martes, 11 de marzo de 2008

Hoy es 11 de marzo. (La realidad vivida)

Esta foto también es antigua y casi artesanal, la tomé hace veinticinco años. Son gente que va a trabajar, a sus quehaceres, a buscar un beso furtivo o al médico. A recoger al niño que sale del colegio. A la vida. Posiblemente, alguno de los viajeros que me acompañaron aquel día en el autobús -¿a dónde iba yo, entonces?, ¿por qué llevaba mi máquina de fotos?- habrá muerto por enfermedad, por accidente, por desistir de la vida.
Hoy es 11 de marzo y recuerdo aquellas personas que también iban a trabajar o a encontrarse con lo más cotidiano de su vida y chocaron con la sinrazón y el aplastamiento del trascurrir leve de las cosas. Qué fiereza tienen algunos días, alguna gente.

41 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por este recuerdo a aquellos mártires de la barbarie humana. Desde entonces, me queda la desazón de que la tragedia nos puede alcanzar en cualquier momento de la rutina más cotidiana. Pero me consuela saber que hasta en medio estas pequeñas cosas sin importancia, uno, de pronto, puede convertirse en un héroe y conseguir que un pais entero no olvide nunca, nunca, la fecha de su asesinato y el sinsentido del mismo.

PILAR dijo...

Llego al trabajo, pongo la radio, la que me acompañaba en aquel enorme despacho solitario de hace cuatro años.
Escucho la noticia, pero no entiendo, no entiendo nada.
Empiezo a oir cifras, se acercan las nueve de la mañana.
Me acuerdo de mi cuñado,¡si el coge todos los días el tren de Alcalá hacia Madrid!
Le llamo al móvil, no me lo coje.
Llamo a mi hermana, está histérica, no sabe nada de él.
Llaman mis padres, mi madre no puede seguir viendo la televisión, me dice que es terrible.
A eso de las 10 de la mañana, mi cuñado llega al trabajo, sin haberse enterado apenas de nada, pues se dejó ese día el móvil y la radio de cascos en casa.
Amigos, conocidos de mis sobrinos, de una manera o de otra, afectados.
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Fue terrible.
Recuerdo el sábado por la mañana que después de asistir a la manifestación del viernes por la tarde (12 de marzo)escuché la radio y no pude dejar de llorar.
Todavía hoy me duele.

Redeyes dijo...

Nunca lo olvidaremos. Ni la tragedia ni las mentiras posteriores. Un saludo

XuanRata dijo...

Si dentro de veinticinco años tengo la oportunidad de ver las fotos que estoy haciendo ahora, ¿qué pensaré de ellas? ¿qué me dirán? Tal vez solo las que retraten lo cotidiano tendrán el peso de la nostalgia porque no hay nada tan intimo como la rutina. Las demás, las insólitas, las del instante decisivo, irrepetible, hablarán el idioma de los bárbaros.
Qué suerte conservar una foto como la que muestras: tiene la textura porosa del tiempo.

Anónimo dijo...

si me das tu permiso Pedro, la incorporo con tu autoría y enlace a Blogochenta en la entrada -De autobuses azules con cobrador- Espero tus noticias sin ningún compromiso

Pedro Ojeda Escudero dijo...

NOVENTERA: Aunque alguien planifique estas cosas, la tragedia es siempre tan brutal como imprevista y nos arranca de lo cotidiano.

PILAR: fue una conmoción general que todos pudimos vivir. Me acordé de tantos amigos en Madrid...

ISAAC: Ni la tragedia ni las mentiras. En efecto. Son cosas que demos escribir en bronce.

XUANRATA: en efecto, las fotos de lo cotidiano, las fotos de gente haciendo cosas habituales, son las que tienen el poso válido de lo vivido.

BLOGOCHENTA: Sin problemas. Tienes mi permiso.

Anónimo dijo...

Eso del Beso furtivo!!
suena bene,bene.
tan joven y tomando fotos furtivas
a quien querías cazar??

