miércoles, 2 de enero de 2008

Razón de árboles y cielo.


Me pregunta un amigo la razón de tanto árbol y tanto cielo en los últimos días. Podría explicar que busco un calendario solar primitivo, más acorde con los ritmos naturales de estas tierras y menos convencional que el que nos hemos dado y que nos organiza la soldada. Es más fácil. Como sabéis, hace tiempo que he desistido de nuestra cultura de trampantojo, de engaño a la vista, que nos ha convertido la vida en falsedad y mercadería. Se nos ha trucado la existencia, en Occidente, y nos han dado a cambio un parque temático en el que nos obligan a vivir y a relacionarnos con el otro: la diversión se ha organizado para que consumamos a un ritmo pachanguero e inevitable y no seamos conscientes de nuestras cadenas. Hasta se nos ocupan las ciudades para que no podamos meditar ni en los paseos. Así, se pasa la vida de diversión en diversión en una rueda aparente pero falsa, llena, eso sí, de gasto superfluo que nos amarra al truco escénico: aun no hemos terminado la Navidad y ya vamos por los carnavales, después vendrá Semana Santa y comenzaremos a pensar en las vacaciones de verano y en las fiestas locales.

Nuestro calendario se ha llenado de plazos apremiantes y un ocio que no lo es: si alguno se cree que lo merece, quizá lo merezca. Que lo disfrute si le da placer: estamos por aquí tan poco tiempo que no voy a ser moralista de las deudas de otros. Mientras tanto, pasamos por la vida sin enterarnos de verdad de lo que hay en ella.

Por eso observo tanto el ritmo interno de los árboles, y del cielo.

7 comentarios:

Pilar dijo...

Mi padre siempre nos enseñó cuando éramos pequeños a distinguir los árboles, a quererlos. Él, que es un hombre de pueblo, aunque criado en ciudad, ha tenido siempre apego a la naturaleza. Esa ha sido una de las fuentes de mi vida, el contacto con la naturaleza, y además un contagio que he recibido.
Somos animales y tanto asfalto nos artificializa.
Me encanta ver los árboles.
Gracias a Dios en Burgos tenemos muchos, y ver cómo evolucionan a lo largo de las estaciones es fantástico.
Mi preferido: El sauce llorón, no sé porqué será, sé que es el árbol de la melancolía.

Anónimo dijo...

Pues sí, somos tan estúpidos, que nos lleva a estar en la era de la comunicación, y comunicar menos que nunca. A gastar para comer más que nunca, para luego acudir al gimnasio a quemar (que están abarrotados). A tener las bibliotecas llenas de libros parados, e ir corriendo al kiosko a comprar prensa rosa. A comprar animales de compañia ( en su mayoría perros), y tener las perreras llenas de éstos pobres inocentes, y un largo etc... que no tendría fin. Bueno, mientras haya gente como tú, no está todo perdido. Buen día. Isabel

Anónimo dijo...

El rebaño bien llevado, por la senda apropiada, dominado magistralmente por el perro, y perfectamente arremolinado en torno al pastor..., sin fisuras, ...ni ovejas que piensen por si solas o se pregunten el por qué...Da unos excelentes quesos, una buena producción de leche y, crian sin problemas para continuar con el dócil rebaño. Un año más, una navidad más, unos bobálicones programas televisivos y el rebaño que acude al centro comercial...¡arremolinadito!

jg riobò dijo...

Cuanta razón tienes.
Árbol y cielo, dos eternidades.
Qué serie tan tranquilizadora y silenciosa.

Anónimo dijo...

En esta sociedad consumista y sin valores cada vez se atiende menos a cosas bellas como los árboles y el cielo.

un abrazo

trupitomanias dijo...

intentan llevarnos cual rebaño por los campos de castilla.. a la antigua usanza pero con nuevos medios..

yo también mire al cielo en estos días de heladas.. se veían bene , bene las estrellas..

feliz año!! salud!!!!!!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PILAR: buen hombre tu padre. Ése gesto le define. No sé si a mí me gusta el sauce, prefiero el bosque de encinas: laberinto duro e imprevisible.

ISABEL: me alegro de que sigas firmando. Está muy bien lo que señalas: comemos para ir al gimnasio y vamos al gimnasio no tanto para estar mejor sino para ponernos los trajes que salen en la prensa rosa. Cómo nos llevan de un lado a otro.

BLOGOCHENTABURGOS: nos ordeñan a diario. Y nos dejamos.

JAVIER: Frente a la circunstancia, lo permanente.

FERNANDO: nos han cerrado la mirada.

TRUPITOMANIAS: pero, por desgracia, para verlas mejor tenemos que irnos de las ciudades. Feliz año y salud, E.

Gracias a todos por vuestros comentarios.