lunes, 9 de febrero de 2009

El arte de la política sobre el urbanismo en España y el clima de corrupción moral


No voy a hablar de ninguna ilegalidad relacionada con la política de urbanismo que se ha desarrollado en el pasado reciente en España: para esto están los jueces. Voy a partir de que las ilegalidades que están saltando a los medios de comunicación españoles desde hace un par de décadas y acaban, con demasiada frecuencia, en sentencias contrarias a las decisiones municipales sobre el urbanismo, penas de prisión para muchos que se han dedicado a la política, inhabilitación para cargos políticos, dimisiones y ceses, escándalos de todo tipo y episodios dignos de un mal sainete, nacen de algo más profundo.

No sirve de nada que los partidos se echen la culpa unos a otros y se alegren de que en determinada ocasión les toque a los otros, porque casi todos los partidos españoles con responsabilidades de gobierno son culpables de este clima, aunque no tengan en sus sedes ni en su responsabilidad de gobierno ni un solo ejemplo de ilegalidad: a nivel nacional, autonómico y local, pocos se salvan.

Gran parte del enorme desarrollo económico que ha convertido a España en una de las primeras potencias mundiales se ha sostenido sobre el suelo y el ladrillo. Desde hace unos veinte años, los promotores, constructores, gobiernos locales, banqueros y un largo etcétera de intermediarios, vieron la posibilidad de hacer dinero fácil y abundante con esa suma de elementos. Era un dinero, además, generalizado en España, no algo propio de una u otra localidad.

Junto a grandes obras necesarias se llevaron a cabo mausoleos en los que se enterraba el sentido común -y que hipotecan los presupuestos de las instituciones en épocas de crisis- y pequeños proyectos miserables que ni siquiera eran útiles. España se llenó de baldosas, mobiliario urbano y bordillos que muchas veces sustituían a otros elementos en perfecto uso y creaban, además, lo que los especialistas llaman el no lugar: sitios adecentados pero sin personalidad, que lo mismo puedes encontrar en una ciudad que en otra. Las ciudades españolas tienen aceras nuevas pero se han convertido en falsas ciudades, espejos deficientes de sí mismas.

Los mismos españoles que ahora echan la culpa a los banqueros y a los políticos de la crisis, cayeron en la avaricia y se embarcaron en el festival de los billetes de 500 euros -recuérdese que España era el país de la Unión Europea con la mayor cantidad en circulación- impulsados por el deseo del enriquecimiento rápido y los sueños de bienestar que les vendían en cualquier oficina bancaria con créditos exagerados, en la televisión y en la propaganda política. Todo, se decía, iba bien. Mejor que nunca. Y si mi vecino vendía su piso por 40 millones de las antiguas pesetas, el mío, que, por supuesto, estaba mejor, valía 60 millones.

Desde hace unos cinco años, había suficientes indicios de que la burbuja inmobiliaria, como se llamaba, iba a explotar. Todos sabíamos que esto terminaría porque ya ha pasado en otros momentos y en otros países. Ha coincidido con la crisis financiera internacional pero hubiera explotado antes o después.

Lo bueno del asunto es que, al estar sumidos en una crisis económica global, gran parte de las soluciones se articularán con las de fuera de las fronteras; lo malo es que la situación española tiene peculiaridades propias de España, radicadas, sobre todo, en ese sentimiento de nuevo rico que empujaba a muchos a endeudarse, pedir hipotecas contrarias al sentido común y tener un ritmo de vida muy superior al que se podía uno permitir si hacía una proyección a diez o quince años. Ahora tenemos un amplio sector de la población acostumbrada a vivir muy bien que debe prácticamente todo lo que posee.

Hoy nos alarmamos por las cifras de paro -que miradas con nombre y apellidos representan a individuos en situación dramática y a inmigrantes que vinieron porque se les necesitaba que no tienen dinero para volver a sus países y ni siquiera repatriar a sus muertos-, por las quiebras de las empresas, las deslocalizaciones, el parón de muchos proyectos urbanísticos que iban a mejorar nuestras ciudades hasta transformarlas, decían, en un ejemplo de modernidad y se han convertido en un lastre para su funcionalidad en estos momentos y para los próximos años.

