martes, 29 de abril de 2008

Los enterrados (el deseo criminal)

¿Qué hay dentro de la mente envilecida del monstruo de Amstetten? Él es tan humano como nosotros. Vive en nuestra calle, al otro lado de los setos, y se muestra orgulloso de su jardín perfecto, en el que cuida con amor los rosales: quizá, hace unas semanas, preguntara a un vecino, mientras tomaba con él una cerveza, el producto con mejor resultado contra los pulgones o comentara los resultados de la liga de fútbol. Después se despedirían con un apretón de manos efusivo.

¿Qué hay en la mente de los vecinos que ahora opinan sobre la singularidad de este hombre? Sabían de sus viajes a países en los que la pederastia es turismo de todo incluido. Sabían de él sus miradas y sus gestos hacia las mujeres jóvenes con las que se cruzaba; el raro comportamiento con los miembros de su familia, a los que no dejaba entablar demasiadas relaciones sociales en el barrio. Quizá se reconfortaran viéndolo en misa de vez en cuando o en alguna reunión comunitaria. Total, ¿quién de nosotros no tiene rarezas?

¿Qué hay en la mente de los enterrados bajo su propio hogar, sin ver la luz durante años o quizá nunca, sometidos a los deseos de un carcelero implacable con el que quizá, alguna vez, celebraran alegrías a las que hoy quisieran agarrarse porque les parece que se les han terminado las pocas seguridades que tenían ante lo incierto de un futuro en el que su tragedia estará presente siempre y en medio de una vida en la que el padre era también verdugo?

Hoy quiero que os miréis al espejo como nunca lo habéis hecho antes y os hagáis todas las preguntas a las que no podáis hallar respuestas. Yo acuso a todos nosotros.

A varios metros bajo tierra, mientras tanto, los metales, tras la puerta sellada por orden judicial, adoptan una textura blanda y gelatinosa.

30 comentarios:

Lazarillo en América dijo...

Pedro, te dejo publi de mi próximo libro:

Niños y niñas, damas y caballeros, prepárense porque el Circo Iberia está a punto de llegar a sus confines. La maravilla y la realidad se dan de la mano con nuestro Fantástico hombre bala, los payasos musicales, la mujer barbuda, los tigres de Bengala y los perritos equilibristas. Prepárense porque el mayor espectáculo del mundo está por llegar.

www.circoiberia.com

Anónimo dijo...

Parece increíble que sucedan estas cosas en pleno siglo XXI. No puedo entender que nadie sospechara nada. Y desde luego que el tío no merece el perdón de Dios. No se puede ser peor persona. un abrazo.

Anónimo dijo...

Según sus vecinos, los criminales suelen ser personas aparentemente normales que tienen alguna peculiaridad especial como escuchar a Marilyn Manson, jugar al rol, leer a Lucía Etxebarria, dibujar comics góticos o en el caso de este señor piropear a las mujeres, lo que les llevaba a sospechar que algo raro pasaba... Y lo peor es que inconscientemente empezamos a mirar raro a ese compañero que es Treky, a la amiga que se tiñe el pelo de azul, y hasta al obrero que todas las mañanas nos suelta un ¡Guapa!cuando pasamos debajo del andamio. Y es que el mal está ahí fuera, pero los vecinos dispuestos a estigmatizar a cualquiera también. Y no se que es peor...

matrioska_verde dijo...

Resulta difícil imaginar tal barbarie.

Una de las primeras ocurrencias que se me vinieron a la cabeza tras oir el suceso en las noticias, como persona y como mujer: ¿Por qué su hija no lo mató? Imagino que en tantos años debió de haber tenido una oportunidad.

Es demasiado duro.

bicos,
Aldabra

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Animales...ni ellos son capaces de hacer lo que el bestia ha hecho...Padre??? hijos???... bueno tengo mis dudas...que digo...no las tengo. Estamos rodeados de alimañas humanas, salen a luz por errores...pero cuantos no harán esto y cosas peores???

