martes, 17 de febrero de 2009

De premios literarios y plagios. Consejos para el escritor que se presenta a un premio sin obra conocida.

Que muchos premios literarios son pura fachada mediática de las editoriales que los convocan, es vox populi. En estos premios, hay que mirar el título del que ha quedado finalista para ver al ganador. No es novedad, aunque resulte chocante que algunos se doten con dinero público y no privado. Al fin y al cabo, un editor puede hacer con su dinero lo que quiera.

Como historiador de la literatura, he tenido oportunidad de estudiar todo tipo de artimañas: miembros del jurado que imponen su criterio al resto por el prestigio de su nombre o el apoyo de los convocantes; obras que ganan un concurso sin haber llegado como finalistas a los últimos procesos de selección; títulos a los que después de la votación en la que resultan ganadores se les despoja del premio para entregárselo a otro o proclamar desierta la convocatoria, etc.

Es curioso que muchos de estos hechos han quedado reflejados en las actas de las reuniones -cuando se trata de premios convocados por una institución-, pero no es lo habitual: hay que rastrear las huellas, que, como en los malos crímenes, siempre hay.

De todas las formas, el secreto es secreto a voces: todo el que escribe sabe en qué premios se deja libertad a los miembros del Jurado y en qué premios no. Así que sólo los ingenuos se presentan a ellos con la esperanza de ganarlos. Como mucho, sirven para poder ser finalistas o pasar los suficientes tramos de selección para darse a conocer en el mundo editorial y tener posibilidades de publicar con posterioridad la obra presentada.

Pero hoy no quería hablar de esta situación ni del subjetivismo o amiguismo de otros premios, puesto que el mundo de los premios, desde su inicio, consiste en un entramado de circunstancias que asume este punto de partida.

Hay algo que me preocupa más y que no es nuevo tampoco, pero la acumulación de denuncias y escándalos de los últimos años debe advertirnos sobre que quizá se esté dando un proceso espurio de creación anexo al mundo de los premios. De vez en cuando, me llegan casos -o los leo en la prensa- de obras premiadas que son acusadas de plagiar otras que fueron presentadas a convocatorias anteriores del mismo premio o a procesos de lectura en otros concursos o en editoriales que están detrás del certamen ganado. A veces son obras no premiadas pero publicadas después de que alguien presentara la obra en la que se basan a un premio.

Como los procesos judiciales suelen ser largos y acabar en el subjetivismo del informe del especialista en el que los juzgados deleguen las cuestiones técnicas, las resoluciones se retrasan en el tiempo y los autores supuestamente plagiados o desisten o suelen aceptar un acuerdo que consiste en una cantidad económica y la edición de otra obra. En otros casos, si el trabajo sobre la obra primera es lo suficientemente hábil, sólo puede hablarse de intertextualidad e inspiración, lo que no es condenable judicialmente. En el fondo, ya lo sabemos, la literatura se inspira en la literatura anterior: todo lo que no es tradición, es plagio, decía un viejo refrán. A veces, bien es cierto, lo que se pretendía plagiado no era más que una vaga resonancia que podría haberse sacado de cualquier otra obra o de la noticia de un periódico.

Veamos un caso: alguien presenta una novela a un premio; los lectores encargados de la selección previa, la cortan antes de que llegue a las manos del Jurado -es habitual, en los grandes premios, que el Jurado sólo lea las obras de los últimos procesos de selección-, pero ven en ella las suficientes cualidades como para que resulte interesante. En ese caso, lo mejor que le puede pasar al autor es que el editor esté buscando nombres nuevos para su editorial y lo rescate en alguna de sus colecciones, cosa que es frecuente.

Pero también podemos imaginar otro camino: el lector que corta la obra se la guarda, la modifica y se inspira a ella para una obra suya; o también, el lector la pasa al editor y éste a un autor de renombre, que hace un trabajo de estilo y la publica meses después o gana el mismo premio en la siguiente convocatoria. En ocasiones, el trabajo de modificación puede no haberlo realizado el autor que finalmente firma la obra, sino un equipo de redactores de la editorial: los lectores se sorprenderían de cómo las obras que leen suelen ser producto del trabajo de varias manos.

Como en el mundillo literario hay tantos premios y se lee tan poco de verdad, a veces ni el autor plagiado (o aquel en el que se han inspirado para una obra posterior) es consciente de lo que ha pasado.

