sábado, 28 de noviembre de 2009

Acuse de recibo: Nueva gramática de la lengua española


Hace tiempo que los filólogos llegaron al acuerdo de que una gramática no contiene preceptos de obligado cumplimiento. En efecto, la gramática, incluso la gramática normativa, es un conjunto de reglas que deben ser entendidas como los consensos generales establecidos por los que hablan y escriben una lengua. Como tales, su conocimiento es extraordinariamente útil tanto para comprender mejor a los demás cuando hablamos con ellos o cuando leemos sus textos como para hacernos comprender mejor por el mayor número de personas tanto en la conversación como en la escritura.

Nadie (ningún hablante, ninguna zona geográfica, ningún país, ninguna institución) tiene la propiedad de una lengua ni de su gramática. A veces me encuentro, en esta tierra castellana mía, personas que por ser de Burgos o de Valladolid piensan tener más derecho sobre una lengua y sobre el dictamen de sus normas: no es culpa suya este error, sino de demasiados años de mala enseñanza y mal entendido nacionalismo. Algunos, incluso piensan que la lengua les pertenece porque nació aquí, cuando no está muy claro que el castellano naciera en lo que llamamos Castilla. Esta ideología que hacía patrimonio de pocos lo que es un rico tesoro de muchos había dominado las gramáticas escritas durante siglos. Así, era frecuente una rivalidad tonta entre diferentes localidades para saber dónde se hablaba el mejor español. Éste se habla bien en todos los lugares en los que se usa porque es una extraordinaria herramienta de comunicación y de pensar el mundo, pero sólo es eso, una herramienta. Y como tal, cambia con el tiempo y se adapta a cada necesidad: de lo contrario, nos sería inservible. De hecho, lo que ha hecho caducar las gramáticas anteriores es que sus autores -desde el primero, Nebrija- pensaban que la lengua se sometería a los preceptos que fijaban en sus textos de forma permanente.

También ha sido frecuente, durante mucho tiempo, que muchos hablantes sintieran vergüenza de su uso del español porque en el colegio los profesores se lo habían afeado: este exceso purista de muchos maestros ha podido provocar que muchas personas se descolgaran de la cultura porque les decían inferiores. Algunas de las llamadas incorrecciones gramaticales perseguidas con más sañas eran difícilmente corregibles para un hablante medio sin gran formación porque, sencillamente, no entraban en sus parámetros mentales -así el leísmo, el laísmo, usos de determinados tiempos o modos verbales, etc.-. Un asturiano que no usa el tiempo ha pasado y lo sustituye por pasó no lo hace por ignorancia, sino porque en el espacio en el que ha nacido este tiempo, sencillamente, no existe. Un burgalés que utiliza el famoso condicional de Burgos debe recurrir a toda su formación escolar y una fuerte alerta lingüística para no utilizarlo, porque su uso está grabado en su mente como parte de la herencia cultural de su zona. El hecho de que nadie use ya el futuro de subjuntivo no significa que seamos menos inteligentes que nuestros antepasados: sencillamente, nos resulta inútil y la lengua, como herramienta, suele arrojar por la borda este tipo de lastre o guardarlo sólo como una pieza de museo para poder comprender mejor etapas del pasado.

Una gramática moderna, por lo tanto, es una propuesta de síntesis de las formas más generales del uso de una lengua en la que deben recogerse también las menos extendidas. El conocimiento de todas ellas enriquece al hablante de esa lengua: por una parte, le da la información de cómo poder hablar para ser entendido en cada una de las situaciones y zonas en las que pueda encontrarse, indicando las mejores opciones para comunicarse con la mayoría de los que participan de la misma lengua; le informa de cómo poder construir nuevas expresiones y términos que respeten las formas históricas -con lo que tienen más garantías de éxito puesto que respetan la memoria que todos los hablantes tenemos de una lengua-; le forma para profundizar en la comprensión de los textos escritos en esa lengua antes que él; le ayudan a elegir la mejor forma de expresarse según su interlocutor, etc. Y, sobre todo, le ayuda a comprender que los demás tienen el mismo derecho que él sobre su lengua común.

Los consensos lingüísticos se establecen porque el hablante quiere ser comprendido y comprender: cuando un hablante es mirado con sorpresa por sus interlocutores, tiende a revisar su lenguaje para hacerlo comprensible por estos, sobre todo si de ello depende su supervivencia o su aceptación en sociedad. De esta forma tan sencilla se han establecido las normas lingüísticas: de lo particular a lo general.

La publicación de la Nueva gramática de la lengua española es un motivo de fiesta. No se publicaba desde 1931 y la forma en la que se ha redactado ésta actualiza la metodología de las anteriores, que hoy sería inaceptable: han participado todas las academias de la lengua española y se recogen todas las variantes geográficas y sociales, con lo que respeta la situación del español en la actualidad, recomienda los usos más extendidos y más apropiados a la historia del español y se basa en un conjunto amplísimo de textos antiguos y modernos. Un excelente trabajo coordinado por Ignacio Bosque que, seguro, se irá afinando en los próximos años.

Saldrá a la venta el próximo 4 de diciembre y se convertía, sin dudarlo, en un éxito de ventas. Ahora bien, a los que no estén muy prácticos en el uso de una gramática de estas dimensiones, les recomiendo esperar a la venta del Manual o de la Gramática básica, que extraerán de la Gramática principal los aspectos esenciales.

23 comentarios:

Myriam dijo...

Ya la apunto y seré de los primeros en comprarla ahora, no bien salga a la venta, ¡segurísimo!.

¡Qué gusto será irla leyendo!

(Ultimamente creo que tengo un merengue de estilos... Espero que al leerla, al menos, quede mejor batido).

