viernes, 26 de diciembre de 2008

Inicio de El curioso impertinente y primera demostración de que un trío nunca funciona (Cap. 1.33)

De guardia contra Papá Noel.

La introducción de la novela intercalada titulada El Curioso impertinente en el Quijote ha sido una de las cuestiones más debatidas por la crítica.

El mismo Cervantes, consciente del efecto que había causado en los lectores tras la primera edición, habló de ello en la Segunda parte, como veremos. Ni siquiera habrá que esperar a esta continuación, porque ya se mencionan ciertas cosas al respecto cuando el ventero da cuenta de que en la maleta olvidada por un viajero hay un manuscrito con el texto de esta historia (todos los que han podido leerla han gustado de ella y el cura y Cardenio quedan atrapados sólo con unas pocas líneas) y se dará una primera recepción al final de la lectura.

También se ha discutido si esta novela ya la tenía escrita Cervantes (como otros fragmentos, ya comentados) y la reutilizó aquí o si la redactó expresamente para intercalarla. En cualquiera de los dos casos, pensemos en el interés que tuvo para introducirla aquí y en el sentido que quiso dar a estas páginas.

En todo caso, Cervantes sabe cómo atrapar previamente nuestra atención a algo que nos va a hacer desviarnos totalmente de la trama principal: nos anticipa que nos va a gustar y, al menos, consigue intrigarnos para que no rechacemos como extraño el material.

Desde el primer momento se ha polemizado sobre la verdadera función de la Novela del curioso impertinente.

Se han propuesto varias, todas ellas posibles:

- en primer lugar, esta historia intercalada, tan ajena a la narración principal que se separa radicalmente de las otras introducidas en el Quijote, puesto que sus personajes no se incorporan a la historia del hidalgo, busca un público de la época que gusta de este tipo de añadidos (alejados del gusto del lector medio hoy en día), como sabemos a través de la historia editorial del siglo XVI;

- en segundo lugar, completa tanto por esta forma en la que es intercalada en la trama principal como por el género al que remite (la novela breve italiana renacentista), la gama presentada de modalidades narrativas (recordemos que hemos visto en el Quijote un afán de compendio de los tipos de narración más importantes conocidos hasta ese momento);

- en tercer lugar, sirve de paréntesis narrativo, de un cierto descanso del lector de la complicación a la que ha llevado la historia central y las de los personajes que se han ido encontrando en la sierra y, a la vez, provocando el deseo de ese mismo lector de saber el final de todas las tramas cruzadas.

El resultado, entonces y ahora, resulta aproximadamente el mismo, aunque entonces se estaba más acostumbrado a estos juegos por los que se detenía la acción: el lector no sabe si enojarse con el autor, saltarse las páginas para saber más de don Quijote, o dejarse llevar por la nueva historia. Cervantes pudo jugar con otro elemento no siempre resaltado por la crítica: como ha acostumbrado al lector a retomar a los personajes de las historias intercaladas, muchos esperan ver aparecer a Anselmo o a Lotario por la puerta de la venta.

Pero no pueden aparecer porque ya están en ella, en aquella maleta tan celosamente guardada por el ventero como un arca que contiene los secretos del verdadero entretenimiento: el que nos abre las puertas del mundo de la imaginación.

Vemos a personajes de novela leyendo una novela, porque hay un guiño inteligente de Cervantes que no todos los críticos han sabido ver: si quiere construir una historia de una verosimilitud realista, debe buscar la manera de fomentar la distancia de sus personajes con otros que indudablemente pensemos de ficción.

Por lo tanto, la función esencial de esta historia intercalada no es otra que construirse como una historia indudablemente novelesca, apartada lo más posible de aquellos personajes que asisten a su lectura en voz alta: con ello, el cura, el barbero, el ventero y toda los que se hallan en la venta, incluido el mismo don Quijote, que duerme, son más reales ante el receptor. De ahí que el estilo sea diferente: más cuidado, con un tono y un ritmo diferentes a los que nos ha acostumbrado Cervantes hasta ahora.

E incluso la forma de tratar el tema. Desde el principio, hasta el lector menos experimentado reconoce la materia.

Anselmo y Lotario son dos jóvenes amigos. Anselmo se casa y se ve consumido por celos del todo punto injustificados. Por eso, le pide a Lotario que ponga a prueba a su esposa. Tras mucho hacerse de rogar, Lotario se ve forzado a aceptar la propuesta, pero acabará enamorado de la mujer de su amigo.

La historia es vieja: hay narraciones similares en la literatura anterior, especialmente en la italiana. El formato inicial, la ambientación en Florencia, el diseño de los personajes, el estilo, es de Boccaccio; el motivo de la prueba de fidelidad y la amistad es también de raíz italiana. Ya veremos cómo Cervantes, con estos mimbres, construye una cesta nueva, como siempre.

