miércoles, 11 de marzo de 2009

El cine doblado, la política lingüística y la defensa de la cultura propia.


Hace unos días, se suscitó una polémica en España con motivo de la elaboración de la Ley del cine del Gobierno de la Generalitat catalana, en la que se recogía la obligatoriedad de que la mitad de las películas extranjeras que se estrenen en Cataluña sean dobladas o subtituladas en catalán.

No todo es como se ha dicho en los medios de comunicación y basta con leer detenidamente las noticias para comprender que no siempre se corresponden con los titulares elegidos para encabezarlas ni con los editoriales que critican la medida y, mucho menos, con algunas afirmaciones de las variopintas tertulias existentes en los medios españoles.

Pero no es eso lo que me preocupa hoy, sino cómo en España consideramos normal algo que debería ser extraordinario: el doblaje de las películas realizadas en otro idioma. Es más, si se cumpliera una parte de lo requerido por el borrador de la Generalitat, no sólo se vería como normal sino que se exigiría en las normas reguladoras.

El camino debería ser, exactamente, el contrario: que el doblaje fuera algo excepcional.

De hecho, el doblaje es una imposición de las grandes productoras y distribuidoras de cine que no en todos los países ha cuajado. La singularidad de que en España sea algo habitual y a nadie le llame la atención merece un estudio sociológico que intente desentrañar por qué un país con una tradición cultural como la nuestra y el tercer idioma del mundo por número de hablantes -después del chino y el inglés- ha sido tan rápidamente colonizado, sin suscitar ningún tipo de debate ni urticaria.

Cuando el cine comenzaba a ser un producto comercial de grandes cifras, no había doblaje. En Hollywood se producían, para las grandes películas, dos versiones íntegras: una en inglés y otra en español. Para ésta, se contaba con guionistas y actores hispanos, algunos de ellos de gran fama. Después se vio que estas producciones se abarataban mucho si se producía una única versión -en inglés- y se doblaba al segundo idioma. Al principio, se buscaba una variante neutra del idioma de llegada -todos recordamos el doblaje de los dibujos animados antiguos-, que pretendía ser comprensible en todo su ámbito. Luego, con la mejora de los medios técnicos y una mayor exigencia de los receptores, se doblaba para ámbitos geográficos más reducidos, lo que hizo el doblaje más sutil, porque ya ni siquiera sorprendía.

Esto coincidió, en España, con la dictadura de Franco, en la que la enseñanza de los idiomas en el sistema público de educación no fue favorecida, se insistía en los valores nacionalistas del país -y, por lo tanto, en la grandeza tópica de su lengua- y con el refugio que suponía, para la mayor parte de los habitantes, el cine extranjero, singularmente el norteamericano, puesto que ofrecía una ventana con aire limpio.

El doblaje se convirtió en una empresa económica muy poderosa, parte del engranaje de distribución de las grandes productoras que tenían una gran fuerza de presión ante el régimen -más aún con la alianza establecida por los EE.UU. con la dictadura en los años cincuenta- y en el lugar de los sueños de unos habitantes atrapados en un país gris y que necesitaban acceder, en su propio idioma porque desconocían otros, a otros mundos.

La situación, asentada a la llegada de la Democracia, no ha cambiado. Pero todo esto tuvo y tiene varias consecuencias gravísimas que parecen no preocupar a casi nadie.

Por una parte, se vulneran la propiedad intelectual y la integridad artística del objeto final, obra de los directores de las películas y de los actores. Aunque han firmado contratos que lo permiten, el doblaje es una traición a la versión original y supone la destrucción de todo el trabajo actoral. Este hecho priva a los espectadores de la recepción de este trabajo, salvo en las pocas ciudades en las que hay salas que exponen las películas en versión original o tras esperar meses a la comercialización del DVD.