Y es normal que lo hagamos, pero todos estamos implicados: desde aquel que se creyó rico porque el valor de su casa aumentaba exponencialmente y se lanzó a comprar otra vivienda sin necesidad, más alguna en construcción para invertir y a participar en la especulación, con lo que se hinchaba el globo, hasta los políticos de los diferentes gobiernos nacionales, autonómicos y locales que permitieron que el crecimiento del país se basara, fundamentalmente, en algo tan inestable a medio plazo pero rentable en el chato horizonte de las siguientes elecciones.

Siempre me llamó la atención cómo a todo el mundo le interesaba quién era el concejal de urbanismo pero a pocos quién ocupaba la concejalía de cultura. Era significativo ver cómo, en las negociaciones cuando no se alcanzaban los votos suficientes para gobernar en solitario, el punto fuerte siempre trataba sobre el sillón de urbanismo.

Por el medio, lógicamente, hubo muchos que sucumbieron ante la tentación de manejar cifras millonarias en la recalificación de terrenos y alguno de esos casos ya han sido juzgados y sentenciados. Vemos en los periódicos, casi a diario, nuevos casos, que resolverán los jueces.

Los promotores y constructores eran los grandes salvadores del país, los nuevos ídolos: compraban otras empresas para crecer en fortaleza y diversidad, medios de comunicación para tener presencia social y política, equipos de fútbol de Primera División como forma de hacer visible su influencia y pagar su propia vanidad o incluso negociar con los ayuntamientos, se sentaban en lugar preferente en todo acto público, se les agasajaba. Sus teléfonos estaban en las agendas de los políticos y su imagen era envidiada por los jóvenes, como modelo a imitar.

Hoy, según algunos cálculos, si España comenzara la recuperación mañana mismo, tendría casas nuevas para más de una década de demanda normal.

Y todo esto, sin comentar las consecuencias para el medio ambiente, la degradación de nuestras costas y espacios naturales de gran relevancia.

Como he dicho al principio, no quiero hablar de ilegalidades, sino de inmoralidad. España ha sido, en las últimas décadas, un ejemplo de corrupción moral. Y ni siquiera estoy convencido de que hayamos aprendido la lección.

45 comentarios:

ASOCIACIÓN SOCIOCULTURAL ATAMAN dijo...

Quizás sea la Historia quien dejará la lección aprendida para nuevas generaciones . Muy interesante lo que planteas absolutamente cierto . Un beso

Nome Andrés dijo...

Estupendo artículo. Aqui todos estamos implicados: los que vendían los pisos y quienes los compraban. La economía basura, puro artificio, especulación, imagen para los políticos. Para hacer que ese modelo de crecimiento fuera sostenible tendríamos que achatarrar los pisos, como si fueran coches. Los romanos un día pusieron de moda en la Galia los menhires y los galos trasformaron todo su sistema económico para la fabricación de estos pedruscos. Y les fue bien durante unos años. Pero cuando en Roma dejaron de estar de moda los menhires los galos se fueron irremediablemnte a pique. En fin. Tocaremos fondo algún día. Un saludo.

Unknown dijo...

De vez en cuando suelto alguna perla inmobiliaria en mi espacio.
Me sonrió mucho a ver a ciertos personajes hoy en día con las manos en la cabeza, clamando piedad casi divina. Estos hasta hace poco se reían de los que con su trabajo, -sudor y lágrimas aparte- se les negaba sistemáticamente la posibilidad de comprar una vivienda y llevar una vida digna en la España de los sueños. Creo que los llamaban “pringaos”.
Hoy la necesidad de volver a poner los puntos sobre las maltrechas ies de la economía española hace que cierto atisbo de cordura asome por la punta de la burbuja dejando la especulación para el “Monopoly”.
En ciertos países, cuatro troncos y unas hojas de platanero son la mejor mansión del mundo. Un derecho a cobijarse y vivir formando una familia sin necesidad de tantos cuartos de baño como antiguamente presumía la Presley.
Un amigo mío, asiduo de fiestas de alto copete, solía orinarse en la bañera o taza de ducha si la hubiera. Era como una enfermedad. No se si la patología estará registrada, pero cuantos mas cuartos de baño había en la casa, mas disfrutaba.
Pais!
Un abrazo amigo.