Qué tristeza la del escritor que pone su nombre en una de estas obras tan llenas de intertextualidad sólo por publicar un título al año, ganar unos euros o mantenerse de actualidad. Qué tristeza la de aquellos que fomentan este proceso en el que se juega con el candor de muchos editando a autores a los que se les han demostrado plagios, invitándoles a conferencias y platós de televisión.

Consejos para aquellos que aspiren a un premio literario, sea cual sea: registra tu obra previamente, dala a leer a alguna persona de relevancia y próxima al mundo editorial del premio al que te presentas y a otros varios que tengan reputación conocida, con la constancia del registro del texto. Cuanto más conocida sea antes de presentarla, mejor: por una parte, habrás recibido las suficientes críticas como para saber si tu obra es o no válida y consejos para mejorarla; por otra, tendrás más garantías de que será respetada. Si no lo haces y tu obra es lo suficientemente buena como para llamar la atención pero no para ganar el premio o ser finalista o encajar en las siguientes colecciones del editor convocante, y eres religioso, encomiéndate a todos los santos. Si tu obra es mala, no es necesario, por supuesto: no vayamos a pensar que todo lo no premiado va a sufrir un proceso de intertextualización.

Eso sí, ni todos los premios son iguales, ni todos los miembros de los mil y un Jurados que hay por estas tierras van con las consignas antes de reunirse, ni todos los editores o lectores previos juegan sucio. Conozco muchos que respetan el trabajo de los otros.

Y, pase lo que pase, sigue escribiendo.

55 comentarios:

MAMEN ANZUÉ... dijo...

Desde luego que es muy triste que plagien algo de uno.. Tus consejos siempre valiosos Pedro, jejejeje¡¡¡;))

UN BESOOOOO GUAPOOOOO¡¡¡

Miguel Ángel García González dijo...

Pues nada, bueno es saberlo, para porsi

lichazul dijo...

esto de las ideas copiadas y de los trabajos alterados es algo que viene desde que la escritura se inventó...claro que es feo!!!

pero existirá , como existe el hombre
y como usted dice hay muchas maneras de cuidarse un poco de estos verdadros cazadores oportunos, pero aún así , el plagio es una mala hierba:-)y su vida seguirá.:-(

no sólo en cuanto a la escritura
sino en todo orden de creación
hasta en la cocina, moda , etc

muakisitos de luz

Silvi (reikijai) dijo...

Hay de todo como en botica,lo importante,es saberlo.Aunque no son muchas las alternativas.Se debe seguir.Besitos.Silvi.

María dijo...

Tienes mucha razón, realmente es una pena que exista el plagio, ¿pero contra ello qué se puede hacer?

Lo que me parece una gran idea es lo que dices de que registren su obra.

Un beso.

➔ Sill Scaroni dijo...

Hola Pedro !
La cuestión del plagio es mucho mas seria que uno pueda imaginar. En la universidad donde trabajo siempre tenemos problemas y no pienses que es solo plagio de la gente de la graduación. Ya recebimos trabajos hasta de " profesores" que eran las mas pura copia de otros trabajos.
Gracias por tu escrito.
Saludos.
Sill

Nome Andrés dijo...

O sea, dos puertas abiertas: no todos los premios son iguales; y, pase lo que pase, sigue escribiendo. Y por qué los que saben de esto nunca hablan con esta claridad. Esto, Pedro, te hace grande y libre. Un abrazo

Anónimo dijo...

Hace unos cuántos años hubo mucha polémica sobre la usurpación en los libros. También existen editoriales que por tener a tal o cual autor ya le ofrecen el premio antes de ser fallado, si éstos autores son de primera fila.
Pero últimamente me preocupa más autores que se suponen tienen un contrato com dicha editorial, y en un determinado tiempo tiene que salir un libro suyo, por lo general ya han cobrado por lo tanto tienen que ofrecer a la editorial un libro y éste suele ser una auténtica basura. Yo tengo en mi lista negra, mis ojos no volverán a leer una línea más de su obra a cuatro autores y que son de primera fila, les tengo vetados de por vida por despreciar al lector. Hay algo de verdad en esto que digo, Pedro? O son imaginaciones mías.

impersonem dijo...

¡Bravo Pedro, Bravo! La picaresca que subyace en lo que dices está ahí, es triste, pero es una picaresca sectorial más de todas las picarescas que conforman una conducta pícara y abyecta que, a mí personalmente, me repatea.

