jueves, 9 de octubre de 2008

Don Quijote apedreado por confundirse de género literario (Cap. 1.22).


La aventura de los galeotes, que nos narra Cervantes en este capítulo, es uno de los retos más difíciles de solucionar de la novela.

En primer lugar, supone otro giro novedoso a la historia, hasta el punto de que no podamos conjeturar ya cómo seguirán los próximos encuentros de los personajes: nada será previsible.

En segundo lugar, se mezcla una mirada crítica a la realidad española del momento con un alto nivel de tensión narratológica.

Por eso, Cervantes comienza por delegar el asunto en el desacreditado narrador Cide Hamete Benengeli, al que llama aquí, además de arábigo, manchego, quizá en alusión a la abundancia de moriscos en la zona.

Sólo imaginar la liberación de los galeotes avala la mirada cervantina en el Quijote como una arriesgada introducción en lugares no frecuentados más que por la incipiente picaresca. Don Quijote, un loco literario, que ya ha cometido suficientes locuras, da un salto cualitativo aquí puesto que se coloca, definitivamente, fuera de la ley con un delito grave. Ahora no puede servirle su misión caballeresca: aquellos que tiene delante son delincuentes, juzgados y sentenciados por la ley y cuyas vidas pertenecen al Rey. Sus guardianes tienen todos los documentos que lo avalan, la autoridad suficiente y armas para sostenerla. Es de suponer la sorpresa de cualquier lector de aquellos momentos. ¿Hasta dónde va a llegar don Quijote?

La pirueta arriesgada de liberar a los galeotes -eso sí, Cervantes se cuida mucho en que entre ellos no se mencione ningún delito de sangre- se completa con algunas afirmaciones que, en el contexto real en el que se encuentran, son ciertamente valientes por el tono de denuncia que contienen: la justicia puede ser comprada con veinte ducados, tal y como afirma el tercer galeote, y las galeras españolas están demasiado inactivas a pesar de que su intervención es necesaria en un mundo en el que los barcos españoles son con tanta frecuencia asaltados. No es complaciente Cervantes con la situación de determinadas cuestiones del momento. Veremos más.

Sin embargo, lo más arriesgado de este capítulo es el cruce de modalidades narrativas que en él se encuentra y que provoca los equívocos lingüísticos (don Quijote no comprende la raíz de los delitos hasta que no le explican el significado de las palabras) y el apedreamiento final.

Don Quijote procede, ya lo sabemos de la recepción patológica de los libros de caballería, que imita. El camino en el que se hallan con los galeotes es parte del mundo real y contemporáneo. Y, para complicar más las cosas, los galeotes utilizan jerga propia de criminales (la germanía), recogida y formalizada por textos literarios de gran popularidad (novela, poesía y teatro). Y uno de ellos, el último, el más peligroso, Ginés de Pasamonte (hablaremos de este personaje en otro momento), se presenta a sí mismo como autor de una novela al estilo del Lazarillo: es decir, heredera directa de la naciente novela picaresca.

Cervantes ha complicado su apuesta narrativa, poniendo, en un escenario realista, estas modalidades, tan distintas en intenciones y técnicas. La resolución es magnífica y se decanta, por lógica, en el desencuentro: don Quijote les pide a los recién liberados que carguen con la cadena y vayan a rendir tributo a Dulcinea. Lógicamente, ellos se niegan y lo apedrean para terminar marchándose cada uno por su lado y evitar así a la Santa Hermandad. También en ese desencuentro debe entenderse el discurso de don Quijote hablando de libertad en una situación en la que se distorsiona este concepto: porque me parece duro caso hacer esclavos a los que Dios y naturaleza hizo libres. La explicación cristiana de que ya se encargará Dios de castigarlos, no convence, por supuesto, a los guardianes.

Veremos, después de esto, qué hace Cervantes con don Quijote. El próximo jueves, el capítulo XXIII.

50 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Este capítulo lo he encontrado bastante denso. Cervantes ha reflejado la visión machista que ha perdurado durante siglos en este país cuando mete en el saco de los idiotas a "mujercillas de poco más a menos, pajecillos y truhanes de pocos años y de poca experiencia, que, a la más necesaria ocasión y cuando es menester dar una traza que importe,se les yelan las migas entre la boca y la mano, y no saben cuál es su mano derecha". El apedreamiento final por parte de los galeotes me recordó la escena de la cena de los pobres en "Viridiana" de Buñuel. Sigamos con el XXIII. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Por cierto me intrigó el primer galeote cuando cuenta que lo habían mandado a galeras por estar abrazado a ¿su cesta de ropa? Mucho la tenía que querer... Por favor explícamelo. Besotes, M.

fotosbrujas dijo...

jejejej, interesante.
E interesante habilidad la tuya : Ser capaz de leer del revés, pero del revés del revés

Anónimo dijo...

