miércoles, 19 de noviembre de 2008

Raspaduras


Por mucho que nos empeñemos, la vida nos hiere. Ese dolor nos hace crecer porque nos recuerda nuestra consciencia, que tanto acallamos con narcóticos: como las raspaduras que, en el asfalto, preparan una capa nueva. No neguemos el dolor ni lo huyamos: es parte de nuestra condición humana.

Hoy, miércoles, debería publicar mi entrada sobre el estado de la Universidad española, sobre todo, porque mañana (¡20 de noviembre!: cómo se nota que ya ha pasado el tiempo, ni yo mismo voy a dejar que el recuerdo de un tirano modifique mis planes de lectura semanal del Quijote) muchos estudiantes universitarios se van a lanzar a la calle contra la reforma.
Lo hacen demasiado tarde, porque ya está decidida y de forma muy confusa, puesto que, entre las reivindicaciones acertadas de su protesta (sobre todo aquellas que aluden a la vertiente neoliberal extrema de muchos aspectos del Espacio Europeo de Educación Superior) se hallan algunos puntos que no son muy exactos puesto que, al plantear como opción la conservación de lo actual, dejan fuera del ámbito europeo a la Universidad española y, por lo tanto, sería poco competitiva (lo que iría contra sus propios intereses profesionales futuros); conservan las deficiencias de rendimiento que hacen que ninguna de nuestras instituciones estén entre las mejores de Europa; prefieren una Universidad no adaptada a la realidad de los nuevos tiempos, etc. Me llama la atención que algunos colectivos de estudiantes estén más preocupados en sus críticas a la reforma por mantener el estatus social y profesional de su titulación actual que por su competitividad futura en un mundo globalizado en el que deberán buscar acomodo junto a otros titulados europeos que, en menos tiempo, ocuparán sus mismos puestos de trabajos con una metodología de enseñanza más adaptada a las necesidades de las empresas.

Sin embargo, siempre me ha gustado que los estudiantes universitarios se muevan -como yo lo hice-, aunque una parte de sus reivindicaciones puedan ser erróneas y procedan de la desinformación y del desenfoque. Por eso, mañana los respetaré y apoyaré, aunque intente, si me lo piden, corregir las demandas menos exactas para que salgan favorecidas las más oportunas.

No soy un entusiasta del Marco Europeo de titulaciones, pero pienso que es mejor que lo que tenemos en la actualidad, insostenible en su planteamiento, costo social y económico (al fin y al cabo, esto se paga con los impuestos de todos) y resultados. Yo quiero universitarios competitivos que no tengan problemas en la homologación de sus títulos en Europa; quiero una Universidad que se adapte a las nuevas realidades y que sea capaz de fomentar los controles internos; quiero una Universidad que tenga que dar cuenta de lo que la sociedad ha invertido y que, por lo tanto, esté vinculada a ella y no pueda ampararse en la autonomía universitaria como excusa que sirve para todo; quiero una Universidad capaz de favorecer el aprendizaje permanente; quiero una Universidad en la que se acaben situaciones enquistadas desde hace años y que la llevan a tener un lastre de funcionamiento que es muy negativo.

Las grandes dificultades para los estudiantes futuros vendrán, sobre todo, de aspectos económicos. El nuevo tipo de Universidad nos llevará a que no sirva igual el título expedido en cualquier Universidad española, puesto que al alumno se le valorará por la institución que se lo ha extendido y no sólo por la denominación; conducirá, también, a que la formación específica tenga lugar en costosísimos máster. Las diferencias entre los campus y entre los centros se agrandarán hasta un punto en el que muchos títulos serán mirados con pena porque sólo habilitarán como graduados pero no servirán para ser competitivos.

Esto tiene consecuencias socio-económicas: incluso el tipo nuevo de ayuda-beca-crédito procede de otra mentalidad muy diversa a la española. Tiene soluciones, que veremos otros días y que pasan todas por la implicación del entorno social en su Universidad: cada vez más, cada una de ellas será la expresión final, en lo que hace a la enseñanza universitaria, del lugar en el que se halla, de la colaboración de todos los sectores sociales, de la vigilancia de los medios de comunicación, de las demandas de los estudiantes, etc. Ése debe ser el reto futuro y en donde deberíamos ejercer nuestra condición de sociedad activa para presionar: cada Universidad responderá a las inercias de implicación, demanda y control de su entorno.