CarmenS dijo...

¿Es que nadie sabía nada de esto que está saliendo a la luz antes de que los jueces indagaran o los periódicos investigaran? Sí, sí se sabía. Y se comentaba. Y se bromeaba sobre asuntos sucios que se llevan prolongando muchos años. Pero los corruptos seguían en sus puestos, ganando elecciones, haciendo de su capa un sayo. ¿Cuántos alcaldes, concejales, asesores están en el presente sometidos a procesos judiciales?
¿Cuántos no han sido descubiertos todavía o no lo serán nunca?

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Es que yo creo que no hemos aprendido la lección, Pedro. Esa codicia inmoral a que te refieres es como un lobo: esta adormilada, pero no erradicada. Muchos miembros de ese, llamemosle asi, "sector inmobiliario", estan contando los dias o meses que quedan para salir de la crisis.


Buen analisis. Tocas muchas facetas, pero yo me voy a referir a una: ¿quien vigila, o marca, los criterios que sigue un banquero a la hora de conceder un préstamo, y las consecuencias que una mala politica bancaria-en ese sentido- puede producir?

Saludos.

dafd dijo...

Qué tendrá que ver la economía de la construcción de ganancias abultadas con una economía industrial de invención y creación de patentes, de menores beneficios a corto pero de firmes bases a largo. Hace unos años ya que escuché a Fidalgo advertir que el sector constructivo estaba quedándose con la mayor parte de la riqueza. Cómo vas a comprar otras cosas cuando el piso se está llevando la parte del león de nuestros sueldos. La construcción echaba a los otros sectores del campo de la supervivencia para repartirse las migajas que sobraban.

Adu dijo...

Todos hemos sido cómplices.
¡Ay! que no me voy a poder contener.
Volveré, ahora es tarde.
BBN

dafd dijo...

ah, y casi se me olvida, totalmente de acuerdo contigo

matrioska_verde dijo...

Una prueba de lo que hablas en tu artículo es nuestra queridísima Plaza de España, famosa porque en su día, albergó la estatua de Franco, que ahora se encuentra en un entorno cultural como es la Sede de la Exposición Nacional de la Construcción Naval (muy interesante) y el Museo Naval.

Y hablo de Ferrol (no hace tantos años llamado El Ferrol del Caudillo)... bueno, pues esta plaza de España nuestra lleva años hipotecada de corporación en corporación municipal... Esta mañana precisamente, me han pasado una presentación de power point con el nuevo proyecto. No sé en qué quedará la cosa pero de momento muchos comerciantes de la zona se han arruinado por la lentitud de unas obras que nunca acaban, etc, etc.

¡una vergüenza!

bicos,

María dijo...

Edificios multiplicados en años pasados de modo desbordante, ganancias para muchos... todo lo que ha subido de forma desbodante ha bajado de golpe, todos los extremos son malos, y así ha sucedido, hemos subido al cielo, y ahora nos toca rozar el infierno.

Ahora ... ¿qué soluciones da el gobierno para las miles de personas que hay en el paro, para esas familias que no pueden pagar sus deudas, para esos empresarios que tienen que cerrar sus empresas?

Necesitamos una limpieza que ayude a desoxidar todo lo malo que existe-

Un beso.

Anónimo dijo...

No sé, Pedro: lanza esta cuestión en Diario de Burgos a ver qué te dicen.

MAMEN ANZUÉ... dijo...

Cuánto desbordamiento en todo y cuánto dinero derrochado sin más¡¡

TE DEJO BESOOOOSSSS¡¡¡¡

Miguel Ángel García González dijo...