A mí me da penilla el pobre caballero, que quiere hacer el bien y mete la pata hasta el fondo. Cuántas personas en la vida real intentan ayudar a los demás y se llevan todos los golpes que los ayudados no han podido propinar a quienes les han condenado a su miseria. Pasaba en el siglo XVI- XVII y pasa en la actualidad.

Silvia_D dijo...

Cuando se carece de libertad, se deja de ser persona.y se pasa a ser una "pertenencia" de otro, sometido a su voluntad.

Parece que la entrada de ayer en mi blog, viene muy bien para constatar que las libertades siguen siendo pisoteadas continuamente.

Poco hemos avanzado, al parecer, diferentes situaciones, eso sí, pero esclavitud, al fin y al cabo.

Besos, Pedro

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: es un capítulo denso, en efecto. En este caso, la referencia a estas mujeres no es machismo: está hablando (porque don Quijote confunde las palabras del galeote, que le habla en germanía) del ejercicio de alcahuetes. El galeote se refiere al ejercicio de intermediario en cuestiones de dinero mientras que don Quijote lo entiende como alcahuetes sexuales, celetinos que, como sabes, era muy ejercicido por mujeres.
En cuanto a tu pregunta, no era suya la cesta de la ropa: le han detenido por robar una cesta de ropa ajena, de la que se apropió tanto que no la soltó ni cuando le perseguía la autoridad. Como le pillaron con las manos en la masa, no hubo lugar ni a darle tormento.
Besos.

CUENTOSBRUJOS: y más... para leer claro.

CECILIA: es algo eterno. La ayuda ingenua, como la de don Quijote, no suele tener buenas consecuencias... Bueno, espero que ahora no apedreen a esta gente, por lo menos.

DIANNA: la carencia de libertad es uno de los dramas humanos. Ayer y hoy, en efecto. Besos.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Unknown dijo...

Pedro, no sabes cuánto estoy disfrutando de esta lectura y como no, de tus explicaciones.
¿Sabías que en México se está celebrando un festival cervantino?
Acabo de colgar en Sàharaponent una entrada sobre el capítulo. Desde luego lo he encontrado muy de actualidad por algunas cuestiones como la de la prostitución, allí tratadas. Lástima que nuestro caballero acabe apedreado y Sancho en pelotas.
De todos modos no es nada nuevo, quien se mete, de buena fe, a redimir al cautivo siempre sale malparado si no apedreado o en pelota picada por los mismos redimidos o por otros, vete tu a saber.
Un abrazo.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Don Quijote era un alma grande lastrada por la ideología, o al menos es así como yo lo interpreto. Gracias por sentirte joven junto a nosotros, por la parte que nos toca.

Merche Pallarés dijo...

Mi querido Pedro, no defiendas a Cervantes aunque os una vuestro sexo. Porque más adelante, refiriéndose a las mujeres dice (hablando de los hechizos): "...lo que suelen hacer algunas mujercillas simples y algunos embusteros bellacos en algunas mixturas y venenos, con que vuelven locos a los hombres..." O sea, que en dos párrafos ha comparado a las mujeres con las alcahuetas, las que no saben distinguir su mano izquierda de la derecha y ¡encima! hechiceras y envenenadoras. ¿Crees, verdaderamente, que ésto no es y ha sido el machismo imperante en este país? Besotes, M.

María dijo...

Jajajaja Pedro no podía reprimir mis sonrisas ¡pero qué gracioso estás en la fotografía! ni te imaginas las sonrisas que me ha producido.

Venga, ya en serio, voy a leer tu post, y después te comento, y perdona por las sonrisas pero es que no me he podido contener jaja.

Un beso.

María dijo...

A esperar a que llegue el Jueves para ver qué hace Cervantes con Don Quijote en el siguiente capítulo, es que, después de haber visto la imagen no me sale decirte nada serio jaja, ¡perdóname! ¿vale?

Feliz tarde, Pedro.

