sábado, 29 de marzo de 2008

Tren y paisaje



El paisaje, desde el tren, se te impone. No lo seleccionas sino que se te pega en el cristal de la ventana y te lo arrancan en décimas de segundo. Con los trenes de alta velocidad ni siquiera el paisaje existe: tan herméticos y silenciosos. Cuentan anécdotas de la lentitud de aquellos trenes de vía estrecha que atravesaban la tierra castellana y que no supimos hacer rentables y conservarlos y hoy podrían servir de cercanías que evitaran el exceso de tráfico. Aun recuerdo aquellas estrechas carreteras serpeantes de niño, bordeadas de negrillos con la base de los troncos pintadas de blanco. Cuando los automóviles comenzaron a correr más resultaban incómodas y peligrosas: se nos aceleró el ritmo para llegar rápido a los sitios. Hoy cambiamos de lugar en poco tiempo. Pero seguimos cargando con nosotros a la llegada, siempre los mismos. Hoy sólo quiero mirar: es fin de semana y descanso, por primera vez en varias semanas. Espero que estas horas, para vosotros, sean de lentitud y calma.

28 comentarios:

Burgostecarios dijo...

Te has ganado el descanso, que eres una máquina haciendo entradas, contestándolas y haciendo fotos... A DISFRUTAR!!
Ah! recuerdo un trenecito de esos, no se si era el de la Robla...

jg riobò dijo...

Ya sabes que soy de los que quieren todo lento, lento.
Más lento todavía.
Para disfrutar no más.

PILAR dijo...

Paisajes que se me hacen familiares.
Castilla.
En un abrir y cerrar de ojos, ahí está el cielo, el verde, la naturaleza, la vida...
Uno se sienta y observa, y mira, y contempla.
Yo, he viajado más en coche y en autobús, y siempre elijo ventana.
Mirar me relaja.
Mirar me llena.
No me hace falta más, muchas veces.
Sólo mirar.
Mirar, mirar, mirar

Silvia_D dijo...

Siempre vamos acelerados, no vemos lo que tenemos alrededor, solo pensando en llegar y no disfrutamos el "camino"...
Pasa un buen fin de semana^^

Anónimo dijo...

Amalia, Por el Valle del Ubierna (Lure of Castile)cuando corria esta maquina de vapor,
los campesinos hacian un alto en sus labores de siembra o siega. Era un acontecimiento que no se debia desaprovechar, Pues solo dos veces al dia tenias este espectaculo visual y auditivo. !!Ya viene el tren!! Tomando aliento, se escuchaba alla en la distancia, su profunda respiracion .

Pincha en tren de Cidad etc.

Serendipity dijo...

Me encantan las fotos de esta entrada. Me montaste en el tren tambien a mi! Si, mi dia no pudo ser mas placentero y relajado! Gracias!

Teresa dijo...

"seguimos cargando con nosotros a la llegada"
supongo que porque tienes conciencia de ti mismo. ¿Por qué el ser humano está dotado de inteligencia, si sólo le hace infeliz?.

Merche Pallarés dijo...

Adoro los trenes. Los de antes (aún no he montado en el AVE). Un dia de éstos escribo un post sobre el tema. Preciosas las fotos, como siempre. Besotes, M.

XuanRata dijo...

Esa parte del viaje que es el traslado también tenía antes su poco o mucho de aventura, y si el destino era lejano servían para ir haciendo los ojos al nuevo paisaje, a la nueva temperatura física y humana. Ahora los medios de transporte nos depositan como mercancías, llegamos tan frescos que seguimos siendo demasiado parecidos a los que eramos antes de partir, sin apenas tiempo para ir soltando el lastre de nuestra cotidianeidad.

Anónimo dijo...

Si los miembros del primer gobierno de F. González (con el ministro de infausto recuerdo Barón, a la cabeza) hubieran leído tan sólo las dos primeras líneas de la entrada de hoy, seguramente se habrían pensado dos veces la decisión de mandar a cerrar casi mil kilómetros de vías, entre ellos el “Ruta de la Plata” en el tramo que unía Plasencia con Astorga, sumiendo aún más el Oeste en una depresión económica de la cual salir es casi misión imposible.

