jueves, 7 de febrero de 2008

Un tres por ciento de cultura... y gracias.

El Mundo ha distribuido hoy, en su suplemento Documentos, 100 Propuestas para defender y fortalecer la democracia. Es algo habitual en este periódico antes de las elecciones generales. Lo califica como "gran programa de fortalecimiento democrático e impulso económico que proponemos a la sociedad española ante unas cercanas elecciones en las que cada voto puede ser más decisivo que nunca" y anima a confrontarlo con los programas de los partidos políticos. El trabajo ha sido redactado y coordinado por Pedro G. Cuartango, bajo la supervisión de Pedro J. Ramírez, a partir de las propuestas de varios redactores y colaboradores habituales del diario y recogiendo las ideas y sugerencias de los lectores.

Son cien propuestas. Me ocuparé de las que entran en el ámbito de La Acequia: las dieciséis que se recogen en el Capítulo VII, denominado Enseñanza, cultura y medios de comunicación. De ellas, 5 se destinan a la educación, tres a la cultura, 1 al deporte, 3 a los medios de comunicación, 2 a las nuevas tecnologías, 1 a la seguridad vial y otra a los incentivos para la formación de jóvenes trabajadores con ninguna formación universitaria o de grado medio.
Sé que muchas de las propuestas pueden ser entendidas como transversales y que enlazan con diferentes campos, pero quiero detenerme en las que exclusivamente se proponen para el ámbito cultural.
De las tres dedicadas a la cultura (90, 91 y 94), la primera aborda la Política de ayudas al cine y Archivo Nacional audiovisual. Es un texto completamente escrito en cursiva y, por lo tanto, se trata de una propuesta refundida a partir de todas las aportaciones. En ella se propone la eliminación de todo tipo de cuotas de pantalla en función de la nacionalidad de la producción y la reforma de la política de subvenciones de la industria del cine, suprimiendo las discriminaciones que sufren las cadenas privadas de televisión. Además, la creación de un Archivo Nacional, en el que se guardarán todos los documentos visuales y sonoros ahora dispersos en diversas instituciones. Esta segunda idea es necesaria. Como investigador, sé lo que cuesta encontrar documentos de nuestro pasado, incluso del más reciente, la dispersión y carencias de nuestros fondos históricos y la imposibilidad de reconstruir determinados períodos de nuestra Historia. En cuanto a la primera, no está suficientemente elaborada más que en lo negativo. Suprimir la política de cuotas de pantalla sin más no es proteger el cine español alentando su competitividad sino eliminarlo sin más, entregando las salas de exhibición y las pantallas de televisión directamente a las grandes productoras norteamericanas que han conseguido un dominio absoluto del mercado. Me pareció muy inteligente el análisis a este respecto de Román Gubern en su artículo ¿Por qué no gusta el cine español?, publicado en El País y que comenté en una entrada del blog amigo No te detengas. Si se elimina todo tipo de cuotas deberá exigirse que las películas se proyectasen en su integridad artística, es decir, en versión original, por ejemplo. El cine de las grandes productoras norteamericanas compite en situación tal de predominio que si este mismo hecho sucediera para cualquier otro aspecto de la vida española todos reaccionaríamos de forma patriótica saliendo a la calle y convocando manifestaciones. Responde a un viejo argumento del neoliberalismo por el cual se supone que la libre competencia mejora los resultados. En la cultura no es así: los uniforma en beneficio del más fuerte. De hecho, al público mayoritario ya se le ha educado en el gusto fabricado por este tipo de películas y difícilmente le gustará otra cosa. Ahora habría que intentar que las viera en inglés, así, al menos, perfeccionaría sus conocimientos y respetaría la integridad del producto artístico. Nada que objetar en el hecho de que las cadenas privadas tengan los mismos derechos. Pero también deberían tener las mismas obligaciones.
La segunda propuesta pide la Supresión del canon digital que grava a los teléfonos móviles, las cámaras y los reproductores de DVD y otros aparatos electrónicos. A cambio, se deberán promover leyes para proteger los derechos de autor cuando realmente se utiliza la propiedad intelectual ajena. Me parece una medida correcta, con alguna dificultad de aplicación en la segunda parte. Yo añadiría el control de las subvenciones y otros tipos de beneficios de la SGAE, pero siempre respetando la propiedad intelectual en todos sus ámbitos, tan necesitada de protección como la propiedad privada.
Por último, se propone la Recuperación del Patrimonio y Museos gratuitos. En ella se pide la recuperación del patrimonio artístico nacional que se encuentra fuera de España. Me parece bien, pero creo que es una medida más voluntarista que posible sin articular más, porque gran parte del patrimonio artístico español fue vendido por sus propietarios en épocas en las que la ley (o su ausencia) lo permitía y la escasa preocupación que los españoles han tenido en su historia por el patrimonio cultural daba pie a la venta al por mayor de papeles, cuadros, piedras o lo que fuera. El tanto por ciento recuperable con las leyes internacionales en la mano es mínimo y, por lo tanto, podría haberse empleado la propuesta número 94 para algo más ambicioso. Hágase, sin embargo. Como también, si las leyes europeas lo permiten, la entrada gratuita en los museos para todos los ciudadanos de la Unión Europea, cosa buena si se acompaña de unos programas suficientes de divulgación e información de sus contenidos y se evita la masificación que impide su disfrute y su función social.
Y ya está. Escasa atención a la cultura me parece, con ausencia de verdaderas propuestas que contribuyan a mejorarla. Hay demasiadas carencias al respecto en un texto tan ambicioso como que pretende, ni más ni menos que el fortalecimiento de la democracia, pero no es un problema sólo de los que han hecho las propuestas ni de los que han sugerido modificaciones, sino de toda la sociedad española, que toma la cultura como mero espectáculo de diversión. Sólo un tres por ciento del total de las propuestas. Lo malo es que ya es un tres por ciento mayor que las iniciativas de otros. Así nos va.