Aunque no nos lo parezca en una primera lectura, la historia tiene puntos de relación con el resto del libro. En primer lugar, como hemos dicho, es una muestra más de modalidad novelesca. En segundo lugar, es una exposición más de una forma de amar -como desarrollo inevitable de las modalidades narrativas hay también un muestrario de formas de amar en don Quijote, Sancho, Grisóstomo, Marcela, el ventero y su mujer, Maritornes, el arriero, Cardenio y Dorotea-.

Pero de la historia del celoso Anselmo y su amigo Lotario hablaremos el próximo viernes, cuando comentemos el capítulo XXXIV, que ahora el narrador nos la deja sin terminar, en un punto más que interesante, con Lotario sintiéndose culpable por amar a Camila, la mujer de su amigo.

Antes de que juzguéis a Cervantes con parámetros modernos sobre su intención de intercalar la historia o sobre la temática que desarrolla este trío de personajes y de que le acuséis de ningunear a la mujer, os pido que dejéis que termine la historia y la pongáis en relación con todo lo que he dicho en esta entrada, además de ver que allí, asistiendo a la lectura, están también nuestra Dorotea, la ventera, su hija y Maritornes. Camila es el personaje literario.

34 comentarios:

Anónimo dijo...

Por la manchega llanura

se vuelve a ver la figura

de Don Quijote pasar...

Va cargado de amargura...

Va, vencido, el caballero

de retorno a su lugar.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

A la vista de las explicaciones que el propio Cervantes ofrece en la segunda parte, me inclino por la tercera posición.

Fantástica la novela, y memorable la poesia:

"Es de vidrio la mujer;
y no se ha de probar;
si se puede o no quebrar;
porque todo podria ser".

Un abrazo.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Apasionante esta parte...y lo de nunca funciona?? bueno...a veces, el vidrio resiste, lo que te imaginas...

Saludos con admiración!!!

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

"Lo que NO te imaginas ( quería decir) perdon"

Kety dijo...

Pedro, rectíficame si estoy equivocada. Creo que es Anselmo y Lotario y no Ambrosio.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Cervantes vindicado en ciento y quince pasajes del texto del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.

Merche Pallarés dijo...

Se me acaba de borrar todo...GRRRR... Voy al e-mail

Anónimo dijo...

Cervantes sitúa la acción de este episodio en Italia – estuvo varias veces allí a lo largo de su azarosa vida - , concretamente en Florencia, en La Toscana, provincia rica en cultura, arte, letras y posibilidades económicas. Los protagonistas de la historia son dos mozos de clase noble: Anselmo (aficionado a cortejar damas) y Lotario (la caza y la amistad con Anselmo ocupan su tiempo) que va a hacer de mediador para pedir la mano de Camila, de la cual Anselmo no tarda mucho en enamorarse. C termina un capítulo que en nada se parece al resto del libro sino en las locuras similares de Anselmo y DQ, dejando al lector colgado en mitad del cuento, ávido por descubrir el contenido del escrito que Camila le envía a Anselmo, a pesar de la largura del relato.

El argumento del cuento que no es cuento, no desmerece del mejor culebrón sudamericano. Inverosímil: sólo propio de unos protagonistas ociosos; porque hay que tener pocas cosas que hacer para proponer algo como lo que Anselmo propone y Lotario acepta. Aunque la narración esté en tercera persona, presiento que hay algo especial que no acierto a definir en este texto. El narrador se mete en los pensamientos de los personajes y los expone de una forma ordenada, no caótica como en el monólogo interior que practicarán otros escritores posteriormente. Mezcla transcripciones de diálogos - donde, a menudo, el autor añade reflexiones o aclaraciones al hilo de lo manifestado en las que explica las consecuencias que produce lo dicho en el receptor - con pensamientos de los personajes junto a diálogos en estilo directo (¡toma ya! trabajo para los expertos). Me da la impresión de que esta novelilla intercalada es buena: requiere concentración y relectura para sacarle todo el sentido; de superficial nada de nada.

Hay reflexiones sobre las mujeres que no pasarían la criba de lo medianamente correcto como: “La esposa no tiene otro gusto, ni otra voluntad que la del marido”, es decir, habla sólo por boca del marido; o cuando Lotario cabila que las tentaciones y peligros para la mujer virtuosa están tanto en las fiestas, ceremonias religiosas (también aquí), plazas; como en casa de los amigos o parientes. ¿Dónde no, pues? Todos los sitios son lugares de pecado. Vigilancia constante y alerta permanente es lo que se sugiere para defender la virtud. Pero es que hay más, el asunto ya no tiene un pase cuando Anselmo sugiere que en caso de que Camila sucumba a la tentación, no quiere que Lotario consume: “sólo a tener por hecho lo que hay que hacer.” La ofensa debe de quedar en un silencio como la muerte; como la confianza que Anselmo tiene en Lotario que, (como si fuera español) nos pone la honra al mismo nivel de valores e importancia que la vida. Un tanto sobrevalorada la honra parece, más en los tiempos que corren. Sin embargo, la susodicha es recurso típico del numanticismo, tradición y contradicción de los españoles: como aquel almirante que dijo “Más quiero honra sin barcos que barcos sin honra” claro que con estos planteamientos así nos fue con la marina, es más, aún no hemos levantado cabeza, por más Churrucas, Gravinas y Alcalá Galianos que jalonen nuestra historia, toda llena de derrotas navales.