Tuvimos la mala suerte de tener unos políticos de vuelo corto, con una visión gallinácea del asunto, al dejar sin comunicación ferroviaria directa a ciudades como Salamanca y Zamora, por el simple hecho de considerarlas deficitarias en aquel momento. Ahora se tratan de recuperar, tanto el Vía de la Plata como el de La Fuente de San Esteban hasta Barca d’Alba, -verdadera obra de ingeniería de finales del XIX, comparable al Santander – Mediterráneo - con fines turísticos pero el daño ya está hecho y pasarán otra porrá de años hasta que los veamos en funcionamiento de nuevo. pancho

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Que buenos recuerdos me trae el tren de mi pueblo... pero murió en favor de la carretera...solía ir a pasear por la vía con mi padre a recoger los "mocos" (carbón mal combustionado que arrojaba el maquinista) para decorar el belén...bueno lo único que no comparto contigo es que estos días pasen lentos....EL FIN DE SEMANA VUELA....saludos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

AMALIA: por lo menos, a descansar. Un abrazo.

JAVIER: más lento y más cerca... es una buena filosofía.

PILAR: mirar al paisaje a través de la ventana y observar... no hace falta más, en efecto.

DIANNA: eso, ya no disfrutamos del camino, que es lo que nos aporta sabiduría de verdad...

SANTANDER-MEDITERRÁNEO: Qué trayecto el de este tren, qué trayecto. Gracias por el enlace: un lujo.

SERENDIPITY: me alegro de que te hayas montado conmigo en este viaje.

BIPOLAR: me gusta esa idea de que la carrera hacia la inteligencia de la especie nos ha llevado a la infelicidad.

MERCHE: espero ese post. Y, a no ser que necesites la urgencia, el AVE no te aporta demasiado. Besos.

XUANRATA: llegamos tan frescos, en efecto, casi recién duchados y oliendo a nuestra propia casa. Sin experimentar el viaje.

PANCHO: durante todo el siglo XX se cerraron líneas de vía estrecha con una visión muy chata del futuro. Hoy nos replanteamos recuperarlas para el turismo, en efecto. ¿Por qué no dotarlas de un sentido verdadero de vertebración de las comunicaciones en un mundo que deberá prescindir del automóvil particular a medio plazo?

MANUEL: todos tenemos recuerdos de aquellos viejos trenes. Y tienes razón: qué rápido vuela el fin de semana. Saludos.

Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios.

manzacosas dijo...

Hola. No me resisto a decir algo. En una ocasión fuí a Valladolid en tren. Tardamos 4 horas. El famoso Santander-Mediterráneo lo he conocido funcionando. Fuí a Trespaderne y llegaba más allá. El tren correo a Irún tardaba como unas 10 horas. Todo igualito que ahora. Pero los trenes en Francia y en Alemania eran ya maravillas. Burgos-París en 10 horas hace un montón de años. Hace poco fuí a Sevilla en el AVE: dos horas y cuarto. Ni se podía ver el paisaje. Todo avanza, menos nosotros. Un saludo

Anónimo dijo...

siempre que voy en tren, me encanta descubrir el paisaje a través de las ventanas. Es mucho más comodo que hacer lo mismo cuando vas en coche. Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MANZACOSAS: en efecto. Además, la pregunta: ¿tenemos, en verdad, tanta prisa? un saludo.

FERNANDO: el placer de viajar en tren. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Recuerdo trenes amables y trenes dramaticos.

Añoro el tren aventurero, simpatico y gamberro del eurorail, y el tristre y medroso viaje en tren que me llevo hacia 16 meses de mili...curiosamente el trayecto inicial fue el mismo.

Merche Pallarés dijo...

Es verdad, ¿por qué tenemos tanta prisa hoy en dia? Todo es rápido, la comida, el amor, los viajes. ¿A dónde queremos llegar? Con lo placentero que es la lentitud. Besotes, M.