Cierto, bajo el marco de moderno se ve caa bazofia arquitectónica...

Silvia_D dijo...

El otro día leí no sé donde que había que ser optimista. La verdad que ante tamaño desastre, no siento optimismo alguno, pienso que esto no es más que la punta del iceberg y los españoles no estamos preparados ni tan siquiera para asumir el principio. Miedo me da, cuando paso por las calles y veo que los letreros de "se vende", se multiplican a diario.

Me voy a dormir esperando que algún milagro nos salve de esta.

Besos, Pedro.

Merche Pallarés dijo...

Muy cierto tu análisis. Los concejales de urbanismo siempre han sido más importantes que los de cultura... Ahora, lo que es una VERGÜENZA es que el presidente de la quebrada inmobiliaria Fadisa-No-sé-qué, cobre un sueldo de 75.000€ ¡al mes! despues de dejar en la estacada a un montón de familias sin casa, sin dinero y haber despedido a casi todos sus trabajadores. Lo de España y la construcción es un caso de juzgado de guardia. Veremos cómo salimos de ésta. Besotes, M.

Gabiprog dijo...

No puedo añadir más a tu entrada, simplemente voy a divulgar tu texto entre mis amistades, conviene llamar las cosas por su nombre y saber exactamente dónde estamos y por qué...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Increíble pero cierto, tenemos una democracia adulta pero unos gobernantes y empresarios infantiles e irresponsables.
Cada alcalde, cada gobernante para dejar huella de su pasado y de su buen hacer se inventa su gran obra, un gran museo (muchas veces con una temática que a la población de importa un carajo)la creación deun gran barrio nuevo, la remodelación de una plaza pública ...etc y para ello se traen a los mejores arquitectos, los arquitectos estrella, que todos conocemos al precio que sea. No se han dado cuenta que la población lo que quiere es simplemente vivir, algo tan sencillo como trabajar y vivir sin agobios ni deudas.
Pero es que en este país aún vale eso de "escribir en España es llorar" (Larra) o el verso de Ángel González, "España es como la morcilla, está hecha de sangre".

marga dijo...

Cuando veo ahora las fotos de esos hasta ayer “grandes hombres" que hoy se encuentran declarando en los juzgados, me pregunto ¿cómo se recorre el camino que convierte a un honrado ciudadano en un sinvergüenza integral?. Escucho atónita como se compran voluntades, se venden privilegios y se pisotean los derechos de los demás sin un temblor en el pulso.
¿Pero como se llega hasta allí? ¿Cómo se acallan los escrúpulos? ¿Cómo se apaga la voz de los que nos enseñaron que “ser como hay que ser” es el único modo de vivir en paz con nosotros y con los demás?.

. dijo...

Sin que disfrute especialmente estando al día en política, me siento familiarizado con lo que has descrito, y eso me hace sospechar de que estás en lo cierto cuando escribes lo que escribes.

Lo que más me sorprende es leer que los primeros en caer, a parte de los sectores ligados a la construcción y al automóvil, estén siendo muchos espacios sociales que se sostenían con presupuestos muy ajustados y procedentes del Ayuntamiento, precisamente cuando van a ser más necesarios.

YO creo que de lo que sí nos vamos a dar cuenta, es que ser político en este mundo significa tener un dominio perfecto del arte de dar la espalda.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

VERÓNICA: ojalá hayamos aprendido algo. Un beso.

NOME ANDRÉS: esperemos que el fondo no esté demasiado abajo. Un saludo.

JAN: en efecto. Recuerdo gestos de prepotencia y lecciones de cómo hacer las cosas de muchos de estos personajes que ahora suben las escaleras de los juzgados. Y de muchos que aun no la han subido.
Tus amigos dan para un libro, querido amigo. Un abrazo.

CECILIA: en efecto, lo sabíamos todos, porque el ambiente era generalizado. Además de los que han cometido delitos, me preocupan esos que no los han cometido, pero son responsables del clima del que hablo en la entrada.