Anónimo dijo...

mmmmm una pregunta.... don quijote era una persona culta?
huy perdon pr la ignorancia.....
habri a que leer mas sobre el quijote verdad?
hermoso te dejo un besin!
or vua_!
:)

buen fin de semana!

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Ay Merche... que no es machismo, que es jerga, cosntumbres de la época... pero claroa Don Miguel no tuvo que ser feminista...jaja... perdón..ya se que esto no es un chat... Desde luego si nuestro caballero hace esto en nuestra época, a un psiquiátrico de cabeza si que va... no sale de una cunado se mete en otra. Como ya he dicho en mi pequeña aportación... hay excesivos temas que se pueden comentar...y tu el grato culpable. Saludos amigo.

manzacosas dijo...

Hola. Si trasponemos lo de la Santa Hermandad a la época actual, ¿qué nos saldría? Un saludo

Merche Pallarés dijo...

Querido Tucci, qué susceptibles sois los hombres... Si me parece normal que esto ocurriera en la época y que Cervantes lo expusiera, pero no quita el hecho de que fuera una visión machista de su tiempo (y que aún perdura en nuestro tiempo...). Besotes, M.

Martine dijo...

Suele ocurrir... me quedo tan absorta por tu texto y los Enlaces, que me iba sin dejar huella... modesta todo sea dicho...
Pedro no quiero ruborizarte, pero cuanto me hubiera gustado tenerte de Profesor en la Uni... Por infinitas razones,una de ellas es que son Magistrales todas tus Entradas...otra es que realmente te haces muy cercano...

Y hoy esta foto a imagen y semejanza de Bush con el libro del revés, ya...rizando el rizo...

Un beso con toda mi admiración.

Anónimo dijo...

Mucho se cuida Cervantes de advertir al comienzo del capítulo que la historia que sigue es imaginada; además de gravísima, dulce, altisonante y mínima (¿antítesis?). No le parece al autor que el recurso habitual del narrador C. H. Mohamed le sea excusa suficiente que le exonere del delito que supone un relato donde su protagonista se enfrenta a dos poderes a la vez: el ejecutivo y el judicial (representados ambos en la figura del Rey).

Cuando son ya las diez menos algo de la mañana, con los ojos aún alzados y ya bien despiertos, que para ir cabizbajo ya tenían a Rocinante, encargado de dirigir la marcha, divisan a lo lejos un grupo de gente formado por dieciséis personas, sólo dos de ellas a caballo, pero armados éstos hasta los dientes con moderno armamento de fuego. Otros dos a peonza con material más ligero. El resto de a pie, eran unos convictos encadenados, condenados a galeras, que iban camino del mar a cumplir su dura condena en el banco, también duro, de algún velero de la armada.

Destaca esta historia de los galeotes porque el autor da voz a los que viven en el margen. Ese margen que tan familiar nos parece a los de La Acequia. Entre los habitantes de este margen quijotesco destaca, por cercanía geográfica, un joven convicto natural de la villa abulense de Piedrahíta, condenado a tres años de galeras por robar una cesta de ropa blanca de algún lavadero del caño local. Si como dice un guarda, diez años de galeras equivalen a la muerte civil, es decir, cadena perpetua. Habremos de deducir que tres equivaldrían a quince, más o menos, de las actuales condenas y, concluir, que las leyes y la dureza de las penas eran severas en la España de la época. Con razón salieron todos pitando a robar a Sierra Morena.

Notables son los detalles que el autor nos ofrece en la narración de los bajos fondos de la época, bien conocidos por Cervantes que estuvo embarcado y vivió las estrecheces de las galeras con hampones remeros en la armada. Conocía mejor que nadie los sentimientos que anidan en alguien desprovisto de libertad por haber sufrido cautiverio durante cinco años.

Terminaremos el comentario, igual que el capítulo, con Rocinante tumbado en el suelo y el burro sacudiéndose las orejas de las pedradas recibidas de unos desagradecidos (al servir de parapeto a sus amos), que sólo mostraron ingratitud a los que les dieron libertad a riesgo de perder la suya propia. pancho

matrioska_verde dijo...

Me sorprende del capítulo la rudeza en las palabras de D. Quijote refiriéndose al tal Ginés: "don hijo de la puta, don Ginesillo de Paropillo..."... creo que hasta este momento no había utilizado un insulto semejante... ya me dirás, que igual me lo he pasado por alto.

bicos de los buenos,

Unknown dijo...