Si buceáramos en los intestinos de la parente honorabilidad... ¿qué encontraríamos?

¡Bravo Pedro!

Desde la admiración, un saludo.

impersonem dijo...

...quise decir aparente honorabilidad

matrioska_verde dijo...

he vivido de cerca una injusticia en un premio literario que conllevaba la publicación del libro.

un año, gana un premio de poesía de un concello de galicia (no recuerdo ahora el nombre) un amigo mío... pasa el tiempo y pasa el tiempo y no se lo publican...

llegamos al año siguiente en que gana el premio una mujer conocida en el mundillo y con más libros publicados (mi amigo no tenía publicaciones previas a ese premio que sería su primer libro), le publican el libro en seguida y para inri le ponen en la portada...

X premio.... que era justo el que había ganado mi amigo...

vamos, de juzgado.

bicos,

Beatriz Montero dijo...

El plagio existe, es inegable. Pero tampoco creo que sea tanto como se cree. Es muy raro que alguien plagie toda una novela. Es más habitual que se plagie un párrafo, porque se camufla mejor. Y cuando quien plagia es un escritor famoso da mucho cante. Me viene a la mente el caso de plagio por parte de Lucía Echevarria o de Bryce Echenique. En fin, qué morro le echan algunos.

El Deme dijo...

Yo recuerdo el escándalo que se armó con La cruz de San Andrés, de Cela, con esos pasajes idénticos a otra obra ya escrita. Todo el mundo lee y hay frases que se quedan grabadas en el subconsciente, pero lo inteligente es adaptarlo a un estilo o contexto diferente. Si el maestro Cela cayó en esa trampa... qué de cosas habrá por ahí que sean refritos de otras..

Anónimo dijo...

Vaya!!!, un mundillo interesante, no sabía nada de esto.Francamente, es desleal jugar con la ilusión de los demás.

Besos

tejedora social dijo...

lo ideal sería decir..no puedo creer lo que he leído!!!, pero a mis años, que no son tantos, he perdido la capacidad de asombro. Lo único nuevo, es quizás, confirmar que no sólo en los países en vías de desarrollo, existen cerebros que tb están en vías de desarrollo, sino que en tu país "desarrollado", también existen ejemplares.

Anónimo dijo...

Nunca me he presentado a un premio porque tengo tanta fe ganar cualquiera de ellos como en aprobar unas oposiciones a notarías, pero sí he formado parte varios años como jurado de un premio institucional cuyo nombre no menciono por salvaguardar la ilusión de tantos jóvenes escritores noveles como se presentan a él todos los años. Y puedo asegurar que si en los niveles que Pedro menciona se producen semejantes trapacerías, en los más humildes se dan a veces tal cúmulo de cutreces, chapuzas y despropósitos por parte de los políticos y funcionarios que organizan y otorgan los premios que dan ganas de llorar y resolverlos por el expediente de arrojar los originales contra la pared y declarar vencedor al que quede más cerca.
De todas formas, si entráramos en el tremebundo mundo de los concursos de piano, alucinaráis de lo que hay, y no de ahora, sino desde que empezaron a imponerse como camino del éxito en los años 50. En todas partes cuecen habas.
Yo suelo ser bastante refractario a leer novelas premiadas y a escuchar a pianistas multipremiados

Isabel Huete dijo...

Lo de presionar para que le den a éste o a aquél el premio por tener ya un nombre aunque no se lo merezca es mucho más habitual de lo que parece. Las plicas no sirven para nada porque la mayoría de miembros de los jurados ya saben de antemano quién se esconde dentro del sobre. Hay excepciones que no son otra cosa que las que confirman la regla.

Lo de los plagios es otra cosa, pero nunca he comprendido cómo hay gente que envía sus textos sin registrarlos previamente. Es de una candidez alarmante. Y si es un "grande" el que te ha plagiado es como luchar contra Goliat para recobrar los derechos, pero al menos hay que denunciarlo públicamente para que sufra el desprestigio por su ruindad.

Yo escribí un cuentecillo que presenté a un premio (me lo premiaron) y luego lo volví a leer, con apenas diferencias, en el dominical de El País en las series de cuentos que sacaban en verano de escritores/as famosos. Fue una escritora cuyo nombre no voy a decir porque en su momento no lo denuncié y de esto hace ya 12 años. Luego me arrepentí... ¡Tonta del culo!

En fin, Pedro, que estas reflexiones están cargadas de razón y sentido común.