Además, la aceptación del cine doblado sin ningún tipo de debate público ni de trabas legales o sociales ha supuesto la imposibilidad de establecer una industria cinematográfica española consolidada y con la misma fortaleza que la que existe en otros países del entorno. El argumento falaz de que esto se debe a la política de subvenciones o a la falta de creatividad de los artistas españoles es rebatido fácilmente con la realidad cotidiana. Simplemente, no hay ninguna posibilidad de supervivencia para la industria cinematográfica española en un ámbito dominado por las películas norteamericanas dobladas al español. Como mucho, algunas películas esporádicas pueden romper el predominio. De hecho, es frecuente que películas españolas premiadas hayan tenido escasas posibilidades de ser vistas en las salas comerciales o una distribución en DVD digna.

Por otra parte, la introducción del cine norteamericano doblado de forma masiva es la aceptación, sin más, de que los modelos de comportamiento, de relaciones sociales, de vida cotidiana y otros muchos aspectos que afectan a todos los aspectos culturales y educacionales, serán cada vez más parecidos a los del país de referencia. De hecho, a algunos ya no nos sorprende comprobar que España es uno de los países que más fácilmente ha aceptado el modelo de vida norteamericano bajo una epidermis de antiamericanismo.

Hay también otro rasgo destacable. La presencia abusiva del cine doblado dificulta notablemente el aprendizaje del inglés. Es imposible su aprendizaje correcto en un ámbito tan marcadamente monolingüístico como el español, tal y como dice mi amiga Esther. Si desde pequeños tuviéramos que ver las películas norteamericanas en versión original, sería más fácil

Por lo tanto, el camino tomado por la Generalitat catalana no producirá los efectos que se propone, sino todo lo contrario. Pero tienen derecho a equivocarse, por supuesto. Como nos estamos equivocando en el resto de España, que ha cedido a las poderosas empresas norteamericanas la gestión de la industria cinematográfica nacional. A veces, con el aplauso entusiasta de los mismos que critican ahora el error catalán.

40 comentarios:

Martine dijo...

Poder oir la voz auténtica de actores míticos no tiene precio...mientras sea un idioma que entiendas...pero de todas todas versión original...

De Igmar Bergman, ya... va a ser que no...:-O

Un baiser, Pedro, en version originale...

MAMEN ANZUÉ... dijo...

Me gusta el cine de la forma que sea, aunque el subtitulado reconozco que tiene su encanto, sobre todo las películas antiguas¡¡;)

MIL Y UN BESOOOOTEEEEE GUAPOOOO¡¡

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Entiendo a la perfección...el encanto de las películas en VO, pero sinceramente (voy a meter el dedo en la llaga)...primero hemos de dominar el idioma...pues sinceramente..ver una película en VSO, es decir con los subtítulos...es no verla...

Yo que no domino el hablar-escuchar del inglés (solo del francés).... pues que me quedo sin ver las películas.... Es interesante escuchar al actor original hablar...pero un buen doblaje es lo que yo prefiero...

En cuanto a las autoridades catalanas, se van a dar en el muro... mientras sean las grandes compañías las que copan el mercado... el catalán no es comercial... y mira que me gustaría tener una segunda lengua autonómica... Saludo

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Poco se puede añadir a lo que tu has narrado en esta entrada. Me gusta lo que dices.

Y el caso es que tambien comprendo y entiendo a Manuel de la Rosa.

Un abrazo.

Adu dijo...

Totalmente de acuerdo.
Muchas ventajas para el cine en V.O.
A mí me han gustado hasta las chinas, qué bonito escuchar un idioma monosilábico con tantos registros de entonación. Es además muy divertido. Por ejemplo:
- Lii tuá - escuchamos.
"Buenos dias, Sr. Li, ¿cómo se encuentra usted hoy?" - dicen los subtítulos -.
Sin más comentarios.
BBN.

Samuel Pérez Gutiérrez dijo...

Algo quizás reseñable es también que en el mercado norteamericano no se hace doblaje de las películas extranjeras...

Silvi (reikijai) dijo...

Aunque veo muy poco cine,me gusta el teatro.Comparto abiertamente tu opinion.Besito.Silvi.

ASOCIACIÓN SOCIOCULTURAL ATAMAN dijo...

En la isla hay un cine que se caracteriza por no doblar las voces es re lindo aunque no se cuanto tiempo va a durar abierto , muy interesante tu reflexión me gustó gracias ,un beso

Anónimo dijo...