El Quijo es una aventura, una denuncia, una ironía y sobre todo, un texto donde puede encontrarse con claridad y calidad toda una época de letras y momentos históricos. Si bien la creación literaria debe o tiene en cuenta un contexto determinado, Cervantes logra dejar ver a trabes de sus oraciones la realidad misma de las cosas. En este libro se hace un examen riguroso de los textos y las historias de caballería. Nuestro Quijote a través de sus aventuras y reflexiones nos hace un juego plástico y exquisito sobre cuanto tema pueda ser tratado.

Este Capítulo no es la excepción y en el encontramos las causas criminales del siglo XVI y a través de estas la forma de vivir y ver el mundo que tenían los españoles de esa época, yo soy de los que cree que estudiando la criminología de un país se puede determinar que tipo de país es, que ideología e idiosincrasia tiene el pueblo en cuestión.

Por lo que se, la experiencia de Cervantes en la cárcel, es mas, algunos especialistas en este fantastico escritor aseguran que todo el Quijote fue pensado y diagramado en las frías celdas donde estuvo encerrado Don Miguel, para esto cito al profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro del Centro para la Edición de los Clásicos Españoles, Guillermo Serés, barajó hoy la posibilidad de que Miguel de Cervantes "engendrase El Quijote durante uno de los dos períodos que estuvo en la cárcel", bien en 1592 en Castro del Río (Córdoba) o en 1597 en Sevilla (espero encarecidamente puedas decirme vos que piensas al respecto de esta afirmación que eres un experto en las letras y sobre todo en Cervantes).

Es raro la forma de encarar este capitulo y la forma de expresarse, utilizando modismo de condenados y giros que son extraños en las prisiones. Por eso, puede pensarse que esta inspirado en presos de carne y hueso, o como todo en Cervantes es metáfora de otras cosas, de otras realidades y de otros personajes. Una y otra vez vemos en el Quijote que se habla de una cosa pero se refiere a otra, porque como explicar que hable los presos hablen de una manera tan elevada.

Y vamos de un lado al otro de las paginas y vemos como realza a los condenados y critica de forma negativa a los guardianes (porque tanto para el, como para mí, de que “ley” hablamos, que espíritus son aquellos que cuidan a personas de tan poca monta, al margen de la ley, de la página).

“Quien canta su mal espanta” eso depende del lugar y el momento donde uno hable, donde uno cuente sus pesares, pues, dentro de la prisión, “quien canta una vez, llora para toda la vida”, y esa es otra lección que nos hace Cervantes, uno debe ser oportuno a la hora de hablar, saber cuando decir algo y cuando callar. Y es verdad, uno no sabe muy bien a quien se le habla, y que piensan los demás sobre eso que uno dice, y uno nunca esta muy seguro del lugar donde se encuentra. Y las prisiones son lugares peligrosos, donde el hablar se paga con condena y castigo, la mayoría de las veces excesivo.

Abusa como siempre de las paradojas (y eso me llena de encanto) y aquí nos damos cuenta que todos somos condenados por una u otra cuestión, porque el ya lo dice cuando describe los delitos, hay condenados por estar enamorados, por crear arte y otros por ser necesitados, aquí estamos los mismos de siempre diría yo, los que en definitiva deberían estar fuera, haciendo de este mundo un lugar mejor.

En definitiva, este capitulo habla de lo mas bajo de la España de la época, personajes de galeones, de prisiones, de lo mas bajo de la calle y de la ciudad. Reflejo de la realidad del hombre construido a través de lo menos decente y legal que exista.

Te dejo un fuertísimo abrazo.

HologramaBlanco

Anónimo dijo...

Uno de mis episodios favoritos. Don Quijote sale escaldado una vez más. El pobre no sale de una y se meta en otra jajaja

un abrazo

Nome Andrés dijo...

Uno va con poco tiempo y no he leído el texto, pero la foto me parece genial: sin tapajus y con descaro: eso está bien.

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ANTÒNIA: piensa que, a veces, ayudar sin mirar a quién trae estas consecuencias. Guanajuato, que citas en tu entrada, es un lugar muy cervantino. He leído tu entrada y es muy recomendable.

JESÚS: ¡Bienvenido a La Acequia! No me habías dicho que tú también tenías un blog, voy a echarlo un vistazo. Fue un placer volveros a encontrar.