13 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Hola Pedro, sí lo que comentas en tu interesante artículo aunque yo no sea muy "fan" del periódico "El Mundo", es verdad. Referente a los museos, recuerdo cuando visité el "Louvre" en mi época de estudiante en Paris (años 60) y vi el cuadro de la famosa "Mona Lisa". Era pequeño, casi insignificante y no habría mas que cuatro personas viéndolo. Hace dos años, volví a Paris y fui al Louvre. Colas interminables para entrar. "Mona Lisa" estaba en un habítaculo especial y parecía una estrella de Hollywood, más grande, más espectacular. Cientos de personas delante. En fin, un horror. Me di cuenta que, para nada, era el cuadro original. Como todo, la banalidad de la cultura... Besotes, M.

nerea dijo...

Hola! Cuando tengas un minutin pasate por mi blog que te he dejado un regalillo.

Besicos!

Paco dijo...

Tendria alguien el valor suficiente para solicitar una auditoria a la SGAE, y que esta se llevara a cabo??? seguro que no, porque mas de uno que se califica así mismo de "progresista" (y que no lo es tanto) acabaria en el talego...

Burgostecarios dijo...

El análisis que has hecho es una pasada, muy bien, sinceramente si yo tuviera que proponer no sabría ni por donde empezar bueno sí,mayor presupuesto para las bibliotecas y no al canon por préstamo. (pedir esto para mi es fácil)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: Los grandes museos en las épocas veraniegas se convierten en salas de tortura. Durante un tiempo fui guía turístico y llegué a pedir perdón a Velázquez por mis grupos en el Prado. Besos.

NEREA: Gracias. Fui a verlo y ya lo he repartido. Besos.

PACO: como bien apuntas, esto no tiene nada que ver con ser o no progresista, sino con la necesidad de normalizar, de una vez, la situación.

AMALIA: eso sería un buen comienzo, más presupuestos para las bibliotecas públicas, ampliación de sus servicios, etc., etc. ¿Alguien se lo apuntará?

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Merche Pallarés dijo...