Al hilo de las referencias no muy correctas, estaría la jerarquía en la virtud que propone Anselmo. Dice que no es lo mismo la que obedece por temor al marido que la que sale victoriosa del acoso, solicitud o persecución exterior. Da que pensar el supuesto uso de la intimidación para el mantenimiento del respeto en la pareja.

Lotario intenta, en vano, convencer a Anselmo de la inutilidad de su empresa con varios razonamientos bien articulados. Primero, le dice que las empresas difíciles se acometen por amor a Dios: sólo los santos son aptos para estas hazañas que conllevan una vida de ángeles en un envoltorio de humano. También se llevan a cabo por amor al mundo: son los descubridores y conquistadores que se aventuran por la procelosa eternidad de agua en busca de una fortuna que rara vez encuentran. Finalmente, por ambos amores a la vez: los soldados que se lanzan contra el enemigo por Dios, la patria y el rey; obteniendo de recompensa fama entre los humanos. Con otro razonamiento equipara a Camila con un diamante que - habiendo sido catalogado por expertos de máxima calidad – no tiene sentido darle un martillazo contra un yunque para comprobar su resistencia. Asimismo, la compara con el armiño de piel tan blanca que prefiere dejarse cazar antes de perder el blancor. Pero Camila es más, añade Lotario que la mujer honesta es más limpia que la blanca nieve, espejo de cristal luciente, que se empaña con el aliento, reliquias que se adoran sin tocarlas, jardín lleno de flores cuyo amo no permite tocar o vidrio que se quiebra, imposible de soldar a menos que venga un Júpiter convertido en lluvia de oro que se funda con Danae.

Ante las dudas de Lotario, reacio a ser el instrumento que revuelva los humores ahora sosegados de Camila, en vista de lo mucho que tiene que perder y poco que ganar; Anselmo le insiste en el “mucho contento” que a él le puede procurar el aventurarse y lo poco que él arriesga por la brevedad, al adivinarse entereza en ella. El argumento que convence a Lotario es la sugerencia de recurrir a otra persona para la prueba. El asentimiento fingido de Lotario satisface tan enormemente a Anselmo que con rapidez le propone espacio y tiempo para el encuentro, además de joyas y dinero para que la tentación sea completa. Si con esto la virtud no sucumbe, le aconseja músicas e incluso se ofrece a trabar versos de alabanza.

Lotario engañó a su amigo varias veces simulando diálogos, halagos, requiebros e intentos de chantajes valorados en 4. 000 escudos de oro. Nada de eso se había producido hasta que un día “por el lugar que concede la entrada de la llave” descubrió Anselmo que le engañaba. Nuevamente convence a Lotario con la amenaza de recurrir a otro, que ahora – avergonzado como se siente- le promete cumplir el cometido. Como forma de apoyo, acuerda irse a casa de un amigo durante ocho días, para dejar a Lotario vía libre con Camila. Virtuosa ella, ordena a sus criados que no se le separen con el fin de evitar tentaciones y que haya evidencia ocular de lo sucedido, cosa que no cumple Leonela quien, después de comer, solía alejarse a satisfacer sus contentos. A los tres días de los ocho, rompió Lotario el silencio que la hermosura de Camila le inspiraba y comenzó con las sugerencias y requiebros no correspondidos por quien correspondía. No obstante, dado que el paulatino enamoramiento de Lotario le hacía insistir, no tuvo más remedio Camila que mandar un mensaje a su marido de cuyo contenido informaremos la semana que viene porque al novelista se le ocurrió dar por terminado el capítulo justo en este mismo momento de la narración.

Como ves no somos de la escuela de D Baltasar, pero el resumen está en consonancia con la extensión del relato de hoy. Tampoco hay que preocuparse mucho: salvo escasas excepciones no creo que haya mucha gente que lea los comentarios, y menos éste, claro; tan largo y prolijo. pancho

Anónimo dijo...

La historia dentro de la historia, como la vida misma. Me parece otra genialidad de don Miguel, otro guiño narratativo que se apoya en la complejidad estructural para generar verosimilitud y expectación en lectores y oyentes. De paso, le sirve al autor para presentarnos otro registro narrativo, uno más, en el que se encontraba ciertamente cómodo.