MERCHE: No. No lo defiendo. Cervantes no dejaba de ser un hombre de su época e, igual que en el discurso de Marcela o en El viejo celoso tiene puntos de defensa de la libertad de la mujer, en otros lugares no. Sin embargo, fíjate que, en los textos que citas, no habla de las mujeres sino de algunas y también, en la misma frase, habla de algunos hombres. No generaliza, que es uno de los vicios del machismo. Y, además, habla de hombres y mujeres por igual. No creo que por estos textos se le pueda acusar a Cervantes de machismo, aunque te podría facilitar otros...
El machismo de este país es mucho peor que esas frases. Besos.

MARÍA: Me alegro de que te hayas divertido. Eso sí, con los deberes hechos... Besos.

SAUVIGNONA: Sí, el personaje de don Quijote era una persona culta: la lectura es, precisamente, lo que le trastorna. Buen fin de semana.

MANUEL: en efecto, no podemos evaluar machismo-feminismo en Cervantes con conceptos actuales. Aun así, al menos en su obra, se mostró avanzado en esta cuestión.
Me alegro de que lo estemos pasando bien entretodos. Saludos.

MANZACOSAS: ...la Guardia Civil, puesto que es el origen del cuerpo. Hombre, la de ahora tiene más eficacia y mejor imagen, tras la evolución de los últimos años. Saludos.

MERCHE: bueno, espero haber aclarado la cuestión. Besos.

SELMA: ¡no había pensado en Bush, jo! Un placer que vengas por aquí y dejes tus comentarios. Un beso.

PANCHO: Mínima ha sido entendida por los comentaristas como "minuciosa", que entra en detalles. De hecho, ésa es la segunda acepción del DRAE.
En efecto, como bien señalas, Cervantes conocía bien los bajos fondos y los retrata en sus obras: estuvo varias veces en prisión y hay sospechas de que alguno de los aspectos de su vida no fueron muy legales. Y de la carencia de la libertad también sabía mucho, para su mal.
Cómo me gusta que te fijes en el pobre Rocinante y en el rucio, tan maltratados y protagonistas como sus amos.
Un fuerte abrazo.

ALDABRA: Volverás a oír cosas semejantes. Este es uno de los aspectos que más soprenden al lector de hoy, que piensa que los clásicos son cosa edulcorada y elevada. Esta novela está, como hemos visto, muchas veces a pie de calle. Besos.

EDGARDO: la teoría y leyenda de que el Quijote fue pensado en la cárcel nunca podrá ser demostrada pero no me extrañaría su certeza: allí, un hombre tan vital como Cervantes necesitó vivir la vida a través de su imaginación. Pero no lo escribió allí por entero, como algunos piensan: se tomó su tiempo.
Cervantes se inspiró en personajes de carne y hueso, en efecto -lo veremos-, pero hay una fuerte literaturización: el lenguaje de germanías y la atención al criminal como hecho literario era muy frecuente en la época y gustaba mucho a los lectores o espectacores de teatro. De ahí procece también el equívoco lingüístico, una de las bases del tratamiento del criminal en el teatro breve.
Sin embargo, como bien dices, no deja de reflejar un tipo de sociedad real que ayuda a completar el retrato de España.
Un fuerte abrazo y gracias por tus acertadas palabras.

FERNANDO: así seguirá. Un abrazo.

NOME DIGAS: pues nada, a ponerse al día. La foto, a cara descubierta. Un abrazo.

Gracias a todos.

Merche Pallarés dijo...

Si en el fondo ADORO a Cervantes... Sí, como tu dices el capítulo de Marcela me encantó y es verdad que la trató como "mujer" mientras las que menciona en este capítulo son "mujercillas"... Vale, veo que tu y TUCCI teneis razón. Perdonádme. No digo nada mas excepto que el comentario de mi querido "Pancho" (que me tiene muy olvidada últimamente porque NUNCA me hace un comentario en mis posts...), como siempre, ha dado en la diana cuando se ha acordado de nuestros pobres Rocinante y el asnito de Sancho que tambien sufren lo suyo. Pobrets (catalán que veo viene de "pobretes" que utiliza Cervantes). Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: eso no quiere decir que en otros textos Cervantes no se manifieste con la misoginia de su época. Tampoco lo endiosemos.´
Besos.

Anónimo dijo...

De la agrupación de los cuatro adjetivos: altisonante, gravísima, dulce y mínima; me llamó la atención el significado tan opuesto y se me ocurrió que podía ser una antítesis, recordando cuando estudiábamos las figuras literarias en el Bachillerato. ¡Qué difícil era identificarlas en los textos! No nos sabíamos más que las de los ejemplos.

