domingo, 10 de febrero de 2008

Todo está bien, como una pared delicadamente pintada de verde.


Me suelen despertar inquietud las casas cuidadas hasta el último detalle. Siempre aventuro sucesos brutales en su interior, tras la escena preparada para una revista de decoración. Busco en ellas, minuciosamente, una grieta por la que la vida, con su caos, entre y deshaga la apariencia. El minucioso cuidado ornamental me habla de esta sociedad en la que vivimos, en la que queremos habitar en un mundo limpio y ordenado y sólo admitimos lo que trastorna nuestros intestinos pensando que eso sucede en lugares lejanos, mientras esperamos los anuncios televisivos para contemplar el plástico de la belleza. Sociedad en la que delegamos la guerra para que no nos afecte, en la que somos más violentos usando la frialdad aséptica de quien da las instrucciones que del sicario. La lucha de los que nos muestran el artificio es larga y penosa porque molestan a nuestra conciencia adormecida y nos indican que, tras el delicado verde y la enramada hermosa, se oculta la mancha de humedad y moho, pero es necesaria porque, sin estos testimonios, no nos pesaría la conciencia porque andamos ciegos y protestaríamos, no tanto por pensamiento como por estética o para que no se nos amargue la suave tarde de un domingo. Hoy han coincidido, en los periódicos, la supresión de la silla eléctrica y la foto de un osario y su administrador, en quien delegamos, que nos victimiza a todos por cerrar los ojos. No son situaciones equivalentes, por supuesto, pero ambas son muestras de cómo transferimos el horror y corremos a encerrarnos en nuestro jardín, tras la tapia verde delicadamente pintada. Con la ilusión de que a nosotros no nos llega, porque somos inocentes.

25 comentarios:

Mónica dijo...

A veces algunos se pueden esconder como decís tu, porque los horroriza lo que sucede afuera y no puede hacer nada... Ni los gobernantes ayudan. Este lamentablemente es un mundo muy egoísta cada uno está en lo suyo.

Bsss.

Muy buen post, que lleva a la reflexión profunda y donde en vez de cuestionarnos tanto habría que actuar más... pero quién empieza... ahí es donde se refugian tras la tapia verde.

Anónimo dijo...

Hay tapias que refugian, hay tapias verdes carceleras, y también almas blindadas entre paredes invisibles...

Pedro Carcedo dijo...

De acuerdo, Pedro. No somos inocentes mientras no consigamos la supresión total de la pena de muerte en el mundo. Todo no está bien tras la tapia verde .....

XuanRata dijo...

Derivando de blog en blog, de comentario en comentario,(este mundillo se parece tanto a un juego de la oca) aterricé en esta entrada y lo primero que me llamó la atención fue su curioso parecido con la de mi propio blog de esta misma fecha. Después fui leyendo y asintiendo sin querer hasta el final y tambien quise creer que aunque de otra manera yo hablaba de algo parecido: la necesidad de escapar y su imposibilidad.
Excelente sitio este al que me suscribo desde hoy con tu permiso, con la esperanza de volver a encontrar en él algo que me trastorne.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

la típica frase - pensamiento:"a mi no me pasará"...hasta que te llega...somos habituales a cerrar los ojos o volver la cabeza ante los problemas....buena semana

Unknown dijo...

Porque construimos minimundos a nuestra medida donde sólo pasan las cosas que nosotros creemos, luego llegan las sorpresas, y el estar tras la tapia verde reconforta, poco tiempo pero feliz tiempo. ;)

Sera Sánchez dijo...

El otro día en un debate sobre la pena de muerte en los EEUU, veia que los defensores de la prohibición lo defndian con el argumento de que la Justicia puede equivocarse. Ojo, porque lo he oido más de una vez y es una argumentación peligrosa que puede volverse en contra. Es decir, ni aunque la Justicia fuera implacable y exacta, ni aunque se demostrará que la pena de muerte vale para evitar otros asesinatos, habría que aceptarla. Creo que es desde ese lugar desde donde se debe argumentar. La pena de muerte es inaceptable, porque aunque fuera efectiva y evitara muertes, no todo vale. Es una cuestión de moral y valores.

manzacosas dijo...

La silla eléctrica. Con lo cara que es la energía, se ve que en el Estado yanqui de Nebraska quieren ahorrar. A buenas horas. Y la sustituyen por la inyección letal, o sea que como son ricos a gastar la pasta en fármacos. Los yanquis siguen siendo un modelo de civilización, de cultura, de bien hacer, de diplomacia, de todo. ¿Habéis leído el libreo de Daniel Sueiro? Un saludo. Manzacosas

Lazarillo en América dijo...

Para todos los lectores de la "acequiasfera", el nuevo número de la Revista Némesis está calentito calentito, recién salido del horno . Muchas gracias otra vez a Vicky por tanto trabajo. Aquí os dejo el enlace a todos. Para quien no la conozca es una revista de artes en general, de narrativa a fotografía, vídeo a artes plásticas que se cocina desde Lleida.

Lazarillo en América dijo...