Un besote.

Señor De la Vega dijo...

He decidido en este comentario, copiar un comentario (que también escribí sobre la copia) en el blog de una amiga "Perlas del Segura" que a la vez trataba sobre el tema en Abril, y el Señor de la Vega así decía, con repicar multicopista y chulería:
"Me gustaría un día ser lo bastante bueno, en algo, para llegar a ser copiado, y así el que me copiase, que se presentase a todos los premios y ganase 'el oro y el morro'; y que pudiesen ganar al leerme, en lo copiado, los lectores, usuarios o cualesquiera, y ganase hasta el churrero de la esquina aunque el aceite no lo cambie nunca.
Pero miren por donde, no llegaré nunca a esa genial altura, y perderá categoría aquel que me copiara. Como perderá este mundo el no haber contado con un creador desprendido y generoso, como pretendo ser, por ser yo, tan solo, un escritor inútil, que no solo.
Abrazos premiorosos, Z+-----"
(Copyright en proceso).
Suyo señor Ojeda, firma el mismo que el que firmó en mi copia.

Merche Pallarés dijo...

Tambien me acuerdo del plagio de Cela de la novela que menciona EL DEME. ¡Qué escándalo! De todas formas veo que en España con toda su tradición picaresca, hay corrupciones a diestro y siniestro en todos los ámbitos-- por lo que deduzco de los comentarios--¡Qué pena de país...! Besotes, M.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

No hace falta tener mucha calidad en lo que uno escriba o fotografíe. Sin más, a mi me plagiaron el blog entero sin decir que estaba escrito por Goathemala y además llenándolo a tope de publicidad. Ni siquiera protesté esperando que se cansaran (como así ha sucedido).

Sabía que era un mundo turbio el de los premios pero nunca imaginé cuanto. Una mafia.

Te agradezco los consejos.

Lo que pasa es que creo que se lee muy poco y se presume mucho.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Lo malo es que ya no queda casi ningún premio honesto. Sé de casos en los que los lectores han pasado al jurado una novela buena y cuatro malas para que no hubiera duda de cuál tenía que ganar, de jurados que han reclamado una obra que no estaba seleccionada porque era a su autor a quien querían dar el premio. Sé de autores que han rechazado un premio cuantioso (Delibes, que nunca ha ganado el Planeta) y de autores que han recibido ofertas para que su obra se publicase con el nombre de un famoso.
Yo compro pocas veces libros que llevan en la solapa la palabra Premio. Ni siquiera el Nadal está ya fuera de sospechas. ¡Con la de buenos autores que se descubrieron con este galardón!
En cuanto a los plagios, dos pruebas de la razón que tienes y de lo aceptado que está: Cela, por un lado, que tenía seis o siete negros para que le escribieran y le copiaran lo que fuera (¿serían ellos los que escribieron el libro de su segunda esposa?) y A.Rosa que, a pesar de haber plagiado y tenido negro sigue presentando un programa de televisión por las mañanas en vez de estar metida en un rincón de una redacción revisando teletipos.
Y gracias por el consejo, Pedro. SEguiremos escribiendo pese a todo.

Interesantísimo este artículo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAMEN: espero que sirvan de algo. Un beso.

MIGUL: apúntalo.

ELISA: siempre ha existido, y será difícil cambiarlo... Besos.

REIKIJAI: en efecto, y denunciar los casos conocidos. Besos.

MARÍA: nunca callar. Nunca. Un beso.

SILL: ay, de los plagios académicos tendremos que hablar otro día, que abundan... Saludos.

NOME ANDRÉS: no hay que callar ante estas cosas, sobre todo como advertencia a los incautos. Aun conociendo lo que pasa, se puede ser víctima. Qué costumbres. Un abrazo.

HERNANDO: esto ha existido siempre. Tienes razón: hay muchos autores que publican lo que sea con tal de cumplir los contratos. A veces, el oficio da buenas obras, en otras despreciables.

IMPERSONEM: en los intestinos uno encuentra una materia siempre desechable... Saludos.

ALDABRA: como esos casos hay decenas... qué cosas. Besos.

BEA: existe y es abundante. Lo que sucede es que, dependiendo de la mano y el trabajo del autor que plagia se convierte o no en obra original. A veces es tan burdo el resultado, que canta.

DEME: cientos, cientos.

CARMEN: juego sucio, sin duda. Besos.