Armando en Internet he visto que sobre esto de los galeotes y sus interpretaciones hay mucho escrito. La síntesis y visión que nos das sobre el capítulo no tiene nada que envidiar a ninguna, maestro.

Merche, aunque no te deje comentarios en tu blog, te visito y leo habitualmente. Lo que pasa es que veo que esta red bloguera se está haciendo demasiado grande y todos no somos Pedro, que tiene la capacidad de comentar en todos. pancho

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PANCHO: recuerdo a la perfección aquella forma que tuvieron de enseñarnos las figuras literarias... como para no leer nunca más en la vida.
Si has visto lo que hay en Internet, ni te digo lo que hay en papel... aunque la mayor parte de ello sea repetición sin más de otros a los que ni siquiera se cita.
En lo de que comento en todos... es que duermo muy poco.
Saludos.

Merche Pallarés dijo...

PANCHO, es que me puedes comentar en castellano... no hace falta que lo hagas en inglés (sé que es más pesado aunque lo escribes divinamente) pero te echo de menos, que quieres que te diga... Y, tu, Pedrito, cuida ese insomnio... que no es sano. Besotes a los dos, M.

Merche Pallarés dijo...

¡Ah! Pancho, espero conocerte en la "Olla" famosa... Besotes, M.

Abejita de la Vega dijo...

¡Una canasta de colar, atestada de ropa blanca ¡ Un hombre condenado a remar en una galera, atado a golpe del látigo o corbacho, alimentado con putrefacto pan recocido o bizcocho y…posiblemente no salga vivo. Todo por una cesta de ropa blanca….¿O no es la ropa sino la mujer que la llevaba puesta? Fijaos que manifiesta ir a galeras por enamorado y , según sus palabras, la abrazó consigo tan fuertemente que, a no quitársela la justicia por fuerza, aún hasta agora no la hubiera dejado de su voluntad. Si es por la ropa, nos parece increíble en estos tiempos de textil asiático, a bajo precio, procedente de mano de obra barata, tal vez infantil. Si es por abrazar a una mujer, sólo por abrazarla…
La cadena de osadías que Cervantes, maestro de la ironía más fina, deja escapar, al igual que los galeotes, en este capítulo, llama nuestra atención. Veamos algunas:
¿Es posible que el rey haga fuerza a ninguna gente? pregunta don Quijote. Le contesta Sancho:”No digo eso…sino que es gente que, por sus delitos, va condenada a servir al rey en las galeras de por fuerza”. Sancho rectifica a tiempo…
Otro de los galeotes afirma:”Yo voy por cinco años… por faltarme diez ducados”. Y explica: “hubiera untado con ellos la péndola del escribano y avivado el ingenio del procurador, de manera que hoy me viera en mitad de la plaza de Zocodover”.Cervantes lo sabía muy bien, en algún proceso se vio envuelto, en algún momento tuvo él que untar la péndola.
Llega el turno a un anciano, acusado de hechicero y alcahuete. Lo de hechicero, ni tocarlo, menuda es la Inquisición. Pero por lo de alcahuete “no merecía él ir a bogar en las galeras, sino a mandallas y a ser general dellas; porque no es así comoquiera el oficio de alcahuete, que es oficio de discretos y necesarísimo en la república bien ordenada”.Menos mal que lo ha puesto en boca de un loco…
Aunque la más osada es la que apunta Pedro: “me parece duro caso hacer esclavos a los que Dios y naturaleza hizo libres”. Casi nada.
Hasta el próximo capítulo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: pancho no se ha apuntado. Pero hay tiempo. Ya sabéis que podéis avisar los que queráis acercaros a comer una olla podrida en Arlanzón (Burgos) el día 26 de octubre.

ABEJITA: en aquel tiempo bastaba con la ropa para ser condenado... en efecto: osado y valiente es Cervantes, aunque disimule en boca de un loco.

Abejita de la Vega dijo...

Mensaje para Merche Pallarés:
En http://aranitacampena.blogspot..com/ en la entrada "El poder de la coma" propongo lo siguiente:
Lea y analice la siguiente frase.........

'Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda'.

PIENSE DÓNDE HA COLOCADO LA COMA CUANDO LA HA LEÍDO.

Su usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.

Si usted es hombre, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.