Pero no podemos ir a cenar un fin de semana a una cadena de hamburguesas, imitar sistemáticamente el modelo anglosajón, reclamar su nivel de bienestar técnico y luego pedir que nuestro sistema de educación -en todos los niveles, incluido el universitario- sea diferente. Viene en el mismo paquete que compramos al beber la primera cocacola de nuestra vida o al adquirir la entrada para una película norteamericana que veremos, además, en versión doblada al español para que su impacto sobre la cultura propia sea mayor. No podemos estar al margen de aquello que imitamos con tanto fervor.

Pero hoy no voy a tratar de esto. Quiero tomarme una pausa porque la vida me ha raspado, como cuando tropezábamos de niños y nos heríamos las rodillas contra ese asfalto que hoy he visto abierto y he fotografiado, a la espera de la cicatrización del tiempo. Me temo que la tintura de yodo que me he puesto en la herida no es suficiente.

45 comentarios:

labea dijo...

¿Y si te damos entre todos un achuchoncillo virtual?

María dijo...

Es el tiempo el que ayuda a cicatrizar cualquier clase de herida, ya sea superficial, como interna, deja que pase el tiempo, y verás como la herida quedará curada del todo.

En cuanto a la reforma educativa, está muy bien que los estudiantes se movilicen, sino están de acuerdo con dicha reforma, no deben callar, sino protestar por lo que no estén de acuerdo, porque son ellos los principales afectados.

Un beso.

Quique dijo...

Excelente post

Anónimo dijo...

Siento disentir con María, por experiencia tengo que decir que hay heridas que no curan. Hay que saber vivir con ellas, eso sí.

lichazul dijo...

raspaduras que dejan marcas y que duelen ...vaya que sí!!
y otras que se van como vienen

la vida está llena de zancadillas
pero es así como la quiero:-)

muakismuakis
espero que tu papy esté mejor y recuperandose

las mejores vibras y muchas energías:-)

Ariel Luque dijo...

Tienes toda la razón Pedro, hay que aprender a vivir con el dolor porque nos hace mas fuerte para la proxima...siempre hay proxima.

Cada vez que veo levantarse parte del pueblo, como en este caso los estudiantes, es para mi una inyección de esperanza. Ver que no todos estan dormitativos, es algo para brindar! Los jovenes seguimos con el espiritu de lucha y eso es algo mas que positivo en este mundo que cada vez más se autodestruye. Cosas como estas son pequeñas luces de esperanza entre las tinieblas.

Espero no sonar tan fatalista. Un abrazo grande amigo Pedro!!

Ariel.

Nerea dijo...

Me uno a labea, me encanta dar achuchones.

Opino igual que María, el tiempo lo cura todo si no es así se vive en el pasado.

Si con el yodo no tienes sufiente prueba con el aceite del árbol de té, además es antibacteriano( jejeje es broma).

Hay que luchar aunque la batalla esté perdida.

Besos!!

Teresa dijo...

Hay que aprender de los errores y evolucionar para eso tenemos las cicatrices (Me asombra la capacidad de algunas personas para ignorarlas)

Respecto a las protestas estudiantiles.. espero de corazón, que se realicen desde la coherencia del pensamiento (sea cual fuere) y no desde el penoso tetrabrick de vino peleón.

Anónimo dijo...

Ya somos dos. Yo también estoy herido, amigo. Ni siquiera puedo escribir. Tú nos pones una fotografía de un asfalto arañado ¡qué horror! para dar una idea de tu estado; yo debería pegar de alguna forma el archivo de sonido del cuarteto op. 133 de Beethoven "Gran Fuga". He leído tu post sobre la Universidad; me produce una angustia indecible. Tengo que escribir sobre ello, pero no ahora; no puedo. Por cierto, ¡Felicidades! Ayer fue tu duodécimo aniversario como catedrático, lo leí en la sección de sociedad del ABC. Deseo que los hayas disfrutado.