Un Besazul...furtivo

Beatriz Montero dijo...

Esa mañana estaba en la Casa Encendida, cerca de Atocha. De hecho, me bajé en la estación de metro Atocha y me fui andando. Un desfile de ambulancias se saltaban los semáforos y corrían hacia la estación. No entendí nada, no desperté a la conciencia hasta que no pasó una hora.
Puedo entender el pánico que vivió Pilar y su familia y muchos otros.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

AZUL: quizá quisiera cazar al tiempo, para apresarlo. Besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BEA: perdona, tu comentario llegó mientras respondía el anterior. Durante mucho tiempo -quizá toda la vida- todos recordaremos dónde estábamos ese día.

Teresa dijo...

Mientras miraba los diarios digitales e iba narrando las tristes cifras, recuerdo la impasibilidad de gente que tenía alrededor. Al día siguiente fue diferente. Pero ese mismo momento, permanece en la memoria.

Merche Pallarés dijo...

Yo tambien me acuerdo. Estaba escuchando a Iñaki Gabilondo en la SER cuando saltó la noticia de un atentado. Todos, en ese momento, creo que pensamos que era ETA pero al transcurrir el tiempo y ver la enormidad del masacre, yo por lo menos, supe que no era ETA (aunque sean unos bestias, no les veía capaces de un atentado de tal magnitud). Fué horrible y tampoco paré de llorar durante todo el dia y toda la noche. Nos hubiera podido pasar a cualquiera. Por eso hay que vivir la vida dia a dia y surja lo que surja sin hacer planes de nada ni atesorar cosas inútiles. Besotes, M.

Unknown dijo...

Qué tristeza...cuánta muerte sin sentido, y lo peor, en nombre de Dios... ¡qué paradoja!

São dijo...

Meu caro Pedro , acompanho-te nesta memória das vítimas de uma chacina cobarde e sem sentido. Aliás, como o são todas!
Abrazos.

Rubén10 dijo...

No había caído en que día era hasta que hoy por la mañana he visto un ramo de flores en la fuente que tienen dedicada en la Calle Madrid. Espero que no hagan falta más fuentes ni estatuas en el futuro por tragedias de este tipo.

Alatriste dijo...

Y pasado el tiempo algunos hoy, olvidan el aniversario de tan horrible hecho.

Gracias por recordar a aquellos trabajadores que, ajenos a los odios de países lejanos, fueron víctimas del fanatismo.

Anónimo dijo...

Llantos de madres e hijos....

Las estrellas murieron ese día.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: siempre nos acordaremos de ello.

MERCHE: sin atesorar cosas inútiles, en efecto. Cualquiera de nosotros podría haber ido en esos trenes. Besos.

CLARA Y PEPE: cuántos muertos por las religiones, cuántos muertos.

SAO: en este dolor debemos unirnos todos. Abrazos.

RUBÉN: ojalá aciertes, pero me temo...

ALATRISTTE: todas las víctimas son iguales, en efecto, pero estos que vinieron de tan lejos para morir con nosotros merecen un doble homenaje.

DARGOR: hubo demasiado dolor, demasiada muerte ese día.

Anónimo dijo...

este día nunca lo olvidaremos. Yo vivo en Madrid y siempre me da algo cuando paso por Atocha. Un abrazo.

dhb dijo...

Y además de la impotencia colectiva, aguantar durante años la ignominia de algunos al hacer de las victimas motivo de manipulación política.
En Béjar, lugar donde nací, una familia y un grupos de amigos solidarios, esparcieron las cenizas de una joven victima de los fanáticos junto a una Basílica.
Luego, junto a un muro cercano, como homenaje a la joven, pusieron una placa conmemorativa. Pues bien, los Hermanos Teatinos, defensores de la Fe Católica en Béjar y, al parecer dueños de la ciudad, destruyeron la placa en honor de la bejarana muerta en unos de los trenes de Madrid.

Demasiado alto el precio por llevarnos a una guerra injusta e ilegal. ¿Podrá dormir el culpable?

