jueves, 28 de mayo de 2009

La obra cervantina entre las dos partes del Quijote


El lunes pasado, dejábamos constancia de la febril actividad literaria de Cervantes. Si tomáramos como referencia los años en los que comenzó a redactar el Quijote (finales del siglo XVI), en un período de 25 años -además, los últimos de su vida-, Cervantes compuso e imprimió varias obras maestras de la literatura: las dos partes del Quijote, las Novelas ejemplares, las Ocho comedias y ocho entremeses y el Persiles. Más discutido ha sido el Viaje del Parnaso, pero es innegable que, si no obra maestra, sí debe considerarse una buena muestra de un tipo de literatura muy en boga en esa época.

Observemos, primero, la cantidad. Tras su primera obra publicada, La Galatea, poemas que circulaban de forma manuscrita y varias producciones teatrales que no se imprimieron en aquel momento, nadie podría esperar lo que vino después. Es innegable la sorpresa que recibieron sus contemporáneos con el crecimiento artístico de Cervantes en años que, para la vida de la época, deben considerarse de vejez. ¿Qué es lo que pudo causarlo? En primer lugar, el alejamiento de las tablas escénicas. Él mismo lo confiesa en el Prólogo de las Ocho comedias: cuando llegó Lope de Vega, barrió a la generación anterior de los teatros. Entre los dramaturgos de esa generación, que ya experimentaban procedimientos que Lope usaría en la fórmula de la comedia nueva, se encontraba Cervantes. Y, como otros, hubo de resignarse a no gustar, a que ningún autor de comedias quisiera comprarle su producto.

En segundo lugar, su vida se asentó. Ya no era un joven aventurero y, aunque sin duda ocupó gran parte de su tiempo en los negocios a los que hacíamos referencia en la entrada anterior, volvió a frecuentar círculos literarios y a ocupar su tiempo en escribir.

En tercer lugar, Cervantes se encontraba en una situación crucial en su vida, como si sintiera que le quedaba poco tiempo para dar a luz todo lo que había reflexionado sobre la literatura y que tenía, en parte, manuscrito.

El éxito popular del Quijote fue su oportunidad. Y la aprovechó, sin duda alguna, al máximo. Hasta el punto de que nos consta que siguió escribiendo hasta casi el mismo día de su muerte.

La obra de Cervantes de estos veinticinco años finales de su vida muestran la experiencia vital y artística de toda su vida: lo que había aprendido siendo joven, los conocimientos que adquirió en Italia, la reflexión en su tiempo de cautiverio, su vuelta a la Corte en la que se probó como escritor, etc.

Cervantes, a quien por edad le hubiera correspondido ser uno de los últimos renacentistas, evoluciona hacia el Barroco. Éste es un arte que juega con todas las posibilidades de lo intertextual y de la reformulación de los grandes géneros y pocos lo hicieron tan bien como Cervantes. Sin embargo, en su visión del mundo siempre se percibe el poso de las ideas humanistas que adquirió de joven: hay un vitalismo presente en su obra y una forma de mirar las costumbres sociales que lo delatan.

Su producción de esta etapa final se caracteriza por reflexionar sobre casi todos los géneros populares del momento y llevarlos hasta sus límites: así deberíamos entender, por ejemplo, el carácter ejemplar de sus novelas breves o el muestrario de fórmulas narrativas que hallamos en la Primera parte del Quijote.

Finalmente, todas ellas las fue llevando hacia el realismo: ese es el camino final por el que optó en la Segunda parte. Un realismo costumbrista, en el que proyectó su ideología para analizar la sociedad que le tocó vivir y las dinámicas para mejorarla (alguien formado en las ideas humanistas no puede renunciar a cierta utopía). Cervantes había comenzado por parodiar la novela fantástica para negarla. Y no paró de hacerlo hasta el final. Incluso el Persiles, que parece apartarse de este camino al ser una novela bizantina, no deja de tener esta vertiente. Pero en el Persiles también le pudo otra cuestión: quería pasar a la historia de la literatura según los cánones de la época. En esos cánones no entraba el Quijote, pero sí el Persiles. Quizá, al final, dudó de la vigencia de su hidalgo más allá de su tiempo y por eso compuso su última novela. Todos podemos sentir temor ante la posteridad.