Saludos.

PD: la foto de la derecha quiere decir "como no leas... te doy un mojicón"...jaja

Anónimo dijo...

Yo también pensé como Aldabra que por qué no lo mataría, por qué no urdiría un plan con sus hijos, estaban en superioridad numérica... Pero aparte de que hoy he sabido lo de la imposibilidad de entrar o salir sin conocer el código de la puerta que SOLO él conocía, creo que es la mayor manifestación del horror: No poder hacerlo, la paralización, la incapacidad. Yo creo que ahí es donde habita el mayor espanto.

Merche Pallarés dijo...

Lo que no comprendo de estos casos, es que en el sótano ¡tenían televisión! La hija, los hijos/ nietos ¿no se daban cuenta de que existía otra vida fuera de su zulo? Incomprensible... Besotes, M.

Euphorbia dijo...

En este caso había algo raro que, aunque podría haber hecho malfiar de esa persona, no hubiese sido quizá suficiente para llegar a imaginar tal atrocidad. Quizá sólo lo justo para evitar la compañía de ese vecino o compañero de trabajo del que no agrada su forma de pensar o su comportamiento desagradable pero en apariencia no lo suficientemente delictivo.

Lo que horroriza en estos casos es la frialdad y el juego de las apariencias que controlan a la perfección estos individuos. Quizá tenemos un vecino que hace carantoñas a nuestros hijos cuando le encontramos en el ascensor, que nos da conversación agradable en la tienda del barrio y que luego descubrimos (o no) que tiene a la suegra descuartizada en el arcón congelador.

Anónimo dijo...

Esto es horrible e increible. La pobre hija ha tenido que perder la confianza en el ser humano, un padre no puede hacer ésto. Y da miedo pensar los que puede haber por ahí y no saberlo. Besos Isabel.

XuanRata dijo...

Estos metales tienen todo el aspecto de la carne humana. Ante el horror tratamos de blindarnos, de pasar desapercibidos confundidos con el mobiliario urbano.
En todas las casas hay un sótano que no figura en los planos. Pero los sonidos del acero que escuchamos en la noche pertenecen siempre a las pesadillas de los otros.

PILAR dijo...

Confieso públicamente que mis hijos, esos seres maravillosos, son los seres que han hecho sacar de mí los peores y los mejores sentimientos. Les quiero en el alma, pero ha habido momentos en que pierdo los estribos e incluso los papeles con ellos.
(qué miedo me da haber confesado esto, espero obtener el perdón y la clemencia por tu audiencia).

Anónimo dijo...

Hola soy Rosa C.
Ayer hablando del tema con una amiga, se preguntaba... si este hombre se arrepentiría,y en este caso si iría al paraiso...... yo me quedé un rato pensativa, y le contesté...tú crees que este hombre se va a arrepentir de corazón?.....
No hay condena en el mundo que le libre de su conciencia, si es que tiene.
Hay situaciones que me dejan tan consternada!!!! joer. Creo que esto va más allá de lo que podría imaginarse cualquiera.. o no?
Yo, lo siento decir... pero en estos casos, retomo la idea de pena de muerte...... y este ser no se arrepentiría ni aunque lo clonaran.....
Saludos.
Rosa.C

Silvia_D dijo...

Un día me encontré a la puerta del colegio con el marido de una amiga mía, iba a recoger a su hijo de 5 años que comparte aula con la mía.
El me contestó que su mujer estaba trabajando y que el iba a recoger al crío ese día.
Le mandé recuerdos para mi amiga.
Al día siguiente , a la entrada del colegio, a las nueve de la mañana me dieron la noticia: él había matado esa madrugada a mi amiga, la tapó la cabeza con la almohada mientras ella dormía, hasta que murió asfixiada.
Y parecía de lo más normal... educado, simpático... muy normal, sí.

Besos^^

Anónimo dijo...

Noventera ¿no entiendo lo de Lucia Etxebarria? a no ser como ironía

Teresa dijo...