Nome Andrés dijo...

No sigo la serie porque uno no anda muy sobrado de tiempo pero la foto como se resuelve en un tris, sí que la veo. Ésta es de la buenas: a ver, necesito una escopeta, dice Pedro. Una escopeta?, sí, aunque sea de aire comprimido, pero me hace falta una escopeta, o un rifle..., que voy a hacer la entrada del Quijote.

Merche Pallarés dijo...

PANCHO, yo sí leo todos tus comentarios porque ¡me encantan! No importa lo largos que sean porque los encuentro geniales. Feliz Año Nuevo, mi querido. Besotes, M.
P.D. PEDRO MI COMENTARIO ESTA EN EL E-MAIL

Anónimo dijo...

Sí, KETY, en mi libro tambien es Anselmo (no Ambrosio) y Lotario pero seguro que nuestro querido y admirado Pedro quiere liarnos igual que hace nuestro ínclito Cervantes (tenía que endosarnos esta novelita de marras para añadir mas confusión a sus historias enrevesadas...) o Pedro aún está resacoso de estas "entrañables fiestas"...
La foto, como siempre, muy certera y risible.
Vamos a ver, la novelita para un lector de hoy en dia, es un ladrillo de mucho cuidado (y ¡aún quedan dos capítulos mas!). Como leí en el post de TUCCI: "no tientes a la suerte". La verdad es que no entiendo el interés malsano que tiene Anselmo en que Lotario trate de conquistar a Camila. Me parece que, en el fondo, es un voyeur. Como le dice Lotario--y dice muchísimas cosas--"Pues si tu sabes que tienes mujer retirada, honesta, desinteresada y prudente, ¿qué buscas?" Tambien me encantó el final de la perorata de Lotario (tres o cuatro páginas, por lo menos) cuando dice: "...que lo dejaré en su punto, porque me faltan palabras para encarecerlo."
Si os fijais, hasta ahora, Cervantes muy cuco el nos describe veladamente todas las diferentes sexualidades: onanismo, homosexualidad, lesbianismo, heterosexualidad y ahora voyeurismo. A ver con que más "sexualidades" nos sorprende Cervantes.

Bueno, empezaré hoy a leer el capítulo XXXIV que es el segundo de la novelita... Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

CABALLERÍA ANDANTE: buen enlace el que remites. Gracias.

CORNELIVS: veremos. Sin embargo, todas son plausibles. Lo de probar la mujer pudo ser burla de Cervantes o convención literaria. Propio de la época, en todo caso. Hoy ya no sé yo si vale. Un abrazo.

CARMENSABES: bueno, ya sabes, cada uno habla según su experiencia... Saludos.

KETY: corregido. ¿Consecuencia de estos días? Gracias.

JUAN CALDERÓN: nuevo y oportuno enlace. Gracias.

MERCHE: tranquila. Llegó.

PANCHO: muy buen resumen y bien visto lo del final en suspense. En lo de poner el lugar en Italia hay, sin duda, guiño literario. ¿Inverosímil el cuento? No sé yo: hay mucha gente con rarezas, querido amigo.
Y bien visto lo del diálogo, pensaba tratarlo en las noticias pero me lo ahorro gracias a ti: el narrador externo casi desaparece, son los amigos quienes llevan la conversación en largos parlamentos valorativos, como si el narrador quisiera que ellos solos se retrataran ante el lector.
En lo de la mujer, opinaré al final de la historia.
D. Baltasar tampoco se solía aplicar su máxima, que escribió mucho y bien. En cuanto a ti, un placer que te extiendas tanto, querido amigo. Algunos sí leemos todo.

PABLO: es todo un artificio el que construye Cervantes, en efecto.

NOME ANDRÉS: además, esta escopeta sólo dispara si haces con la boca PUM o PAM, según las ocasiones. Si te animas a un autorretrato quijotesco, lo publico, aunque no sigas la serie.

MERCHE: en efecto. Corto y pego.
Corregido el error, que no malicia: resacoso y despistado, quizá.
En lo de ladrillo, quizá sea cierto: es la parte más alejada del lector actual.
En cuanto al interés malsano, ya sabes que hay mucha gente rara por ahí y los celos lleva a la gente a extremos...
Muy bien vista la sutil ironía de Cervantes en el final del parlamento de Lotario: Cervantes sabe lo que está haciendo y cómo se puede recibir y tiene estos giros para burlarse del mismo escrito.
Cervantes debía conocer los efectos de todas estas variantes sexuales...
Besos.

MAMEN ANZUÉ... dijo...

Perdona Pedro, pero yo hoy, después de leerte, me quedo con esa foto "Esperando a Papá Noel", jajajaja;)).. Muy buenooo¡¡ cualquiera se te acerca asíi¡¡¡¡;))

UN BESOOOO A LA DEFENSIVAAA¡¡¡¡

matrioska_verde dijo...