Merche Pallarés dijo...

¿¿Has salido en la sección de sociedad del ABC?? Si es así, tambien te felicito por tus doce años de docencia.
Para no querer escribir sobre la universidad, no lo has hecho mal del todo... ¡Arriba ese ánimo! Las heridas cicatrizan, se curan aunque no se olviden pero con el tiempo se curan. ¿Qué tal está tu padre? Besotes, M.

Gabiprog dijo...

No entiendo como en según qué cosas nos bastaría con mirar al exterior para escoger lo acertado y descartar lo no adecuado, y acabamos cavando nuestros propios pozos de ignorancia.

Desinfectar heridas es un primer paso, una herida mal curada siempre son problemas al cabo de un tiempo.

Un abrazo.

Esther dijo...

Da rabia que despues del esfuerzo que hacen los universitarios por sacarse el título les digan que por sacarselo en tal o tal centro no les vale igual... Tenían que salir todos igual de preparados estudiaran donde estudiaran y que se mirara por igual su título en todas partes..Espermos que sus quejas lleguen a oidos de quien toca y hagan algo..

besos

XuanRata dijo...

La protesta como ejercicio intelectual y social es muy saludable. Casi todos la ejercemos a diario con mayor o menor razón. Pero proponer alternativas eso ya es harina de otro costal: cuesta más sobre todo porque no hay costumbre.

Para las heridas de las rodillas la mejor medicina es el aire fresco.

Anónimo dijo...

Yo te hablaría de por qué me movilizo, sobre todo acerca del tema económico (lo caros que son los másters), pero cuando te raspan, es mejor esperar a que se pase el raspón.
Ánimo.
Un saludo.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Te dejo un abrazo virtual y mucho ánimo, Pedro
La vida te raspa y hay que vivir con las cicatrices a cuestas porque forman parte de nosotros y sin ellas no seríamos como somos.
Lo dicho, un abrazo.

Francisco O. Campillo dijo...

Si tienes una herida, yo sólo tengo un abrazo.

Francisco O. Campillo dijo...

Por cierto, un abrazo tal vez no sea tan efectivo como el bálsamo de Fierabrás, pero perdí la receta de las pócimas secretas de quienes medimos la Tierra toda con nuestros propios pies ;-)

Señor De la Vega dijo...

