lunes, 22 de septiembre de 2008

El juego del deseo.



El deseo vehemente genera, en ocasiones, un exceso de confianza. En determinadas circunstancias, sólo por desear, nos creemos más atractivos y apetecibles y pensamos que también somos deseados, y no sólo por quien es objeto de nuestra querencia. Y entonces, paseamos engallados por una calle de escaparates ante los que nos exhibimos: Miradme, soy yo. Os muestro lo que tanto deseáis. Este engreimiento genera un exceso de confianza en uno mismo que acabamos pagando: con la realidad de las cosas, que suele venir adornada de espejo y desengaño. Sabemos que desear provoca cambios físicos en nosotros y que luzcamos nuestras mejores artes y eso puede hacer que haya más que nos presten atención. Pero, ay, unos meses después volvemos a pasar ante los mismos escaparates y los ojos se vuelven hacia otro.

Qué cosas tiene nuestro deseo, que nos eleva para dejarnos caer más tarde.

64 comentarios:

Teresa dijo...

La fama efímera que dicen, pero mientras llega y si viene, podremos soñar con ella ¿no?

(se te han corrido los maniquíes)

Lobita Esteparia dijo...

y que lo digas...pero y mientras te sientes deseado?, todo tiene precio parece ser...un saludo.

Silvia_D dijo...

Tanto deseo es que acaba por volverle a uno majareta perdido, mejor no desear entonces? y eso cómo se consigue?

No sé qué será peor o mejor desear o ser deseado, ya me he liado, a mi esto del deseo me desorienta mucho.

Moviste los maniquies?

Besos, niño y buenas noches

Merche Pallarés dijo...

No puedo opinar. ¡Hace tanto tiempo que no me siento deseada! Besotes, M.

Anónimo dijo...

Para mi la cuestión es, si el deseo hacia otros nos mueve a sentirnos deseados; yo creo que no nos sentiríamos deseados si no se sintieran deseados los demás y viceversa. Complicado.
Saludos.

XuanRata dijo...

Es lo que tiene andar de escaparates. Solo un cristal nos separa. ¿cómo saber quién es el expositor y quién el expuesto?
Fantásticas las fotos.

(Tengo yo una modelo que te voy a presentar en alguna de mis próximas entradas. Le faltan algunas extremidades, pero su mirada es dulce como las mentiras)

Carlos LABARTA dijo...

Siempre he tendido a desconfiar de los escaparates. Jamás me han inspirado confianza artículos con etiquetas vueltas del revés, de modo que no pueda comprobarse su valor... Las personas vueltas del revés por el deseo, tampoco!

Pero lo que sí te diré es que cambiamos ahora... Desaparece la piel tostada y nos encontramos con nuestra palidez mundana, mundana al lado de los cuerpos tiznados por cabinas solares de los depredadores del culto al cuerpo, esos que se buscan a sí solos con iguales, para un usar y tirar.
Sí, puede que dejemos de lucir, pero tuvimos que asegurarnos lucir para alguien que, al despertar en las frescas mañana de lluvia y silencio que nos esperan, nos devuelva en su mirada nuestro reflejo...

No podemos dejar de llevarnos de la mano del deseo. Somos incapaces de sustraernos de experimetnar cualquier tipo de voluptuosidad cuando surge, porque nos sentimos vivos, y deseamos que nos desgusten con el sabor que sentimos en nosotros.

Un saludo Pedro...

JESUS y ENCARNA dijo...

Y es que es tan efímera esa sensación...
Petonets
Encarna

josh dijo...

El exceso de confianza fruto del engreimiento del que hablas, también produce, en bastantes personas, una desconexión con la realidad...la creación de un mundo propio en el que todo está imaginado a medida para seguir engordando el ego, viviendo del reflejo de escaparates y espejos en los que mirarse, descifrando los mensajes con el código más narcisista, estando sin estar, pues esta gente ha perdido interés en las cosas que de verdad importan,tienen que meter moneda para sacar jugo a la vida, cuando todo el mundo sabe que es mejor subir al árbol, coger las naranjas y exprimirlo tú mismo...Disculpa tanta palabrería, es que no sé si me consigo explicar.

Euphorbia dijo...

Esto debe ser el "Síndrome del Pavo Real", es decir, mirarse el ombligo a través de las miradas imaginarias de los demás. Luego uno (o una) vuelve a la realidad y queda más aplastado que un euro en la vía después de pasar el expreso de las 6.