Querido Pedro, pues hoy como ando sobrada de tiempo he leído la entrada y todos los comentarios. He de decir que la historia de Anselmo y Lotario me enganchó y no voy a esperar a la semana que viene para leer el final de la historia. De después de comer no pasa que la lea, ya tenía pensado que cayera ayer pero me surgieron cosas y no pude.
Una historia dentro de otra historia... a mí me parece como lo de (antiguamente) los descansos en el cine y salía en la pantalla "Visite nuestro ambigü"... A mí desde luego me gusta porque me parece que el relato está perfectamente escrito y argumentado. No voy a entrar por supuesto en temas como (espera que lo subrayé)...

"Mira, amigo, que la mujer es animal imperfecto, y que no se le han de poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitárselos y despejalle el camino de cualquier inconveniente, para que sin pesadumbre corra ligera de alcanzar la perfección que le falta, que consiste en el ser virtuosa."

Desde la perspectiva de hoy en día:¿No te parece increíble Pedro, todo el camino que hemos tenido que recorrer para ser lo que hoy somos? Porque ese pensamiento era real, tan real como que me llamo como me llamo.

Como dicen nuestros hijos:

¡¡Que fuerte!!

biquiños,

p.d.: ah, de papanoél también estás muy guapetón, es que todo te queda bien... je je je, más leyendo el Quijote.

Ele Bergón dijo...

Por esta novela que la puso Kety en su blog, decidí volver a releer El Quijote y ahora con vosotros me estoy dando cuenta que que nunca se acaba de releerlo y disfrutarlo.



Un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

Estas conmigo entonces que El Quijote es un escrito ¿BASTANTE erótico y pornográfico para su época? No me extraña nada su éxito "comercial". Es lo que siempre ha gustado a la gente a través de todas las generaciones... Aunque su estilo literario fuera revolucionario y fuera de serie. Pero el "sexo", en el fondo mi querido, mueve montañas... Besotes, M.

Martine dijo...

Quiero dejar patente que lo leo TODO... Eso va por Pancho ;-)

Luego Merche, opino como tu, que esta Novela y quien la escribe tiene conocimientos más allá de lo que el pudor de entonces requería... ;-)

Mi Profe! Estás siempre guapo, te pongas lo que te pongas... Y no hablemos de como escribes... No es peloteo, lo sabes... No hay notas a final de curso...

Un Beso Pedro , de Eucalipto....
Y un té con sabor y olor a Jazmín...

Anónimo dijo...

Bueno Pedro, no era mi intención andar por ahí pisando temas. Tiene que ser muy evidente, para que lo descubra. De todas formas la culpa es tuya por enseñarnos tanto.
Merche: Gracias por los piropos, pero no seas exagerada. Lo de genial se lo dedicamos a Pedro que es el que se lo merece. Lo preocupante sería que después de 33+2 semanas de clases no hubiéramos aprendido algo; con tan buen maestro que nos enseña.
Lo de la extensión lo decía por mí. Si yo viera un escrito tan largo en un comentario de cualquier blog, seguro que lo pasaba por alto. Habrá que ir pensando en el 34, que como dice Merche, es igual de largo. pancho

Teresa dijo...

-Ei Bubu (dijo Yogui) no ha salido mi comentario de esta mañana...
-Ya lo sé Yogui, está escondido en las montañas rocosas...

Bueno pues venía a decir (aparte de autofelicitarme a mi misma jeje porque he llegado hasta aquí) que hay que ser tonto del c... para poner semejante prueba. Que para el caso en el que ella no caiga en la tentación, él jamás volverá a confiar ni en su amada ni en su amigo, porque es muy muy celoso patológico. Enfermito que se dice.

Ah sí, y el tema creencias religiosas, enfrenta la necesidad del moro de ver y probar lo que cree frente al cristiano, que sólo necesita su fe.

Antonio Aguilera dijo...

Estimado Pedro:
No entiendo la fobia que tienes a Papa Noel; ahì con la escopeta a cuestas.....jajaja.
Erraste en el pronòstico:
Papà Noel te buscaba para entregarte una reliquia bibliogràfica, como es, un ejemplar de la 1ª parte del Quijote de su primera ediciòn en
1605. Bueno......el pobre cuando viò el pistolòn huyò despavorido y se lo dejò, por lo visto, a una tal famosa Belèn Esteban.

Se ve que la tomaste "caliente" con Ambrosio, que al final, dudando yo de mi ediciòn ( no vaya que pasara como con el borrico, que aparece y desaparece ), mirè y remirè en varios Quijotes, y no satisfecho aun, escuchè en el mp3 que decìa !!ANSELMO!!; por lo cual yo no soy el despistado jajaja.
Bromas seguro del Sr.Ojeda.
Ya leo que màs contertulios lo mencionan.