TEJIENDO: es mal generalizado.

FERNANDO: en efecto, hay muchos concursos locales que dan para llorar. Y, en la música, también. Aquí no se salvan ni los géneros más libres. Yo, las novelas premiadas las leo por oficio, no por gusto.

ISABEL: En efecto, las plicas casi nunca sirven para nada. Siento lo de tu cuento, pero es algo demasiado habitual para extrañarse. Conozco escritores que casi todo lo que han escrito se compone de estas rapiñas. Un beso.

SEÑOR DE LA VEGA: no disimule, que a usted se le ve la calidad desde la primera línea. Debería ir marcando con su Z los libros plagiarios, como buen justiciero... al menos los que dé tiempo en una vida.

MERCHE: no es mal sólo español, pero aquí abunda, abunda. Besos.

GOATHEMALA: del plagio de blogs hablaremos en otra ocasión, porque también es muy frecuente: y con fines económicos, claro. Abrazos.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

marga dijo...

y, pase lo que pase, SIQUE ESCRIBIENDO...
Nada, absolutamente nada, merece que dejemos de mirar la realidad desde esa mirilla de la creación. Aunque a veces parezca que todo lo escrito es una porquería, aunque no lo entienda el personal, aunque a nadie le merezca la pena ni siquiera el plagio ... "SIGUE ESCRIBIENDO".

Pedro Ojeda Escudero dijo...

CECILIA: así se escriben buena parte de las reputaciones españolas, en efecto. De todo hay en este mundillo.
De los escritores que usan negros, también habría para escribir varias entradas...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MARGA: es la única forma que conozco. Seguir adelante.

Unknown dijo...

Sin duda seguiré escribiendo pase lo que pase.
Expones un punto que siempre me ha preocupado. Incluso en cualquier relato corto que pueda publicar en un blog. Siempre he pensado que hay gente honrada como bien terminas tu aportación. Pero creo que hay demasiado mediocre nutriéndose de ideas ajenas y esto es lo que hace tener poca fe en los concursos, incluso en las editoriales.
No hace mucho escribía una serie de relatos cortos sobre los personajes que normalmente publico cada lunes. Un semanario me pagaba una cantidad irrisoria pero que siempre ayuda cuando estás fuera de tu país. Una mañana recibí una notificación que por reorganización decidían prescindir de mis colaboraciones. Un mes después, me llega un ejemplar de la revista a través de un amigo donde me encuentro que un redactor de la misma intentaba hacer lo mismo pero con personajes del pueblo donde se editaba el semanario. Gajes del oficio.
En el tema de la fotografía no es tan diferente. Siempre hay quienes en lugar de buscar la inspiración en un trabajo tuyo lo quieren copiar casi igual a como lo presentas.
Mal vamos si debemos de recurrir a copias, plagios y demás sandeces para disimular nuestra falta de creatividad. Negros a parte por supuesto.
Una excelente reflexión la que expones amigo Pedro. Me hace pensar en mucho mediocre que sigue pululando libremente y firmando libros basados en las ideas y creatividad de los demás. Lamentable.
Un fuerte abrazo

Señor De la Vega dijo...

Mi señor Ojeda, no tenga usted dudas que marcaría con Zeta (de Zopiado) los libros que me tropezase y a bien supiese son plagiados.
Pero no es prioridad del Zorro, tratándose de copias, desenmascarar esos abusos del arte literario.
Más me preocupa, por ejemplo, la biopiratería ya que copian y esquilman saberes de la naturaleza y nuestras culturas ancestrales para abanderarse de 'patentes' sin sonrojos y que nosotros las pagamos siendo nuestras, a incalculable precio, y desgraciadamente por donde encuentran veta rica, arrasan con todo, sin miramientos.

Por lo demás el tema de la propiedad intelectual y el mercado cultural, daría para grandes debates, y mucho de filosófico y política (de la buena y de la mala) tiene de fondo.
Y caso por caso miraría con lupa este justiciero, que no es todo blanco ni negro, ni a favor de alguno, que por ser autor, se considere de las letras o la escritura propietario.
Por su puesto al Cesar lo que es del Cesar y que nadie pasee por la vida con falsos laureles. Pero es que al Señor de la Vega, no le gustó nunca Cesar*, ni la gloria que lleva al fin de la república y al artísta endiosado, que se proclame Augusto.
*Cesar: dictador y masacrador, ejemplo no lo bastante denostado, de lo que es un mal ejemplo de buen hombre.