Salud.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

FERNANDO: no, no podremos olvidarlo.

DESIDERIO: no conocía el suceso que narras. Deplorable.
Y me temo que sí, que los culpables duermen porque tienen la conciencia anestesiada.
Saludos.

jg riobò dijo...

Estoy con Xuanrata.
La textura porosa del tiempo, que para muchos acabó brutalmente.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Ese día lo pasé mal...muy mal.....yo tendría que haber estado en Atocha ese día (estaba haciendo un master)...pero atrasaron una semana la cita...no se porque motivo...se que hubiese tenido la ¿suerte? de no haber vivido la tragedía...pues mi llegada esra por la tarde....pero todavía me hace pensar el destino....fui incapaz de escribir algo sobre este día en mi blog...
Un saludo

Anónimo dijo...

Ese día le tengo muy presente, vivo en Alcalá y la ciudad entera estuvo revuelta, a parte de las vías del tren, ayuntamiento,universidad, colegios, institutos, fue un día de gran desazón.
Mi hijo me dice no entiendo porque España tiene que tener condicionantes cuando hay elecciones, la última muerte tan cercana; yo tampoco lo entiendo. No sé explicárselo, además él sabe más que yo.
MMS Burgos

Antonio dijo...

Soy uno de tantos miles de ciudadanos que se sintieron conmocionados por aquellos hechos. Aquel 11 de marzo no trabajaba y me permití el lujo de levantarme a media mañana. Al encender el televisor para ver el típico programita insulso matinal, me encontré con las imágenes tan terribles que desde entonces tanto y tanto hemos visto.

Me acordé de mi pasado entonces aún más reciente, el de mis años en Barcelona, en que todos los días tomaba trenes de cercanías para ir a la universidad. Trenes que iban llenos de personas de toda clase y condición, tan corrientes como la vida misma, camino de sus respectivas rutinas. Pensé que yo podría haber sido un pasajero más de los trenes de Madrid, o gente cercana a mí, que podía haberme tocado de la forma tan tristemente aleatoria como les tocó a otros, por culpa de esos seres viles que desprecian las vidas ajenas e incluso la suya propia.

La cercanía de las historias cotidianas de todos los muertos y heridos hizo que muchos nos sintiéramos aún más afectados por aquello. No obstante, creo que hasta hace poco no he tenido realmente idea de las tristes consecuencias del salvaje atentado. Las circunstancias me han llevado a conocer a una persona herida aquella jornada, algo que me ha permitido acercarme más a la verdadera dimensión de las secuelas que muchos de los afectados padecerán siempre. Y también que, al mismo tiempo, me ha hecho ver que de la forma más sencilla y aparentemente intrascendente podemos contribuir a hacer que otra persona sienta que vale la pena seguir disfrutando de cada nuevo día. Aparte, claro está, del solo hecho de conocer a una persona verdaderamente interesante, tan enriquecedor de por sí. Vaya por ella y por el resto mi más sincero ánimo.

Por otra parte, decir que me ha dejado impresionado lo que ha contado Desiderio. Me parece una vergüenza por parte de los 'hermanos'. Espero que alguien tenga el bello gesto de reponer la memoria que merece esta joven, al igual que el resto de las víctimas.

En cuanto a la foto, Pedro, decir que me parece maravillosa por su sencillez. Además, me recuerda al último videoclip de Luz Casal, 'Sé feliz', esa canción que tan bien ilustraría esta entrada. Deberías animarte a lo de acompañar los textos con vídeos musicales.

Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER: esa textura es nuestra historia.

MMSBURGOS: es difícil explicar a nuestros hijos la sinrazón de la violencia, en efecto.

ANTONIO: qué gran artículo el que me regalas en tu comentario. Gracias. Y gracias por tus palabras sobre la foto. Sobre los vídeos musicales aun no me decido. Un abrazo.

Lazarillo en América dijo...