Esther dijo...

El deseo es que es un sentimiento puntual ,pasional en un momento dado,entonces una misma persona viendonos en diferentes momentos podemos ser o no objeto de su deseo ,siendo la misma persona con los mismos atractivos.. pues tambien depende del estado de ánimo de la persona que desea..

besos

Antón de Muros dijo...

Es cierto, Pedro.
El deseo es una especie de desinhibidor.
Tanto puede ser el disparador de un gesto heroico como de la tontería de la que luego debamos arrepentirnos...

Imposible no desear -si hasta en sueños estamos en tensión hacia algo/alguien....

Un abrazo.

Antón.

Beatriz Montero dijo...

Hay que vivir con la vulnerabilidad de la autoestima, pero sin perderla.

Pilar dijo...

El deseo.
Sentirse deseada o desear a otro.
Deseo activo y deseo pasivo.
Dejarse querer.
Hacer cosas para ser objeto del deseo.
El deseo es efímero.
Si el deseo es ¿ansiedad? es mejor no alcanzar lo que se persigue con él.Aunque esto tal vez acabe en frustración.
Si el deseo nos hizo caer después de ser satisfecho quiere decir que no era el lugar (o el momento, o la persona, o las circunstancias...) donde (cuando, quien, como...)satisfacerse.
El buen deseo es el que después de conseguido nos da paz

Isabel Huete dijo...

Es curioso, porque a mí me despiertan deseo quienes menos van por la vida con el deseo de ser deseados. Y es que se nota mucho, y parecen pollos desplumados disfrazados con plumas artificiales. La naturalidad es lo que me resulta más apetecible; la impostura me horroriza.
¿Y tú de qué vas? Jajaja.
Un besazo, deseoso.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: Ay, los sueños. ¿Se corrieron?

LOBITA: la satisfacción mientras dura, supongo. Saludos.

DIANNA: pues aun debemos darle algunas vueltas más. No: se movieron solos... Besos.

MERCHE: ah, será que no miras bien a tu alrededor. Besos.

R.A.RIVEIRO: muy complicado. Somos así de retorcidos. Saludos.

XUANRATA: en eso tienes razón. Es como en los zoos. Espero foto de tu modelo, la mirada merecerá la pena, según cuentas.

CARLOS: en el fondo, todos andamos por la vida con la etiqueta puesta del revés, para que no se vea nuestro precio... Los del culto al cuerpo, lo pagarán con el envejecimiento prematuro de la piel. Saludos.

ENCARNA: y tan rara... Besos.

JOSH: ay, que la mayoría anda perdido en escaparates. Así le va al mundo. Disculpado: en La Acequia no ponemos tasa a las palabras, ya lo sabes.

EUPHORBIA: el aterrizaje en la realidad es duro... y expreso.

ESTHER: somos seres cambiantes y volubles, en efecto. Besos.

ANTÓN: imposible. Yo ya ni intento no desear... Un abrazo.

BEA: y sin inflarla.

PILAR: paz y recuerdos. Besos, que se te ve poco.

ISABEL: ay, que yo he tenido períodos de todo, pero casi siempre de encogido, que es difícil estar en un término medio. Besos.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Unknown dijo...

que te deseen debe ser un rollo (me imagino, je,je) pobre Irina!! sólo se acercan a ella por el físico, nunca va a saber si realmente la quieren, en consecuencia PREFIERO QUE ME QUIERAN, si luego encima ya me desean eso es la bomba. :)

Unknown dijo...

Creo que jamás desearía a alguien que se le notara que quieren que le deseen, puag!! qué empalago!

Anónimo dijo...

hola pedro el hermoso!
mmmm bueno a mi en particular el deseo no me hace sentir atractiva..ni me genera mas confianza de la normal...al contrario...si me provoca cambios fisicos...pero no soy yo..es como que me atrapa la tontes ..no lo puedo explicar....me resulta dificil.....es como cerrarse como un puño---y cuando se abre ese puño es cuando vuelvo a la realidad----hoy hable de eso en mi blog----(algo parecido)...
me enacnto el post de hoy me parecio muy cierto generalizando....
en verdad me encanto entero...
besines y que esteis bien !!!!!!
con las hojas...