Toda tu exposiciòn la considero muy enriquecedora, y me llama mucho la atenciòn el detalle que pones de relieve:
" Vemos a personajes de novela leyendo una novela, guiño inteligente de Cervantes que no todos los crìticos han sabido ver...".
Con ello los protagonistas del Quijote salen mucho màs fortalecidos como "entes reales", frente a los personajes del Curioso Impertinente, que en ese contexto son ficciòn.

Excelente maestro.

Eternas felicidades

Merche Pallarés dijo...

PANCHO, sé que lo decias por ti pero que no me importa (a mi) lo largo que sean tus comentarios porque se complementan con los de nuestro querido y admirado PEDRO que es el que nos ha metido en este berenjenal cervantino/Quijotesco. Disfruto mucho leyéndolos al igual que los del Sr. de la Vega y la Abejita. Aprendo mucho de todos vosotros y eso es lo que me gusta. Besotes de vino y rosas (estamos cerca del fin de año...), M.

Silvia_D dijo...

Aquí estoyyyyy!! no he leído nada de nada, ni coments , ni capítulo, ni ná de ná (lo haré) pero me he pasado el día en la nieve, Pedro, que guay... la nieve, en Mallorca, es lujo.

Subimos al Puig Mayor, luego a Fornalux,Soller, una pasada, es precioso, lo malo que las fotos una m... que mal han salido ainsss.

Acabo de llegar, a ver si tengo tiempo esta noche, aunque estoy muertecita.

Besos y besos fresquitos, pequeño y besos para los demás que no tengo tiempo de paseos (lo siento).

Isabel Huete dijo...

¡Alucinaíta me tenéis todos y todas!
Por cierto: eso no es un trío sino una encerrona de la época. ¿Cuántos has probado para decir que nunca funciona? ¡Pendón!
:))
Besitos triangulares.

Abejita de la Vega dijo...

Comentario al capítulo XXXIII del Quijote, primera parte.

Nuestra amiga Kety, en “Los cuentos de la abuela", nos propuso el verano pasado copiar “El curioso impertinente” entre los visitantes de su blog. Tuvimos así la oportunidad, al copiar los fragmentos, de conocer mejor este relato, de estilo tan diferente a los capítulos anteriores.
¿Por qué ahora esto? nos preguntamos. Pedro nos ofrece tres posibilidades: gusto del público por los añadidos, completar un compendio de modalidades narrativas o descanso para el lector. Podrían ser las tres. Yo añado una más simple. Cuando en la mente de Cervantes bulle una historia, se las apaña para encontrarle un lugar y nos la cuenta,nos la tiene que contar como sea. Para una máquina de fabricar historias como Cervantes, una maleta abandonada en la venta, es suficiente.
Comienza la historia de Anselmo y Lotario, dos amigos muy amigos, demasiado amigos. Toma la palabra un narrador en el que no reconocemos esa voz que nos ha hablado en capítulos anteriores. Comienza con un estilo indirecto algo lento para el lector de hoy, un estilo muy peculiar ya que el narrador llega a plantear una pregunta para contestarla él mismo:” Pero, ¿dónde se hallará amigo tan discreto y tan leal y verdadero como aquí Lotario le pide? No lo sé yo, por cierto…”
Por fin, se ponen a pasear por un prado y comienza un diálogo en el que las razones de cada amigo son parrafadas de páginas enteras. Anselmo propone a su amigo un disparate: que corteje a su esposa Camila nada más que para probarla, para “acrisolarla”, valdrá más después de la prueba, qué vale ser buena si no te dan la oportunidad de ser mala.
Como Pedro nos ha pedido, no vamos a juzgarle con parámetros actuales, no vamos a acusar a Cervantes de ningunear a la mujer.Y si alguien de religión islámica lee este capítulo…
En este capítulo Camila resiste; pero “irremediablemente la hermosura y la bondad de Camila, juntamente con la ocasión que el ignorante marido le había puesto en las manos, dieron con la lealtad de Lotario en tierra.”. Tres son multitud, el trío comienza a fallar por un lado. Nos quedamos pendientes del billete que Camila escribe a su marido, sintiéndose incapaz de resistir sola el acoso de Lotario.
El lector, desconcertado por el cambio de tono en el narrador, pudo haber tomado la decisión de saltarse los capítulos del curioso, yo no lo hice, no me acuerdo si tuve la tentación. Pero ya comenté, la primera vez que paseé por la acequia, que me salté en tres ocasiones la historia del cautivo cuya lectura nos aguarda. A la cuarta pude con el relato morisco y pude decir “he leído todo el Quijote”.
Lo que me ha costado, Pedro, pasar por alto eso de “que su esposa Camila no tenía otro gusto ni otra voluntad que la que él quería que tuviese”, lo del vidrio, el armiño, el diamante, etc. Pero es que pertenezco a una generación de mujeres que todavía fue educada con separación de sexos y hay cosas que molestan, por muy literarias y de otra época que sean.
Un abrazo para ti y para todos los paseantes.