Los universitarios, deberían estar protestando por la crisis, sí sí, la económica, justo ahora, eso es lo que toca, esa que está poniendo de rodillas a gobiernos (y nosotros de cojín en sus rodillas, soportando todo), deberían, si supieran mirar frente a frente al globalizado mundo, revelarse aportando energía, demandado soluciones, con la ilusión y la crítica, que ahora se supone esta bullendo en sus neuronas, o ¿bullen solo litronas?. Deberían ocupar la calle y los medios, los parques y los parqués, con protesta que empequeñeciese al 68 o enrojeciese a un 69, antes de ser esclavos de sus propios intereses creados, que lo acabarán siendo, porque así es la vida.
Yo no le pido solo ese esfuerzo a sus padres, ni a sus abuelos, sino a ellos, a nuestro futura mirada, técnica o filosófica, a nuestros mediadores frente al futuro. Hoy más que nunca, estamos atrapados en la falta de rumbo, de ideales sociales (buenos o malos) que aseguren caminos y eso no augura nada bueno, solo complacencia, hasta que sea aún peor el remedio que la enfermedad.
La Universidad, que se mira así misma, no sirve para nada o para nadie y resulta ridícula.
Rechacemos los "masters", pidamos obligación de contratación en empresas a estudiantes y recién licenciados, con un sistema regulado de supervisión académica y empresarial, y que así empiecen a gestionar un sueldo en la real economía y no generar más gastos y mantener a más teóricos de la empresa en el sopor del aula. Presentemos y pidamos currículum de licenciados y científicos que publican y puedan ser leídos, que trabajan sobre resultados y puedan ser contrastados, experiencia justa y reconocible en el saber hacer y no más certificaciones de glamourosos centros de estudios que avalen lo invaluable de una marca universitaria o una escuela de negocios innegociable.
Tengo una lista de PhD, DBA...salidos de las primeras cien Universidades del mundo y que saben una mierda, viendo los resultados de sus gestiones, por ejemplo económicas o políticas, y que han ayudado o no han servido para que nos hundamos en el lodo como puercos.
¡Quitémosles el título!, como a un traidor los galones, degrademos a esos centros a los cien peores, por resultados catastróficos en el mundo que nos interesa, porque su conocimiento no nos vale, ni siquiera a la clase media en nuestro BigMac mundo; "a los pobres y más débiles no les ha servido nunca". (No estar entre las 100 mejores no nos excluye de mojones, porque dentro de nuestro territorio el cenagal es, sino igual, mayor)
Z+-----
Ni todas las raspaduras son iguales, ni su cura es la misma.
Algunas, siendo inevitables por el paso del tiempo y el desgaste de la vida, llegan para advertirnos que estaremos solos a corazón abierto, sufriendo en nuestro carne, que aquellas pieles que cubrían nuestra seguridad en el mundo, ya no calmarán nuestros fríos en heladas noches de soledades con su acompañar seguro, en la mirada que atenta siempre nos miraba.
¡Cuántas veces deseamos desabrigar nuestros cuerpos crecidos, para seguir creciendo!, pero nunca del todo pudimos, y cuando al fin podemos, lloramos pensando en las caricias que no dimos a esa piel arrugada, y que fue nuestra, porque fuimos de ella y ya será recuerdo.
Para algunos habrá raspaduras más grandes en la vida, pero cuando las que sabemos que nos llegarán como seguras, vienen infectadas de nuestra vida en ellas, no consuela saber que con las fiebres crecemos, para dar el último estirón de nuestro ser adulto, solo consuela el abrazo de los nuestros mojado de lágrimas, pues sabemos que perdemos lo que más quisimos.
Un sincero abrazo, Z+-----

Anónimo dijo...

bueno pedro la vida esta "triste y jodida"( como dic mi padre)
nos raspa continumante a algunos mas que otros...pero que te voy a enseñar yo ati?
ya sabes las raspaduras de las rodillas son un espanto ..por lo que esa parte de la peil se dobla costantemente..
pero las del alma tb son un espanto.
besines y sana ..sana..

El Ente dijo...

Yo me uno al achuchon...un fuerte abrazo es revitalizante. La vida nos da y nos quita, a veces las medidas parecen estar descompensadas o lo que nos quita llega en el momento menos oportuno...de todo ello tenemos que hacernos fuertes y aprender siempre aprender...

UN FUERTE ABRAZO PEDRO

la inkilin@ dijo...

Cuando te raspan donde mas duele es difícil no para y reflexionar..donde estamos.. hacia donde nos dirigimos..la vida llena de caminos..caminos por explorar y muchas lagrimas por derramar..
..recuerda.. que también llegaran alegrías, todavía no vividas..

Un fuerte abrazo

Unknown dijo...

Cuando eres joven estudiante el entendiemiento juega malas pasadas porque no existe una equiparación desarrollo corporal/mental, demasiada energía y neuronas en desarrollo... lo que planteas es correcto aunque con matices, lo de la coca y las hamburguesas... es un poco como el jalogüin, quizás un modelo anglosajón es el menos conveniente para un país tan latino, somos mediterraneo, somos bravos, somos distintos...
El dolor existe, es y está... hay muchas cosas que nos ayudan a superarlo aparte de los calmantes.
Abrazos.

Nome Andrés dijo...

Muy cerca de mi casa está el campus de humanidades. Es desolodar ver cómo en ese espacio resulta extraño ver estudiantes. ¿Pero dónde están? Seguro que detrás de esta situación están muchos de los problemas que apuntas. A mí me parece fundamental lo que dices de control interno y de presentación de "cuentas" a la sociedad.