Recordad que comenzaremos la lectura de la Segunda parte el próximo jueves 4 de junio.

24 comentarios:

pancho dijo...

En 1916 Europa era un campo de batalla, se desangraba en una guerra que había comenzado dos años antes y a la que todavía le quedaban tres más de sinrazón. Precisamente en este año comienza la Batalla de Verdún, uno de los episodios más épicos de la Gran Guerra. España, a pesar de su neutralidad formal, vivía la guerra y sus consecuencias dividiendo la población en germanófilos y aliadófilos. En Salamanca se le hacía un humilde homenaje a Cervantes en el trescientos aniversario de su muerte. En aquel momento su población apenas alcanzaba los 30. 000 habitantes y hacía dos años que D. Miguel de Unamuno había sido forzado a abandonar el Rectorado de la Universidad. En el Adelanto del 8 de mayo se describen los actos que se habían celebrado el día antes.

Los actos del homenaje tuvieron una triple vertiente: en la Catedral vieja se celebró un funeral solemne. A continuación se descubrió la placa que todavía se conserva adosada a la fachada del edificio antiguo de La Universidad (en la fotografía) – en la pared orientada a la Plaza de Anaya - y por último, una velada en el teatro Bretón, de triste actualidad estos días.

De resaltar son las palabras del gobernador en su discurso: “ La mala ventura de Cervantes en vida, ha perseguido también a su memoria al celebrarse el tercer centenario de su muerte. Así, la catástrofe apocalíptica que tiene consternado al mundo, obligó al Gobierno de su Majestad a suspender los actos nacionales, y para este festejo local que en familia celebramos , el sol espléndido y ardoroso de mayo también nos niega la luz y el calor de sus rayos…” con lo que nos podemos hacer a la idea de que no fue posible celebrar el homenaje el 23 de Abril, el gobierno no intervino para nada y el día siete de mayo de 1916 estuvo nublado, si mal no interpreto.

A pesar de tener una calle con su nombre en el barrio antiguo (en pleno barrio chino) y ser creencia popular que allí vivió el escritor, lo más probable es que Cervantes sólo estuviera en Salamanca de paso. Sin embargo, demuestra conocer sus costumbres y querer a la Universidad (la cita en algunas de sus obras) a pesar de ser natural de Alcalá, que era la otra Universidad de referencia en la época. Aquí sitúa la acción del Licenciado Vidriera. Así nos la describe en la Tía Fingida: “Advierte, hija mía, que estás en Salamanca, que es llamada en todo el mundo madre de todas las ciencias […] y que de ordinario estudian en ella y habitan diez mil o doce mil estudiantes […] gente moza, antojadiza, arrojada, libre, liberal, aficionada, gastadora, discreta, diabólica y de humor…”
En contraste a lo anterior estaría el texto de la placa: “Salamanca, que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado” donde se hace referencia al sosiego y a la paz necesarios para el estudio y la investigación. Algo de ello le pasó a otro D Miguel – Unamuno – cuando afirma: ...

Hoy he hablado de la placa homenaje a Cervantes en el trescientos aniversario de su muerte. La foto está en el cuento que no es cuento. Quizás no venga muy a cuento pero es lo que tienen estas semanas de transición.
Saludos a todos los que por aquí se acerquen a leer la locura quijotesca.

María dijo...

Hola, Pedro:

Hoy me tengo que situar en tu blog, que llevo varios días sin entrar y estoy algo así como perdida.

Un beso.

Unknown dijo...

Una gran entrada para llevarnos de la mano entre dos momentos tan diferentes como dispares en la obra de Cervantes. Ese nexo con el Quijote quizás era mucho mas fuerte que la propia posteridad.
Un abrazo

Merche Pallarés dijo...

Por ahora ya tengo leidos todos los permisos que le dieron a Cervantes para que pudiera imprimir su segunda parte... Las vueltas que da la vida, resulta que su "Persiles" (que no he leido) se quedó tal cual y sin embargo nuestro Quijo y Sancho han sobrepasado fronteras cabalgando en Roci y el rucio. Estaré al pie del cañón el dia 4. Besotes, M.

Juan Luis G. dijo...

Aunque Cervantes tuvo una vida llena de dificultades y sinsabores, no hay duda que supo sacarle todo el jugo que pudo; vivió con intensidad y fue capaz de narrarlo con maestría. Pocos pueden decir lo mismo.

