miércoles, 27 de febrero de 2008

Caminar ciego sobre las cosas

Esos centímetros que nos separan del suelo, en demasiadas ocasiones, son abismos de ceguera. Caminamos sin mirar las cosas, sin sentir cómo las descubren nuestros pasos, nuestro exacto peso marcado por la huella de los pies: unos gramos apenas es lo que aportamos. Somos una especie soberbia que rara vez rasamos nuestra mirada para descubrir que nuestros pies se hunden en el mismo barro que nos constituye: tan gigantes nos pensamos. Debemos, radicalmente, percibir, como dijo Guillén:

Queda curvo el firmamento,
Compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
Del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
Central sin querer, la rosa,
A un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
Que el pie caminante siente
La integridad del planeta

Qué evidente se hace todo, entonces. No porque lo comprendamos, sino porque somos parte del trayecto.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Reconfortante!!

un camino sin piedras?
Un camino liso?

Un besazul

Has escuchado la nueva canción que al conectar en Azul una melodía regala a los oídos con palabras de amor???

Francisco O. Campillo dijo...

"Que el pie caminante siente
La integridad del planeta"

"Que nada humano te sea ajeno"

Anónimo dijo...

Es de Jorge Guillén?

HUBO aquí un valle antaño, callado y sonriente,
donde nadie habitaba:
partiéronse las gentes a la guerra,
dejando a los luceros, de ojos dulces,
que velaran, de noche, desde azuladas torres,
las flores, y en el centro del valle, cada día,
la roja luz del sol se posaba, indolente.
Mas ya quien lo visite advertiría
la inquietud de ese valle melancólico.
No hay en él nada quieto,
sino el aire, que ampara
aquella soledad de maravilla.
¡Ah! Ningún viento mece aquellos árboles,
que palpitan al modo de los helados mares
en torno de las Hébridas brumosas.
¡Ah! Ningún viento arrastra aquellas nubes,
que crujen levemente por el cielo intranquilo,
turbadas desde el alba hasta la noche,
sobre las violetas que allí yacen,
como ojos humanos de mil suertes,
sobre ondulantes lirios,
que lloran en las tumbas ignoradas.
Ondulan, y de sus fragantes cimas
cae eterno rocío, gota a gota.
Lloran, y por sus tallos delicados,
como aljófar, van lágrimas perennes.

besazules

Pedro Ojeda Escudero dijo...

AZUL: un camino ciego a no ser que lo pesemos.

FRANCISCO: en efecto, querido amigo: la dimensión del ser humano en su justa medida compartida.

AZUL: No. Poe.

Anónimo dijo...

Dos palabras: Anabel lee

Anónimo dijo...

Perfección!!

El de tu post me refería!!

el que yo te he dejado, es Poe
acertaste!!


Un Besazul... poético..

Anónimo dijo...

Qué grandes sensaciones me trae el poema que citas, Pedro: "Es el redondeamiento / Del esplendor: mediodía". Para mí, que suelo ver las cosas de una manera más pesimista, leer estos versos me vuelve a conciliar con un mundo por el que pasamos demasiado deprisa.
También me trae grandes recuerdos de un gran profesor, al que no tuve en clase pero tuve la suerte de oír en muchas ocasiones y que tú conoces bien: Santiago de los Mozos. Como anécdota curiosa, diré que lo único malo que tenía es que sus carraspeos a final de verso convertía a las décimas de Guillén en versos eneasílabos... Gran tipo, don Santiago.

Anónimo dijo...

"Que el pie caminante siente
La integridad del planeta"

Se todos nos sentissemos parte integral de tudo e de todas as pessoas, a vida seria tão mais fácil,pacífica,amorosa...
Boa noite Pedro.

PILAR dijo...

