sábado, 17 de mayo de 2008

¿Somos diferentes en el deseo?

Curioso esto del deseo. Le he dedicado ya nueve entradas en esta serie. Creía, al comenzarla, que sería sencillo encontrar sus claves y reflexionar sobre ellas, pero se me complica a cada paso que doy. Por el camino, han surgido duelos virtuales e insinuaciones, como la de Bipolar, de que atiendo sólo al deseo desde el punto de vista masculino. Aquellos quedan pendientes, sobre estas debería comenzar a pensar en alto, así que giro un poco el foco inicial y me pregunto si somos iguales en el deseo los hombres y las mujeres.
La inveterada costumbre del macho suele dar por hecho que no, como si el deseo debiera ser sólo patrimonio masculino y, por eso, castiga en arquetipos a las mujeres deseantes (también lo hace con las deseadas, qué le vamos a hacer). De ahí tantas frases detestables del refranero y la literatura. Al hombre a la antigua le asusta y desorienta el deseo de la mujer: la quiere pacífica, dispuesta y a la espera (de hecho, la mujer que espera es un tópico literario), mientras que el deseo, como bien lo define el DRAE es un movimiento afectivo. Necesita, por lo tanto la acción de las pasiones.
Me gustaría pensar que los roles en la educación sentimental, con la igualdad que avanza, van borrando las fronteras sociales que marginaban a la mujer de ser capaz de sentir y actuar en consecuencia. No es que no pudiera sentirlo (que a veces el no tener derecho impide incluso la emoción), puesto que la naturaleza es incontrolable, sino que no podía expresarlo, con la consecuente frustración. Sólo en la retórica del teatro barroco se le permitía a la mujer decir las cosas que secretamente pensarían todas las mujeres del público, aunque el cierre fuera casi siempre convencional y dejara indemne la estructura social con una boda que resolvía el conflicto. A veces, incluso, las bodas eran dobles o triples.
Todo esto ha sido muy tratado por la literatura e incluso creó un motivo en las novelas decimonónicas que Biruté Ciplijauskaité denominó, con sabio tino, La mujer insatisfecha: el adulterio en la novela realista, en un libro que fue todo acierto.
Aun hay culturas y zonas en las que a la mujer le está vedado el deseo e incluso la ablación del clítoris es un ritual odioso por el que se concreta en un trozo de su cuerpo la libertad de disponer de sus afectos.
Pero en nuestro mundo lujoso, cómodo y sordo de Occidente, en el que los roles tradicionales se han desmoronado a pesar de que muchos se empeñen en tapar las grietas e intenta retener agua en un cesto de mimbre, la mujer desea y ejerce ya ese deseo. Pero sigo sin responder a mi pregunta.

32 comentarios:

Silvia_D dijo...

Que difícil, cada vez más... así que va a ser que me es cultural??
Que me lavaron el cerebro de tal manera que no me ponen los tríos o las orgías¿?
Que put...ada!!
No sé, en el tema sexo siempre, salvando ciertos momentos, he hecho lo que me ha apetecido y con quien me ha apetecido.
No me siento en absoluto reprimida, ni represiva, veo viable el adulterio, pero mejor un divorcio.
No creo en la fidelidad, ni en el matrimonio psss, son un fraude.

Pero me repito,sin amor,ni catarlo, que paso.
Lo que creo que pasa es que los hombres funcionan al reves, primero kiki y después ya veremos si te quiero, es sólo descordinación en los tiempos, no somos iguales, si no complementarios , como los enchufes ...;))

Pedro, que preguntabas que me he perdido??
Besosss^^

Euphorbia dijo...

Evidentemente que no. Como en otras tantas cosas. La biología juega un papel determinante.
Nuestros cerebros trabajan de forma diferente y las mujeres enseguida buscamos algo más que sexo mientras que el hombre puede quedarse en ese peldaño tan ricamente. Personajes como Don Juan (o Don Giovanni) siguen existiendo aunque sean de baja intensidad, pero mujeres en ese rol sería raro encontrar alguna.

Un beso

Merche Pallarés dijo...

Menos mal que esta vez has puesto una parejita y se os ve en la camiseta del CHICO... ¿Qué más se puede decir sobre el deseo? (Esto ya se está convirtiendo como el oxido...) Bueno, estamos en primavera... Uno/a puede MORIR de deseo, cuidado. Besotes, M.