¡Calentando motores para empezar la segunda parte!

Gabiprog dijo...

Uno lee ciertas cosas y no puede olvidar acordarse de ti...

:o)

http://www.publico.es/viajes/228607/castillalamancha

Buen fin de semana!

Anónimo dijo...

yo se que este comentario no es nada cervantino..pero aqui esta y perdona mi ignorancia....pero queria saludarte mi pedro y decirte que un flor de asado es....bueno aqui comer asado es carne costillitas nañ!! a la parrilla a los carbones...se come con un buen vino ensaladas de las que quieras...por ejemplo unas papas andonas mucho picante y cosas asi,,,generalmente se glotonea en los "floresdeasados" y son muy criollos....

bueno mi pedro bello te dejo miles de besines y no te me derritas con el calor eh!
sauvignona :D

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PANCHO: Magnífica información, querido amigo. Muy recomendable tu entrada.

MARÍA: Me alegro de tu regreso. Un beso.

JAN: en efecto, pero quizá el pobre don Miguel dudara. Un abrazo.

MERCHE: bien, te veo con ganas de comenzar. Besos.

JUAN LUIS: muy pocos, muy pocos.

GABIPROG: gracias por el enlace, que he aprovechado para dejar publicidad de nuestra iniciativa.

SAUVIGNONA: ¡Siempre viene bien la información! A Cervantes le hubiera encantado. Un beso.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro,recuerdo algo que en una oportunidad me leyo mi papa y nunca olvide"Que de no ser tan humana solo podría ser divina…".Creo que el mejor resumen.Besitos.Silvi.

Myriam dijo...

Listo Pedro, ya tengo mi aporte colgado en mi blog en tiempo y forma. Me divirtió mucho hacerlo. La culpa del largo, la tiene Cervantes, no yo. Traté de resumir lo más que pude.

Bueno, ya sabes que el Viaje del Parnaso me encantó, como todo lo que llevo leido de Cervantes hasta ahora. Tengo mucha curiosidad por leer el Persiles, también.

Besos

Alatriste dijo...

Y llegamos a la segunda parte, una novela más cruda y realista donde los personajes se encontrarán con problemas concretos de la España de la época.

Recuerdo que cuando leí por primera vez la obra me gustó más la primera parte, espero que con esta nueva lectura cambie mi opinión.

Un saludo Pedro.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Alatriste. De joven me gustó mas la primera.

Ahora...me quedo con la segunda, sin duda alguna.

Un abrazo Pedro.

Anónimo dijo...

Lo que màs me fascinô a mî del Quijote fue la multiplicidad de versiones y enfoques y la interpretacion inclusive parôdica de su propio traductor Cide Hamete Benengeli. Amén de todos los géneros parodiados desde la novela cortesana, a la pastoril o la propia picaresca.
El Persiles es màs arduo, pero no le resta sabidurîa al genio.
No es de extrañar que esta gran figura muriese exactamente el mismo dîa y el mismo año que un tal Shakespeare... la genialidad siempre encuentra su punto en la cordura inquieta de una locura bien pensante.

Un placer leer este delicioso post.
Regresaré por aquî pues ya me enlacé cual Rocinante o Dulcinea.. con descaro y casi, casi, sin pedir permiso.
Disculpa la intromisiôn pero no pude evitarlo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

REIKIJAI: desde luego. Besos.

MYR: voy a verlo y lo enlazo el lunes. Un beso.

ALATRISTE: es curioso, ambas partes tiene diferentes formas de ser leídas. Apreciándolas, te gustarán ambas por igual, aunque según tu momento preferirás una u otra. Saludos.

ALATRISTE: la segunda siempre ha sido mi preferida. Un abrazo.

EVA: Bienvenida a La Acequia, en la que deseo te encuentres a gusto y colabores siempre que quieras.
No es exactamente cierto que Cervantes y Shakespeare murieran el mismo día: sólo en el papel, porque Inglaterra y España tenían diferentes calendarios y, en realidad, aunque la fecha es la misma, había varios días de diferencia.
Bienvenida.

Hernando dijo...