São dijo...

A vida fere-nos, mas os calmantes nos drogam sem nada resolver.
Sabes que é Portugal o país europeu onde mais este tipo de medicamentos se consome?!
Besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

LABEA: conforta, por supuesto. Gracias. Te echamos de menos en la olla.

MARÍA: hay cicatrices permanentes. El tiempo sólo las disfraza.
En efecto: que protesten es bueno. Lo demás es cuestión de matices. Toda la sociedad está afectada.

QUIQUE: gracias.

BLOGOCHENTA: en efecto. Y de vez en cuando, te tocas su huella...

LICHAZUL: una vida cómoda y sin heridas es inútil y perniciosa. Mi padre, mejor. Gracias.

ARIEL: siempre hay próxima, siempre.
Tengamos esperanzas en estos jóvenes: son nuestro futuro.

NEREA: probaré con el aceite de té: necesitaré litros. Besos.

BIPOLAR: ..y para no sentirlas.
Tengamos confianza en los jóvenes.

FERNANDO PORTILLO: no dejes de escribir: salva. Espero tu opinión sobre la Universidad.
Doy clase como profesor desde el 87. No recordaba que hacía 12 años saqué mi plaza de profesor titular. ¡12 años! Cómo pasa el tiempo. Tampoco sabía que había salido en el ABC. Qué cosas.

MERCHE: Como le he dicho a Fernando, doy clase desde el 87. Más de 20 años. ¿Qué he hecho yo en estos 20 años? Me voy a poner melancólico.
Mi padre mejor, gracias. Besos.

GABIPROG: lo que pasa es que algunos políticos y "expertos" necesitan inventar la rueda cada cinco o diez años. Y no siempre la hacen redonda...
Curemos bien la herida.

ESTHER: no es así ya. De hecho, aunque los títulos valgan igual, no en todos los sitios se aprende lo mismo. Lo que va a pasar es que esto se pondrá en unas listas que lo dejen claro: quizá algunos aprendan y mejoren.
Tengamos confianza en que se mejore.

XUANRATA: no hay. A veces, ni ganas.
Este fin de semana oxigenaré las heridas y el pulmón.

JAVIERSANZ: espero tus palabras. Gracias.

MAFI: Jo.

ANTÒNIA: en efecto, así crecemos. Gracias por tu abrazo.

FRANCISCO: recibido. Por hoy, por muy quijotesco que me sienta, creo que no beberé de ese bálsamo...

SEÑOR DE LA VEGA: en efecto. Estos jóvenes serán nuestro futuro: deberán construirlo con sus opiniones y realizaciones.
Las Universidades serán sólo el instrumento de inicio de una cadena empresarial...
El mundo se está construyendo así, con estas fórmulas. Y no, no está saliendo bien.
Sus tres últimos párrafos son toda una lección de vida. No podré visitarlo hasta el fin de semana en su cueva.

SAUVIGNONA: cuánta razón tiene tu padre. Gracias.

EL ENTE: recibido. Sigamos creciendo.

INKILINA: las espero con las puertas abiertas.

MAFI: lo malo es que este mundo latino está subordinado a un mundo anglosajón. Y no hemos encontrado el método de hacerlo encajar correctamente.

NOME DIGAS: en efecto, la caída de los estudios humanísticos es un síntoma de nuestros tiempos. A mí me da miedo que todos quieran ser ingenieros (con mi respeto a los ingenieros, claro).

SAO: pensaba que era España. Por ahí andaremos, querida amiga.

Gracias a todos por vuestros comentarios. Abrazos y besos.

Anónimo dijo...

Pedro, tendrías que ser ministro de educación, seguro que lo harías bien. Estoy un poquito harta de esta panda de inadaptados que dan una aquí y otra en Pekín (me refiero a los políticos). Besos Isabel.

Anónimo dijo...

Cuando digo inadaptados no es que me haya confundido con ineptos. Es que creo de verdad que sus medidas no se adaptan a la realidad que vive la sociedad española. Vale, ya está aclarado. Besos otra vez Isabel.