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenos dias Pedro.
Pienso que, para mi sencillamente la respuesta es -SI-, que seria de nosotros los humanos de no ser asi.
Claro esta, tambien ha de haber un deseo compartido, un deseo necesitado, un deseo especial, un deseo amoroso, un deseo de investigacion, un deseo mutuo ....
a no que ese ya lo he dicho.
Saludos.
Jesus
P.D. Con permiso te recomiendo una reflexion en la casa de DEDALUS.
Me ha parecido interesante.

ARSINOE dijo...

Te cuento un poco lo del cartel del Boi..El personaje que ves en él, delante del bixo, es el Carrabouxo, la creación de un humorista gallego llamado Xosé Lois, que creó este personaje y lo ha convertido en uno de los más destacados del imaginario Gallego.
Publica sus viñetas críticas en el diario La Región, con este personaje como icono de la retranca y del pensamiento popular de nuestro país gallego.

Lola Bertrand dijo...

Bueno, bueno, hay mucha tela que cortar en esta entrada, yo creo que las mujeres sienten el deseo de sexo lo mismo que los hombres ... sino... ¿ a que vienen esos "aquí te pillo, aquí te mato" con el butanero o el fontanero.
Yo siempre he cogido lo que he querido, cuando lo he querido.
En fin, hay edades para todo.
Abrazos de mar.
Lola

Pedro Ojeda Escudero dijo...

DIANNA: Has tenido suerte en que tu deseo no haya sido nunca frustrado. No todos los hombres somos iguales, como no lo son todas las mujeres. Ni todos somos lo mismo a cualquier edad. Veo que tú, como yo, también te pierdes... pero avanzamos. Seguiremos indagando sobre el deseo.

EUPHORBIA: voy un poquito más allá en mi pregunta: en un mundo occidental, en el anonimato de las grandes ciiudades... ¿siguen siendo válidos los roles tradicionales asignados por la educación sentimental en cuanto al deseo? Un beso.

MERCHE: ...pero aquí, en contra de la serie sobre el óxido no me podréis acusar de pesimista... Primavera y muerte, qué pareja. Besos.

JESÚS: acojo tu postdata. Saludos.

TAREIXA: gracias por la información, lo desconocía y me pareció interesante.

LOLA: eso pienso yo, en efecto. Qué suerte en que siempre hayas tenido éxito, debe ser gratificante. Como dices, hay edades para todo: el deseo cambia su forma según la edad y las circunstancias. Abrazos.

Gracias a todos por vuestras palabras.

Silvia_D dijo...

Pedro, me pierdo, me busco, a veces me encuentro y otras ni lo intento, simplemente me dejo llevar... soy una montaña rusa en lo que a tema deseo se refiere :)
Tampoco deseo lo que antes o es distinto, es un lío, la respuesta la tengo en el momento que "veo" cumplido mi deseo y... no soy de las que dicen "reza para que aparezca la virgen" noooo, yo corro detrás de él hasta alcanzarlo, si es posible...
En resumen que es como hablar del alma,o del punto G, que cada uno lo interpreta a su manera y cuanto más indagas más lo lías.
Besos deseándote un feliz encuentro con tus deseos.^^

Anónimo dijo...

El deseo es misterio. Es un misterio que ninguna ciencia salvo la del alma puede comprender.

Intentar acercarse a ella es errar.

Aunque en realidad todo es un espejismo

Anónimo dijo...

creo que más que direfencia entre mujeres y hombres, yo hablaría de diferencias entre personas sean hombre o mujer. Un abrazo.

Anónimo dijo...

La mujer ociosa, no pensando en otra cosa sino en acicalarse y constantemente mirando por la ventana del castillo esperando la llegada de su príncipe azul, representa un estereotipo de mujer que únicamente se da en los comics. Sin embargo; algo parecido se sigue manteniendo en un pequeño segmento de sociedad acomodada, que no deja de ser una élite minoritaria, pero que cada vez se va ampliando más a medida que las sociedades se desarrollan y ya no es necesario que la mujer trabaje fuera (ni dentro) para que la pareja siga manteniendo su nivel adquisitivo. pancho
P.S. Después de esta parada europea (proyecto europeo en Eslovenia) a ver si nos ponemos al día con el Quijote, que ya veo que el ritmo no para y el trabajo se amontona.

São dijo...

O desejo é humano, portanto não existe diferença de género.
O modo de o viver, é que difere. E talvez por influências sociais, religiosas e pessoais.
Besos, amigo meu.

jg riobò dijo...

