miércoles, 29 de octubre de 2008

La falacia de enfrentar Universidad vieja a Universidad nueva (1).


Con motivo de la reforma del sistema universitario español para ajustarlo al Espacio Europeo de Educación Superior, oigo, en demasiadas ocasiones, una comparación entre la Universidad de antes, la de ahora y la que vendrá, en la que sale triunfante, casi siempre, la Universidad de antes.

Toda la argumentación se basa en una falacia que nace de dos cosas.

En primer lugar, de la nostalgia de un tiempo que no existió tal y como ahora lo expresamos.

En segundo lugar, de forzar la comparación entre situaciones histórico-sociales diferentes. Ni lo de antes era tan válido y hermoso como lo fabulamos ahora, ni el momento histórico y social que vivimos es el mismo.

La Universidad no puede ser una institución atemporal, por mucho que algunos lo quieran. Precisamente, las bases del conocimiento y de la ciencia en las que se basa, obligan al cambio continuo y a la crítica sistemática de lo heredado y de las novedades.

Si lo de entonces no era como lo contamos, ni es válido para los tiempos actuales y lo que hemos tenido estos últimos años no es el mejor de los modelos, ni mucho menos, hay que pensar por qué hay tantas resistencias al cambio. Eso sí, sin perder la capacidad de crítica diaria con mucho de lo que trae el nuevo sistema ni cerrar los ojos ante sus muchas carencias y errores conceptuales. Rechazar el nuevo sistema no debería partir de una falacia puesto que nuestra argumentación carecería de base. Aceptarlo, sin más, tampoco.


A aquellos que no conozcáis el debate actual de la Universidad, esta serie de entradas que hoy comienzo os puede servir de información y divertimento, porque aunque pretendo una caricatura, podremos ver cómo está el panorama.

Si algún compañero se ofende, que lo diga aquí y no sólo en los pasillos y cafeterías de los campus universitarios -a no ser que me invite-. De todas las formas, si nadie estuviera de acuerdo con lo que voy a decir, aseguraré, con toda firmeza, que la Universidad ha sido es y será una institución maravillosa y perfecta y a retractarme de todo lo dicho y por decir, por supuesto.

Una cosa en serio: el que esto escribe, como sabéis, es profesor de Universidad y también culpable de algo de lo malo y bueno que aquí se diga. Además, es absolutamente partidario de la Universidad pública, de su mejora y de facilitar el acceso a ella de todas las personas independientemente de sus condiciones económicas y otras circunstancias.

44 comentarios:

El Ente dijo...

Pues sera un verdadero placer seguirte en estas entradas Pedro.

Un abrazo!!!

Isabel dijo...

La universidad pública es un derecho, como bien dices, para todos, estaré siguiendote en tus escritos. Un beso

Isabel Huete dijo...

Cucarachas-spam aparte, mira que nos gusta enredar en este país y complicarnos las cosas. Tenemos opinadores hasta en la sopa, demasiadas voces sin argumentos medianamente serios y fundamentados.
Los nostálgicos del pasado están encantados de lo que fueron y ya no son y los osados del futuro se meten en todos los charcos sin pensar en lo eficaz antes que en lo mediático.
Yo hice la carrera entre el 80 y el 85 y no puedo decir que la Universidad entonces fuera buena, al menos la Facultad de Políticas y Sociología de la Complutense de Madrid, que no creo que fuera muy diferente a cualquier otra. Sí puedo decir que hubo profesores malos (los más) y buenos, un programa de estudios desastroso y un desinterés total por los resultados de los alumnos.
Creo que el miedo al cambio tiene mucho que ver con la endogamia en la que está sumergida la Universidad y con la falta de cualificación de buena parte del profesorado. Por otro lado, la falta endémica de recursos no contribuye, precisamente, a que se desarrolle esa innovación tan necesaria y que seguramente no será la óptima.
Siempre con la mediocridad a cuestas, con las chapuzas y con los parches.
Has demostrado mucha valentía con ese post y sobre todo con las acotaciones finales.
Besos, campeón. :))

Anónimo dijo...

Es imposible, siempre agradar a todos, pero lo que yo digo si el sistema funciona vale cualquiera, pero si no funciona, ni la antigua , ni la moderna.
Saludos.

. dijo...

La reforma claro que llevará adscritas cosas buenas, como la mejora de conciertos entre empresas e investigaciones aprovechables.

Yo tengo la opinión de que la reforma incide más en la estructura universitaria y en su aprovisionamiento económico que en los estudiantes directamente.