Aunque os parezca pesado, el cine en versión original es como el nudismo: una vez que te acostumbras a las películas en VOS, ya no soportas más las películas dobladas; te parecen horripilantes. En España, actualmente, sólo hay un canal de televisión (de pago, como os podéis imaginar) donde se programa exclusivamente cine en versión original. Se trata del canal CinemaTK que se halla en varias plataformas digitales como ONO, por ejemplo, y que además programa cine de una calidad más que aceptable. Os lo recomiendo encarecidamente. Respecto a lo que cuenta Pedro, desconozco todo el maremagnum de intereses que se cuece en torno a los doblajes; lo cierto es que el doblaje sistemático ha ocasionado un perjuicio irreparable a la percepción del arte del cine extranjero, a la comercialización del cine español y al aprendizaje del inglés. Lo que me extraña no es que los catalanes no hayan aprobado antes esta ley, sino que los asturianos no obliguen a emitir en el Principado todas las películas dobladas al bable, y lo mismo en el País Vasco, en Galicia, etcétera. España y yo somos así, señora; era Unamuno quien lo decía ¿no?

Merche Pallarés dijo...

¡Odio las peliculas dobladas! Además, tienes razón que para aprender idiomas, verlas en versión original es un plus muy importante. Por eso me encanta cuando voy a Portugal y veo las pelis en su versión original; los jóvenes portugueses, generalmente, hablan excelentemente el inglés y el francés debido a que desde su más tierna infancia han visto los dibujos animados en inglés y/o francés y el oido se ha acostumbrado a los sonidos.
Además ver a los grandes actores hablar en su propio idioma es impagable. Muy buen post. Muchos besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Y eso de doblarlo al catalán..., ya es too much!! Besotes de nuevo, M.

Anónimo dijo...

Yo en esta cuestión digo baciyelmo, como Sancho. Por un lado, el doblaje fortaleció una industria naciente y que creció rápido; los que fuimos niños en los sesenta recordaremos los cines llenos de espectadores. En mi pueblo, de unos 3.000 habitantes en la época, había dos cines que se llenaban hasta la bandera para ver las grandes superproducciones de Hollywood. Magia pura en los ojos de aquellos niños de zonas rurales. A parte de tirar piedras a todo lo que se moviera, teníamos el tiempo y el sosiego necesario para leer. Los fines de semana era el cine la principal actividad que llenaba las tardes de los domingos, cuando era tolerada, que a veces era de 18, lo que significaba esperar al siguiente. Por otro, ha representado un grave perjuicio para bastantes generaciones de españoles que no han tenido más remedio que admirar la fluidez del inglés en los hablantes de otros países con dirigentes con más visión. También es verdad que con más medios, con alguna excepción como en el caso de Portugal, que bien señala Merche.

No cabe duda que estamos mejorando desde el punto de vista de los idiomas. Las nuevas tecnologías están influyendo: Igual que la llegada de la TV supuso un serio contrapié a la industria del cine. El monstruo de Internet le está dando la puntilla, al menos en la forma en la que lo conocíamos hasta ahora, como se lo ha dado a la industria de la música. Internet y su uso masivo donde el Inglés es la lengua que avasalla, es uno de los factores que más están influyendo en el avance de los españoles a la hora de su fluidez en idiomas. Siendo siempre el mayor poder adquisitivo la principal causa de la mejora.

En fin, ahora que hay tantas alternativas de ocio al cine pienso que es irrelevante que lo doblen o no, el beneficio y el mal ya están hechos. Veremos que nos depara el futuro.

A propósito, ya que he escrito algo en un blog que está aún en pañales, utilizo esta Acequia grande para la publicidad, por si hay alguien que le interese en www.cuentoquenoescuento.blogspotcom Perdona la licencia que me he tomado sin permiso. pancho

Pilar dijo...