CORNELIVS: eso es lo malo, que yo también pienso que no hemos aprendido la lección. Saludos.

AECAGH: en efecto, ¿dónde está la economía que de verdad asienta un país en un crecimiento sostenible y duradero? Por aquí no estaba de moda.

ADU: todos. Espero tu vuelta.

ALDABRA: en todas las ciudades hay espacio varias veces remodelados en estos años, con desvergüenza y exceso de gastos. En otros países, incluso más ricos, no pasa.

MARÍA: y bien que caemos al infierno. El problema de tus preguntas es que tienen malas respuestas para cualquier gobierno. Hay una ola internacional aumentada en España por lo que hablo. El reajuste será brutal. Antes o después se saldrá adelante, espero que todos (gobenantes y ciudadanos) hayamos aprendido la lección. Un beso.

FERNANDO: esto es un mal de todas las ciudades, querido amigo. España se ha hecho así en los últimos veinte años. Y, ya sabes, cada 4 años se vota.

MAMEN: derroche sin pudor, en efecto. Besos.

MIGUL: que pagamos todos.

DIANNA: esperemos que pronto podamos comenzar a salir adelante y se planifiquen las cosas para que todo esto no vuelva a ocurrir. Es tarea de nuestros gobernantes y nuestra. Besos.

MERCHE: siguen actuando con la misma desvergüenza, a pesar de donde nos han llevado. Besos.

GABIPROG: gracias por divulgarla. Un abrazo.

HERNANDO: Cierto, muy cierto.

MARGA: supongo que ya iban sin escrúpulos de casa. Lo malo es que se permitían dar lecciones de cómo hacer las cosas y de moralidad a todos.

PIZY: este va a ser un problema. Siempre cerrarán antes un espacio cultural, al que consideran insostenible y ruinoso, que un nuevo cambio de bordillos.
"El arte de dar la espalda": me lo apunto.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

yo ya no se lo que inmoral o amoral... después los sucesos que desde hace años hasta ahora se vienen dando, lo mismo se han dado simempre pero a hora nos enteramos.... a mi le boom inmobiliario me pilló de mala manera, dos hijos pequeños un chica que me los cuidadba, una hipoteca y un coche que pagar...y verdaderamente sin vivir pasándolo mal.... a final de mes llegaba con poco, pero llegaba... escandalizado de como comenzaba la gente a comprar hipotecas con esos tamaños terribles de euros... todo artificial, inventado y creado por especuladores... ahora recogemos el fruto de la avaricia de creadores de ladrillos y de las tiendas de dinero....

No se como llamar a esos personajes que se marchan con el dinero que tanto me costó pagar en impuestos destinados a mejorar mi vida en la vida...
Saludos

Anónimo dijo...

El mayor problema es que en las urnas se sigue premiando al "listillo" que se ha forrado gracias a escándalos relacionados con la construcción, porque aquí todo el mundo "quiere ser como ellos", llenarse los bolsillos y vivir la vidorra padre a costa de los demás.
Saludos.

Francisco O. Campillo dijo...

Comparto tu opinión y te felicito por tu análisis.
Lamentablemente, no creo que ni siquiera hayamos aprendido la lección. No mientras que el alcalde de un pueblo de media docena de vecinos pueda autorizar la construcción de un urbanización de un centenar de adosados, por poner un sólo ejemplo.

XuanRata dijo...

REcuedo con cierta melancolía los tiempos no lejanos en que el Sr. Rodrigo Rato afirmaba aquello de que era bueno el alza del precio de la vivienda porque ello suponía un enriquecimiento de las familias. No decía, es cierto, de qué familias. Es de mala educación dar nombres y apellidos.

Silvi (reikijai) dijo...

No soy economista…pero los bancos tendrán que refinanciar las deudas…necesitan dinero líquido… no ladrillos…sino terminan siendo simples inmobiliarias. Y ahí no esta su mirada. Pedro esta pasando en todo el mundo…Te dejo Un beso.Silvi.