Martine dijo...

Hasta las maniquies sienten deseo... ¡La rubia sí! ¿Quién pasaba por delante de su escaparate...? ;-)
¡Que poderoso es el deseo!


Un beso.

Kety dijo...

Hola Pedro, soy entusiasta de los escaparates, pero tu reflexión me ha hecho recapacitar y darme cuenta, que me gusta ver lo que hay dentro del escaparate, no, lo que se refleja en el cristal.

Será que soy poquita cosa.

Un abrazo

Haideé Iglesias dijo...

Precisamente por ello lo mejor es no desear, y descubrir todo un nuevo mundo de sorpresas...pero para ello, primero uno ha de dejar de ser masa y pasar a ser individuo... no mimetizar, sino caminar libre...Jung
Buen juego entre las modelos de foto, y las maniquis; si, un marcado contraste, irreales las dos, pero en la fotografía hay un diablo, en los maniquis sólo la mano humana... todo está en nuestra mente, en cuanto nos demos cuenta dejamos de ser sus esclavos...tomar conciencia...
Un abrazo.

São dijo...

O desejo pode ser bem complicado, mas é indispensável...
Abrazos, Pedro amigo.

Merche Pallarés dijo...

¿Tu crees? Besotes, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Pedro...de ilusiones también vive hombre/mujer, que nos queda entonces?
Yo verdaderamente odio los escaparates, ¿será porque no deseo verme así o por todo lo contrario? Vaya me liaste. Saludos

Anónimo dijo...

Interesantes reflexiones... A mí el deseo me parece más bien un punto de origen, algo que está en los pilares de los sentimientos... pero que no edifica nada por si solo... En fin, complejo tema...
Saludos, Pedro.

El Deme dijo...

Querer es maravilloso, pero que encima te quieran ya es la leche.
(Esa decoración de maniquíes con fondo fotográfico de modelos me parece excesivamente recargada, que cambien al escaparatista!)

Jmsg dijo...

Tal vez no he captado la entrada, pero por lo que creo entender, debo de ser la excepción. Pienso en las veces que he deseado vehementemente... y no sabría decirte por qué no, si por inseguridad, por miedo al ridículo o por lo que sea, pero jamás me he sentido más apetecible o simplemente apetecible, en esas circunstancias.
Nunca lo había visto así.
Lo tendré en cuenta.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Oye, pero mientras te encuentras deseado-a, como disfrutas, como te sube el ego...aunque luego el espejo te baje a la tierra...

Besos

Yolanda (SOL)

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Sensación efimera pero bella...

¿Que tal si le añadimos un poquito de amor? Es el mejor conservante.

Un abrazo, Pedro.

Anónimo dijo...

Las señoritas objeto de deseo del escaparate ponen el listón de los deseantes demasiado alto; así que no es de extrañar que una temporada después giren los ojos buscando la motivación suficiente que mantenga el deseo, sólo hasta la siguiente estación. pancho

jg riobò dijo...

El deseo nubla la razón, nos hacemos personajes de exposición.

Ele Bergón dijo...

Me encanta el juego de la seducción donde el desear y ser deseado o deseada son los protagonistas. Como escribió Borges ¿Qué importa el tiempo sucesivo si en él,
hubo una plenitud un éxtasis una tarde?

Saludos Luz

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

hay que controlar y domesticar el deseo. Un abrazo.

lichazul dijo...

deseo deseo deseo
pero a veces el deber ser
se antepone
y no nos queda más que aceptar
lo que hay
y lo que sé es
cruda y celosa realidad

muakismuakis

MeTis dijo...

creo que te equivocas, si a mi me dijeran "te deseo", le miraria con cara de incredula y dira "¿a mi?, estas loco", asi que para nada iria pavoneandome de ser deseada.

sera cuestion de autoestima quizas.

besos

cambio de blog pedro. www.metisyyo.blogspot.com

María dijo...

La mente es libre para llegar a sentir esa sensación llamada "deseo" pero sobre todo que esa sensación vaya siempre acompañada siempre de amor.

Un beso.

Silvia_D dijo...

Lo del pavonearse, es como el cortejo, en la búsqueda de ADN perfecto para reproducirte y tal, supongo que es genético, la testosterona (y otras) te hacen hacer cosas raras y pierdes el norte.