En fin, su entrada nos habla de los premios, y ya en Blogosfera, se nos muestra la necesidad que existe de ellos, pues del reconocimiento se nutre la autoestima, y quien hizo el premio hizo la trampa, aupado por la carencia ajena y los deseos de no ser invisible, por los que somos letrilla, en un gigante mundo de palabras.
No los critico, ni a los honrados ni a los menos, pues parece que hay muchos que los necesitan, y sin intereses cruzados, pocos premios se darían.

Yo en mi cueva, 'premios' no los acepto, y en mi vida, fuera de ella, menos.
Pero yo no soy nadie, y menos ejemplo, ¡líbreme el Zielo!.
Eso sí, como usted dice, se nota mi CalidaD, 'calidad humana'.
Como la suya, y la de tantos buenos comentaristas que le visitan.
Un abrazo, Z+-----

Capri c'est fini dijo...

Me parece superinteresante este tema, las entrañas de los premios, y tan poco conocido. Algunos de fama internacional se basan en la mentira socialmente aceptada de que están dados de antemano. Es un timo, todo el mundo lo sabe, pero da igual... Pero lo que cuentas de los plagios de otros candidatos ya es la falta de poca vergüenza del mundo editorial. Me alucina que los supuestos defensores de la creación tenga que recurrir a tales ardides para sacar adelante su negocio. Toda precaución es poca... menos mal que aún no me he animado a probarlo en carne propia. Un saludo.

XuanRata dijo...

Vamos, que aquí no valen las medias tintas: si no eres un genio, mejor ser tan malo como para que nadie tenga la tentación de imitarte. Esto segundo es más fácil: si algún día logro engarzar más de veinte líneas seguidas lo tendré en cuenta.

Triste realidad la que nos cuentas. Y desde el punto de vista del lector, pienso en la cantidad de buenos autores y excelentes obras de las que nos vemos privados por culpa de tanta rapiña.

Merche Pallarés dijo...

En otros países, hablo de los anglosajones, no creo que den tantos premios como aquí y aunque generalmente sí leo los Pulitzer o Book Awards que suelen ser excelentes, la verdad es que generalmente los Planeta, Nadal (que como dice CECILIA eran fantásticos y siempre los leía pero hoy en dia no) NUNCA los leo tampoco. Y, ves DELIBES (¡qué gran escritor!) nunca ha recibido un Planeta.
Ah, tampoco leo a los últimos Nobel con toda la fanfárria que conlleva ese galardón. Besotes, M.

Martine dijo...

Has descrito con todo detalle todas las artimañas y trampas que se pueden dar en el mundo literario... La mayoría las ignoraba, ya de por si es lamentable la existencia de "negros" pero adjudicarse textos de otros!

No corro peligro alguno...Ni escribo, ni soy buena hacíendolo..

Un beso..., sin posible plagio, Pedro.

Rosa dijo...

Se puede decir má alto..... pero no más claro.
Ignoraba por completo todas estas artimañas... bueno es saberlo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Más razón que un santo, además de dar una buena descripción del proceso los consejos no son malos. Por desgracia el mundo de lo literario tiene algunos paralelos con el mundo de lo académico. Aquí las estrategias y el funcionamiento difieren un poco, aunque la "intertextualidad" esté a la orden del día.

Te felicito por el blog, por tu capacidad divulgativa, por los temas que escoges y por la claridad con que transmites lo que sabes. Has ganado un suscriptor.

Un saludo.

Gabiprog dijo...

Hace algún tiempo leí en la columna de Rafael Reig en ‘El Publico’ (digital) como respondía a la carta de un lector; este se quejaba de premios (estilo ‘El Planeta’) donde parecía todo decidido desde un principio, y que ello desanimaba a presentar más escritos en ella a gente desconocida. Reig confirmó, poco más o menos, lo ‘preparado’ o ‘amasado’ del premio, pero defendió el entorno. Consideraba que no era malo que determinados escritos noveles pasasen por manos cercanas a la editorial porque ello podía suponer agradables descubrimientos.
Desde luego en cualquier caso, parece lógico que uno registre sus escritos antes de compartirlos en distintos círculos.

Si algún día termino una novela te la enviaré para que me des unas buenas collejas!
:-P

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAN: el caso es que Internet sólo lo ha puesto un poco más fácil, con el corta/pega, pero siempre ha pasado, siempre. Y parece que a nadie le importe demasiado.

