miércoles, 13 de febrero de 2008

Los ausentes


Todos hemos notado la ausencia de alguien. Ese sentimiento vincula al ausente con nosotros y la situación por la que pasamos. Si estuviera aquí... Ahora tenemos los teléfonos móviles y enseguida llamamos a esa persona para que nos aconseje o comparta con nosotros la alegría o la tristeza. Recurrimos a este ingenio en exceso, como protestaba Pilar hace unos días. Pero parece no importanos incluso estar en un lugar en el que no tenemos intimidad: necesitamos compartir nuestra experiencia y sentir la cercanía del que está lejos.

Pero a veces el ausente no contestará a las llamadas a pesar de nuestra insistencia. Es un amigo lejano al que perdimos la pista hace años y con el que necesitamos hablar pero ya no tenemos su teléfono ni su dirrección, perdidos en un cambio de agenda. O aquel amor que resurge en nuestra memoria cuando hacemos algo -el hábito más rutinario- que nos lo recuerda.

O ha muerto. Sé de muertos cuya ausencia es tan notoria en los que lo conocieron que se hacen presentes a fuerza de echarles de menos. Están aquí, con nosotros, y aun se habla con ellos, se les pide consejo o se piensa qué hubiera hecho él o qué palabras nos hubiera dicho. Estos ausentes van configurando nuestra mente hasta que llegamos a pensar como ellos, recuperar sus gestos, sus costumbres. Incluso modelan nuestros rostros, como si fuéramos de arcilla, para que nos parezcamos cada día más a ellos y así heredamos sus cicatrices y arrugas. Poco a poco somos el ausente y aquellas sillas que quedaron abandonadas cuando se fueron vuelven a ser ocupadas. Y aquel que pasa junto a ellas piensa que se ha detenido el tiempo.

28 comentarios:

Paco dijo...

No lo puedo evitar: soy un ruinas y un "dejao", con esto me acabas de recordar a varios amigos que tengo en Madrid y a los que he de llamar, hablamos con cierta frecuencia y en esta ocasión lo de dejado demasiado tiempo... me acuerdo bastante de ellos y sin embargo...

gracias por tu recordatorio, yo también pienso "si estubieran aqui!.

un abrazo

Unknown dijo...

Los amigos buenos aunque no les llames a menudo no importa, les ves de nuevo y es como ayer, los que se fueron cada vez su espacío en nuestra mente es más pequeño, y los que partirán inevitablemente porque están enfermos, su ausencia es ya tan evidente que duele más que cuando se vayan definitivamente, el Alzheimer es muy cruel.

Anónimo dijo...

lo siento pero esta entrada, es hoy para un colega que esta chungo..pobre

tu y tuviste le tuya el otro dia

Un besazul.

Anónimo dijo...

Mil perdones pensaba que eras otro, me explico, un personaje que me tiene un poco, intrigada.. que no se quien es, y por tu comentario pensaba que eras, el I'sorry.. pero la cita sigue en pie.. cuando quieras..dejate morder

nachocarreras dijo...

Hola Pedro:

Pasaba a saludarte pero no puedo evitar opinar...........

Lo, para mi, verdaderamente importante es que los amigos de verdad siempre están cuando los necesitas y tú estás cuando ellos te necesitan, no importa ni cuando, ni dónde. La ausencia la compartimos ambas partes.

Saludos.

Anónimo dijo...

me has hecho reflexionar con el tema de los muertos que influyen en nuestras vidas. Interesante apunte.

un abrazo.

Anónimo dijo...

Ok!!

Tienes que entrar Fatefull. Ya sabes ir, no creo que te pierdas, y una vez dentro, pinchar en déjame que te muerda, un poquito...eres un chico listo y seguro que lo haces perfectamente.. no tengo pareja vampirica... si quieres formamos clan???

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón, los ausentes, no se van del todo, siempre queda su recuerdo, sus logros y sus inquietudes, para los que nos quedamos, nos quedan la vida y hay que aprender a seguir adelante y no dejar de mirar hacia el futuro con optimismo y alegría y dar gracias de haberlos conocido.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

La ausencia...concepto que me atrapa por completo y que un día dio origen al lugar que denomino "la distancia no es el olvido"...a veces me siento ausente de la tierra que me vio nacer, ausente de mi familia, de mis padres, de mis amigos....de mis calles....intento no caer en el olvido...

Saludos amigo.

Pilar dijo...

Pedro, en primer lugar, me ha hecho mucha ilusión que me nombres, ya sabes las cosas del ego...
La mayor ausencia es la del desamor.
Esa ausencia duele en el alma.
Se apodera de uno la melancolía, la ansiedad, la tristeza...y lo peor es que sabes que esa persona sí está, sí existe...pero no está contigo.

jg riobò dijo...

Noto los cuerpos en la silla, sentados.
Charlando y dejando pasar el tiempo eterno mientras obserban a su alrededor.

Anónimo dijo...

Precioso, Pedro!
Sólo añadir una más (si me lo permites): la ausencia de uno mismo, en todos sus significados.
Añoranza de aquella "ilusa" que andaba por la parrilla de salida sin saber nada. De lo que el paso del tiempo, las vivencias, el día a día fue borrando.
No me suelo echar mucho "en falta" (aunque cada vez ande más perdida), pero no por eso dejo de notar mi propia ausencia.

P.d.: No sé si te llegué a mandar esto antes, porque te prometo que ha habido una "ausencia de luz eléctrica" (un apagón vamos). Y ahora a dormir que mañana no va a haber quien me mueva!! (Ah, se me olvidaba: muy buena la foto!)