Siempre me gustó el cine en versión original, siempre.
con subtítulos, por supuesto.
En casa cuando estoy sola (¡¡pocas veces!!!) pillo un DVD y me lo pongo en versión original.
En Sevilla,(sé que también en otras ciudades) estuve en un cine de barrio en que sólo ponían pelis en versión original, allí vi "El jardinero fiel", no he podido verla doblada, imposible.
De todas formas todo lo original is the best, friend Peter.
Kiss for you.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SELMA: oírlos doblados es traicionarlos, sin duda. Un beso original también para ti.

MAMEN: me alegro, practica la afición. Un beso.

MANUEL: comprendo lo que dices, porque pertenecemos a una generación malacostumbrada. Sin embargo, sinceramente, los perjuicios causados por esta costumbre no compensan. Sinceramente. Nuestros hijos aprenderán mejor idiomas si se suprime el doblaje. Y nuestra industria cinematográfica será mejor. Y no seremos tan invadidados por modelos extranjeros. Pero, me temo, esta batalla está perdida.

CORNELIVS: en efecto, yo también le comprendo. Un abrazo.

ADU: eso es muy gracioso, en efecto. No tengo ni idea de chino, pero en otros idiomas, te exaspera la versión doblada o subtitulada. ¿Y qué me dices de los subtítulos plagados de faltas de ortografía e incoherencias sintácticas?

LEO: en efecto. Allí las películas en español se ven en cines de versión original. Y, cuando a alguien le gusta mucho una película de otro idioma, compran los derechos para hacer una versión propia. Ellos sí defienden su industria y su cultura. Nosotros no.

REIKIJAI: la magia del teatro es impagable. Un beso.

VERÓNICA: pues ojalá tenga tanto éxito que pueda competir con las salas que emiten las mismas películas dobladas.

FERNANDO: Totalmente de acuerdo con tu comentario. Desde el principio, hasta el final. Además, a este paso veremos películas dobladas a variantes locales o de barrio. Es más, deberíamos exigirlas, puestos a ser coherentes.
La frase no es de Unamuno -que no le pega, en absoluto- sino del dramaturgo Eduardo Marquina: es del personaje protagonista de En Flandes se ha puesto el sol.

MERCHE: Portugal y otros muchos países. En ellos, los jóvenes aprenden idiomas y aprenden a cuidar el cine propio. Besos.

PANCHO: lo del baciyelmo, esta noche. No te me adelantes.
Como bien señalas, somos de una época en la que sólo podíamos escaparnos a través del cine doblado.
Estamos mejor, en efecto, pero podríamos estarlo más. El relativo fracaso de la enseñanza de idiomas a los jóvenes se debe, especialmente, a que no nos tomamos en serio cuestiones como ésta.
Iremos al blog que recomiendas, por supuesto.

PILAR: pues sigue practicando esa afición, querida Pilar. Besos, en cualquier idioma conocido o por conocer...

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Camille Stein dijo...

soy partidario de la versión original... es cierto que en este país hay grandes actores de doblaje, pero en todo caso la obra inicial queda definitivamente desvirtuada

el respeto al idioma original facilitaría además el aprendizaje de idiomas, una asignatura pendiente en la gran mayoría de la población

un abrazo

Unknown dijo...

Si y no.
Cuando uno vuelve del extranjero después de haber estado un tiempo, choca escuchar películas dobladas, porque el doblaje es muy,muy malo.
Bien, de acuerdo que es ceder a favor de las grandes industrias del cine (americano principalmente)y de forma imperceptible a su cultura, pero como el cine español a mi no me gusta un pimiento porque está politizado es monotemático y con las secuelas del destape (mucha caspa), prefiero que siga así.

matrioska_verde dijo...

yo creo que sería bueno que nos acostumbrásemos a ver películas subtituladas en vez de dobladas, se abriría nuestra mente a otros idiomas y eso no implicaría olvidarnos del nuestro, muy devaluado ya hoy en día y no creo que sea por el cine, precisamente.

de lo del catalán, en fin, allá ellos.

bicos,

Anónimo dijo...

No me gustan los subtítulos ni el cine en su idioma original sino es español. Me gusta ver las películas con doblaje en español. Un abrazo.