Señor De la Vega dijo...

Mi señor Pedro, gracias como cada semana por su tan beneficioso esfuerzo, del que disfruto y gozo.
Igual al resto de comentaristas, a los que leo, sin comer coma.
De este 'Curioso Impertinente' aprovechando la ocasión que me ofreció la Abejita, dejé mi primera intuición la semana pasada en el blog de 'Arañita Campera' y así decía:
"me gustaría pensar que fue bien pensada la ejemplar novela, en ese momento de la obra, ya que si habla de sentimientos, y la mujer parece objeto; no así, yo lo interpreto, sino como metáfora de los valores de la 'lealtad perdida' aquella que no encuentra en su mundo (ya moderno), Alonso de Quijano, y es procurado por el 'Hidalgo y Caballero Don Quijote'. Valor, sobre el que se sustenta el vasallaje, donde ya sea en 'Amor Cortés' como el profesado a 'Dulcinea' o el ofrecido a otras causas 'justas'. Requiere más, que amistades, o la vida y sobre toda otra pleitesía se impone.
Busca Anselmo (ingenuo e idealista) conocer la lealtad de 'Camila' pues, no le bastan las leyes del matrimonio, ni del amor plebeyo, quiere la lealtad, como aquella que supone al amigo.
Así con todo, se verá y quizás mucho más claramente y gracias al curioso impertinente, que existe una bella lealtad de Sancho a Don Quijote y del Señor de la Triste Figura a Sancho, hasta la muerte."
No es baladí, que se recurra al arte del cortejo, a la poesía, y a la figura de esposo versus trovador, como implícitas en la novela, aunque todas falseadas, en una trama de engaños y finalmente enrevesada y con múltiples salidas.
Estoy más que de acuerdo, en que los tres motivos para insertar la novela ejemplar, mencionados por Pedro, más el expuesto por Abejita, se pueden dar y de hecho creo que todos se dieron, simultáneamente.
Cervantes, con la base de la Novella Italiana, creará narraciones cortas con la retórica y fondo moral, que sus precursoras no tuvieron, y empujará el género más allá de todo lo escrito hasta el momento.
Creo que el Manco de Lepanto, tenía en su cabeza cuando se sentó a escribir el Quijote, muchos temas que tratar y en muchos modos diversos, y pienso que se aprovechaba de la mínima ocasión, para insertar todo eso, en el cajón de sastre que su 'amigo' El Quijote le ofrecía. Tuvo la habilidad y el genio para hacerlo, haciendo más grande la historia de su loco y el escudero. (Al mismo tiempo).
En sus íntimas razones y relecturas, de lo escrito, seguro que pensó los pros y los contras de arriesgarse. Y me apuesto a que tuvo más de cinco motivos. Se me ocurre, que en el curioso impertinente, demuestra con soltura, como se puede tejer una trama (en principio poco probable) enredándola con inteligencia y sin que se anude el ovillo de lo absurdo. Para de nuevo, hacernos caer en la cuenta, que nada es lo que parece, a menos que que así nos lo hagan parecer en la apariencia, y que cualquier razón tiene otra, que sin razón nos enajena, por más que conozcamos las razones. Y por ser él, escritor de todo, lo demuestra con vanidosa destreza. Pues era humano, poeta y orgulloso.
Pues aprovecho, para desearles a todos y todas, felices fiestas y un año lleno de salud y gozos.
Suyo queda, Z+-----

Silvia_D dijo...

No funciona la pareja, como para que funcione un trío.

Leí, sí y el regusto machista (del pensamiento en si, no de Cervantes) que me ha dejado, es grave,lo de casta y pura... para ser buena, pues que no me cuadra, a mi, claro, que no me siento de cristal, si no de hormigón armado.

Por otra parte, magistral el enredo del relato y como sigue, que me pudo la curiosidad y seguí con el siguiente capítulo y me sigue demostrando la capacidad camaleónica de supervivencia que tenemos las mujeres y como lo reconoce el autor... es qué somos más listas!! :))

También nos ofrece el capítulo la reflexión de elegir, entre ser idiota o no serlo y creo que Anselmo, era un gran idiota, se merecía los cuernos... otro para perchero!!

Cada día más, pienso que Cervantes, era un alien... sabía demasiado^^

Besos, profe.

Unknown dijo...

