jueves, 28 de febrero de 2008

Disolución de nubes con ventanas y mano del paseante


El paseante ha llegado a un grado en el que sólo parece fragmentos. La vida, quizá, no es más que una sucesión de pequeños fragmentos a los que queremos dotar de significado pero que, en realidad, no lo tienen. Nada ordena las cosas que nos ocurren más que nuestra necesidad de que todo tenga un hilo de continuidad que las explique y nos ayude a seguir adelante. Conozco gente que, por la mañana, pretende hacer un esquema del día que se le presenta. Si llega a cumplirlo se habrá manifestado sordo y ciego a la realidad porque no ha oído ni visto nada más que ese trozo de papel en el que escribió el esquema. De ahí, muchas veces, la frustración que sentimos. Cada día es nuevo porque al despertar, en realidad, renacemos, como en esos tiempos en los que la reaparición del sol o de otra estrella en el firmamento marcaba la frontera entre la vida y la muerte y no había más calendario que el momento presente. Como mucho, nuestros proyectos diarios deberían ser una propuesta de voluntad: cada día tiene su afán, dice una amiga mía. Muchas personas no resistirían levantarse de la cama sin ese afán diario: la voluntad de hacer algo. Es difícil, en nuestra cultura, levantarse a ver el día y sentirlo. Como si todas las cosas se presentaran juntas, como en la imagen, y la mano, como mucho, pudiera escoger entre todas las cosas, una sola. Seríamos más felices.

28 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Recuerdo cuando en Ibiza no necesitábamos relojes. Aprendimos a guiarnos por el sol. Me hice una experta, sabía cuando eran las 12, las 17, las 20 horas. Era una maravilla. No hay que hacerse esquemas de nada, simplemente vivir cada dia como surja. Besotes, M.

São dijo...

Sim, vale a pena viver o dia só pelo prazer de o viver!!
Só que nesta sociedade de competição, as pessoas tornam-se neuróticas e daí a tentação de tudo controlarem.
Querido Pedro, fica bem!

Anónimo dijo...

caminante no hay camino, se hace camino al andar. Así deberíamos pensar en cuanto los días. Abrazos.

Nana Lopes - @Nanamada dijo...

Texto tão profundo e delicado quanto o azul das imagens.
Viver um dia de cada vez faz com que não seja penoso acordar.
Acredito que o estress fisico , emocional e espeiritual que o mundo moderno vive está diretamente ligado a essa ansiedade .
Tenha uma bela sexta=feira!

Lazarillo en América dijo...

"Levantarse a ver el día y sentirlo" ¡Qué bonito!

Anónimo dijo...

Steve Jobs dixit:
" Si todos los dias te levantas con la idea de que este dia puede ser el ultimo de tu vida.....alguna descubriras que has acertado" ¡¡¡ CARPE DIEM ¡¡¡

Anónimo dijo...

Se me olvidaba....¡¡¡este tambien lo comprendí ¡¡¡¡

D. Pedro ¿ Quizas esta usted rebajando el nivel, para adaptar este a los mas torpes, como yo ??? :)

Anónimo dijo...

La mayoría de los mamíferos tienen suficiente con comer y no ser comidos. En nuestro caso, hemos eliminado esa tensión, pero necesitamos una rutina, necesitamos algo que nos de equilibrio.

Todos si hemos ido a un zoológico, recordaremos esos animales enjaulados, repitiendo una y otra vez los mismos movimientos, dentro de su locura; necesitan una rutina, necesitan evadirse.

Unknown dijo...

Pienso que seríamos felices si no nos planteásemos tantas cosas, te levantas y ¡jo que suerte que me he levantado y me han regalado un día más!, con sus sorpresas, sus risas, sus cosillas... ¿qué me deparará?
que sea lo que sea por lo menos lo voy a vivir otros no tendrán tanta suerte. ;)

Paco dijo...

Pues yo, con sinceridad, la única rutina que me impone el día es la de llevar a los niños al colegio y luego recogerlos, mi trabajo no me impone ninguna rutina, o quizás tal vez la que mi jefe (mal toro lo corra, porque ve el trabajo venir y le tira piedras) me quiere imponer... así que eso y las paredes de la oficina es lo único cotidiano que tengo... procuro que cada día sea distinto y generalmente me sale, eso sí... hasta que a veces llega como decía antes, alguien y me lo fastidia.

Un abrazo

XuanRata dijo...

Ese hilo que une las horas y los días es, aunque suene un poco cursi, el cabo que lanzamos al risco envuelto entre la niebla. Trepamos aupados al mismo tiempo por el temor al abismo y por la esperanza del descubrimiento.
Tener cada día una cita con lo inesperado. La cámara fotográfica, la libreta de notas, la frágíl memoria, son los caminos de regreso.

Anónimo dijo...

Yo solo una cosa escogería, seguir como estoy, en una etapa de cambios!!

donde iré a parar? no lo se, el destino, me guiara, pero con la ilusión, de cada nuevo amanecer, el sentir, que te esperan, siempre cosas nuevas!!

Eso es suficiente, para seguir adelante.

Azul

São dijo...

Vim desejar-te um feliz final de semana, meu amigo!
Abraço.

Anónimo dijo...

vuelta a las disoluciones ¡maravilloso!

Anónimo dijo...

En Los Lunes al sol algún protagonista se desquicia por no tener nada que hacer en todo el día. Al lado de mi casa encuentran acomodo una docena de homeless (sin techo) cuya principal preocupación es ir al super a comprar el brick de Don Simón. En los Campamentos de Tinduf los refugiados sólo sienten el horario del sofocante calor de 12 a 7, la gente desaparece de las calles, parece como si la arena se los hubiera tragado, la quietud, tranquilidad y silencio son absolutos. Se puede uno sentar al borde del camino y sentir la vida pasar cuando otras necesidades básicas han quedado cubiertas.