Gabiprog dijo...

Una de mis adicciones confesables es ver determinadas series de televisión antes de su programación en los canales españoles, por lo tanto depende de los subtítulos, algunas veces con fallos de traducción importantes, pero... Indudablemente no hay color, oír las verdaderas voces de los actores y los distinto tonos que utilizan en su interpretación no admite comparación, y lo que falta, ya desde hace lustros es ‘motivar’ a esa rutinaria costumbre de aceptar lo subtitulado.
Es un doble ejercicio, el de apreciar lo real de la interpretación, y un segundo, acostumbrar a nuestros oídos a otras lenguas.

Silvia_D dijo...

Tienes toda la razón, Pedro,del todo, pero no soy capaz de "ver, escuchar y leer", creo que me falta concentración y templanza y sobre todo costumbre. Mejor, me quedo con un buen libro :)

En lo de hacerlo en catalán, ya es que ni me pronuncio... ¡¡sageraos que son!!
¿Sabes que en preescolar (infantil) no dan ni una hora en castellano? O.O NADA!! y en cuarto de EGB, tan sólo 3 a la semana??!! Lo dicho... mejor, me callo :) ¡¡que llevo un díaaaa!!

Besos (kiss) (petons)

lichazul dijo...

prefiero el cino subtitulado
no me dá el ojo para ver imagenes y seguir el renglón de abajo jajaja

muakismuakis

dafd dijo...

Si es por costumbres arraigadas desde la infancia, yo no podría ver el cine de un modo diferente al doblado. Es lo que he visto toda la vida y cuando la oportunidad sale, y me enfrento a una subtitulada, pues eso, que me enfrento a una dura pugna por hacer varias cosas simultáneamente. Yo ya soy caso perdido para las versiones originales y, de hecho, es causa para espantarme de una película.

begoyrafa dijo...

Cuando estrenaron en EEUU la peli de Mujeres al borde de un ataque de nervios tuvieron que trastocar la profesión a la que se dedicaban los protagonistas, que no era otra que la de dobladores. Allí creo que lo interpretaban como locutores de radio, ya que no concebían la profesión de doblador.
En Gijón, salvo en el Festival de Cine, ver una película en versión original es imposible. Lo bueno es que tenemos ahí internet para poder disfrutar de las voces originales. Un ejemplo reciente: él lunes por la noche fui a ver Gran Torino. El doblaje de Clint lo hacía Constantino Romero y como siempre estuvo muy bien, pero el doblaje de los niños asiáticos era, literalmente, de risa. Cuando llegué a casa busqué en la red la versión original con subtítulos y fue una delicia. El problema es que disfruté a medias la película las dos veces que la vi. Prefiero mil veces el cine, pero prefiero también la V.O; las dos cosas juntas en "provincias" es imposible.
Un abrazo
Rafa

josef dijo...

Desde que bajo las pelis con subtítulos por Internet (lo hago además por mis padsres que son viejos y no van a salas de cine)estoy aprendiendo mucho inglés. es impresionante como oyendo un idioma y comprendiendo lo que dicen se aprende. Creo que el doblaje debería de estar mucho más restrinjido pero...Los subs les molesta a mis padres, le molestan a mi hermano y etc... Todos están acostumbrados al doblaje. Creo que lentamente esto irá cambiando. Almenos tengo esa esperanza. Muy buen post.

. dijo...

Es este país de místicos y canallas se dobla casi todo. El precio de la vivienda se dobla, la ley se dobla y se retuerce, hay una doble legislación para todo gracias a los marcos autonómicos... El cine no iba a ser menos! Incluso se dobla el cine erótico festivo, acabáramos!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

CAMILE: la desaparición del doblaje sólo tendría ventajas. Un abrazo.

MAFI: vale. Aunque es un poco exagerada tu crítica -no todo el cine español es así y, de hecho, vemos ahora el recorrido internacional de muchos de los directores y actores-, probablemente con la desaparición del doblaje tendríamos, al fin, una verdadera industria cinematográfica nacional.

ALDABRA: deberíamos comenzar ya. Besos.

