sábado, 4 de julio de 2009

Acuse de recibo: Las columnas de Hércules, de Luis Araquistain.


Existe la creencia generalizada de que la literatura española no ha tocado determinados temas. Así, se afirma, con demasiada ligereza, que no hay tradición en el tratamiento de las relaciones del poder político con el mundo empresarial y periodístico, que parece campo exclusivo de la literatura anglosajona y, en especial, de los autores del llamado Nuevo periodismo nacido a mediados del siglo XX.

Suele ocurrir que el que afirma estas cosas o es un ignorante o un snob que prefiere todo lo traducido a lo que está escrito en lengua propia. O ambas cosas. Gran parte de la responsabilidad de que haya pasado esto recae en el mundo académico, que ha establecido un canon en los manuales que repudia todo lo que no pertenece a la denominada gran literatura y sus autores consagrados. Además, el mundo editorial español tiene unas dinámicas perversas por las que prefiere apostar por cualquier valor económicamente seguro publicitado internacionalmente que por cuidar la historia literaria propia.

Algún día deberé abordar en La Acequia la desaparición del fondo editorial y cómo es imposible encontrar en las librerías determinadas obras y autores de nuestra literatura, a pesar de que su lectura documentaría que mucho de lo que admiramos en autores de otras lenguas ya estaba en la nuestra con igual o superior calidad artística. El problema es que, para reeditar estas obras hay que conocerlas y apreciar nuestra propia cultura. Gran problema en la España actual, sin duda alguna.

Se acaba de rescatar del olvido la novela de Luis Araquistain, Las columnas de Hércules, con un oportuno estudio preliminar de Jesús Rubio Jiménez (Madrid, Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 2009). Luis Araquistain (1886-1959) es uno de los nombres más significativos del socialismo español, muy cercano a Largo Caballero. Político, periodista, crítico teatral, escritor, gran conocedor de la España de su época, vivió en el exilio la parte final de su vida. Participó activamente en el debate público de las primeras décadas del siglo XX sobre la mejor forma de sacar a España de su situación de abatimiento tras el desastre de 1898.

Es en ese clima de análisis de los males nacionales cuando escribe Las columnas de Hércules, publicada en la editorial Mundo Latino en 1921. En España, en las tres primeras décadas del siglo XX hay una producción de novelas mucho más abundante de lo que una consulta a un manual de literatura nos presenta: novelas similares a las que hoy consumimos de forma masiva sin ningún pudor y que nos sorprenden cuando caen en nuestras manos.

Esta novela no tiene grandes pretensiones literarias, pero se deja leer y atrapa tanto en su argumento como en el retrato de la sociedad española del momento. El argumento, con toques de farsa política, nos presenta a un joven periodista, Modesto Escudero, que se levanta un día con el propósito de no dejar pasar más tiempo sin hacer algo en la vida. Con esa pretensión entra en contacto con un empresario que vende píldoras de composición secreta contra la impotencia y que necesita publicitarlas para aumentar sus ingresos. Tras escucharle, Escudero le propone fundar un periódico, El Orden, cuyo fin oculto será difundir las bondades del producto. A partir de ahí, comienza una revista social -que, en la literatura española, tenía tradición desde Quevedo hasta Valle Inclán- en la que se repasan todos los sectores sociales: la Banca y los banqueros, el Congreso de Diputados y los principales políticos, la Prensa y los periodistas, el público, etc. En todos ellos predomina la hipocresía, la picaresca y la falta de escrúpulos. El periódico fundado por Escudero tendrá tal éxito que el empresario, Herculano Cacodoro, ve recompensado su propósito y aumentado su fin inicial, porque conseguirá entrar en los círculos políticos y en una conspiración internacional que pretende alterar las dinámicas de poder geoestratégico. En este punto, se prepara toda una estrategia para inciar una guerra que consiga manipular a la opinión pública del país.

Como revista social, de la mano del narrador entraremos en los círculos de la bohemia literaria del Madrid de principios de siglo, el análisis de la literatura española contemporánea, el debate sobre el incipiente feminismo, la necesaria autorregulación de los medios de comunicación a partir de comportamientos éticos, etc.

La novela, escrita para denunciar la corrupción política y moral del sistema político de la Restauración y de la falta de escrúpulos del Poder, se convierte en toda una lectura sobre la función de la Prensa para alterar el estado de las cosas y crear falsedades que manipulen a la opinión pública. Esta reflexión, en 1921, era de una perspicacia asombrosa. Y no me digan que no es actual.

Sin duda, una lectura entretenida, a la altura de cualquier best seller de la actualidad.

19 comentarios:

Myriam dijo...

Desde ya la encargo cuando llegue a casa. Me encantará leerla!

Que lamentable eso que dices de las editoriales van a "lo economicamente seguro" en otras lenguas en lugar de proteger y fomentar lo escrito en espaniol y en este caso, el acerbo cultural nacional!

Cuanto oportunismo y snobismo hay en eso....

Besos

Martine dijo...

De lo más actual ciertamente, Pedro... intentaré hacerme con el libro, pero tu Post y los enlaces, si no lo consigo son lo suficientemente ilustrativos para conocer algo del autor y de su obra..
un beso, Pedro..

São dijo...

Sin tiempo, te oferezco un abrazo.

elena clásica dijo...

Una interesante recomendación, absolutamente actual como dices en esa reflexión sobre la manipulación que lleva a cabo la prensa hacia la opinión pública. Fantástica lectura. Tomando nota. Besitos.

Merche Pallarés dijo...

Lo voy a leer seguro. El tema me interesa muchísimo. Excelente tu reseña. Besotes, M.

pablo miguel simón dijo...