Muchas veces pienso dónde reside la diferencia de unos adultos con estrella y otras personas que nos parece o somos raros para los demás. Y dentro de lo que denominamos "el primer mundo, el desarrollado", llego a la conclusión, de que las personas que han crecido con unos padres que les han arropado y amado, y les han ofrecido cariño a espuertas, son las que en su madurez presentan equilibrio, serenidad y confianza.

En fin, no tengo palabras para esta atrocidad que ayer leí sin que pudiera asimilar la tortura a la que estas personas han sido sometidas. Una huella imborrable.

Vampi666 dijo...

Viendo la noticia ayer recordaba el libro "Flores en el ático" que me pareció espeluznante aún siendo ficción,así que imagina como me sentí al ver que la realidad todavía supera a la ficción y encima con creces.Sólo pienso en la secuelas que le quedaran a esas pobres víctimas inocentes, y no puedo decir más.
Un abrazo

Sol solito dijo...

Hace un par de años,hice una obra de teatro, cuyos textos eran de Max Aub (Crimenes Ejemplares). Todos personajes son 'normales'(vecino, tendero, madre, cura....)Cualquiera de nosotros. Y si, el 'clic' en la cabeza para hacer algo así, nos puede dar a cualquiera. Si no lo has leido, lo recomiendo.Besos

Incognita dijo...

La noticia me dejo fría, sin palabras....todo el terror, el sufrimiento y la soedad a la que fueron obligados......

Ahora no creo que sea muy facil adaptarse a la vida normal, por que para ellos ¿Que sería normal?

El Deme dijo...

En toda apareciencia normal y cotidiana se esconde un monstruo que espera una excusa perfecta de infelicidad para salir fuera...Somos así desde que el mundo es mundo, por desgracia.

Anónimo dijo...

¿Recibiste los libros?.

Hablè con Nicolas. Puerta frente a la tuya.

Miguel.V.

ARSINOE dijo...

De la noticia he leido 50 versiones distintas y oido opiniones para todos los gustos..Solo me falta poner la TV para ver como las cadenas se relamen con el manjar que les ha caido en suerte y subirá sus audiencias..pero no pienso hacerlo, me niego esta vez.
Apuesto a que durante unos días no habrá noticias de mujeres maltratadas ni perro que muerden a niños..Toca monstruo nuevo, del de la semana pasada ya nos hemos olvidado..

Anónimo dijo...

No he sido capaz de leer completas las informaciones que se han publicado sobre este inquietante asunto. Da mucho qué pensar acerca de lo que somos capaces de hacer las personas "normales". Saludos.

Anónimo dijo...

Por cierto Pedro, las fotos son el "quitamiedos" de una carretera por la noche? Isabel.

Unknown dijo...

3ºintento... si se acumulan, destruyelos por favor.
Nadie se quiere mirar al espejo ¿eh? estoy con Pilar, este hombre es el reflejo del mal y en el fondo un poco de todos, aquí no hay nadie güeno y hacia donde caminamos nos tendría que poner los pelos de punta.

Anónimo dijo...

Sería muy fácil culpar a una sociedad, tan celosa de la privacidad de sus ciudadanos, que permite albergar a un individuo, que se da permiso a sí mismo para negarle los más elementales derechos humanos a un congénere. Sin embargo, un suceso de esta naturaleza puede ocurrir en cualquier lugar. ¿Qué podríamos decir cada uno de nosotros de nuestros vecinos?

Aunque en este lugar que nos ocupa, viera la luz A. Hitler sé que sólo consiguió fracasar en su empeño por hacerse pintor en la Viena de principios de siglo. Más recientemente, desde este mismo lugar, se han alzado voces que niegan el Holocausto sin que haya habido ni una sola condena por parte de los estamentos judiciales. No he estado nunca en Austria y seguramente no haya hablado con ningún austriaco en mi vida y a pesar de que generalizar sea considerado primitivo, no siento mas que impotencia al constatar que no hay ningún castigo apropiado a los hechos sucedidos en una sociedad democrática y civilizada. pancho

Anónimo dijo...