Borja Santos Porras dijo...

Tienes toda la razón Pedro

El Deme dijo...

Me ha gustado tu análisis, es que es eso justamente lo que ha pasado. Todo el mundo presumía de comprarse un apartamento y otro. Hemos dejado el campo y las costas con miniciudades fantasmas, vacías y horrorosas. Hemos puesto ladrillo y cemento donde antes había un cañaveral. Y ahora tenemos pisos e impagos por todos lados.

impersonem dijo...

Totalmente de acuerdo.

¿Dónde estaba el sentido común en lo que se ha hecho y tú describes con detallada exactitud?... Sabido es que "el sentido común es el menos común de los sentidos".

¿Ahora qué? De perdidos... ¿a dónde?

Reina el desconcierto, ¡pero alguien tendrá la pasta! ¿no?, ¿dónde está?... probablemente perdida en algún paraíso.

En cuanto a la moral... yo me pido buscar una aguja en un pajar.

Y con respecto a tu última frase... la segunda piedra nos espera.

Saludos.

Anónimo dijo...

Estoy en Las Palmas (estan en Carnavales)

ya te mandaré una foto todo oxidada por el Oceano

un abrazo M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MANUEL: era curioso ver que los que actuaban con cordura eran tachados de tontos. Recogemos el fruto de esa avaricia, en efecto. Y eso dinero que debería haber consolidado la red sanitaria, cultural, etc., se marchó, como señalas. Saludos.

JAVIERSANZ: ¿seguirá siendo España un país de pícaros? Saludos.

FRANCISCO: un ejemplo repetido en toda la geografía española.

XUANRATA: es cierto, cómo se nos dijo que el alza del valor de nuestras viviendias nos hacía ricos... Habría que empezar a dar una lista con nombres y apellidos.

REIKIJAI: al final, serán los estados quienes les ayuden a refinanciarlas... Un beso.

BORJA: gracias.

DEME: urbanicidas y alocados. Qué futuro.

INMPERSONEM: no hay nada más frágil que el dinero común. Seguiremos tropezando. Saludos.

MIGUEL: la espero con ganas. Un abrazoy disfruta.

Anónimo dijo...

Magnífico Pedro. La "incultura del ladrillo" la vamos a pagar todos de un modo u otro. Besos Isabel.

Unknown dijo...

Amigo, a lo largo de la historia siempre se ha intentado magnificar las cosas de tal manera que cada acto que hacemos es lo suficientemente grande como para merecer lo que tenemos, para que los demás nos veneren de alguna estúpida manera y las cosas sean lo mas cómoda, lo mas fáciles para nosotros.

Tu texto no deja de ser una obra de arte a la cual adhiero plenamente.

Los negocios desde mi punto de vista y quitando alguna que otra excepción (siempre las a habido a la regla) son negociados, por lo tanto, dentro de la propiedad privada (una de las tantas causas de que las cosas sean como son) no iba a ser de otra manera, mas aún, en épocas de burbujas financieras que solo dejan basura, hambre, abandono y destrucción.

No quiero ofender a nadie, ni mucho menos ser grosero, pero España desde siempre ha sido un ejemplo de corrupción moral, no es algo nuevo para un Imperio decadente como fue el de los reyes Catolicos, donde la imposición de cultura, el saqueo, el vandalismo, la persecución y sobre todo el negociado fueron algo intrínseco a su pueblo, mejor dicho, a sus gobiernos (porque la basura son ellos, políticos, curas y reyes). No creo que hayan aprendido ninguna lección, porque al ser humano le cuesta aprender, entender, somos los únicos animales que cometemos dos veces el mismo error, y aunque vayan millones de veces, seguimos por la misma senda.

Sobre las últimas décadas, yo me atrevería a decir, desde que entraron a la Comunidad Económica Europea, donde comenzaron a entrarle grandes sumas de dinero vendiéndole a la sociedad española una fantasía que todos se creyeron y lamentablemente todos compraron y les gusto vivir así. Recuerdo de mis días viviendo en Barcelona como se creían importantes por contar con dinero y lo gastaban y lo malgastaban como si nada importara. Hoy eso cambió, no por un cambio interno, sino por una situación general que los obliga a ver la realidad desde otro lado.