Admiro a la gente que guarda un registro de las cosas que le pasan y anota las citas futuras, gente muy ocupada. Yo nunca he sido capaz de tomar nota de nada, nunca he tenido esa disciplina, que me gustaría tener, quizás tampoco me haya hecho falta; no me ha sido necesario.

Estamos inmersos en un consumismo absurdo, donde tenemos muchas más cosas de las que necesitamos para vivir. Nos creamos necesidades de manera vertiginosa, hay gente que ya no podría vivir sin el móvil cuando hace escasamente diez años era un artículo de películas de americanos. Nos morimos si no conseguimos el artilugio con más gigas del mercado. Lo peor de todo es que no pasa sólo en nuestro enmoquetado Primer Mundo pasa también en medio de la miseria africana más hiriente.

No sé si aún estaremos a tiempo de parar esta decadencia, pero algo deberíamos hacer para tratar de invertir la tendencia y hacer el mundo más humano y habitable.
pancho

nachocarreras dijo...

Como no soy un poeta me aprovecharé del que dijo: "Hoy puede ser un gran día..."

Saludos.

(Ah! El café que nos debemos... Cuando podamos ambos, será un placer)

Beatriz Montero dijo...

Tienes razón. Como dice Ernesto Sábato:
"Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece."

jg riobò dijo...

Cuánta razón tienes, querido amigo.
Mirar las nubes lleva un riesgo seguro de fragmentación.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: ¡Vivir sin reloj! Ahora parece una utopía. Besos.

SAO: la neurosis del reloj. Igualmente, querida amiga.

FERNANDO: ...Machado, siempre. Un abrazo.

NANA: nos empujan a la ansiedad estos tiempos, es verdad. ¡Buen fin de semana!

LAZARILLO: Gracias, amigo.

BLOGÓFAGO: Carpe diem! Ya ves, querido Blogófago, todo por el público...

BLANCO Y EN BANDEJA: en efecto, en nuestra cómoda jaula damos vueltas y vueltas.

MAFALDIA: a esperar con ganas cada día.

PACO: siempre hay alguien que viene y lo fastidia... qué lata. Un abrazo.

XUANRATA: para tener esa cita hay que estar predispuesto, como veo que tú estás en tu blog.

AZUL: y vivir cada día como nuevo e incierto. Buena filosofía.

SAO: Feliz fin de semana también para ti, amiga.

BLOGOCHENTA: ¡Y lo que nos queda!

PANCHO: Algo deberíamos hacer para invertir esta tendencia. No vamos bien, no vamos bien. Un abrazo.

NACHO: ...plantéatelo así. Desde luego, este día de hoy no volverá a repetirse. A buscar fecha.

BEA: buena frase de Sábato. bien traída.

JAVIER: ... y de disolución. A ver si podemos vernos pronto.

Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios.

Redeyes dijo...

He escrito una entrada en mi blog a partir de tu reflexión. Espero que te guste. Buen fin de semana

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias, Isaac, todo lo contraio. Buen fin de semana.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Ha¡ta hace poco...me "esquematizaba el día libre" (los que trabajo tengo que hacerlo)...y cuando me salía del guión era como un pequeño fracaso. Ahora es diferente...hago que pase el día y que salga lo que quiera...a la aventura...Salud

Merche Pallarés dijo...

PEDRO Y PANCHO, lo que yo digo, tenemos que hacer una revolución mundial no-sé-cómo pero la tenemos que hacer de alguna manera antes de que nos engullan en sus fauces capitalistas!!! Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MANUEL: que pase el día e ir cumpliéndolo a un ritmo humano. Un abrazo.

MERCHE: se impone como salvación del individuo. Besos.

PILAR dijo...

Hubo un tiempo que sentía una losa de 1.000 kilos sobre mi cuerpo para levantarme cada mañana.
Hoy, no sé lo que durará, siento una pluma sobre mí. Es verdad que hay días que la pereza se hace protagonista.
En lineas generales, vivo el día a día, nunca he pensado en hacerme un plan de pensiones, "el largo plazo" no me gusta como concepto.
Dicen que vivimos en un hedonismo y en un relativismo y eso nos lleva a magnificar demasiado el presente.
La vida, evidentemente, está formada del ayer, del hoy y del mañana. Sólo soy capaz de vivir hoy sábado cuando estoy escribiendo, y de aquí a media hora que voy a ir a ver a mi hija jugar su partido de baloncesto.
Más o menos, planifico algo el día o el fin de semana, pero con un amplio margen a la innovación.
No soporto planificarme ni que me planifiquen, salvo lógicamente lo inevitable.
Creo que para vivir cada día además de voluntad se necesita ilusión.
También he aprendido a esperar, además de vivir hoy, es importante no magnificar el hoy y saber esperar, porque a veces lo que hoy es enorme, mañana o a la semana que viene, se empequeñece.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PILAR: es una buena forma de enfocar la vida. A ella sólo se llega después de muchas experiencias, no siempre buenas.

Merche Pallarés dijo...

PILAR, ahora que lo dices, NO TENGO UN PLAN DE PENSIONES!!! Nunca pensé en ello. De todas formas ya he hecho mi testamento vital y dejo mis restos para la ciencia, o sea para que me descuartizen en alguna facultad de medicina y así ayudar a los futuros médicos a ¿aprender algo más? Quí lo sa...(quien lo sabe...). Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: ¡quién sabe! Besos.