jueves, 14 de febrero de 2008

El estanque de los desagradecidos



No debemos esperar nunca nada a cambio de nuestros favores o de nuestras acciones más nobles. Dicen los psicólogos que gran parte de nuestras ansiedades se deben a que comerciamos con estos gestos que deben ser gratuitos y sólo deberían aportarnos la satisfacción propia del deber cumplido o de la ayuda al otro. Muchas de las relaciones familiares, amorosas o de amistad fracasan porque el que da espera ser correspondido de forma obligada en un retorno del favor o del cariño: da para que le devuelvan con la misma o mayor intensidad. Con esta perspectiva, convertimos la relación en un círculo que debe reintegrarnos satisfacción del otro cuando nos iría mejor provocando una cadena de favores cuyo receptor no fuéramos nosotros.
No esperes nada del otro. Haz lo que debas o te apetezca sin poner tasa de retorno o te convertirás en un egoísta, precisamente lo que no debe ser el que da, excepto que veamos las relaciones como una transacción comercial: quid pro quo. Tampoco ayudes si no te necesitan: eso no es ayuda, sino intromisión en la vida del otro.
Sin embargo, en el otro extremo, hay una patología aun más odiosa: la del desagradecido. En el fondo, el desagradecido no está rechazando nuestro favor sino que lo ha vivido con odio, viéndolo, en un cambio de registro absurdo, como una prebenda merecida por sus propias virtudes o, lo que es peor, como una humillación. Conozco seres rencorosos contra el que les ha ayudado en muchas ocasiones. No lo rechazan, porque necesitan ese apoyo o porque lo creen justo en su vanidad, pero siempre odiarán al generoso. Ellos son incapaces de dar nada porque se arrastran en el fango más sucio de la miseria humana, adoptando formas inertes, casi amorfas, pero, en cuanto pueden, explotan con toda la ira de su desagradecimiento, volviéndose ruinmente contra quien los ayudo. Simplemente, porque son incapaces de decir gracias. Hay palabras que a algunos les hacen llagas en la boca.

23 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Qué razón tienes, Pedro, a veces la caridad mal entendida es un desperdicio. Pero los que no agradecen una ayuda o un gesto generoso en un momento dado son unos miserables que lo pagarán caro en esta vida no en la otra como quizás creen que existe. Besotes, M.

Anónimo dijo...

Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem.

La ayuda es un bien algo escaso en estos días que la verdad, uno cuando intenta ejercerla, no sabe si hace bien o no.

Anónimo dijo...

gracias!! por tus aprotaciones que poco a poco voy leyendo y se percibe que eres una persona respetuosa, con los demás y tu entorno. Aveces es difícil, encaminar los sentimientos hacia alguien que te odia, pero es mas triste, el odiar solo hace daño a quien tiene ese sentimiento.

le amor te ara libre

Anónimo dijo...

En este punto, recomiendo vivamente la lectura serena de un filósofo deslumbrante que ilumina con brío lo que dices, Pedro: Emmanuel Levinas. Tenía una teoría ética enfocada con insistencia en el otro como sujeto (más que objeto) de nuestras acciones, con poco individualismo y con mucha inteligencia de por medio.

Unknown dijo...

Es tan exacto y tan correcto lo que acabas de explicar, que sólo decirte que el daño que puedes recibir de una persona atenta a todo lo que haces que le molesta hasta que tosas es una progresión geométrica a tus buenas obras o acciones, porque no las puede comprender,son personas enormemente egocéntricas.
SOLUCIÓN: pies para que os quiero... el tiempo les pone en su lugar.

jg riobò dijo...

Qué fotos más bonitas y profundas.
Excelente.
Gracias.
Aprendo mucho.

Anónimo dijo...

Hoy le regalé una canción al Sr. Comendador y como no quisiera ser desagradecida, acerco el regalo hasta esta Acequia. Para ti también Pedro, por regalarnos tus palabras (y tus fotos) cada día.
Un abrazo

Paco dijo...

lo malo es que el mundo esta lleno de ambos casos... como ejemplo puese tomar la actual campaña política, y la cara de jilipollas que se nos queda a algunos despues de escuchar a aquellos que se llaman "lideres" de esas formaciones... sin ir más lejos mira el panorama que tiene montada la derecha en Madrid en torno a dos de ellos... mejor ejemplo de lo que dices no se me ocurre.

XuanRata dijo...

Sin embargo la teoría de la cadena de favores encuentra su sentido en el hecho de que finalmente uno espera que su buena acción termine revirtiendo por caminos insospechados en un mismo, o al menos en el bien general del que uno es partícipe.
Y es que todos quiseramos dar sin esperar, pero secretamente esperando...

PILAR dijo...

Qué reflexión.
Otra vez te tengo que dar la razón.
Otra vez de acuerdo contigo.
Otra vez me siento en sintonía.
Tengo ganas de rebatirte alguna vez algo y de estar en desacuerdo contigo.
Es tan verdad lo que dices...
Siempre esperamos algo a cambio, pero yo creo que esto es producto de esta sociedad de compra-venta y de negocio.
Qué poco gratuitos somos.
Con respecto a ser o no agradecidos,reconozco que yo sí me siento agradecida a muchas cosas y a muchas personas, y en cuanto puedo doy las gracias, a veces llego a resultar pesada. Siempre me han dicho en casa que de bien nacidos es ser agradecidos.