FERNANDO: pues piensa todas las consecuencias que tiene este hecho. Un abrazo.

GABIPROG: no cuesta tanto, en efecto.

DIANNA: te acostumbrarías rápido, seguro.
Pobres niños.
Besos.

ELISA: pues a practicar... Besos.

AECAGH: nosotros estamos perdidos ya para la causa. Pero te aseguro que, con un poco esfuerzo, sales ganando.

RAFA: la anécdota es muy significativa. No la conocía.
Consumamos películas en VO. Un abrazo.

MODERATO: habría que comenzar a restingir el doblaje, en efecto. Que su cuota de pantalla y televisiva sea cada vez menor. Saldríamos todos ganando.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PIZY: ay, y si protestamos, nos doblan la espalda...

jg riobò dijo...

Es sencillo, sólo como el creador lo parió.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER: en efecto, tan sencillo como eso.

Anónimo dijo...

Nadie ha hablado del surrealista doblaje de las películas porno, que es como doblar una visita al zoo: ¡ah, ah! ¡sí, sí! ¡más, más! ¡sigue, sigue! (Da capo al fine) Sólo de imaginar a los actores de doblaje en acción se parte uno de risa.

JESUS y ENCARNA dijo...

Bueno...Si viviese en America o en Rusia, seguramente tendria que aprender el idionma o los dialectos que alli se hablaran, por lo que, al ir al cine, sea cual fuere la pelicula en V.O. o en V.S.O., tendria que saber el idioma para entenderla o disfrutarla.
Aqui, en Cataluña, entendemos el Castellano y bastante bien, incluso hay una gran mayoria bilingue, personalmente, el cine lo necesito como distraccion en general,tambien podriamos decir que la literatura traducida es innecesaria, claro esta si supieramos leer idiomas.
La cuestion es, a mi parecer, que esta ley es de pura figuracion y para que se vea que el personal de abordo se gana las "garrofes" (algarrobas); desde luego yo voy al Cine que me interesa y a ver la peli que me gusta o me llama la atencion, que seguro que si es extranjera y esta doblada, seguramente no apreciaremos esos detalles que son originales.
Solo faltaria que en cada comunidad se instaurara la ley de doblaje y obligatoriedad del idioma en curso.
De lo que si estoy de acuerdo es que hay que apretarse las meninges e intentar conocer y entender otras lenguas.
Lo que haga o diga La Generalitat en este tema es puro teatro, querido amigo.
En el fondo el personal en general esto de la V.O. les trae sin cuidado, es cierto que hay una minoria intelectual y formada que gusta de este cine, he de decir que yo el ingles lo llevo fatal, menos mal que los traductores automaticos de internet me ayudan.
Saludos Cordiales.
Jesus

Anónimo dijo...

Buenas noches:
En mi época, cada actor-actriz extranjero venía identificado con su voz en castellano. Había grandes figuras, como Elsa Fábregas, que doblaba a Vivien Leigh, Ingrid Bergman, Shelley Winters, Jeanne Moreau, Liz Taylor, Sofía Loren...
Los actores de doblaje, como Arsenio Corsellas, Félix Acaso, Ricardo Solans, Constantino Romero...que pusieron voz a Sean Connery, Rock Hudson, Burt Lancaster, Robert de Niro..., también eran reconocibles.
Subtitular en catalán no creo que cueste mucho. Y puede servir para aprender bien el idioma.
En cuanto a doblar las voces, si hay dinero suficiente, y se hace muy bien, pues estupendo. Pero, la voz es el complemento de la personalidad, y el no acertar, puede suponer el destrozar una película.
A mí personalmente, me gustan las V.O., y no me importa leer los subtítulos.
La facilidad que hay actualmente para ver una película con los DVD, que vienen en varios idiomas, y en versión original, con posibilidad de parar, dar marcha atrás, repetir, facilita mucho la comprensión y el aprendizaje de otras lenguas.
Muchos de los buenos dobladores de películas eran catalanes.
Saludos. Gelu

Anónimo dijo...