Anónimo dijo...

Despacio, lento, calma. El placer que da a los sentidos las cosas cuando parece que no fluyen con rapidez. Algo dificil en un mundo de demandas de prisa, de éxito fácil y rápido, de requerir a todo el mundo ir a un ritmo vertiginoso... sin saber realmente a dónde nos lleva esa aceleración de las conductas.

Nome Andrés dijo...

Con permiso. A mi me gustaban aquellos trenes de antes porque eran como biliotecas ambulantes. Y eran como bibliotecas ambulantes porque estaban llenos de personas dipuestas a contarte su historia.

Un saludo, para todos vosotros

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BLOGÓFAGO: qué dos viajes más diferentes... Saludos, amigo, que el retorno al trabajo te sea tranquilo.

MERCHE: En efecto, ¿a dónde queremos llegar? Elogio de la lentitud... por eso a muchos no les gustan las películas lentas... porque no quieren el viaje, sino llegar cuanto antes. Besos.

NOMEDIGAS: Bienvenido a La Acequia. Espero verte más por aquí. Me gusta lo de las bibliotecas por la gente que hablaba. En efecto: ahora, en los trenes modernos y rápidos, nadie habla. Qué pena.

MeTis dijo...

lamentablemente para mi, aqui en ibza no hay trenes, solo un trenecito turistico que sube a lo alto de un pueblo a 8 km.. sirve?

cuando fui a tarragona me monte en mi primer tren. al principio uno se agobia, viendo pasar todo tan rapido, pero luego te encierras en ti mismo y sientes como si estuvieras en una burbuja, con tus pensamientos poco a poco entrando en tu cabeza en discordancia con el paisaje... me gustó.

besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

METIS: sirve cualquier experiencia que te lleve hacia dentro. Besos.

Anónimo dijo...

Los trenes siempre me han encantado:

Tan bohemios, tan oscuros en la noche....

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Sobre todo, DARGOR, el placer de no conducir y dejar que le lleven a uno, con la sorpresa de los compañeros...

Anónimo dijo...

Não vá rápido. Desacelere!
Depressa censura a paisagem!!
bjkas

Pedro Ojeda Escudero dijo...

NANA: en efecto, detengamos un momento la marcha para ver el paisaje. Besos.

Antonio dijo...

Hace ya unos cuantos días que publicaste esta entrada, pero por el tema que trata no podía dejar de escribir un comentario. El 'tren social' es una de mis grandes pasiones y debilidades, que quisiera utilizar con más frecuencia de la que lo hago.

En la Comunidad Valenciana también había líneas ferroviarias similares a las que citas (doy por hecho que te refieres a los Ferrocarriles Secundarios de Castilla), que cayeron como moscas entre los años 1963 y 1974. Sólo las más afortunadas, las que salían de las ciudades de Valencia y Alicante, se salvaron. Si en el entorno de Valladolid lanzaron al traste la posibilidad de que hubiera trenes de cercanías que evitaran un denso tráfico rodado, imagínese el caso de las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana, con una densidad de población de más de 200 habitantes por kilómetro cuadrado. Te enviaré por e-mail algo que tengo al respecto, espero que te interese.

Y a todo esto, el mundo vuelve a ser un pañuelo. Uno de los comentarios a esta entrada es de alguien a quien conozco personalmente, otro amigo del ferrocarril con el que me congratulo de haber coincidido por aquí. Saludos, 'Santander-Mediterráneo' ;-)

Y saludos a todos los demás, obviamente.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ANTONIO: Como sigo tu blog, sabía que vendrías a esta entrada. En efecto, "a veces" los políticos tienen una escasa mirada de futuro. En estos casos, surpimieron medios de comunicación públicos volcándonos a todos a la carretera. Habrá mejorado la industria automovilísitca, pero nos hemos cargado el medio ambiente. Saludos y me alegro de que encuentres por aquí a amigos.