SEÑOR DE LA VEGA: pues tiene razón, hay cosas que son más importanes en la jerarquía del esfuerzo. El caso es que el pirateo se ha generalizado tanto que necesitaríamos varios espadachines habilidosos. Saludos.

CAPRI. así vamos. Un saludo.

XUANRATA: tenemos, en gran medida, una falsedad en los escaparates.

MERCHE: sí, querida Merche. Los hay tantos como aquí, pero no nos llegan, como no llegan los nuestros fuera.
Sois dos las que habéis citado a mi admirado Delibes. Una cosa que no es secreta pero no lo suficientemente conocida: la novela con la que ganó el Nadal tampoco había llegado a la selección final y fue rescatada posteriormente. Al menos, esa mala novela sirvió para descubrirnos un buen autor. Besos

SELMA: eso es lo bueno, que los besos es difícil plagiarlos.

ROSA: pues ya sabes. Un abrazo.

JORGE: Bienvenido a La Acequia, en la que serás bienvenido siempre que lo estimes oportuno. El mundo académico daría para escribir varias buenas entradas al respecto. Quizá lo haga en breve. Un saludo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

GABIPROG: cuando un editor arriesga su propio dinero en un premio y crea un circo mediático en torno para dárselo a quien previamente se sabía premiado, no tengo nada que objetar: es su dinero y su riesgo. Que haga lo que quiera. Más criticable es que lo hagan con dinero público: denunciable.
Es bueno que te conozcan, pero con precauciones.
Encantado de leerte.

Mariluz GH dijo...

Hola Pedro, he llegado a la acequia desde el manifiesto -mi enhorabuena por la elaboración y difusión- y me voy a quedar por aquí "revolviendo" la biblioteca.

Un beso desde el sur de España
Mariluz

ASOCIACIÓN SOCIOCULTURAL ATAMAN dijo...

No me imaginaba que todo eso acontecía así con cierta impunidad , que interesante gracias por la noticia , un beso

Anónimo dijo...

Pedro,difiero un poco de lo que dices de mi admirado, querido e insustituíble Delibes, es sabido que como novelista le cuesta hacer una novela, como narrador es único, la primera parte de "La sombra del ciprés es alargada" es buena no así la segunda parte que parece que hizo un relleno para llegar a las páginas necesarias para que fuera una novela y no una novela corta. Soy un aficionado como lector pero salvaría "El hereje" de su obra. Supongo que todo el mundo sabe que no tiene el Premio Nobel por que se lo dieron aquél año a Cela, pero había dos academias
una la Alemana pro-Delibes y la sueca pro-Cela y claro está ganó la sueca. Claro está a Cela hay que darle méritos que indudablemente los tiene.

Anónimo dijo...

El anónimo del anterior texto es el despistado Hernando.

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenas tardes Pedro.
Eso de la "Fama", es una cosa muy tentadora y obsesiva.
El personal que tiene prisa por figurar y el que se engancha al carro de lo facil, sigue y seguira siendo un mediocre y un fantoche al que manejaran cual titella.
Como dice el refran: Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
En las letras y en las artes en general.
Al final... Buena la recomendacion, no debemos de desistir de crear y ser nosotros mismos, la conciencia siempre limpia y tranquila.
Abrazos.
Jesus

São dijo...

Gracias y enhorabuena , querido Pedro!
Carnaval alegre para ti.

Paco dijo...

que los premios literarios son una gran mentira... cierto es, y sino que se lo pregunten a mi mujer... conocedora de ese mundillo de amigos y de fantasmas, de colegas y de falsedades.

saludos Pedro

Teresa dijo...

PEDROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
esto se cuenta hace mucho y no ahora jodío.
Ya no me presento a nada (sea bueno, malo o regular, que estoy hasta las pestañas de ver KAKUCIAS)
Na, tendremos que montar una editorial propia para todos los cerebros que se aglutinan por aquí.
Si por mí fuera...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MARILUZ: bienvenida a La Acequia, en la que serás siempre acogida. Un beso.

VERÓNICA: acontece. Un beso.

HERNANDO: de hecho, su obra preferida de las que escribió fue siempre Viejas historias de Castilla la vieja. La sombra del ciprés son dos novelas en una, en efecto. Y él lo sabe porque más o menos lo ha dicho, como también ha venido a decir sin decir lo del premio. Entre Cela y Delibes, prefiero a éste, pero no todo. De aquél, las 6 o siete primeras obras.