Interesantísima reflexión. Hay aspectos que nunca había visto así planteados, a pesar de ser partidario de la versión original. Enriquecedor.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

FERNANDO: cómico, en efecto.

JESÚS: comprendo tu perspectiva de la situación, pero en otros países en los que no se dobla asisten a las películas en versión original todo tipo de gente, no sólo una minoría intelectual. Aquí, me parece, ya no hay remedio, pero la restricción del doblaje sólo taería beneficios a medio plazo.
Saludos.

GELU: deberíamos usar más esas opciones de los DVD. Al final, no aceptaríamos el doblaje. Saludos.

MIGUEL: gracias.

impersonem dijo...

No sé, yo no soy muy cinéfilo, pero creo que este asunto tiene mucho meollo, y que puede haber mil y un pareceres al respecto; incluso pareceres eclécticos dependiendo de ponderadas circunstancias (espectadores potenciales, temática, etc.). A lo mejor estoy diciendo tonterías dada mi ignorancia al respecto, pero supongo que dentro de la población cinéfila habrá gente que prefiera que estén dobladas y otras que prefieran que no, y en este asunto deberían primar los intereses del espectador. No sé si, más allá de la estadística, que mucha gente la define como la cuarta mentira, hay alguna forma de establecer empíricamente cuáles son las preferencias de la población cinéfila al respecto.

Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

IMPERSONEM: el caso es que en otros lugares no sucede esto. España es la peculiaridad porque nos han acostumbrado a serlo. Entiendo que es difícil, pero luego no nos debería sorprender la endeblez de nuestra industria, la entrada colonizadora de una cultura que no es la nuestra y los problemas para el aprendizaje lingüístico. El problema es que ya lo tenemos tan arraigado que ni nos sorprende. Es más cómodo, en efecto, pero no es lo mejor.

Erebus dijo...

Desde luego... para empezar, de lo que dicen por la tele, no me creo ni la mitad. La otra mitad acostumbran a decirlo mal. Sólo hay que ver las tertulias y los programas de opinión, que a veces dan vergüenza ajena...
Y sobre el tema del doblaje de películas... llegas a un punto en el que e ponen una película en VOS con un actor conocido y te quedas extrañado al oír su propia voz...
Estoy de acuerdo con que el cine tendría que ser subtitulado antes que doblado. ¡Por Dios! Sí es que puedo poner ejemplos y todo. ¿Qué son los Monty Python doblados? ¿Qué es "La huella" (la de 1972 con Michael Caine y Sir Lawrence Olivier) doblada? ¿Qué es Snatch (Cerdos y diamantes) doblada? No le llegan a la calidad del original en VOS, ni por el forro. Y el que no quiera admitirlo, que coja estos ejemplos y que lo compruebe por sí mismo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EREBUS: buenos ejemplos. Otros, que eres joven y quizá no recuerdes: el doblaje, en tiempos de censura, provoca la adulteración descarada de las películas.
Repito: el cine en VO no tiene más que ventajas, aunque a priori parezca incómodo.

Teresa dijo...

Me gusta el cine americano (aunque sienta arcadas por los toque patrióticos, imperialistas y de predominio mundial).

No me siento atraída por el modelo de vida americano. Al contrario. Sin embargo, su forma de hacer cine, su puesta en escena, su abanico de argumentos, sus medios para los efectos especiales es mucho más atractivo que la pornografía de la actriz del momento que es lo que abunda en nuestra España.

El doblaje al español: es riquísimo. Cualquier película de dibus, sin una buena traducción, giros,... etc... pierde toco su aliciente.

Quizás son cosas diferentes, el actor que destaca por su interpretación desnuda, sin maquillaje ni efectos especiales,

y los efectos espciales, puros y duros...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: no es justa la comparación que haces. Del cine americano sólo conocemos lo que nos llega envasadito por las grandes productoras, una receta para que guste en casi cualquier sitio. Y la mayor parte de lo que nos llega es malo, hay que reconocerlo: un puro entretinimiento sin más, forma vacía.
No estoy de acuerdo en lo de las películas de dibujos: lo que es riquísimo es la película en su VO, aquí se adapta.