Es una suerte que se rescaten obras como ésta. Y es sintomático que la problemática que plantea sea tan actual. Pasan los siglos y avanzamos muy poco desde el punto de vista social.

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro ...Dude..pero estaba mas que segura que bajo ese nombre habia leido algo de otro autor Paul Theroux..asi que me fui a la funte.
Bueno,tratare de buscar el libro. Parece mas que interesante.Es una de las tematicas que me gusta.
Lindo tarde de Domingo...Besitos. Silvi.

Teresa dijo...

Muy atractiva la reseña que hace interesante la lectura de este libro recomendado.

Los motivos reales por los que se inician las empresas serían dignos de estudio y sus resultados seguro que sorprendentes. (La iniciativa que origina este argumento tiene su gracia)

Gabiprog dijo...

Hacer caja con el mínimo riesgo, una máxima del amo, oops perdón, una máxima del empresario español, y en la cultura no hay excepción...

...no hay tradición en el tratamiento de las relaciones del poder político con el mundo empresarial y periodístico...
Tal vez incluso para algunos resulte interesante esa... no tradición.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Como siempre, querido amigo, cada vez que hablas de un libro me entran ganas de leerlo, pero tengo el mismo problema: falta de tiempo...!

Un abrazo y feliz tarde de domingo...!

matrioska_verde dijo...

tiene muy, pero que muy, buena pinta.

la lectura de clásicos siempre resulta interesante sólo que no sé porqué tendemos a asociar antiguo con aburrido... y para nada.

biquiños,

Alberto dijo...

Interesante argumento. La prensa como medio de manipulación de la opinión de la sociedad y de la dirección de la política (llámese prensa sensacionalista) surgió en los años previos al desastre del 98 en Estados Unidos cuando el magnate de la prensa William Randolph Hearst (retratado en Ciudadano Kane) incitó a través de falsas acusaciones la entrada de la guerra de Estados Unidos contra España con el ánimo de hacerse con las colonias de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas. Una frase suya contenida en un telegrama enviado a uno de sus trabajadores ha quedado para la historia "Tú pon las ilustraciones, que yo pondré la guerra"

Un saludo

Magui dijo...

Talvez o espanhol prefira ler o que não conhece, como a forma de escrever, por ex. Aqui no Brasil está na moda as biografias de brasileiros.

Marina dijo...

Hola... A estas horas no puedo poner nada sesudo, ni tan siquiera agudo, n ipuntiagudo, ni -udo. Me limitaré a darte un abrazo y a tirar miguitas de pan para reconocer el camino.... ¡No! que no eran miguitas de pan... que eran molinos gigantes.

Un abrazo compañero

Pilar_Cordoba dijo...

¡Jo! Tiene que estar bien pero por ahora, con la lectura de El Quijote, ya voy bien servida.
Un besote y esperamos leer todo lo acontecido en Béjar.
BEsote, muackkks.

Myriam dijo...

Hola Pedro,

Ya llegué anoche a casa de regreso.
Acabo de colgar una entrada como contibución a la lectura del Quijote.

Espero que te agrade,

Besos

lichazul dijo...

al parecer esta novela promete , dentro de toda su creación ficcional, existe gran cantidad de recursos y datos reales, eso ha de darle mayor sabrosura para que el lector la disfrute:=)

genial dato Profe
felíz lunes!!!

Antonio Aguilera dijo...

Estupendo rescatar del ostracismo literario a estos autores olvidados.
Creo que en esa lìnea, y aprox. de la misma edad, es Arturo Barea, de quien sì leì la trilogìa La Forja de un Rebelde.
Esperemos que Cronos, el divino, nos de tiempo para seguir leyendo estas joyas.

PEDRO, ESTA SEMANA SÌ COMENTÈ EL CAP DEL QUIJOTE!! (por qué pego voces??, parezco frenopático).

Abrazos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: espero que te guste. Aunque sería deseable que la edición en papel se fijara en estas cosas, Internet nos está facilitando, cada vez más, obras olvidadas. Hablaré de ello. Besos.

SELMA: espero que puedas conseguirlo. Un beso.

SAO: otro para ti, querida amiga.

ELENA: como vemos, no es algo sólo de nuestro tiempo. Besos.

MERCHE: te gustará. Besos.

MIGUEL: más que sintomático... las cosas, incluso, están peor.

SILVI: en efecto, el libro existe, pero se trata de un libro de viajes. Recomendable, por supuesto. Besos.

BIPOLAR: tiene su gracia... por menos cosas, incluso, ha habido guerras.

GABIPROG: qué pena de cultura con estos fines, es verdad.

CORNELIVS: ponlo en la lista, para cuando puedas. Un abrazo.

ALDABRA: en efecto, en efecto, para nada. Besos.

ALBERTO: Hearst fue no el primero cronológicamente, pero sí el que primero consiguió sacar todo el partido a esta fuerza del cuarto poder. Gracias por traerlo aquí.

MAGUI: ¡ojalá que fuera para leer lo que no conoce! Es bueno leer lo que se publica fuera, pero no es bueno hablar sin conocer lo propio.

MARINA: te devuelvo el abrazo, por supuesto. Seguí las migas de pan. Un abrazo. Fue un placer conocerte.

DESPLAZADOS: ¡y que no te escapes de ella! Besos.

MYR: recibido. Gracias y un beso.

ELISA: es así, en efecto. Besos.

ANTONIO: Sí, Artuo Barea es otro de la época que merecería ser más leído. Me alegro de que lo hayas hecho. Vista tu entrada. Un abrazo.

Gracias a todos por vuestros comentarios.