Nana Lopes - @Nanamada dijo...

Bom dia Pedrito!
Que bela foto!
A pior ausência, é mesmo aquela ao lado de alguém que não quer estar perto...Solidão a dois.

Merche Pallarés dijo...

Qué preciosidad de post!! y la foto. Ya he vuelto de Londres justamente vengo de despedirme de una muy buena amiga que se está muriendo (le dedicaré un post) de cancer. Ha sido muy triste. En mi larga vida he perdido tantos buenos amigos por el camino... Besotes, M. (Voy a seguir leyendo los posts que me he perdido en mi ausencia)

XuanRata dijo...

Es curiosa la tendencia que tenemos a rellenar los huecos. Ante esas dos sillas vacías no podemos evitar reconstruir la figura de sus eventuales habitantes. Cierto horror al vacío nos acompaña siempre. Y la ausencia suele estar tan repleta que puede llegar a resultar asfixiante. Quizá por eso echamos de menos al ausente. Porque con su presencia podemos ya descansar pensando en otras cosas.

nerea dijo...

Yo he perdido a gente en el camino que me da rabia haberlo echo... pero, la vida cotidiana, moverte en diferentes circulos... sin querer pierdes el contacto... y se hace alguna que otra llamada pero no es lo mismo...

Algo similar me pasa con mis primas. Son de Pamplona y cuando eramos pequeñas (o más jovenes) estabamos muy unidas pero ahora... Cada una tiene su vida y es más complicado vernos o hablar...

Besicos!

Lágrimas de Mar dijo...

yo intento estar, no se si lo consiga siempre

besotes para ti

lágrimas de mar

Nana Lopes - @Nanamada dijo...

Petro, feliz Dia de Valentin,Feliz todo dia do amor!

Anónimo dijo...

Hola!!!

tenemos una cita pendiente?

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PACO: pues ya sabes, un mensaje de c.e., una llamada al móvil, quedar con ellos un fin de semana. A los amigos hay que cuidarlos. Un abrazo.

MAFALDIA: los buenos amigos, tienes razón, son aquellos con los que te sientas después de muchos años y retomas viejas conversaciones y sensaciones. El Alzheimer es muy cruel.

AZUL: bueno, ya veo tu afición vampírica. Me queda poca sangre... De los amigos, como dices, uno siempre extrae lo mejor.

NACHO: en efecto, lo malo es cuando crees que alguien es tu amigo pero él no percibe esa ausencia. Saludos.

FERNANDO: siempre están en nosotros. Un abrazo.

MANUEL: ese es una de las consecuencias de la ausencia: el olvido. Olvidarse de tus raíces es olvidarse de uno mismo. Sé que a ti no te pasa. Saludos.

PILAR. ¡El desamor es una asuencia tan grande que crea un vacío alrededor de uno! Y cómo duele, en efecto.

JAVIER: Esas ausencias se adensan, pesan, como en las sillas.

DONCE: esa ausencia es la más dura, y es como dices. No llegó. Cosas de la luz... Y gracias por fijarte en la foto.

NANA: Buen día, Nana. Esa asuencia es muy dura, tienes razón. Un beso.

MERCHE: ¡Bienvenida de Londres! Qué duro te ha debido resultar el viaje... Besos.

XUANRATA: el vacío puede asfixiarnos, sobre todo cuando es incierto. Un abrazo.

NEREA: pues a llamar, a escribirse, a verse cuando se pueda, aunque sólo sea un día. ¡Gracias por los besicos, el otro día se te olvidaron!

LÁGRIMAS DE MAR: por lo menos lo intentas, eso es muchísimo. Besos.

NANA: ¡Feliz día también para ti!

AZUL: ¡¡voy, hoy tengo el tiempo contado!!

Un abrazo a todos y gracias por vuestras palabras.

Anónimo dijo...

Puede que no te quede mucha, pero no necesito tanta, solo un pequeño mordisquito....


Un besazul

manzacosas dijo...

Hola. Destilas nostalgia, pero es cierto que hay amores perdidos como también muertos presentes. Un saludo. Manzacosas

Anónimo dijo...

Me parece que conoces bien al culpable de mi desgracia... si quieres respuestas las encontraras mirando bien el FATEFULL.... Y..Ayaras al culpable

Una Vampira rechazada.
Y eso duele!!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

AZUL: a tu disposición, entonces. Pero trátame con mimo, que no estoy para muchos trotes.

MANZACOSAS: La nostalgia, a veces, es una patria. Saludos.

AZUL: voy, entonces.

Anónimo dijo...

adelante mi valiente
no tengas mido son mordiscos muy dulces te lo aseguro

tequila dijo...

llevo siguiendote algún tiempo, desde que te recomendaron y tuve la suerte de descubrirte.
hoy llegué a esta entrada y hay algo en ella...no sé... pero me encantó.
sólo saludarte, me gusta tu blog

Myriam dijo...

En efecto, y hoy es el aniversario de su nacimiento y muerte en sala de partos.

Era mi primogénita y yo tenía 20 años y además, me encontré COMPLETAMENTE SOLA en ese infierno.

Dejo aquí constancia de tu recuerdo, Débora.

Gracias, porque por ti valoré con mayor intensidad el regalo de ser madre en mi segunda hija.

Y Gracias porque por ti aprendí que habiendo muerto de dolor, era posible , como lo fué para mí, volver a nacer a la vida y a la alegría.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: un fuerte abrazo y un gran beso.