¿Dónde habéis puesto la coma?

Un saludo

Kety dijo...

Pedro, muy simpático con el peso de las letras en la cabeza

Sólo quería saludarte.
pasaré de nuevo con más calma.Veo que habéis avanzado con don Quijote

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ABEJITA: una coma es un mundo...

KETY: bienvenida al regreso de tu viaje. No tte preocupes, aquí espero tu lectura con calma. Un abrazo.

Señor De la Vega dijo...

Abejita de la Vega, será acaso por nuestro común patronímico, pero siempre me sugieren interesantes recuerdos sus comentarios.
Cuando intentaba un día desgranar hasta las comas de mi capítulo preferido de El Quijote, (que no diré cual es), decidí eliminarle toda la puntuación y leer de cero.
E imaginé, ser el editor frente al texto manuscrito de Cervantes, que así le llegaban, según nos cuentan.
Y como resulta, que no sé hablar en cervantino y el texto de entonces, era para ser recitado y escuchado; y aunque yo me esfuerce en imitar usos de antaño en el lenguaje, no lo consigo; pues en leyendo mi capítulo se vieron enloquecidas mis interpretaciones y todavía ando confundido y medio lelo, desde, entonces, encomo, todo.
Dicho esto, muchas lecturas tendría este capítulo magistralmente tratado por Don Pedro, y muchas ya se han dicho. Incluso tantas frases que necesitarían la lectura de la época para descifrarlas con acierto «Esta es cadena de galeotes gente forzada del rey que va a las galeras» (I, 22, f. 101). Y no acabar leyendo todo al revés como el mismo Don Pedro Ojeda hace.
Yo veo en este capítulo, en personal incursión al alma cervantina, mucho de Argel, donde le debió crecer el deseo, no como espectador de injusticias, sino como esclavo, de la rebelión al poderoso, de la libertad en cualquier modo por un manco traicionado por la vida.
¡Y vive Dios!, que en este capítulo, frente a una verdadera amenaza armada frente a un Don nadie, es la mano inútil de Cervantes, convertida en divina, quién hace que Don Quijote gane en justa verdadera, a los carceleros, aunque sean del mismísimo Rey de España, que él tanto venera.
No ocurrirá más veces, y una vez ganada, retornará el loco a su suerte apedreado, pero no por Rey ni poderoso, sino por el amor a Dulcinea (Dios verdadero).
Suyo queda, Z+-----
Nota: Blog fundado en 2006, jajaja, genial Pedro, jajaja.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SR. DE LA VEGA: nos ha dejado intrigados al ocultar su capítulo preferido... ya nos lo dirá.
Me gusta esa deconstrucción del Quijote: saldrá un texto vanguardista de calidad. O sea, el Quijote.
Hay muchos académicos que leen el texto ni siquiera del revés, como en la foto, sino sin abrir la tapa.
Veremos más incursiones personales en el texto.
En cuando a la nota: aquí, en dos años, parece que llevas un siglo...
Saludos.

Teresa dijo...

Tirararíiiii
que me pilla el toro aquííí

Acabo de (re)conocer a Ginés
y todavía no he acabado el capítulo

¡No he leído tu entrada, ni los comentarios, ni las noticias relacionadas del Quijote!...

cuatro "grillados" no podrán conmigo.. aúúúúúú

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: pues ya estás poniéndote al día.

Teresa dijo...

Esto no es serio
Acabo de pisar en la cocina el único tomate maduro que me han vendido en veinte años... Hala a limpiar.. Todo por ir a por un refresco (sin publicidad) para seguir con Ginés...
ains, ains, ains....

La literatura a palo seco no entra
juas juas

Teresa dijo...

Estoy leyendo este Quijote a pelo, (sin ayuditas) y este capítulo es el que más me ha costado por su complejidad para comprender el sentido de algunas frases.

No veo nada de machismo en lo que apunta Cervantes, abunda lo bueno y lo malo, ya sea él o ella. Utiliza el lenguaje.

Otra vez el cine... comparando a Ginés, nada bien parecido pero rebelde con Steve McQueen en
LA GRAN EVASIÓN

Jo qué peli, qué banda sonora, merece la pena ver este trozo hasta el final...

Qué desproporcionado el delito con la pena, como le sucede hoy en día a algunas personas y los más miserables en la calle...

Hasta este capítulo el Quijote no me había parecido un auténtico loco, y creo que Cervantes engaña a su propio personaje con el lenguaje.. (jolín lo que acabo de escribir)..