Es que a mi leer a Lucía Etxebarría me despierta instintos asesinos, pero vamos, que es una perversión tan respetable como otra cualquiera...
Bromas aparte, suscribo lo dicho por todos, este caso austriaco es simplemente espeluznante...

Fabián Aimar (faBio) dijo...

Hola guapeton, pasaba solo para decir que aprecio tus visitas asiduas a mi blog. Hoy algo me resulto confuso... y es que cuando pones algo gracioso, tienes 100 comentarios diciendote lo diverido que es... pero cuando posteas algo serio, y con cierto compromiso, apenas 8 comentarios en dos dias, a pesar de que pasaron 200 personas. Agradezco tus "huevos" y la valentía de opinar... un mérito que no tiene cualquiera. Un abrazo enorme!

jg riobò dijo...

Magníficas las fotos de ese óxido sobre lo BLANCO que siempre es sospechoso a pesar de parecer lo contrario.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

LAZARILLO: publicada la publicidad. Me debes un café (o un ejemplar...).

FERNANDO: en efecto, en el siglo XXI. Incomprensible.

NOVENTERA: en efecto, a veces sospechamos del inocente y el malvado se nos escapa.

ALDABRA: supongo que es como la historia de los maltratados, que no pueden romper ese círculo de amor extraño hacia el que los maltrata. Nos iremos enterando de cosas.

MANUEL: cuántos lo harán sin saberlo. (Espero que no, sed buenos.)

BRUJAROJA: creo que, en efecto, ese el mayor espanto: la parálisis que provoca esa extraña mezcla de amor y miedo.

MERCHE: en efecto, a mí también me sorprendió: la televisión es una ventana a un mundo que ellos no podrían pisar.

EUPHORBIA: en efecto, cualquiera. Da miedo sólo pensarlo.

ISABEL: cuántos habrá de estos...

XUANRATA: en todas las casas está ese sótano, ese lugar escondido.

PILAR: pobres, seguro que son majísimos.

ROSA C.: Bienvenida a La Acequia, espero verte más por aquí. Yo no soy partidario de la pena de muerte ni en estos casos, aunque te comprendo. Él no podrá conocer el arrepentimiento y, aunque lo conociera, no podrá corregirse. Dudo incluso de que se sienta culpable de nada.

DIANNA: qué espanto. Cuántas historias de estas habrá a nuestro alrededor.

BLOGOCHENTA: yo tampoco lo entendía, pero lo explica abajo.

BIPOLAR: a veces ni hay estas explciaciones. La mente humana guarda demasiadas sorpresas.

VAMPI666: en efecto, esto es real, duramente real.

SOL SOLITO: Max Aub es uno de nuestros mejores dramaturgos del siglo XX (y novelista) y uno de los más desconocidos. Gracias por traerlo al blog.

REGGIS: no sé si podrán recuperarse, en efecto. Me parece imposible.

DEME: y seguiremos siéndolo, para mayor desgracia.

MIGUEL: Los recibí. Te escribo correo y entrada.

TAREIXA: aun nos quedan cosas por saber, pero también nos querrán contar el morbo y la basura. Para olvidarlo dentro de un mes, como dices.

MIGRAMUNDO: a mí también se me hizo difícil.

ISABEL: no. Son de la boca de un contenedor de papel.

MAFALDIA: Sólo ha llegado éste. En efecto, parece que nadie quiere mirarse al espejo. Yo lo hago. Aunque luego me llaméis pesimista.

PANCHO: es verdad, qué extraños somos en nuestra forma de vivir la sociedad que nos hemos dado. Un abrazo.

NOVENTERA: entendido. A mí instintos asesinos no, pero ganas de reclamar lo que me ha costado el libro...

FABIO: tienes razón en lo que dices, toda la razón.

Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER: el óxido blando es el peor, porque no mancha ni se nota, pero corroe igual.