Recuerdo cuando mis hijos eran peque�os, una �poca que al menos yo s�lo era capaz de mirar hacia ellos y por lo tanto no levantaba la cabeza muchos cent�metros. Pues bien, recuerdo que de repente un d�a, paseando por la Plaza de la catedral, descubr� que hab�an quitado los andamios y que estaba toda blanca...
Entonces me d� cuenta que en aquellos a�os viv�a y miraba s�lo por la vida y los ojos de mis hijos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

DARGOR: ...y el reino junto al mar y el viento helado que rompe la armonía y la dedicación plena a ese amor.

AZUL: perdona, no te había comprendido.

RAÚL: Gracias por el recuerdo de Santiago de los Mozos, a quien conocí bien, como dices. ¡Y su carraspeo! Es bueno recordar a aquellos que nos enseñaron y ya no están con nosotros. Un abrazo.

NANA: mucho mejor sería nuestra vida, querida Nana. Un beso.

PILAR: y lo hiciste bien porque era lo que correspondía. Sin embargo, también uno debe tener su propia vida: por eso te diste cuenta de que habían quitado los andamios. Besos.

ARSINOE dijo...

Ese poema nos lo recitaba a menudo un gran profesor de literatura que tuve, Manuel Zabal..cuando nos veía descentrados y nos obligaba con una ternura y paciencia infinitas, a poner los pies en la tierra..Una gran persona, antes de conocerle yo no pillaba un libro ni en sueños..je, je.

Unknown dijo...

Pues a caminar, con los pies en la tierra, desprendámonos del éxito que anhelamos, del dinero, del poder, de que nos acepten, nos quieran, nos reconozcan, nos escuchen, tengamos siempre razón... esto de ser tan humanos es lo que tiene.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

TAREIXA: Te digo como a Raúl, que nos honra recordar a quien nos enseñó. Con nombres y apellidos. Gracias por dejar constancia aquí.

MAFALDIA: es lo que tiene, que podemos optar, aunque no siempre acertemos...

Redeyes dijo...

La mirada en el firmamento, y la piel abrazada a la tierra de la que salimos. Una buena manera de vivir. A mí me gusta. Saludos

Anónimo dijo...

ya as votado!! en el ultimo post

tienes que mojarte
yo ya lo e hecho

saludos Azules

manzacosas dijo...

Hola. Ya no me atrevo a decir nada. Un saludo. Manzacosas

Merche Pallarés dijo...

Se hace camino al andar... y Poe, qué maravilla: "I and my Anabel Lee..." Besotes, M.

Anónimo dijo...

bellos versos... de alguna forma reconfortantes

jg riobò dijo...

El paseante regresa de la disolución como integrante de este planeta.
¿Volverá el que era o será otro?.

nachocarreras dijo...

Buena reflexión, como siempre.
Saludos.

Pedro dijo...

Es que, quizá, uno de nuestros mayore pecados es la soberbia. Esa que hace que pensemos que somos superiores, o peor aún, que no lo pensemos pero lo sintamos sin saberlo, y paseemos con la barbilla tan alta que el mundo pase ante nuestras narices sin mirarlo.


Un saludo,

Pedro.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ISAAC: una excelente forma de vivir. Saludos.

AZUL: Vale. Saludos.

MANZACOSAS: pues vale. Un abrazo.

MERCHE: el camino está en nuestros pasos. Besos.

BLOGOCHENTA: un canto optimista, en efecto.

JAVIER: todavía le queda camino. Un abrazo.

NACHO: Gracias. Un abrazo. Nos debemos un café.

PEDRO: y tanto que no lo miramos. Un abrazo.

Anónimo dijo...

La pregunta que surge de la lectura de esta reflexión es por qué el hombre abandonó su fusión con el universo si allí ya comprendía su misión en la tierra. Por qué se cree el rey de una creación a la cual tiene el derecho de maltratar. Por qué es tan engreído cuando sólo sustrae unos cuantos kilogramos al conjunto...
pancho

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PANCHO: En efecto... quizá la respuesta sea tan simple como nuestro egoísmo. Un abrazo.

Teresa dijo...

Hoy me he pirao la clase, me quedé en una esquina leyendo el poema de Anabel Lee que me dejó Dargor.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: Entonces, no has perdido el tiempo.