Nana Lopes - @Nanamada dijo...

Comercio de afetos é o que mais se vê por ai nos tempos de hoje.
Lastimável.
Bom dia Pedro!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: no tengo yo muy claro que, al final, se haga justicia, querida amiga. Ojalá. Besos.

DARGOR: buena cita. A veces hay que pensarlo dos veces. En otros casos, las barreras sociales hacen que ni entendamos al que nos la solicita.

AZUL: Sí, el amor te hará libre.

MAFALDIA: a veces uno debe huir de este tipo de personas que nos agobian y que, en el fondo, lo único que intentan es controlarnos.

JAVIER: Gracias a ti, Javier. Fuiste uno de los que me empujaron por este camino.

DONCE: ¡Gracias por el regalo!

PACO: con lo que se quieren entre ellos...

XUANRATA: Sí, tienes razón. Cuando uno lanza una cadena de favores piensa, de una u otra manera, en que parte se le reinvierta. Pero, al menos...

PILAR: Pues un día haré una entrada a posta, para que disientas. Ya lo verás. En el refrán que citas se condensa la sabiduría popular al respecto.

NANA: Comerciar con los afectos es lamentable... y tremendamente acutal, en efecto. Buen día para ti también, Nana.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Francisco O. Campillo dijo...

"Gracias" es una de las palabras más bonitas de nuestro idioma. "Shukran", en árabe, tampoco está nada mal.
Son éstas las palabras que tenemos que aprender en primer lugar. Luego vendrá todo lo demás.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

RAÚL: perdona, pero tu comentario no se ha publicado hasta ahora, después de colgar mis respuestas, a pesar de que es anterio. Este filósofo es más que recomendable. Tiene página en la Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Emmanuel_L%C3%A9vinas

FRANCISCO: En efecto, el diálogo.

Anónimo dijo...

"Quid pro quo", "Tit for tat": Frases que representan uno de esos raros fogonazos que se te quedan grabados en la mente para siempre. Expresiones utilizadas en El Silencio de los Corderos por Anthony Hopkins. En mi pueblo la gente utiliza otra expresión mucho más prosaica: "Hasta el aire quiere correspondencia." La verdad es que hoy la gente hace pocas cosas gratis. Hay que excluir obligatoriamente a muchos blogueros que nos entretienen, divierten e incluso nos hacen pensar sin pedirnos nada a cambio.
pancho

Anónimo dijo...

De acuerdo, Pedro. Vaya lo siguiente de apoyo. "Everybody must give something back for something they get" (B. Dylan) ("Todo el mundo debe dar algo a cambio por algo que obtiene") . Esto no quiere decir que el que da haya de esperar siempre algo a cambio, sino que el que recibe ha de mostrar su generosidad para que exista un intercambio ya sea de amor, cariño, favor, etc. El hoy por mí y mañana por ti de siempre. Porque si no, el que recibe se convierte en un maldito jeta, un desagradecido, o un hijo de puta, que, desgraciadamente, abundan. ¡Qué bonito es recibir! A mí también me gusta, pero creo que me gusta mas dar. Leo Pérez

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PANCHO: No conocía el refrán. Me gusta, me lo apunto. Es muy gráfico. También los comentaristas venís gratis. Y eso, gracias. Un abrazo.

LEO: y como te conozco, sé que es cierto. Me gusta tu reflexión: no hay obligación, sino generosidad. A veces, basta con la cortesía. y gracias por Dylan... Un abrazo.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

El Egocentrista y el Engreido...dos seres repugnantes que pululan en nuestra sociedad... y son origen de la insolidaridad en nuestro mundo... Dar sin esperar y ser agradecidos...es de bien nacidos....buen fin de semana

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MANUEL: bella sentencia, amigo. Buen fin de semana.

Antonio dijo...

A mí sí me gusta ver algún tipo de respuesta en los demás. No tiene que ser necesariamente una reacción a un gesto que yo haya tenido con la otra persona, pero sí que, de alguna forma (explícita o, mucho mejor, implícita) esa persona muestre su complicidad conmigo. Es decir, que también haría algo por mí sin esperar ninguna prebenda a cambio. Lo mejor es que esto se muestre con actitudes cotidianas y espontáneas; sirva de ejemplo la mamarrachada del 14 de febrero, en el que parece que todo el mundo tenga que estar loco por su pareja y, en cambio, el 15 parece que tenga ya excusa para olvidarla.

Salud.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ANTONIO: en la amistad y en el amor, la complicidad debe ir implícita y suceder todos los días, no sólo en los señalados. Saludos.

Myriam dijo...

Tremendo magnifico texto que comparto plenamente.

Amar, es brindar sin condiciones, sin esperar nada a cambio. Dar por el simple hecho de dar, por ese gozo.

Tambien los conoci, a los rencorosos que tu señalas y a los abusivos. Estos ultimos, confunden bondad y generosidad con estupidez.
Con los años aprendi a identificarlos rapidamente y a apartarme de sus sendas.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: cuanto más lejos los pongamos de nuestra vida, mucho mejor... Besos.