Los tiempos han cambiado y ahora se estila lo de devora hombres. Los hombres, chicos aún, están asustados ante el acoso femenino. Ver para creer.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

DIANNA: eso es lo interesante porque cuanto más conoces al ser humano más seguro estás de que no lo conoces... sobre todo a uno mismo. Besos.

DARGOR: eso es, espejismo y engañao de los sentidos.

FERNANDO: en esto estaba yo, pero ya no lo tengo tan seguro.

PANCHO: es curioso como algunos roles se infiltran y mutan en las nuevas realidades, como dices. Te echaba de menos. Un abrazo.

SAO: eso mismo creo yo: son más convenciones sociales. Pero... Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER: En efecto, cómo cambian las cosas, quién nos lo iba a decir.

Anónimo dijo...

Sinceramente, creo que es cultural, como tantas cosas, como casi todo. A mí me parece que no tiene por qué haber grandes diferencias, y la necesidad de amor (¿amor? pero por qué, si estamos hablando de deseo...) es un residuo, ligado al rol tradicional de la mujer, que igual todavía pesa demasiado.
El deseo, como tal, no creo que tenga género...

Merche Pallarés dijo...

PANCHO Y DARGOR os he dejado un regalito en mi blog. Besotes, M.

Silvia_D dijo...

Nonononno, no, a ver... depredadores los ha habido siempre, la devoradora, es mítica, no es un invento moderno, ehh!!

Lo que pasa es que alguno es muy cómodo, o anda muy perdido.
Las mujeres normales no damos miedo, es más facilitamos las cosas a algún tímido y poco resuelto caballero lleno de temores.
Yo veo a la devoradora , como una caricatura, siempre excesiva, osea igualita que el típico chuloplaya, son de opereta.
Estos post me encantan jajajaaj

Besoss^^

Euphorbia dijo...

Ya que preguntas, aunque sea retóricamente, no sólo voy a responder, sino que voy a pontificar:
La educación sentimental puede que provenga básicamente de la familia y de entornos cercanos, pequeños y cerrados, que son similares tanto en una gran ciudad como en un pueblecito y que todavía marcan más el comportamiento supuestamente correcto de las mujeres (a parte del factor biológico que comentaba esta mañana). En una gran ciudad se puede actuar más en el anonimato lo que, para quien quiera romper con la educación represora que haya podido recibir, es la panacea, pero muchas otras personas no modifican su comportamiento por vivir en un lugar u otro. De todas maneras, creo que cada vez hay menos diferencias entre vivir en una ciudad o en un lugar pequeño.
En definitiva creo que el lugar que se habite influye hasta cierto punto porque la influencia principal quizá provenga de la familia.
No tengo claro si he contestado a lo que preguntabas, pero así de lejos y sin gafas hasta parece que sepa lo que me digo.

Pilar_Cordoba dijo...

No somos diferentes para nada. Cada uno desea lo que no puede tener, ya sea carnal ó materialemente hablando, hombres y mujeres. Todos deseamos algo ó a alguien.
Hoy día no podemos regirnos por los cánones de antaño: hombre desea mujer, mujer desea hombre.
Hoy hay un abanico más amplio: hombre desea a hombre ó mujer a mujer.
Pero a fin de cuentas deseo es.
Un saludo, Pedro.

Teresa dijo...

¿Y esta es la imagen prometida con la que se nos va a subir la líbido? Bueno, como encima no nos libramos de la fémina, ya he hecho la tarea. En fin, volveré porque seguro que lo que cuentas es muy interesante.
ranglarán ran ran ranglarán.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BRUJAROJA: esa era mi impresión también cuando comencé esta serie, pero me voy haciendo un lío con vuestras respuestas. Para mí, como dices, el deseo es igual, pero su expresión no, por cuestiones sociales.

MERCHE: espero que lo reciban. Besos.

DIANNA: en eso tienes razón, ¿pero se daba en la sociedad o era una proyección? No hablo de las depredadoras, como las llamas, sino el deseo que se nos instala a todos en las carnes. Me alegro de que te gusten. Besos.

EUPHORBIA: me gusta lo que dices, pero el lugar tiene más importancia de lo que parece: hay sitios tan opresivos, en los que todo el mundo sabe todo que no permiten la libertad. Y eso, hasta ahora, lo han pagado más las mujeres.