Hay una frase de Sancho que ahora no localizo...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: un tomate maduro -si es maduro de verdad, a la antigua- es todo un misterio. Oculta el dato, no se vayan a enterar las cadenas de supermercados...
¡Ginés era bizco -y Jerónimo de Pasamonte-! Pobre Steve McQueen.
Desarrolla la idea de que Cervantes engaña a su propio personaje con el lenguaje y tendrás la narración moderna.
Busca la frase...

El Ente dijo...

Hola Pedro!!! vaya creo que me tengo que poner al día con la lectura del Quijote!!!. Bueno se trata de leer el capitulo o parte del capitulo en curso y comentarlo no? ¿Es asi o estoy perdido?

Bueno amigo Pedro aqui me tienes jejejje espero des un poco de luz a mis dudas!!!

Un abrazo!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EL ENTE: es así. Vuelvo a explicarlo en la entrada de este próximo sábado, para los que os habéis incorporado recientemente.
Un abrazo y bienvenido a la locura.

Euphorbia dijo...

Me ha parecido curiosa la forma de relatar sus crímenes los galeotes: uno por estar enamorado... de lo ajeno; el otro, por cantar... bajo tortura; el otro por no tener dinero... para poder sobornar. Genial.

Una pregunta: cuando habla de la república, ¿puede que se refiera a la de Platón, con su ideal de sociedad donde cada uno desempeña el oficio que sea más beneficioso para el bien común?

¿Esto podría tener algún enlace con la idea que planteaba en el capítulo XI de la Edad de Oro? No quiero decir que la República de Platón y la Edad de Oro estén íntimamente relacionadas, sino que Don Quijote pueda mezclarlo por su cuenta.

Bueno, eso han sido dos preguntas.

Un beso y sigo rezagada pero sin perder de vista al pelotón.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EUPHORBIA: república como "res publica", las cosas del gobierno común. Era una denominación común en aquellos tiempos. Un beso.

Juan Luis G. dijo...

Yo creo que Don Quijote, como hombre plenamente libre, que ha roto con su vida anterior para vivir sólo lo que le dicta la imaginación, no concibe la idea de unos hombres prisioneros.

Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

en efecto, JUAN LUIS, ésa es parte de su caracterización: lo que hace Cervantes es ponerlo, negro sobre blanco sobre la realidad, para contrastar su acción con las consecuencias

Myriam dijo...

Hola, hahahahaha me causo mucha gracia el revuelo de los comentaristas anteriores en este capitulo. Sobre lo que MERCHE dice, a mi se me ocurrio pensar, que si Cervantes era hombre y sufrido,(se poco y nada de su vida), tuvo que haber tenido con toda seguridad algunos desenganios amorosos o experiencias no muy gratas... y es posible que algo de eso, se hubiera filtrado en alguna de sus alusiones a las mujeres, en este caso. No tendria nada de raro.

Como bien dices, expresiones y/o actitudes machistas, hoy y no solo en Espania, son mucho mas fuertes, lamentablemente.

Me vas a tener que explicar eso de comer una olla podrida?
No suena muy aromaticamente fresco,
ni particularmente apetecible.

Del cap. hay varias cosas , pero solo voy a marcar 2:
1- me parecio muy divertido el galeote que se burlo de tantas mujeres tanto que crecio la parentela muy intrincadamente.

2- el final con el jumento "cabizbajo y pensativo" ....

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: Merche, siempre alerta, en efecto. Cervantes no tuvo una vida sentimental muy buena, por lo que sabemos.
La olla podrida es el antecedente de los potajes actuales de garbanzos o alubias. Hoy lo que se llama olla podrida -que se sigue comiendo en Burgos- es una derivación de aquella, pero también el cocido de garbanzos que se come en tantos sitios de España.
Esa olla "podrida" era olla "poderida", olla de los poderosos, porque se preparaba con alubias, carne de cerdo o vaca, chorizo, morcilla, etc. Es decir, un plato especialmente caro y contundente.
Si no te gusta el potaje, no te gustará, pero es una magnífica experiencia para pasar unas horas en compañía.
Nuestro último encuentro bloguero fue ante una olla podrida.
Muy bien señalados el galeote y el jumento. Un abrazo.

Myriam dijo...

Siendo asi, me encantara compartir una con ustedes!!!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: apuntada para la próxima.