Salvo claro está, cuando ese estudiante acabe su carrera y decida hacer el CAP, su familia se acordará de aquellos que firmaron el dichoso Pacto de Bolonia.

Por otra parte, me parece que la queja masiva empieza tarde y mal, como es habitual. El pacto se firma en el 99, el convenio ya está vigente en muchas universidades europeas, y aquí no ha sido hasta que ha empezado a ser visible el proyecto que las gentes han empezado a graznar.


Mi mayor miedo es que al tener los estudiantes un poder de decisión sobre la oferta académica, y funcionando como funciona el boca a boca en la Universidad, muchos buenos profesores van a quedarse sin alumnos.

En fin, veremos qué va sucediendo.

Saludos

Merche Pallarés dijo...

No conozco la universidad española antigua ni actual por lo tanto no puedo opinar. Seguiré tus posts sobre este tema con mucha atención e interés porque sabes que soy tu más acérrima fan y me encanta todo lo que escribes (menos las herrumbres y disoluciones...). Besotes, M.

Anónimo dijo...

Algunas cosas de la universidad están anquilosadas, otras son dignas de loar, y otras podemos considerarlas sin importancia para la discusión. Es como todo, hay donde elegir.
A mi me gusta la universidad, sobre todo ese círculo intelectual que se forma con algunos profesores y alumnos más interesados en aprender los unos de los otros y los otros de los unos que de obtener un papel que certifique que se han pasado unos cuantos años hincando los codos.

Pilar dijo...

Buenos días, Pedro.
Me mola el tema, usando un lenguaje de alumno universitario.
Conocí la universidad como alumna, esta universidad de Burgos dependiente de la de Valladolid.
Estudié durante los 80. Años en que la universidad era de masas.
Yo, si se puede decir, estoy orgullosa de haber pasado por la universidad, aunque fuera de provincias y dependiente.
Aprendí mucho y de eso me he dado cuenta con los años. Aprendí no sólo de los profesores, los tuve buenos y muy buenos y los tuve desastrosos e incumplidores. Aprendí de los compañeros, tan diferentes y variados.
Aprendí en las aulas,
aprendí en las cafeterías...
Aprendí.
A pesar de que en alguna ocasión he pensado de qué me ha servido, ya que en cuestiones prácticas hasta la fecha no me han servido mis estudios universitarios.
A pesar de todo me alegro haber pasado por la universidad.
Con los años he vuelto, no como alumna ni como profesora. He vuelto a formar parte de ese sector terciario, el personal administrativo. Llevo 12 años y también he aprendido mucho durante este tiempo.
Pienso que hay que ponerse las pilas, todos y sobre todo los docentes. Pienso que efectivamente hay mucha endogamia. Hay mucha política, hay muchos intereses creados. Hay mucho jeta y mucho trepa. Hay mucho vividor. Pero también, y tal vez lo diga por no ser demasiado negativa, hay gente trabajadora (la menos) y sobre todo hay gente que sí que mira por los alumnos, casualmente tú serás uno de ellos y por eso te atreves a escribir de este tema.
Tengo esperanza de que vengan mejores tiempos, en que los profesores sean examinados, a diario, por los alumnos.
Y también como tú creo en la universidad pública.
Como va a seguir el debate seguiré participando siempre desde mi visión que puede ser errónea y espero que no demasiado subjetiva.
Gracias por sacar este tema y perdón por el rollo que he metido.
Besos, Pedro

Anónimo dijo...

Te seguiré Pedro. Estas entradas parecen que van a pintar muy interesantes.
Yo creo que el cambio tiene cosas positivas y otras tantas negativas que es necesario modificar o al limar en algunos aspectos.
El escepticismo frente al cambio es total. Recuerdo unas jornadas de formación a delegados y subdelegados el curso pasado en las que el propio Vicerrector de convergencia Europea, el anterior, decía que no estaba haciendo bien y que cada país era un mundo diferente en reelación a la reforma.
Un saludo

Unknown dijo...

Seguiré atentamente estas entradas. Yo también soy partidaria de la universidad pública y abierta a todos.
Un abrazo

Gabiprog dijo...

Te leo con mucha atención.
No solo por los planteamientos universitarios y de enseñanza, si no también en este conjugar de autocrítica y de discusiones malformadas al que nos estamos acostumbrando en este país.

Saludos.

administrador dijo...

Interesante y necesario el debate que abres con este post, Pedro.
No hay organismo vivo que no evolucione y se adapte a las necesidades de su entorno. Si no se es un organismo vivo, se está muerto.
Es verdad lo que apunta Isabel, la endogamia y la necesidad de querer mantener los privilegios adquiridos durante años (y generaciones) harán que muchos se resistan a cualquier voluntad de cambio que se vislumbre en el horizonte. Con el problema añadido de que son muchos y poderosos.

administrador dijo...