Martin de Riquer calcula que cuando Cervantes llegó a Barcelona tenía 63 años en el año 1610 y venía para encontrarse con El Conde de Lemos e irse para Nápoles, con 63 años aún le pedía guerra el cuerpo, ya lo veremos pero en esta segunda parte hasta don Quijote entra en una imprenta en Barcelona creo tener ya localizado el lugar que por supuesto ahora no hay una imprenta,¿ Qué es lo que hay? todo a su debido tiempo y estoy investigando pero parece ser que existen unas pinturas del siglo XVIII donde se lle pinta a Sancho con barretina, si tiene feliz salida mi aventura haré fotos de Sancho en plan catalan. Todo esto viene a cuento , por que tengo ganas ya que sea 4 de Junio, el día "Q"
de la segunda parte del Quijote.

Martine dijo...

ya tengo el tomo sobre el escritorio a punto para el día 4.. Allí estaremos para esta locura segunda parte...

un beso, Pedro...

Antonio Aguilera dijo...

Vigoroso Cervantes: sus últimos 25 años escribiendo a todo gas; y como la fruta madura, la etapa más jugosa.

Las prisas que le apremiaban por publicar, despue´s de la fama alcanzada después de la 1ª parte del Quijote, no le restaron calidad: como hay un dicho que reza que "el que mucho abarca poco aprieta". Al Manco de Lepanto no le afectó el refrán; hizo mucho, rápido y bueno.

Saludos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

En los últimos 10 años de vida que prácticamente van de Quijote a Quijote, hemos visto que su publicación es más extensa, como si viera vwenir a la dama negra...com si presagiara su final... una pregunta: ¿comenzamos comentando el prólogo" ó ¿comenzamos con el primer capítulo de seguido?... saludos y buen fin de semana

Merche Pallarés dijo...

Yo tengo las mismas dudas que TUCCI. Dinos algo. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

HERNANDO: espero con ganas todo esto que estás investigando y que seguro que será de provecho cuando nuestro hidalgo llegue a Barcelona.

SELMA: empecemos...


ANTONIO: cantidad y calidad. Muy pocas veces se dan tan juntas...

MANUEL - MERCHE: el día 4 comenzamos con el comentario del Prólogo y de la Dedicatoria de la Segunda parte.

Señor De la Vega dijo...

¿Quedó seca la creatividad de Don Cervantes, al tener en impreso la primera edición de su Quijote?
Es evidente que no, muy al contrario, escribiendo la historia del Hidalgo, sus deseos de manifestar lo que sabía, relucieron entre los pasajes cual hiedra frondosa.
Y seguro que en 1605, tenía dos estancias llenas, una con los manuscritos de la Primera parte y otra con novelas ejemplares y más obras, además de con capítulos del alter ego de Alonso de Quijano, que esperaron 10 años en ver la vida y que habían sido guardados para terminar con la primera parte, demasiado alargada.
¿Pero cómo se sentiría Don Miguel, al comprobar el éxito inesperado y hasta mundial de su amigo Quijote?
Pues me inclino a pensar que desorientado, por un lado, Don Quijote de la Mancha, era un escrito suyo donde había plasmado todo su saber y gracia, todo lo que él conocía y amaba en literatura y vida. Pero que también en su opinión de lector del XVII, no dejaba de ser una sátira, una burla, una novela paródica de un género literario, pero ningún género en sí mismo. (Al menos en la época).
Y Cervantes vivió en un siglo de oro donde además de peso específico en las letras, se debía aportar el brillo y ceñirse a las reglas. Y aunque muchísimos quedaron enamorados del Quijote en tantos modos, no era ese el reconocimiento que el manco buscaba, ni su ideal de pasar a la historia literaria, habiendo ya fallado en la parte de las armas.

El Quijote, le había alienado, le había extraído toda la libertad creadora, había dominado los capítulos a pesar de sus cuentos, llenado de frescura sus letras con la mirada extrábica de personajes sedientos de aventura, lenguaje, lirismo, épica, amor, deseo, humanidad, justicia.
Y desvestidos de todo mensaje claro y con la ambigüedad del sabio en mitad de la censura, se pasearon en su época con redes para no parecer desnudos ni ataviados, deshojándose en capas de cebolla que al desmontarlas provocaban risa con cierta amargura y empatía embaucadora.

