso Martín, acabará demostrando su tesis de partida, pero también demuestra las mías, publicadas en los primeros comentarios de la segunda parte de la Acequia. (ver-1, ver-2, ver-3, ver-4).

Parece que Don Alfonso, cierra el círculo sobre el susodicho Avellaneda y Pasamonte.
Con sinceridad, por mi parte me alegro que hayan averiguado algo que yo considero menor, lo mayor sin duda era claro, fue la aparición del apócrifo, estructura sobre la que Cervantes es capaz de escribir y terminar su segunda parte, facilitándole el crecerse y hacer crecer con ello a sus personajes, y creando las dimensiones con las que juega y que incluyen tantos y tantos planos, por supuesto los de Pasamonte y/o Avellaneda con Cervantes y/o escritores coetáneos con sus cruzadas y textuales referencias. (Prueba de que se leían y no como hoy en día).
¿El por qué se escribió el apócrifo? Las razones argumentales de Don Alfonso me resultan débiles, excepto el interés por más reales.
Lo que parece indudable es que la primera parte fue con los años un éxito perenne (había pasta en el loco) y Don Miguel vivió de las rentas quijotescas y así por demasiados años, sino nadie pierde el tiempo en tan grande afrenta por tan poco y además esta se hace en caliente en cuatro folios y no después de 6 ó 9 años con un tocho.
...CONTINÚA A CONTINUACIÓN...

Señor De la Vega dijo...

...CONTINUACIÓN QUE CONTINÚA...
De Goethe (seguramente cervantista), también repasé las citas y las usaré para ilustrar lo que a mi me gusta del Quijote que es su composición sinfónica y no de donde tomó la melodía de la flauta, o la del violín o la del piano...
Decía Goethe, "Lo importante no es hacer cosas nuevas sino hacerlas como si nunca nadie las hubiera hecho antes." Y eso es lo que consigue el Señor Cervantes, incluso del texto de Avellaneda, y no lo hace cambiando unicamente la forma al jugar con los huesos de avellana, sino adaptando el espacio a su propósito y ofreciendo un fondo que contiene otros, a mi entender mucho más variados, exquisitos y humanistas.
Pocas imagino, son las novedades en primicia por Cervantes, pues era en esto Don Miguel muy romano, y si los griegos por ejemplo, lo hicieron estupendamente inventando Dioses, bastó el cambiarles el nombre y seguir con los mismos, frescamente; pero eso sí, carreteras y acueductos, ladrillos y cemento, junto a unas prácticas leyes que lo regulen todo, que así además de dioses tenemos almacenes y llegarán los alimentos a cualquier parte, y los romanizados finalmente usaremos el nombre Venus y Ulisses, no de Odiseo

Así para mí, pocas cosas hay que escriba en su obra, que no tengan uno o varios valores en el contexto y nada es charada que llegue o vaya al caso, sino por autopista, por ejemplo:
Aún habiendo advertido Don Quijote a los paisanos del rebuzno, que si molestaba le advirtiesen, hacen caso omiso y se comportan peor que burros, pues es lo emocional e irracional, como en esa última y golpeada moraleja ilustra Don Cervantes, lo que impulsa a los hombres a participar en los actos de barbarie y de riesgo. (Más allá de otras malas y egoístas intenciones).
Pues para que haya defensa primero ha de haber ataque. Y después de explicar los cuatro que para algunos serán cinco puntos; la más eficaz defensa para salvar la vida, no es coger las armas, sino el salir corriendo de los bestias, tan rápido como puedan las patas del rucio y rocinante.

No me enrollo más, aunque gusto tendría...y acabo con otra perla de Goethe que dice: "Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón.", y la que más me gusta al hilo de Don Quijote, y que por qué no, podría haber estado inspirada en el mismo, dice: "Para un hombre inteligente no hay locura pequeña."

Suyo, Z+-----

Silvi (reikijai) dijo...

... Gracias,evacuada mi duda.Muy Buena foto.Besitos. Silvi.

Myriam dijo...

¡Cuánto material en esta entrada!

Todo este Juego de destrucción y reconstrucción se me hace sumamente interesante. Me gusta la teoría lanzada por Martin de Riquer y ampliada por A. Martín Jimenez. Le encuentro sentido y desató mi imaginación.

En el supuesto de que así fuera, entonces creo que Cervantes quiso darle a Jerónimo de Pasamonte una lección de humildad por haberse atribuido ( en su autobig,) comportamiento heroico en la Batalla de Lepanto etc, robado a Cervantes, cuando éste lo que hizo seguramente fué ayudarlo.

De allí, el resto de ataques y contrarataques.

Todo me hace pensar que Jerónimo Pasamonte (siguiendo esta línea de pensamiento) le tenía mucha envidia a Cerv, por su valor en el campo de Batalla y por su destreza en el campo de las letras.

En tal caso, J. Pasamonte queriéndole hacer daño a Cervantes, produjo el efecto contrario: C, movido por el dolor, la rabia, etc se esmeró especialmente en su Segunda Parte del Quijote.

Como dices, no poseemos todas las claves, pero que disfrutamos leyendo, DISFRUTAMOS y coooooooómo!

Saludos a Todo el grupo

Myriam dijo...

PD- Será interesante leer también sobre las otras Teorias.

pancho dijo...

Este Jerónimo de Pasomonte parece el espíritu de las desdichas. Es miope y después pierde el ojo con el que miraba. La similitud y diferencia con El Manco son evidentes.

Los paisanos armados hasta los dientes son el elemento disuasorio. Las armas de fuego del episodio, son los arsenales llenos de armas nucleares ahora. Sólo el miedo a la destrucción total hace juntarse a los poseedores del arma definitiva.

Muy navideña esta imagen de Sancho acunando al niño en forma de paloma y DQ haciendo de S. José.

Un lujo para La Acequia y los que por ella paseamos, emulando al autor, poder ver algo que pocos han podido del artista más universal. Un privilegio poder palpar el mismo papel que tocó Picasso, aunque sea con guantes.

Esta entrada, con los comentarios, vale más que muchos libros sobre Cervantes; gracias por ello.

Anónimo dijo...

Un eterno aprendizaje el venir a este blog.

Gracias por compartir.

Un fuerte abrazo.

matrioska_verde dijo...

pues que razón, vaya regalazo.

biquiños,

Teresa dijo...

Ya no sé qué pensar de todos ellos. Si Cervantes tiene tanta maestría para enredar así a personajes y narradores, ¿quién nos asegura que Cervantes no es otro que Jerónimo de Pasamonte y por ende el mismísimo Avellaneda?

Interesantísima entrada

Teresa dijo...

Del grabado de Hernando me gusta Hernando, jaja es broma.
Me gusta el Quijote perfilado.