En el tema del Quijote me sigo sacando el sobrero sobre el trabajo que estas haciendo. Así como ver las respuestas de la gente que pasa por aquí. Poco a poco deberé de soltar las amarras de participar más activamente. Miedo me da combatir con estos molinos!
Un abrazo extensivo a todos los participantes incluso los pasivos. Vaya, seré tonto, me acabo de abrazar a mi mismo.

Abejita de la Vega dijo...

Pedro, creo que incluso alguien ha dudado de la autoría de Cervantes, con respecto al "curioso".¿Hay algo de eso ?¿Podría ser este relato como el primer capítulo de la "Celestina"?
La abeja otra vez

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAMEN: "De guardia contra Papá Noel". Pues no sé cómo lo hizo, pero se debió colar cuando daba una cabezadita. Un beso.

ALDABRA: así me gusta, que te atrape y anticipes para ver el final.
Por suerte, la situación de la mujer occidental hoy no es la misma.
Besos.

ELE: lo sé: fue una buena iniciativa. El Quijote siempre nos sorprende. Un abrazo.

MERCHE: en efecto, en el Quijote hayamos muchas formas de amar. Debió ser uno de los ganchos para su éxito, sin duda. Tienes razón, no sé si mueve montañas, pero sí voluntades. Besos.

SELMA: gracias por el piropo. Besos, con el sabor que quieras.

PANCHO: pero me gusta que os anticipéis, porque eso demuestra que se ha creado una corriente de pensamiento común. ¡35 semanas ya!

BIPOLAR: no, no salió, quizá llegaste exhausta. Pero llegaste: me gusta. Hay que ser tonto, en efecto. La religión, ya sabes, se vive por dentro...

ANTONIO AGUILERA: vaya, así que aquel paquete que no acepté... Espero que Belén Esteban sepa hacer buen uso de él.
Bromas o efecto de las noches...
Pienso que esa es la intención literaria de la novela, además de aprovechar material de primera calidad, claro.

MERCHE: sigamos en el berenjenal, entonces.

DIANNA: pues que nieve más en Mallorca, que el Quijote y la Acequia pueden esperar. Besos.

ISABEL HUETE: ay, algún día deberé contar... Besos.

ABEJITA: te he respondido a este excelente comentario en tu blog. ¡Gracias!

SEÑOR DE LA VEGA: hay muchas claves de lectura en esta novelita. Si yo me la encontrara exenta, hablaría de su excelente estilo según las normas de la novela breve italiana del Renacimiento y aludiría, sin dudarlo, a su misoginia. Pero no está exenta, así que tiene truco y uno de ellos es el que bien has visto. Y excelente lo señalado al final de tu comentario: toda una demostración de habilidad.
¡Felices fiestas!

DIANNA: ay, si es que tienes mucha razón. De lo del machismo, hablaremos al final del texto.
Anselmo es idiota sin remedio y Cervantes sabía por viejo y vivido.
Besos.

JAN: me alegro de la acogida que ha tenido esta idea y de la excelencia de los que en ella participan. Yo me lo paso muy bien, espero que sea sentimeinto común de todos. Abrázate abrazándonos: es lo mejor.

ABEJITA: por dudar se ha dudado de todo. Incluso de que Cervantes escribiera el Quijote. Hablaré de esto, ya que lo sugieres, cuando se acabe la novelita.

Juan Luis G. dijo...

Hola Pedro.

¡Uf! Menudos comentaristas tienes... ¡qué lujazo! Por cierto, yo también lo leo todo, es más, lo disfruto todo.

Esta novela, junto a la del cautivo, supuso un suplicio en mi primera lectura, hace muchos años, de El Quijote. Ahora afortunadamente la miro desde otra perspectiva gracias a tus explicaciones y a los comentarios que habéis hecho todos.

Con esta inclusión, Cervantes nos proporciona otra dimensión; ponernos a nivel de los personajes principales al asistir a la lectura de la misma obra que ellos están escuchando.

Qué vida tan dura la del celoso; siempre lo he pensado. Por otra parte, si les sirve de consuelo a las comentaristas, Cervantes ni se plantearía hacer la misma prueba a un hombre; seguro que caería en la tentación sin ningún miramiento. Claro que la honra masculina tenía otros parámetros de medición.

Un saludo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JUAN LUIS: vosotros sois todos un lujo y hacéis que esto sea inolvidable, sin duda.
Y tienes toda la razón en lo del celoso.

Asun dijo...

Pues sí que me chocaba a mí la inclusión de esta novela que no tiene nada que ver con lo relatado hasta ahora, pero después de leer tu entrada creo que lo entiendo mejor.

Lo que no varía es la forma de terminar el capítulo dejando el suspense en el aire.

Seguiremos leyendo a ver como termina, y mientras tanto dejaremos volar la imaginación a ver si acertamos.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ASUN: en efecto, con esta partición en capítulos, Cervantes consigue despertarnos curiosidad e imaginación. Besos.