Desde los comienzos de la historia el urbanismo y los grandes monumentos han manejado, comprado, engañado y tranquilizado al pueblo. Ver todos los monumentos históricos que se han construido a lo largo del tiempo, por ejemplo las pirámides, los acueductos, los templos, los campos de juego, siempre es importante hacer OBRAS PUBLICAS de gran tamaño, y no solamente públicas, ver como todos desean poseer grandes mansiones, vivir en countrys por su urbanismo, por su belleza.

Las empresas constructoras siempre fueron y siempre serán muy rentables, sus dueños o directivos serán millonarios, pues ellos siempre dicen que y como se hacen las cosas, los plazos, etc. y sobre todo, se necesita de ellos (¿?) para alcanzar a llevar a cabo toda obra.

Una triste verdad.

Te dejo un fuerte abrazo amigo.

HologramaBlanco

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ISABEL: lo malo es que algunos lo van a pagar sin haberla disfrutado previamente. Besos.

EDGARDO: en efecto, España lleva unos 25 años de aceleramiento progresivo económico y saltando de dos en dos las etapas, lo que ha generado una psicología colectiva propia de la mentalidad de lo que aquí llamamos "nuevo rico": vanidoso, superficial y sin fundamento.
Esperemos el cambio...
Un abrazo.

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro...me haces reir...a los Argentinos nos conocian por el deme dos...eran épocas de plata (dinero)dulce.Y eso se paga muy caro,cuesta remontar.Te dejo Un Beso.Silvi.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

REIKIJAI: "deme dos", qué gráfico. Espero que esta vez no os afecte tanto como entonces. Un beso.

Anónimo dijo...

Lo absolutamente triste de todo este asunto es que los culpables de muchos pecados de corrupción siempre caen en blando. Por lo demás, todos somos responsables, como dices, porque nos gusta que nos regalen los oídos cuando "España va bien". Volverá a ocurrir, que no se dude.

jg riobò dijo...

En efecto, han logrado que España sea un no-lugar lleno de mamelucos..

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PABLO: En efecto, por muy mal que están siempre estarán mejor que la mayoría. Volverá a ocurrir: yo también lo pienso.

JAVIER: lleno, lleno.

nachocarreras dijo...

Tropezaremos en la misma piedra.
Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

NACHO: me temo que sí.

Erebus dijo...

Sí, se seguirá haciendo. La avaricia no conoce límites. Es como el aire, que aprovecha todo el espacio disponible para expanderse.
Y, no. Nunca, jamás de los jamases he admirado a tipejos como Jesús Gil y Gil, como Julian Muñoz, como "el Pocero", o como el que ronda todavía campante por estos lares. Y te diré más. No me da ninguna lástima la gente que les admira. Me dan asco. Sólo espero que sus deseos nunca se cumplan.
Tengo la sensación de que últimamente hasta el aire está podrido.

ARSINOE dijo...

¿Aprender la lección? ¡Que dices!Ahora estamos en la fase de sálvese quien pueda..Los ricachos fastidiados porque en vez de ganar mil millones solo ganan 999.999; los que no notamos mucho la crisis porque siempre hemos estado en ella, y los realmente pobres, esos que no sufren con la hipoteca porque no tienen ni para pagarse una y que son los que pagan las consecuencias más duras siempre.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EREBUS: es un aire espeso y viciado.

TAREIXA: siempre pagan los mismos, en efecto.

Teresa dijo...

Hemos estado a un tris de ver esos imperios de ladrillo convertidos en mafia...

lo de la justicia se me ha quedado entre los dientes...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: hay quien asegura que buena parte de la locura urbanística de estos años ha tenido comportomientos mafiosos. Incluso hay indicios de que, en algunas zonas de España, las mafias italianas han hecho dinero con la construcción.