He ledo tu entrevista en "20 minutos". Espero enterarme el próximo año con tiempo suficiente para poder asistir a alguna de las mesas de estas jornadas que organizas anualmente.
Un afectuoso saludo.

Silvia_D dijo...

Te miro, te sigo :)

Besos, niño

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EL ENTE: espero que sea interesante para todos. Un abrazo.

ISABEL: pensemos entre todos. Gracias.

ISABEL HUETE: he borrado el mensaje de las cucarachas porque no se ajustaba a la política de comentarios de este blog.
Es un buena forma de enfocar el problema la que haces. En cuanto a la valentía o no, pienso que la autocrítica es una parte esencial de mi trabajo y así comprendo esta Institución en la que trabajo. Besos.

R.A.RIVEIRO: veremos pues qué funciona y qué no. Saludos.

LEO: me parece excelente tu aportación. Estoy de acuerdo con lo que observas: en lo caro que saldrá terminar de verdad la carrera universitaria, en que la gente se acuerda tarde de la contestación, etc.
Veamos los pasos futuros. Saludos.

MERCHE: espero que una parte de esta serie sirva también de información para los que no estéis al tanto de lo que sucede por aquí. ¡Y alguna vez volverán los óxidos y las disoluciones, no lo descartes! Besos.

JAVIERSANZ: la Universidad, en realidad, es esto último que has apuntado. Lo demás es prescindible en gran medida.

PILAR: Conoces la Universidad desde unos ámbitos muy amplios y tu experiencia puede servir de contribución interesante en este debate, sin lugar a dudas. Espero tus aportaciones. Besos.

AAAA: uno de los problemas, en España, del cambio, es que nadie se lo ha creído. En parte por ceguera, en parte por nostalgia, en parte porque se vive muy bien con lo que hay ahora. Un saludo. Me alegra verte por aquí.

ANTÒNIA: espero tus comentarios, entonces. Un abrazo.

GABRIPROG: no hay demasiada autocrítica por aquí. Alunos necesitarían un diccionario para saber qué significa.

AMADOR: movamos las cosas, entonces, para evitar estos defectos.

DIANNA: me gusta que lo hagas. Mucho. Besos.

Gracias a todos por vuestros comentarios. Un abrazo.

Señor De la Vega dijo...

Buen tema para un Zorro que vive en una cueva (de ladrones sin título, pero con maña).
Universidad, Universitas... se usaba para designar cualquier asociación o comunidad (unidad) orientada a una meta común.
Me gusta su Universidad de lectura, en todos los sentidos de la palabra.
De las otras, las que cobran matrícula, son un entorno para el aprendizaje y el saber, aunque más para titularse (y como hay tan pocos entornos que nos cultiven en el saber, debemos bailar con el que hay), pública o privada, no crean (unidad) y fracasan en su nombre.
Yo las quiero: que sumen saberes, abiertas, horizontales, públicas, gratuitas, que enseñen del pasado, del presente y que no se olviden del futuro, que obliguen a crear curiosidad y respeto, que sitúen al funcionario en su sitio que se agarra como liendre a una fotocopiadora y permitan el paso al despistado sabio que nunca encontró la salida de la biblioteca o laboratorio, sino hacia el patio...(¿será tan sabio?).
Le leo, suyo queda, Z+-----

JESUS y ENCARNA dijo...

los tiempos evolucionan a velocidad vertiginosa... por que no ha de hacerlo la enseñanza, la universidad?.. no tienen nada que ver los chicos de hoy con los de antes, ni la vida, ni esta sociedad...
Petons
Encarna

Borja Santos Porras dijo...

Creo que me voy a volver adicto a esta serie sobre la univerdad.
Me alegro.
Un abrazo,
BOrja

Nerea dijo...

He comenzado un viaje espectacular, y quise para en tu Acequia.

Será interesante seguir tus entradas y conocer con otros ojos esta bella ciudad.

Besoss!!! :)

São dijo...

Universidade Púbilica, siempre!!
Seguirei interessada os posts, claro.
Un beso, caríssimo.

Unknown dijo...