Abejita de la Vega dijo...

Bienvenida la nueva gramática.La consultaremos, que siempre surgen dudas.
¡Desde 1931!
No veas los esfuerzos que hacemos los burgaleses para evitar ese condicional tan nuestro como el frío, la morcilla, el queso blando y la Catedral.Me alegro de encontrar un filólogo benevolente.

Un beso .

Silvi (reikijai) dijo...

O sea que el mismo contiene, lo que nos es común a todos los hispanohablantes. Mas lo propio, de cada lugar, modismos, dialecto… los porteños de para bienes… al igual Caribe, México y tantos otros.... era hora. … Besitos. Silvi.

María dijo...

Primero leeré el manual de la gramática básica y luego me meteré con éste otro, poco a poco.

Gracias por la información, Pedro.

Un beso.

Unknown dijo...

Dos temas amigo…
Como me ha gustado esa definición tan acertada del “hablante”.
Y en segundo lugar a mí me sigue pareciendo sublime todas esas formas tipo “hubiera o hubiese”. Me parece algo tan dócil como sutil su utilización. Eso sí, con moderación. Como el buen brandy.
Ojala podamos hacernos con la misma en fecha no muy tardía.
Un abrazo

Isabel Huete dijo...

Es un libro de los que no pueden dejar de estar en una biblioteca personal y me alegro que ya salga por fin a la venta porque era muy esperada. De todas las maneras, siempre he pensado que la mejor manera de saber gramática es leyendo mucho, no tanto para conocer reglas ni nada parecido sino para utilizar la lengua de forma correcta y adquirir vocabulario, para saber expresarse pudiendo elegir distintos usos y registros.
Estoy de acuerdo contigo en todo.
Besazos.

Fernando Portillo dijo...

¿Esta gramatica recoge los usos politicamente correctos e incorrectos del lenguaje? Es esa una cuestión que me interesa especialmente. Por favor, háblanos de ello, o de lo cual, o de lo mismo, o de como coño se diga.

Merche Pallarés dijo...

Debe de ser MUY interesante esa nueva gramática que, por supuesto, la conseguiré aunque estoy con ISABEL H. que la mejor manera de acceder al conocimiento de una lengua y a su léxico, es LEYENDO. Besotes gramaticales, M.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

La compraré, sin duda: por mis tres hijos.

Un abrazo.

Antonio Aguilera dijo...

Pues tal vez empiece por la bàsica, y cuando la vaya dominando pasarè a la "gorda".

De acuerdo con Isabel y Merche en que lo principal es la lectura; y si va adobada de una buena dosis de mundologìa (conocimientos del trotamundos), mejor que mejor.
Nos no lo recuerda Cervantes en el cap. que acabamos de leer:
- “Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote-, que el que lee mucho y anda mucho, vee mucho y sabe mucho”.

Abrazos matutino-dominicales por los predios de esta Acequia.

lichazul dijo...

que interesante entrada , y que buen dato
simplificar el uso de la lengua es lo más acertado que pudieron hacer estos señores intelectuales que se la pasan buscando la quinta pata al gato :=)

abracito desordenadillos:=)P

Marcela dijo...

Pedro, para los que estamos cruzando el mar, ¿Cuál es "el famoso condicional" de Burgos?

Anónimo dijo...

El lenguaje, esa herramienta tan importante en la comunicación. Tienes razón, hacía falta éste nuevo libro, que desde el 39, ya toca. Besos Isabel.

Anónimo dijo...

Perdón. el 31. Isabel.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

si dieras...dieseis clase en primaria comprobaríais...las de veces que consultarías la gramática y el diccionario...saludos

Adu dijo...

Gracias, Pedro, por tu inteligente reseña. Últimamente no me compro libros pero me gusta saber qué cosas se publican (luego se las pido al bibliotecario, je je...)
Abrazo.

Gabiprog dijo...

Ya vi la publicidad en la web de la RAE.
En casa esperamos a la 'Básica', en estas cosas mi 'moza' es un hacha!

:)

pancho dijo...

Después de 78 años ya se necesitaba, aunque siempre ha habido gramáticas aceptables, pero no de esta envergadura.

Debe haber sido un trabajo de chinos poner de acuerdo a tanta diversidad de hablantes de la misma lengua.

Lo importante en cualquier idioma es tender a un nivel estándar o culto de la lengua que permita comunicarse a los que hablan la misma lengua, no importa la parte del mundo, ocupación o grado de instrucción en la que se encuentren los hablantes.

No creo que hayan estado muy acertados en el color elegido, por lo de "Gramática Parda".

Gana el Barcelona con diez. Todavía son muchos para el Real.

Silvi (reikijai) dijo...

Como mama… y profesional… si, supieran las veces… que recurrimos al mata/burros… (Diccionario); por los sistemas empleados en lecto/escritura… aprobados por una cantidad de dinosaurios vivientes… horrores de ortografía contienen… periódicos… libros y avisos publicitarios… los sistemas educativos en el mundo son de terror… otra que el tren fantasma… Besitos. Silvi.

Paco Cuesta dijo...

Me quedo con tu frase "el hablante quiere ser comprendido y comprender".Para conseguir ésto, que no siempre es alcanzado, hace falta mucha ayuda, gramática, lectura, escuchar a los hablantes. Bienvenido sea cualquier medio que nos acerque al fin de "ser comprendidos y comprender".

elena clásica dijo...

Fantástica esta publicación, también suscribo el motivo de fiesta y toda tu exposición.
Besazos.

Silvia_D dijo...

A leer, leer!!
Besoss!!

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo: el lenguaje se rige por el uso que le de la sociedad, no un aparato legislativo o burocrático.

Un placer leerte y felicidades por tu entrada 1000.