Unknown dijo...

Por mucho que nos empeñemos, la vida nos hiere. Ese dolor nos hace crecer porque nos recuerda nuestra consciencia, que tanto acallamos con narcóticos: como las raspaduras que, en el asfalto, preparan una capa nueva. No neguemos el dolor ni lo huyamos: es parte de nuestra condición humana.

Me gustan tus fotos, me gustan tus palabras. Sobre ella no puedo agregar demasiado, de forma concisa has dejado tu explicado, desarrollado, entendido y padecido lo que es la vida, lo que es el dolor en la vida. No hay mas que decir, sufrimos desde el primer momento en que vemos la luz del quirófano y así vamos a vivir hasta el último día de nuestras vidas. Sin embargo, encontramos algunos sucesos y momentos que hacen que nuestro sufrir sea menos intenso, tanto hacen bien que hasta creemos que ya nada nos duele. En fin, cosas de la vida. Por la movilización universitaria, desde acá Buenos Aires les mando mi adhesión y mi apoyo, siempre esta bueno que la gente se movilice, eso demuestra vida, dinámica y posibilidad, ya creo haber dicho bastante en el otro comentario sobre ello, y aun mas creo que vos lo has dejado claro en tus entradas. Sin embargo, me parece justo que todos nos moviéramos un poco mas por cosas que hacen a la vida misma, a las cuestiones de fondo y no a nuestros intereses personales, y me gustaría que alguna vez en la vida las autoridades hicieran eco de esas movilizaciones y echaran atrás lo que están por hacer (aun recuerdo ser parte de esa marcha en contra de la guerra de Irak en Barcelona, de la que participaron 1.500.000 personas y que nadie escucho).

Te dejo un fuerte abrazo.

HologramaBlanco

Unknown dijo...

Apreciado amigo…
La tintura de yodo, sirve solo para que el tiempo ponga las cosas en su sitio siempre y cuando la raspadura sea solo eso. Una raspadura sin más. Pero tus palabras tienen eco y este se produce por la profundidad de la herida causada, mantenida y bien alimentada.
Así que se tendrá que intervenir bien la herida. No sirven las curas de la “señorita pepis”. Aquí no hay más solución que empezar de nuevo. Parece fácil escrito en un papel. Pero quien será el que reconocerá el error y asumirá la responsabilidad que le corresponde?
Un abrazo amigo.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

No se si me equivoco, Pedro, pero te veo triste.

Mira lo que te digo:

¡Arriba el corazón, amigo Pedro!¡Arriba tu ánimo!

Quizás los dioses (Seneca) fatigan con penas a los seres que más quieren, para que con esto cobren verdadero esfuerzo; para curtirlos; para que se hagan fuertes.

¡ANIMO! Y recuerda que el gladiador en el circo romano, aunque cayera, seguia peleando de rodillas!

UN ABRAZO!!!

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

como cualquier reforma parte de la ilusión, pero llevas razón en lo que todo viene en el lote. Lo que pasará es que como todo en este pais se hace por globalizar y sin dinero;está condenado desde el principio al fracaso de principios...Espero que vosotors los espcialistas en la universidad sepais encauzar el cambio...
En cuanto al préstamo-crédito-beca, cuando lo escuche me pareció canallesco, poco solidario...pero después pienso lo que a mi padre le costó que sus hijos hicieran una carrera y sin beca (por tener una nómina irreal) y lo que sus hijos nos esforzamos por no hacerle sufrir... por lo menos de esta manera se esfuerzan en sacar algo de provecho...de todas formas desconozco en profundidad el tema...aprendo de lo que dices. Un abrazo (espero la normalidad)

Martine dijo...

Lo siento Pedro, he empezado a leer... y a partir del "hoy debería..." me fuí corriendo a las últimas 5 lineas de tu Entrada... y sólo me quedé con ellas...

Me aceptas un beso y un abrazo muy muy cariñoso... Unos Apapachos como dicen en México... Como nunca, Pedro...

El Deme dijo...