Creo que has puesto el dedo en la llaga. A unos les dolerá. A otros todo lo contrario.
Seguiré con atención tus palabras. Me parece un punto de vista muy coherente.
Un abrazo

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Amigo Pedro, poco se sobre el tema, pero algo he oído...no me gustaría que de tanto converger, fuese solo una "tapadera" para bajar el nivel y enganchar a más gente a seguir estudiando, yo sé como salen los alumnos de la enseñanzas obligatorias, y tu , como llegan a las universitarias.
Totalmente de acuerdo en que al igual que no son de la misma manera los que llegan, tampoco es de la misma forma "a donde llegan"... cierta divergencia en lo de lo público y lo privado...siempre que no suponga un gasto extra para el estudiante, un hacer guetos y crear elitismo... y un sí a la competitividad y competencia... (Suena ideal y utópico). Estoy por la libertad de elección y por supuesto en contra del sectarismo gubernamental.
Vuelvo a reiterar que desconozco en profundidad el debate, pero espero que tú me des luces. Un saludo afectuoso.

El Deme dijo...

La Universidad antigua es un fracaso: el mundo es una habitación ruidosa y mal oliente. Viva la nueva Universidad del Amor y la Tolerancia!!

Unknown dijo...

Tema peliagudo, está claro que el sistema educativo tiene que cambiar por la evolución social que lo exige... todo cambio implica trabajo, reciclaje profesional, mejor formación del profesorado y para determinadas personas ancladas en su sabiduría que creen sempiterna e infalible nadie les puede enseñar más.
Esto lo podemos unir a la comodidad del funcionariado y a la situación de muchas personas en la universidad que bien sabemos se mueven por intereses políticos...
Seguimos dando caña... bah! para la próxima. :)

Capri c'est fini dijo...

La Universidad no puede anclarse en tradiciones, porque eso supone no mirar al futuro. Es maravilloso tener universidades centenarias pero de nada sirven si no se reciclan a los nuevos tiempos, porque los estudiantes han cambiado, los métodos de estudios han cambiado y las materias también. Las posibilidades educativas que nos traen las nuevas tecnologías son infinitas. Además debería ahondarse en el conocimiento de los mercados para los estudiantes como futuros trabajadores. La Universidad actualmente sólo se mira el ombligo. Un saludo.

Anónimo dijo...

un cambio se necesita, no se puede seguir anclado en viejas ideas. Hay que innovar. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lo siento mucho, pero yo meteria el plan bolonia en una caja, que a su vez la meteria en otra caja, que guardaría en un cofre, sobre el que echaría acído sulfúrico y tiraria directo al mar, asegurandome que cae cerca de la fosa de las marianas.

Eso si, todo biodegradable. Menos el plan bolonia.

Nerea dijo...

Si tengo que elegir un párrafo que me ha encantado de tu post de hoy es el último. Es cierto que la universidad debe ser para todas aquellas personas independientemente de sus condiciones, tiene que ser pública.
Yo no estudie en la universidad cuando tuve opción de hacerlo y sí que pretendo hacerlo, a distancia, en algún momento de mi vida. Por eso me va a encantar tu serie de post para así enterarme de que va todo el asunto.
Como siempre, es un placer leerte. Ahora a ponerme al día de estos meses.
Besicos!

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Ya lo creo, será un placer seguirte en este tema a través de tus entradas. Es un asunto que en mi humilde opinion es de mucha importancia.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante tu idea. Veremos que sale de todo esto. Besos Isabel.

jg riobò dijo...

La Universidad adolece del mal del mundo.
Consumismo capitalista.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SEÑOR DE LA VEGA: me gusta su forma de entender la Universidad. Coincimos.

ENCARNA: algunos quisieran anclarla. Abrazos.

BORJA: pues espero tus comentarios. Un abrazo.

NEREA: bienvenida de vuelta. Viajemos juntos.

SAO: me alegro de tu entusiasmo. Besos.

JAN: una entrada a la semana. Un abrazo.

MANUEL: completemos, entre todos, el panorama de la educación en España. Espero tus aportaciones.

DEME: hagámosla posible.

MAFI: sigamos dando caña, para mejorarlo.

CAPRI: hagámosla salir de ese ombligo para que cambie hacia mejor. Un saludo.

FERNANDO: cambiemos lo necesario.

DARGOR: vale. Pero lo que hay ahora no es mejor y es insostenible. Analicemos todo esto.

NEREA: uno de los cambios que se están produciendo es el concepto de formación permanente, a lo largo de toda la vida. La Universidad ya no puede ser sólo una etapa en la vida. Besos.

CORNELIVS: sin Universidad de calidad, un país no tiene futuro.

ISABEL: Veremos. Entre todos.

JAVIER: es la hidra que se ha extendido.

Esther dijo...

Pedro tienes razón la universidad se ve influida por las epocas que vive, no puede ser nunca igual o mejor o peor, simplemente es diferente..

besos

nachocarreras dijo...