Estás a merced de las respuestas químicas del cerebro que es muy cabezón.
(con un maniquí , no sé si surge efecto, aunque sean "moviditos" o "corridos")
Te dejo algo que iba a usar para un post a ver que te parece :)

http://es.youtube.com/watch?v=3gXBzCZHAPM&NR=1

Besos , niño y buenas noches

Anónimo dijo...

No sé. Creo que no estoy muy de acuerdo con tu entrada, o al menos yo no me siento así frente al deseo. Cuando soy yo quien siente el deseo creo que lo llevo escrito en los ojos y me entra un pudor terrible, me gustaría estar bajo tierra para que nadie lo capte. Jamás soy tan insegura y mojigata como en esa circunstancia.
Si alguna vez me he sentido deseada me abruma la idea de que me engaña la intuición. Una faena.
Debe ser la educación salesiana, digo yo.
Un besote casto.
Concha.

Kety dijo...

Hola de nuevo. Me quedo con esta frase:
"Este engreimiento genera un exceso de confianza en uno mismo que acabamos pagando"

Saludos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAFALDIA: ay, que ya sabes que en esta serie no hablamos de deseo ni de cariño. Aunque ya sabes, que el roce...
Y ya sabes los muchos creídos que hay por ahí.

SAUVIGNONA: pues muchas gracias. Y aquí estoy, con las hojas. Besos.

SELMA: poderoso, cierto y universal. Un beso.

KETY: ¿ni una mirada furtiva a tu reflejo? Con la crisis, mejor que no miremos mucho a lo que hay al otro lado del cristal...

HAIDEÉ: lo malo es que esa esclavitud es muy poderosa, demasiado. Un abrazo.

SAO: en efecto, indispensable. Abrazos.

MERCHE: que sí. Besos.

MANUEL: ay, vuélve a mirarte, a ver si... Saludos.

VIRGINIA: no es su función, pero es el motor de muchas cosas. Aquí ya le hemos dedicado muchas entradas y no hemos nada más que comenzar. Saludos.

DEME: pobre escaparatista, que me dio mucho del trabajo hecho...

JMSG: cuando deseamos, curiosamente, cambia nuestra gestualidad y nuestro físico. Hay estudios médicos, incluso. En el fondo, somos igual que el resto de los animales, ya sabes. Saludos.

(Yolanda) SOL: Gracias por estar aquí. En efecto, ser objeto del deseo de otro, tiene algunas ventajas emocionales.

CORNELIVS: vale. Pero después del amor viene la rutina, que no sé, no sé. Un abrazo.

PANCHO: es que son muy suyas.

JAVIER: nos animaliza, en efecto. ¿Bueno o malo?

ELE: a veces, un instante se recuerda toda la vida.

FERNANDO: y qué difícil, ¿no?

LICHAZUL: realidad a nivel de calle. Besos.

METIS: me alegro de tu seguridad. ¿Todos seríamos capaces de mantenerla siempre? Besos y tomo nota del cambio de dirección.

MARÍA: no siempre se logra. Un beso.

DIANNA: eso es, como el cortejo animal, aunque lo disfracemos. Voy a ver el enlace. Besos.

CONCHA: es cuiosa esta reacción, que describís varios de vosotros. Quizá le dedique una entrada en esta serie. Es que la educación pesa mucho. Un beso.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

KETY: así lo veo. El engreimiento nos termina aislando porque nadie nos aguanta.

Silvia_D dijo...

A mi no me avergüenza desear, lo veo natural, YO DESEO.

Domesticar el deseo, no se puede, simplemente, como en todo, no hacer el ridículo, no vamos a ser todos curas y monjas , el celibato del deseo... tachannn!! es mentira, así acaban ellos de enfermos y solo dicen chorradas.

Pues eso, será que soy mala? jaaaaa!! estoy siendo sincera y no me considero una engreída, soy una persona casi normal.

Besos, niño

Pedro Ojeda Escudero dijo...