Pues la Universidad que tú deseas parece lógico que tiene que ser así, es que ¿ahora es otra cosa?.
En cuanto a los jóvenes de hoy día, bueno, creo que se puede hacer una tesis doctoral titulada Juventud Hoy (si es que ahora saben lo de los Reyes Magos siendo todavía niños y eso tiene que crear luego traumas). Ah, cuando yo era niño, Papá Noel no exitía, vamos, ni idea.

Tormenta. dijo...

Ays guapetón, las heridas... cicatrizan, pero siempre quedaran de alguna manera, pero hay que seguir pa'lante,no?.. así es, un achuhón, no, te doy muchos más, me gusta estar por aquí de nuevo, un besazo grande niño!.

jg riobò dijo...

Inmaculada foto.
Lo demás mercadeo puro y duro.

nachocarreras dijo...

Las zancadillas están para saltarlas y las raspaduras para curarlas, lo malo son las heridas del "alma" esas son las más difíciles.
Un abrazo.

PILAR dijo...

Quiero comentar esta entrada, pero lo dejo para el fin de semana que no tengo tiempo y sabes que me interesan mucho estas entradas.
Besos, Pedro

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ISABEL: qué mala suerte hemos tenido con casi todos nuestros ministros del ramo desde hace quince o más años. Aclarado.

EDGARDO: sin él no seríamos humanos, en efecto.
Una juventud dinámica y rebelde es un buen síntoma, aquí y en Buenos Aires. Confiemos en ellos y apyémosles.

JAN: intervenir, cortar, sanar, cicatrizar. En efecto, hay que comenzar de nuevo.

CORNELIVS: no, no te equivocas. Malas rachas y poco descanso. Gracias por los ánimos.

MANUEL: es un punto muy interesante éste. Lo abordaré en próximas entradas sobre este tema. Necesitaremos un cambio de mentalidad.

SELMA: te acepto el beso y el cariño. ¿Apapachos? No conocía la palabra, qué bella y descriptiva.

EL DEME: es otra cosa. Escribamos entre todos esa tesis.

TORMENTA: sigamos. No es bueno pararse, no. Recibo el achuchón, por supuesto. ¡Gracias! Me gusta que estés por aquí.

JAVIER: puro y duro, en efecto.

NACHO: ay, van dejando cicatrices difíciles.

PILAR: espero, con ansia, el fin de semana. Besos.

ARSINOE dijo...

¿En el ABC?!!! Uy hijo, en que sitios más chungos te sacan, je, je.
No te veo muy optimista en cuanto a nuestro futuro universitario, y eso es grave, porque tu lo vives desde dentro y sabes de lo que hablas.

JESUS y ENCARNA dijo...

Excelente, Pedro. Los universitarios...Forzosamente han de reflexionar y actuar en consecuencia.
Saludos.
Jesus
P.D. Esas heridas, se acabaran curando, el tiempo solo nos deja cicatrices.

Anónimo dijo...

Me gustan estas fotos tuyas con el punto de vista tan abajo: son espectaculares. La pena de ésta es que haya tanto artefacto de construcción al fondo.
Decían el otro día unos estudiantes que hacían huelga por “lo de Polonia, que querían una Universidad sólo para ricos”. Esperemos que haya acuerdo entre todos los agentes intervinientes y que se encuentren las mejores soluciones a los problemas. pancho

Pedro Ojeda Escudero dijo...

TAREIXA: ya ves, ya ves...
No, no soy optimista en lo que hace a la Universidad española. Tiene demasiadas incongruencias.

JESÚS: esperemos que sanen...

PANCHO: ay, que son parte del paisaje al que nos han acostumbrado nuestros alcaldes...
Esperemos que todo vaya a mejor...

amelche dijo...

Como decía mi madre cuando nos hacíamos una herida: "Sana, sana, culito de rana, si no sana hoy, sanará mañana." Y un beso en la herida y ya está. Nada como los besos de una madre para curar.

A ver si te sirve. (Aunque yo no soy madre.)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

AMELCHE: alivia, sí alivia.