Pedro:
Lo seguiré con interés.
Hablar de la universidad puede ser un tema cuando menos controvertido…
Vamos a ver en que acaba.
Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ESTHER: en efecto. Y hay que juzgarla por su adecuación a cada tiempo.

NACHO: veamos. Saludos.

ARSINOE dijo...

Justamente hoy hablando con mi hija que anda por la Universidad de Perugia, me comentó que allí (Italia) hablan de privatizar las universidades; las matrículas por curso rondarán los 6.000 €. Como se puede apreciar, precios muy populares, je, je.

Guadalupe Munguia dijo...

Yo también seguiré con interés este tema, por varias razones: la primera, porque estoy convencida de los beneficios de la Universidad Pública y del derecho que tenemos todos en acceder a la educación, en cualquiera de sus niveles. La otra es porque,en México, a partir de los 90, la discusión educativa en mi país se ha centrado en seguir el ejemplo de otros lugares, siendo España uno de los países que mayormente se mencionan y de donde vienen los textos que se citan como motores de cambio (por lo menos en la Secretaría de Educacioón Pública). Yo estudié en la UNAM, del 85 al 90 y me tocó vivir un conflicto estudiantil provocado por una reforma (la Ley Carpizo) que pretendía, entre otras cosas, acabar con el carácter público de la institución. Fui a manifestaciones, repartí propaganda y demás. A la distancia puedo decir que no estuvo mal pero que, en su momento, también debimos de sentarnos y analizar toda la propuesta, en vez de decir simplemente "no" a todo lo que se planteaba. Es decir, la parte de la defensa de la autonomía y el derecho al acceso eran defendibles, pero había otros puntos que debimos considerar como viables porque tenían sentido. Pecadillos de juventud y de tantos intereses creados desde fuera de las cátedras. Ahora hay algunos que dicen que la UNAM es nido de guerrilleros, o más bien de terroristas. El orgullo que queda, ante esas acusaciones, es saber que , pese a los esfuerzos, sigue siendo pública y una de las mejores entre los países de habla hispana.

Como ya lo han dicho tus comentaristas, lo mejor de la Universidad es ese intercambio de ideas y ese aprender colectivamente, de los muy buenos, de los buenos y de los terriblemente malos...alumnos y profesores, por igual.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

TAREIXA: aquí no llegaremos a tanto, pero sí a que haya Unviersidades de primera, de segunda y de tercera. Y los precios, en consonancia.

INCOMBUSTIBLE: en efecto, a veces nos movilizamos con un NO a todo que hace daño incluso a lo que queremos defender.
Me gusta saber de la Universidad mexicana y, en especial, de la UNAM.

Philadelphia dijo...

Cierto es lo que que dices, Pedro. Tengo la sensación de que entre la que fue, ha sido y está siendo ha transcurrido una transición. Parece que ahora sólo se especializa a la gente, en vez de formarla. Ante todo la univesidad tiene que formar al estudiante y para ello hay que profundizar en más las materias de lo que actualmente pretenden. Una persona formada adecuadamente se puede especializar profesionalmente en lo que sea. No sé si me explico muy bien.
Un saludo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PHILADEPPHIA: ahora los tiempos son otros. Se asume que la Universidad no puede darnos ya todo y que necesitaremos formarnos durante toda la vida para los distintos trabajos que tengamos. Saludos.

Teresa dijo...

Para mi la universidad debería ser otra cosa, forjadora de personas ante todo y para cualquier campo, desde el humanístico al más objetivo y matemático.
Los universitarios son el futuro, nuestros gestores. Debería ayudárseles a pensar, a tener varios puntos de vista a la vez, a comprender el entorno, cada uno en su especialidad.

Producimos políticos y máquinas de hacer dinero. La demanda de las empresas.

El conocimiento debería ir ligado a algo más espiritual, creo que es la única forma de cambiar el mundo.

Aunque el mundo no tiene tiempo para estos nimios y pequeños detalles.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: qué lejos estamos de la Universidad que debería existir.

matrioska_verde dijo...

(Universidad) Interesante debate el que planteas. Aunque no sé del tema algo puedo vislumbrar. En mi trabajo también estoy acostumbrada a oír (a aquellas personas que no quieren cambios no me explico por qué): “Es que siempre se ha hecho así”.
Nada es permanente. Todo cambia, todo absolutamente y adaptarse a los cambios y mejorar lo que se pueda es la opción más inteligente, al menos desde mi punto de vista.
Bicos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ALDABRA: sobre todo porque los tiempos no paran para esperanos. Besos.