DESPLAZADOS: bueno, creo que el abanico existía, pero la sociedad impedía que se hiciera pública. Porque el deseo, como dices, lo tenemos instalado en nuestros genes. Saludos.

BIPOLAR: No. Ésta es la primera, para ir acercándome a lo prometido, no podía hacerlo de golpe. Así que sigue atenta a la pantalla. Puedes pestañear.

Unknown dijo...

opino como euphorbia, no somos iguales en el deseo ni lo seremos nunca pero nuestros deseos aunque diferentes son igual de fuertes, intensos y hasta obsesivos pero igual buscamos un final distinto o nos podemos conformar con un final distinto y me encanta la entrada nueva de bipolar ranglánglánglan rataclán.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAFALDIA: pues ya me voy haciendo un lío, como no podía ser menos, por supuesto.

PILAR dijo...

Vamos a ver. Cómo puedo explicarme después de haber llegado tan tarde a esta entrada. Dísculpame pero últimamente tengo una vida social superior a la que desearía. Y esto me lleva a estar hacia fuera y no interiorizar y tener menos tiempo, para leer las entradas y por supuesto para poder hacer un comentario de ¿nivel?
Pienso que el deseo está en las personas independientemente de su sexo, hay personas más activas que otras. Aparte, hay edades, hay momentos...Yo, gracias a la vida, he gozado, sigo gozando del deseo. Y me he considerado con iniciativa, no me ha gustado esperar(como había otras de mi edad, que así hacían)tal vez porque en este terreno he sido un poco ansiosa y cuando "echaba" el ojo a alguien, enseguida me dejaba caer y dígamos que se me notaba, no muy descaradamente tampoco. Porque tampoco he sido de lanzarme a la primera, es bonito también en el deseo el poco a poco.
De todas formas a lo largo de la vida, se viven diferentes etapas. Y en un momento dado un amor apasionado, no sé si se le puede llamar amor, me refiero a un amor de verano, a un amor loco de esos de un día, incluso, en el que circunstancias de la vida hacen que no vuelvas a verte. Es cierto, que los móviles, internet...y estas cosas me imagino que facilitan la posibilidad de hacer durar una aventura, cosa que en mi época a veces era imposible. Un francés que conocí en la playa, que me cautivó locamente, y bueno...que me estoy yendo por las ramas y encima enrollándome un montón.
En resumidas cuentas, soy mujer y siento que me va la marcha igual que si fuera un hombre, aunque he de reconocer que con más cerebro (JODER, que no quería decir esto). Que a pesar de ser apasionada también he sido cerebral y he cometido locuras pero con limitación.
Bueno, no sé si he aclarado algo

matrioska_verde dijo...

Rotundamente no somos diferentes por naturaleza.... digamos que todo obedece a roles culturales, sin más.

Pero lo que es desear, desear... deseamos igual que vosotros.

bicos,
Aldabra

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PILAR: No te disculpes, siempre se te espera. Bueno... el cerebro nos gobierna el cerebro. Vamos avanzando en las soluciones. Besos.

ALDABRA: pues me lo apunto. Besos.

Teresa dijo...

He leído tu entrada y todas las opiniones, partiendo de la base de la igualdad en la necesidad del deseo, creo que lo que tú buscas (que yo también) son las reacciones ante la provocación. En la mujer el impacto visual de una fotografía no provoca la misma reacción que a un hombre. No es inmediato, necesitamos una mirada cercana, directa, tacto leve, una aproximación, un olor (algo más
animal).

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: con lo que me dices, es como si las mujeres fuerais más concretas y nosotros cayéramos más facilmente en la ilusión. Digo en lo que al deseo se refiere. El amor, ya lo sabemos, es otra cosa.

Silvia_D dijo...

Y en resumen , qué hemos aclarado? yo nada ;(, pero me ha encantado leeros a todos.
Creo que simplemente a cada uno le estimulan cosas diferentes, y mejor así, porque la que se iba a liar si a todos nos gustara lo mismo.
Besos^^

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Pedro, el deseo cre oque es igual tanto en mujeres como en hombres, lo qeu pocurre es que nosotros somos más impetuosos, más viscerales, sin control.... y las féminas saben elegir y controlar...eso es lo que nos diferencia....salud

Pedro Ojeda Escudero dijo...

DIANNA: seguiremos indagando y, supongo, hechos un lío. Eso es lo bueno, supongo. Besos.

MANUEL: ¿y si las cosas estuvieran cambiando?