El 11 de marzo del 2004 andaba yo repasando para mi examen de doctorado que tenía el día siguiente. Tras ver las noticias y relativizar la importancia importantisísísísíma de mi examen me fui a pasear a un parque, a la orilla del río, simplemente para disfrutar de una agradable mañana, pensando en lo realmente importante de la vida: vivir.

Anónimo dijo...

Un día triste!!
una semana triste!!
siempre quedara el recuerdo de ese día, la impotencia, ante tanto horror
y dolor gratuito, sin un por que!
aunque puede haber un por que, ante un acto tan atroz??
no lo creo!!!

mi pésame a todos los familiares, y afectados que son muchos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

LAZARILLO: muchas veces las tragedias nos hacen aterrizar en la realidad. Aprendamos la lección todos.

AZUL: un día triste, un mundo triste. Saludos.

ARSINOE dijo...

Once de marzo: día de aflicción,
en que vimos también a los ángeles buenos.

Sobre el mundo no había más que sangre
derramada, vertida por las vías
y las chatarras de las ruinas,
sangre por las paredes y relojes.
Mas bebían la sangre, ay la bebían,
hasta dejarla pura,
sagrada, inmaculada,
los ángeles terrestres,
doloridos y tristes y eficaces,
y vestidos de blanco,
que cerraban las puertas a las sombras.

Ángeles blancos,
con celestiales tubos
de suero o mariposas,
aparecieron, luminosos, limpios,
para salvar la vida de los impíos garfios
de una cuadrilla de mendaces,
adoradores tercos de los dioses oscuros.

(Bauzano)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hermoso texto, TAREIXA.

Paco dijo...

para mi los trenes de álcala, tiene un significado especial, hasta un año antes del atentado yo vivia allí, y ellos eran mi medio de transporte, cogia esos mismos trenes y a esa hora misma hora en mis desplazamientos a Madrid... seguro que alguna vez se sento a mi lado alguna de esas 192 victimas, y se me forma un nudo en la garganta...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PACO: la irrupción de la brutalidad en lo cotidiano es lo que nos desarma en estos actos, lo que se nos introduce en las tripas y hace que no lo olvidemos.

Unknown dijo...

Incertidumbre... ¿dónde estaría mi hermana a esas horas?... no ha pasado nada menos mal... ¿y si hubiera pasado? como no odiar, como no sufrir, tiene que ser un espanto... el tiempo todo lo mitiga, dicen que ayer después de cuatro años el homenaje fue bastante frío, es así.

Isabel Huete dijo...

Bello e inevitablemente triste comentario. Creo que nadie duda de que debemos estar todos unidos contra el odio, sea del signo que sea. Me daría con un canto en los dientes si todos estuviéramos unidos también a favor del respeto a los otros, a los que llamamos "diferentes", y los tratásemos como iguales. Pongámonos en su lugar y pensemos qué diríamos y haríamos si no nos hubiese tocado la lotería de nacer en el llamado "primer mundo". La vida siempre es un azar; a veces un doloroso azar.
Besos Pedro.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAFALDIA: el tiempo todo lo cura, dicen... hasta elolvido. Así somos.

ISABEL: La vida es siempre azarosa e injusta. Es bueno ponerse en el lugar del otro. Siempre. Besos.

Merche Pallarés dijo...

He podido leer hoy todos los comentarios con detenimiento pero lo de la Bejarana y los Teatrinos esos me ha dejado indignada. ¡Cómo pueden ser tan crueles, fanáticos e ignorantes! ¡Ay, esta España! Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Esta España, querida Merche, a veces da miedo. Besos.

nachocarreras dijo...

Hace unos días no comenté la entrada, guardé silencio, simplemente.
Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

A veces un silencio es nuestra primera reacción ante la barbarie, NACHO, y podemos convertirlo en muy expresivo. Saludos.

Myriam dijo...

Estuve en Atocha juuuusto después, rindiendo homenaje a las víctimas. RIP y recordemos este acto de barbarie que repudio profundamente.

Besos