No fui en verano!!! Era la primavera pero me ha hecho mucha gracia lo que dices de pedir perdon a Velazquez. Tambien cuando iba al Prado en los 60, solo había algun que otro extranjero admirando los cuadros y había espacio para todos. La última vez que fui es cuando expusieron a Caravaggio y las colas tambien eran interminables y las salas como el metro en hora punta! Besotes, M.

Anónimo dijo...

No entiendo por qué los directores de cine, y demás personal adscrito a esta profesión tienen que ser funcionarios del Estado. Cuando el arte trabaja a golpe de talón, no hace falta esforzarse mucho ni crear argumentos, ni interpretaciones, ni escenografía… corriendo el riesgo de perder la libertad a cambio del mensaje subliminal y del documental maniatado.
Durante años ha sido un cóctel tan cargante que tenemos dolor de estómago: entre la mezcla almizclada de memoria histórica y los múltiples desnudos de Maribel Verdú (molleja incluida), no hay que extrañarse de los resultados de la taquilla.
El mundo es mucho más amplio y cualquier historia cotidiana o irreal, puede ser un lujazo visual. Me quedo con Almodóvar que ha trabajado un amplio espectro.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: pobre Caravaggio, no se merecía esto. No es elitismo, sino que ni siquiera estos turistas del arte se enteran mejor de lo que ven que mirando una foto. Besos.

BIPOLAR: En el cine español actual, en contra de lo que nos puede parecer, hay todo tipo de ofertas, suficientes para quedarnos con la que nos gusta. El problema es que lo que gusta a la mayoría de la gente lo hacen mejor y con más dinero las productoras norteamericanas y sólo de vez en cuando por aquí, en Europa.

Merche Pallarés dijo...

Me he jurado que nunca mas voy a ir a un museo famoso por muchas ganas que tenga de ver una exposición!! Hace dos años cuando fui al Louvre fue porque muy amablemente, mi cuñada (mi hermano estaba en un congreso de cardiologos y el pasa de los museos) me invitó. La verdad que tuve suerte porque ibamos con una guía y pudimos entrar sin hacer esas colas abrumadoras. Cuando fui a ver a Caravaggio (que es un pintor que me encanta) fue porque le devolví la invitación a mi cuñada (mi hermano, una vez mas, de congreso). Besotes, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Eso está clro como las propuestas políticas, la cultura no es "productiva" y no sirve para nada...y la educación para qué...no produce ladrillos ni bombas ni petróleo..como tu dices asi nos va....salud

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: a los museos famosos hay que ir casi a escondidas: horas de comida, primerísima hora de la mañana, casi como un cazador furtivo.

MANUEL: así nos va, esto no hay quien lo arregle. Evidententemente,la educación yla cultura deben ser proyectos a medio y largo plazo y ningún gobernante piensa tanto. ¿Y la sociedad? Saludos.

Anónimo dijo...

El fin de semana pasado hemos estado “ryaneando” en Londres con un grupo de alumnos. Una de las obligaciones era visitar el British Museum. Hacía 20 años desde la última visita y lo he encontrado igual de majestuoso y espectacular que siempre, ahora incluso más, con el añadido de la cubierta de Foster. Sin embargo creo que ha perdido algo del calor e intimidad de antaño. Ahora todo es más luminoso, más encerrado en asépticos expositores acristalados, seguramente más apropiado para que el público admire las únicas y exclusivas obras maestras de la cultura universal que alberga.

Es de agradecer que su visita siga siendo gratuita, acaso sea una manera de pagar su clásico afán acaparador y coleccionista en todos los lugares en los que han tenido influencia, que no han sido pocos a lo largo de su colonial historia.

A pesar de las hordas de turistas hambrientas de arte y cultura, al estar antes de la hora de apertura a la puerta nos permitió la visita al mismo sin aglomeraciones.
pancho

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PANCHO: ¡buen viaje, bien aprovechado! Estos museos son todo un lujo y un ejemplo (no tanto ahora como en su fundación) de cómo debe cuidarse y exponerse la Historia.
Saludos.