JESÚS: lo malo es que ya no importa, aunque le pillen con el carrito de los helados... Quedémonos con la conciencia limpia. Abrazos.

SAO: igualmente, querida amiga.

PACO: y tanto, y tanto... Saludos.

BIPOLAR: tú puedes con todo, ya verás. Me apunto.

Unknown dijo...

Ayyyy!!! que me estoy dando cuenta que está todo intertextualizado... hasta la comida. Buf!!! :(

Anónimo dijo...

Bueno Pedro, sólo esta entrada tiene más lectura que un blog entero. Aunque cansado, no deja de ser interesante leer con tanto detalle y de tantas personas diferentes, sobre algo de lo que uno sólo tenía vagas referencias. Sólo te diré que una vez me tuve que leer unas 400 cartas de amor para un premio por San Valentín y casi estoy leyendo todavía. Por cierto, todavía las tengo en un carpetón, sólo de pensar que tendría que volver a leer aquello para intertextualizar, me entra urticaria y granos por todo el cuerpo. Por cierto, me sorprendió el nivel literario de la mayoría de la gente que mandó sus cartas. La ganadora fue una de las que seleccioné. No intervine en la concesión final. Serían los otros lectores, o miembros del jurado, los que dieron el premio. pancho

pablo miguel simón dijo...

No me gusta participar en premios literarios: cuando tenía 17 años quedé tercero en uno y al ver los trabajos de los más afortunados no pude aceptar que el mío fuera el peor de los tres. Una y no más, me dije, y lo he mantenido. Igualito que Fernando, desdeño las obras que vienen con vitola de certamen, pero he de decir que en algún jurado del que he formado parte se ha trabajado bien (no en todos), aunque ello nunca garantice que la obra seleccionada sea la mejor. En cuanto al plagio, es algo muy feo pero se repite mucho. La recomendación es registrar la obra y creo que en la Junta de Castilla y León hay un servicio dedicado a ello. Como puede deducirse, nunca lo he usado, así que prometo informarme mejor y aportar datos sobre el mismo, si es que funciona.

Tormenta. dijo...

llego tarde, poco me queda por añadir, pero espero que tus trabajos, se vean recompesados de verdad, te lo mereces guapetón!

Besos.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

bueno a mi me plagiaron y sigue por ahí uno con mismo nick...por eso le pues mi nombre, por lo menos es igual a mi DNI.

En el mundo editorial me supongo que habrá mucho listillo y mucho mafioso... pero son buenas ideas lo de registrar y dar a leer...darte a conocer humildemente sin sorpresas. saludos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAFI: interxtualizado y transgénico...

PANCHO: 400 cartas de amor... como para odiar San Valentín...

PABLO: Junta de Castilla y León, SAGE, Ministerio, notarías... hay varias fórmulas. Sé que hay jurados que se toman su trabajo en serio. Yo mismo he participado en varios.

TORMENTA: pues gracias. Besos.

MANUEL: ni con tu nombre estás tranquilo. Estos días se ha conocido el caso de un conocido internautra -uno de los más famosos- al que le han robado dominio, blog y cuenta en Facebook... y todo con su nombre.
Demasiados listos y mafiosos, en efecto. Saludos.

Nome Andrés dijo...

Después de tanto recorrido y tan interesante y tan ilustrativo, Pedro, para mí lo más extraño en todo esto es que al que comete plagio se diga que es un plagiario. En vez de llamar a las cosas por su nombre y decir abiertamente que es un plagiador.
Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

NOME ANDRÉS: según el DRAE, plagiario es el que plagia obras ajenas. O sea, plagiador. Pero tienes razón, plagiario es palabra demasiado culta en su etimología para lo que se merecen los que cometen este delito, así que queden como plagiadores. Un abrazo.

Erebus dijo...

Mal mundo el editorial... por desgracia, al final resulta no ser más que un negocio. Si interesa y se ve que se puede vender, se publica, aunque sea una inmundicia o si se han de usar métodos que harían sonrojarse al tipo que mató a la madre de Bambi. Y si no sirven para tan noble propósito, aunque sean buenas, aunque sean geniales, pues fuera...
¿Influye la calidad literaria? Pues sí, pero siempre menos que el juicio del editor.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EREBUS: voy pensando que la calidad literaria no entra en los parámetros de muchos editores.