DIANNA: el deseo no nos hace engreídos: sí creer que nos desean. Yo soy de los tuyos. Besos.

matrioska_verde dijo...

hoy he sentido deseo...
por la mañana,
después de comer, a la hora de la siesta...
ahora desearía ser una de esas mujeres de escaparate... y que todos me mirasen los tacones de aguja y la boca de fresa...
y mis ojos, dos alfileres de porcelana.

lo siento, hoy creo que se me va un poco la olla.

bicos,

p.d.: me gustan tus textos llenos de deseo contenido... ¿cuándo vas a desatarte?

matrioska_verde dijo...

mi comentario anterior es una metáfora o como quiera que se llame, sólo es un juego... sabes lo mucho que te respeto.

bicos,

p.d.: creí necesaria esta aclaración.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ALDABRA: Lo sé. No era necesaria. ¿Desatarme? ¿Me dejaríais?
Besos.

Martine dijo...

¿Es una sensación o has invertido el orden en las fotos...?
¿Ha perdido interés la maniquí rubia por su objeto del deseo...No suelo "molestar" dos veces en la misma Entrada pero mi curiosidad ha sido más fuerte...
Y de paso te dejo otro beso.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SELMA: ...pues no te voy a satisfacer la curiosidad para que la intriga siga... Ya sabes, trucos de artista. Espero que lo comprendas. Besos.

Martine dijo...

... Y van tres visitas! Que si, que si me acuerdo perfectamente... Ya no es una sensación...
y el tercer beso...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SELMA: comprendido entonces. Recojo tus tres besos, para conservarlos. Y te mando otros tantos.

Silvia_D dijo...

Pedro, tomando el deseo como parte de la búsqueda de continuación de la especie, hacen falta dos para jugar, la otra parte, debe saberse deseada para "seguir" o no "seguir" el juego.

Pienso que es cosa de dos y si el otro no lo sabe, cómo van a jugar?

Tampoco digo que haya que ir por la calle preguntando: - oye, tú me deseas? que me quiero perpetuar :P

Es que si el otro no lo sabe... y si se lo dices qué pasa?

Otra cosa es tipo gallinero ¡¡todas a por el gallo!! claro y el gallo se infla y la lía y al cabo de ná, hala!! pollitos por todos lados y no te digo la que se puede liar si el gallo encima está casado.

Oisss... esto del deseo da mucho de si, Pedro jajajaaja.

Lo de desatarte... O.o por qué no? siempre podríamos atarte otra vez jajaajaja

Anda que tela, qué llevaría la ensalada que me he cenado? me parto yo sola!!

Besos, niño :))

Pedro Ojeda Escudero dijo...

DIANNA: esto sí es ir desde el deseo hasta la lechuga. Con un montón de pollitos por el medio.
Besos. Me has alegrado la noche.

Anónimo dijo...

Este tipo de deseo se lo lleva el viento, porque no tiene raices.

Besos

Unknown dijo...

Pedro, no sé qué decir, eso del deseo me desconcierta.
Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

CARMEN: así es, esa es su esencia. Besos.

ANTÒNIA: Así andamos todos, atrapados y desconcertados. Un abrazo.

matrioska_verde dijo...

en lo que a mí respecta no me importaría que te desataras, como alguien dijo más arriba, si te portas muy muy mal te volvemos a atar y asunto arreglado... je je je...

y ahora en serio, creo que de verdad se conoce a las personas con las pasiones llevadas al límite, es en los momentos más duros cuando de verdad las personas damos todo lo que llevamos dentro para bien o para mal, por eso desatarse a veces es necesario, es bueno saber donde están nuestros límites.

bicos.

Merche Pallarés dijo...

Y si te dijera que te DESEO con locura ¿qué contestarías, eh? A una vejestoria como yo... ¡Anda! mojáte... Besotes, M.

Carlos LABARTA dijo...

....Qué deseos se admiten...?

(Ji,Ji,Ji...)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ALDABRA: no sólo en los momentos más duros, sino también en el extremo opuesto, el del máximo desenfreno. En esos momentos, tienes razón, salen las cosas más ocultas. Besos.

MERCHE: ay, Merche, que lo nuestro es sólo platónico... Besos.

CARLOS: en esta serie hablamos del deseo sexual, claro, pero lo mezclamos con otros. Propón y quizá haga una entrada con tu sugerencia.

Carlos LABARTA dijo...

Ja,ja! Al sexual me refería... Seguro que no hay necesidad de sugerencias... Desbordas creatividad e imaginación...

Merche Pallarés dijo...

JAJAJA... Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

CARLOS, MERCHE: en vaya apuros que me ponéis... Abrazos.

Carlos LABARTA dijo...

A mi que me registren... !Si es el Deseo...!
;)