Y para quien no conozca..... aqui esta el enlace www.revistanemesis.com

São dijo...

É agradável sermos inocentes.
Mas quanta culpa por omissão se oculta sob a plástica serenidade das nossas vidas?
Que continues escrevendo lucidamente, querido amigo.
Abrazo.

Lágrimas de Mar dijo...

la que te visitó, era yo, la de verdad
;)

y me encantará seguir visitándote y que me vistes

un beso de chocolate, que vi que te gustó

lágrimas de mar

jg riobò dijo...

Definitivamente la mirada se hace clara y sabe lo que busca.
Para anotar. Una foto excelente.
Creo que el que logra tener la mirada para detenerse y lograr la imágen está lejos del plástico y de los temas candentes a pesar de que los comente.

Sandra García dijo...

Verde de la esperanza, a que no nos pase nada, a que nada nos llegue...pero todo, en el fondo, es irreal.

Anónimo dijo...

Vamos iluminando poco a poco las disoluciones.

¿Mas soluto o más disolvente?

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MÓNICA: Gracias por tus palabras. En efecto, un mundo demasiado egoísta en el que cada uno mira por sí... hasta que le toca. Besos.

DONCE: ¡me gusta lo de almas blindadas, me gusta mucho!

PEDRO: Gracias por venir, Pedro, aquí siempre serás bienvenido. En efecto, no todo está bien.

XUANRATA: Bienvenido a La Acequia. Tienes razón, he visitado tu blog y hay muchas cosas en común. Seguiré leyéndote y aquí serás siempre recibido. Gracias por tus palabras.

MANUEL: hasta que te llega... y sueles despertar demasiado tarde. Feliz semana.

MAFALDIA: me gusta lo de minimundos, es muy descriptivo de lo que nos pasa: no reaccionamos hasta que alguien no altera ese círculo tan pequeño.

SERA: Bienvenido. Como verás, coincidimos en muchas de las cosas en ambos blogs. Y, como dices, la posible equivocación de la Justicia es sólo un argumento insuficiente. Saludos.

MANZACOSAS: Tengamos esperanza, allí también hay gente que lucha. Aunque los gobernantes van más lentos.

LAZARILLO: apoyo tu recomendación. Hay que visitar este enlace.

SAO: La omisión es el mayor pecado de nuestra sociedad. Cerramos demasiado los ojos. Un abrazo, amiga.

LÁGRIMAS: Es un consuelo. Seguiré visitándote y aquí tendrás siempre tu sitio. Besos.

JAVIER: y que no nos falle la mirada a ninguno, querido amigo.

SANDRA: verde irreal y falso.

DARGOR: seguirán las disoluciones, mirada feroz disuelta o no.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Anónimo dijo...

Como buenos psicópatas, nos gusta cubrir con plásticos nuestras sangrías criminales. Así, en nuestra propia limpieza, damos quebraderos de cabeza a los demás. Asepsia, qué palabra más limpia. Qué asco.

Paco dijo...

Este mundo en el que vivimos... hace que cada vez que vuelva a mi casa lo haga pensando y diciendo aquello de hogar dulce hogar...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

RAÚL: asepsia, qué palabra, en efecto.

PACO: este mundo se nos está poniendo peligroso, amigo.

Un abrazo a los dos.

Nana Lopes - @Nanamada dijo...

Sua parede me faz pensar em Gaston Bachelard, filófoso fenomenologista.
As coisas também tem alma e podemos aprender muito sobre nós as observando.
òtimo texto,como sempre!

Pilar dijo...

Yo reconozco que me gusta el orden, es más, lo necesito.
El orden exterior me equilibra.
No sé si estaré con ello protegiéndome de algo, no lo sé.

Anónimo dijo...

Magnífica foto (por lo insólita y rara) de una charca de agua estanca, cubierta de limbios que ocultan el uso del terror como método de sumisión de la población. A los españoles no nos es necesario ir hasta Camboya para saber de la parte más canalla del ser humano. Sabemos más que nadie de maneras de no saber administrar ¿victorias? De cómo usar la represión sobre la población, no sólo la derrotada, para que el castigo no lo olvidaran las generaciones venideras.

Esto ya lo han vuelto a cambiar otra vez.
pancho

Pedro Ojeda Escudero dijo...

NANA: a veces pienso que las cosas tienen más alma que nosotros. Saludos.

PILAR: a veces el orden es protección, a veces respeto con los demás. O las dos cosas. Un abrazo.

PANCHO: en efecto, los españoles sabemos demasiado de todas esas cosas, demasiado. Y lo peor, parece que no hemos aprendido lo suficiente. Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Otro post maravilloso. Veo que ya tienes un montón de bloggers nuevos, ¡enhorabuena! la gente te va descubriendo poco a poco. Te lo mereces, querido Pedro. Tambien tengo horror a los lugares perfectos y asépticos como dices, si vieras mi casa... Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: Van llegando nuevos amigos. Es una delicia sentiros tan próximos. Y tu casa no será menos aséptica e imperfecta que la mía, seguro. Besos.