En el Quijote como siempre ha apostillado Don Pedro, había tocado cada uno de los géneros conocidos, demostrando su conocimiento para mezclarlos todos como en alfombra persa, con hilos diferentes y colores todos, sin perder nunca el fondo en el tono más hermoso, honrado con ello a Quijote y a Quijano, a Sancho, a los personajes y al intelecto.
Z+-----

Señor De la Vega dijo...

Pero una vez publicado y convertido en éxito, aprovechó el dinero y fama de su enclaustrado loco y en parte Cervantes repudió y traicionó durante años a su hidalgado sueño.
Porque el ignorante lector se quedaba en lo vacuo de Sancho y el dotado literato le reclamaba ceñirse al canon, ignorando el resto.
Y todos se reían con o de Cervantes, gracias a su loco sin reconocer su genio.

En su afán de perfecto, urdió demostrar con la novela bizantina, ser mejor que el mejor representante y superando a Heliodoro hacer el camino de Dante hacia el paraíso de Roma con Los Trabajos de Persiles y Sigismunda. Y a ese meritable esfuerzo entre otros de igual catadura, desvió su energía, dejando nuevas desaventuras del Quijote solo para su escritura personal, para sus horas de ensueño o de hambre o de sus deseos de renovado éxito.

Siendo algo ajeno en 1614, lo que cambiaría el destino de Don Miguel y del Quijote, cuando estaba a punto de publicar lo que él consideraba su perfecta obra dentro del canon de aventuras (Persiles), y aprovechando la estela de ventas de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, otro sucedáneo más de los que ya se habían editado, culminó en éxito, siendo este, el apócrifo Quijote del anónimo Avellaneda, donde siendo justos, el escritor que fuera, escribió un texto de altura, con cuidadoso esmero hacia el hidalgo, siendo parodia sincera, en el deseo de continuar la obra.
Solo insultaba con descaro a Cervantes en el prólogo, dando a entender que el texto más cómico superó con creces toda la obra, anterior y posterior de un pesado Saavedra.
Había mucho de envidia por supuesto a Don Miguel y mucho de admiración por el Quijote.

Pero seguro, que tocó la fibra más humana de un hombre que veía sus días contados y su orgullo herido, y recapitulando todo lo nuevo escrito y no publicado sobre el loco y con igual libertad y arrojo que demostraba su armado caballero, decidió aprovecharse del apócrifo, aprovechándolo para culminar su segunda parte y culminar su obra inacabada.
Y demuestra excelsamente en su segunda parte, que su Quijote era parte de su alma y que hablaba Cervantes por su boca y a Sancho lo crecerá dando altura al campesino, y así dará más profundidad y realismo a todos su personajes y repasará a gusto la nobleza de sus días, y no tendrá pelos en la lengua y le servirá de crítico el Quijote y de testamento abierto y así inesperadamente culminará las últimas líneas de su vida, porque ese espíritu quijotesco es lo que perdurará de su genio, sin él saberlo, llegando no a Roma como Persiles, sino al mundo entero y a los futuros siglos.
Por lo tanto, para mí, El Quijote, seguro son tres libros, mil tramas, cien estilos, la unión con sus lectores y el espíritu del escritor puro, en la pluma de un viejo que plasmó su vida y su época con la energía y la frescura de un niño ajeno a sus mayores y a su tiempo al saber jugarlo mientras nos lo va escribiendo.
Suyo, Z+-----

Abejita de la Vega dijo...

¡Hola Pedro!
Como esta semana no había comentario, he repasado un poco la biografía de Cervantes y he copiado y resumido algo que me ha llamado la atención.La entrada se titula:"Lo que vive Cervantes en 1584 no tiene mucho que ver con el platonismo de “La Galatea”, no"
Un saludo para ti y para todos los que nos visitan.
La colección de imágenes quijotescas completándose...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SEÑOR DE LA VEGA: estoy con su consideración sobre la desorientación de Cervantes tras el éxito. En efecto, en aquella época, el género al que pertenecía el Quijote podía dar popularidad y cierta consideración, pero no gran prestigio literario: de ahí el Persiles.
Qué gran comentario este suyo: invito a los que pasan por aquí a leerlo con calma y aprovechamiento. Mil gracias por dejarlo en La Acequia.

ABEJITA: visto y leído. Un fuerte abrazo.